sábado, 24 de noviembre de 2018

¿QUÉ DESTINO TUVIERON LOS TLAXCALTECAS DURANTE EL DOMINIO ESPAÑOL?



Está demostrado que los verdaderos vencedores de los mexicas fueron los pueblos que tenían sojuzgados y, entre estos, los tlaxcaltecas tuvieron el rol principal. Hay que recordar que fueron los tlaxcaltecas los que recibieron, curaron y se aliaron con los españoles después de la llamada “Noche triste”. (30 de junio-1 de julio de 1520), fecha en que recibieron una terrible derrota. Los ayudaron a construir los 13 bergantines que servirían para atacar por agua a la ciudad de México-Tenochtitlan. Fue tanta la ayuda que recibieron los españoles de este reino que Hernán Cortés, lloró con profundidad la muerte de Maxixcatzin señor de Ocotelulco quien murió de viruela. ¿Hasta donde fue sincero el dolor de Cortés o puesta en escena?. No se puede saber con certeza pero si intuir que tuvo una buena parte de actuación. No es creíble que en tampoco tiempo hubiera surgido una verdadera amistad entrañable.

Ahora bien, se pensaría que después de haber prestado tantos y tantos apoyos los españoles por parte de los tlaxcaltecas; los primeros serian agradecidos para con los segundo y les darían un trato especial durante la Colonia. No hay tal. A pesar de las promesas que Cortés les hizo a los tlaxcaltecas de señorear sobre Cholula, Tecamachalco y Tepeaca y de no ser tratados como vasallos sino como conquistadores esto sucedió a medias. El mismo Márquez del Valle da cuenta en una de sus cartas a Carlos V; específicamente la que le envió de fecha 15 de octubre de 1524, en donde le da ambiguamente relación de lo que ha pasado con Tlaxcala.

“Y la provincia de Tascaltecal está debajo de nombre de vuestra alteza, no por el provecho ni renta que de ella ha de seguir, sino porque como vuestra majestad por las relaciones ha visto, aquellos han sido harta parte de haberse conquistado toda esta tierra, aunque primero ellos fueron conquistados con harto trabajo; y por esto, porque parezca que tienen alguna más libertad, no los repartí como los otros; y porque tengan también la sujeción que conviene tanto como a los demás, están en la dicha provincia dos o tres hombres en guarda de ellos, que les hacen sembrar maizales para vuestra alteza, y aun criar algún ganado, y hacer una fortaleza; y para que se tenga tal orden que en las demás ciudades y villas, he de hacer allí un monasterio, y están allí tres frailes que los instruyen en las cosas de nuestra fe, y de esto tienen cargo el factor de vuestra alteza”[1].

Esta es la base de todo el trato que se les dará a los tlaxcaltecas. Por un lado, se les reconocen los servicios fundamentales para la conquista del imperio mexica pero por otro se les sujeta a la corona española de la misma manera que a los demás. Gradualmente serán sujetados a las mismas condiciones que el resto de los pueblos. Si bien durante los próximos 300 años la nobleza tlaxcalteca ingenuamente tratara de estar por encima de todos los demás pueblos. Las cédulas reales que se les conceden a los tlaxcaltecas y a la provincia serán más simbólicas que realmente concesiones igualitarias. En suma fueron engañados con palabrería y más palabrería desde el mismo momento de hacer pacto con los españoles.

La única clase ganadora lo fue la nobleza tlaxcalteca pues se siguió gobernando como antaño pero con injerencia española. Los macehuales padecieron los mismos trabajos, los mismos tributos hacia la corona española. Sufrieron diásporas para poblar otros lugares y tuvieron que defenderse ante los monarcas españoles sin mucho éxito pues tuvieron que trabajar para edificar la ciudad de Puebla y sembrar los campos de Atlixco. La ambición española no se iba a detener por promesas hechas por Cortés. Y, como sea, los tratados o alianzas siempre se pueden evadir por quien tiene el poder.

Es muy significativo que Xicohténcatl Axayacatzin haya visto lo malo en la alianza de los tlaxcaltecas con los españoles y que ellos mismos lo hubieran entregado para que Cortés lo mandara ahorcar con fecha 12 de mayo de 1521. La alianza ingenua con los extranjeros no solo no garantiza el bienestar de los mexicanos sino todo lo contrario; aquellos que hacen pactos contra los mexicanos quedan igualmente sometidos y pierden todo lo aparentemente ganado.

Con la independencia de México, a la cual se opusieron los nobles tlaxcaltecas, se terminaron los privilegios para los mismos así como la unión del territorio tlaxcalteca con el español que se juraba iba a ser eterno. Esa alianza y unión por conveniencia y antinatural tenía su propio sello de caducidad con el surgimiento de la mexicanidad que se da en el propio seno de la Colonia.

No es que el pueblo mexicano se deba cerrar al mundo y vivir en constante temor y mucho menos miedo pero se debe llegar a la madurez de tratar con los demás pueblos en la igualdad jurídica y humana pues no hay razones para que esto no se logre. Se deben desterrar prejuicios de todo tipo. Se debe volver a tener la fuerza, salud, sabiduría de nuestros antepasados pulidos con la razón, la ciencia, el arte, la economía, la filosofía, la política y son lo social para dejar este régimen político insano y que todo ha contaminado.

Esto no es únicamente historia sino la advertencia contra las promesas y alianzas con los extranjeros que en el fondo no tienen en mente más que las riquezas de todo tipo que hay en México y debería servir para la unidad nacional que es la base de la fortaleza del Estado. Sin orden sano no podrá haber verdaderos adelantos en todos los rubros de la vida.




[1] Cortés, Hernán. Cartas de Relación.
México. 2005. Editorial Porrúa. Colección “Sepan Cuantos…”. Página 268.

jueves, 22 de noviembre de 2018

LA IDEOLOGÍA COMO BASE DE LA CONQUISTA DE LO QUE HOY ES MÉXICO



Uno de los fines de la Filosofía o mejor dicho de los filósofos es pensar los hechos y buscar la verdad. No es una tarea fácil pues dentro de una civilización concreta se nace ya con una determinada realidad hecha y dada como base de la vida colectiva e individual. Es natural que el Estado tenga como fin dar una versión oficial de la historia en donde se desarrollan todos los demás subsistemas como la familia, el sistema educativo, lo social, cultural y todos los demás ámbitos que se encuentran sujetos en buena medida a lo que el Estado quiere. Por ello, no es raro que se viva en una realidad construida de mitos, de una historia cercenada, mutilada y hasta tergiversada desde el inicio para lograr el control social.

La conquista de México-Tenochtitlan y su imperio más que una conquista fue una revolución de los pueblos sometidos por los mexicas y que supo aprovechar bien Hernán Cortés y los españoles que lo acompañaban. No se trata de quitar o mermar la valentía de los españoles ni los esfuerzos que hicieron o torcer los hechos sino de todo lo contrario, de sacar a la luz los hechos que se omiten para el pueblo en general.

Es de vital importancia conocer los hechos históricos en su forma más acabada para poder darse una idea clara del pasado del pueblo mexicano y no dejar que se imponga una historia general que impida conocer los hechos básicos, fundamentales o una historia oficial que molde sin remedio la historia a su conveniencia.

Hay varias razones para ocultar o minimizar los hechos y actos de los pueblos que se levantaron en franca guerra contra los mexicas: Su dominación y uso por un lado y el engrandecimiento artificial de los españoles. Para ello, se usa la ideología teológica, la ideología de la superioridad, el uso legítimo de la guerra y de la civilización de los naturales. Claro, todo ello es torcido y tendencioso.

Bajo la aparente grandeza impoluta de los españoles siempre laten las más bajas pasiones; ahí se tiene a Hernán Cortés siempre indagando sobre las riquezas y Bernal Díaz del Castillo en todo momento quejándose amargamente de recibir poco de lo ganado y de las mujeres viejas que le tocaban. El vicio es la constante en lo que se llama la conquista de México. El mismo Cortés se queja ante su cesárea majestad, a la cual le besa cien mil beses los pies, de los españoles que están ya en México con todos sus vicios y del peligro de contaminación de los naturales.

Repito, los españoles no llegaban a 1000 antes de la conquista y nunca fueron más de estos pero siempre se llevan los laureles como actores principales como si fueran súper hombres que con su sola presencia sembraran el terror entre los mexicanos. La verdad es muy distinta y nos la hacen saber tanto Cortés como Díaz del Castillo muy a su pesar en las correspondientes obras que cada uno escribió y que en muchas ocasiones están en franca oposición pues el segundo se queja de que el primero se lleva casi todo el reconocimiento, las gananciales, los títulos y favores mientras el, y el resto las migajas.

Imaginen la desproporción de lo que se piensa que mil españoles lograron dominar un pueblo guerrero por excelencia que había conquistado un imperio que llegaba hasta Guatemala desde los límites con el reino de Michoacán y de costa a costa sin conocer al mismo y sin tener aliados. Es de locura y de risa. Perdón pero así es.

El eje central de Cortés es quedar bien con su cesárea majestad y recoger la mayor parte de riqueza y fama; a través de la dominación total de los pueblos prehispánicos. La religión es una forma de dominación que se impuso a través de todos los métodos aun los más bárbaros como si el Dios cristiano fuera mejor que Huitzilopochtli. La supremacía teológica.

La superioridad de la raza (aunque solo exista una especie, la humana), pues se dijo que los españoles eran superiores en todo a los pueblos naturales de lo que hoy es México. ¿Mejores en qué y para qué?. Otra mentira más que se impuso y que operó eficientemente a favor de los españoles.

El derecho de guerra justa para imponer a los naturales de lo que hoy es México una forma social de ser, de pensar, de actuar, de someterse y de ser siervos de la corona española pues con sólo negarse a reconocer esta superioridad basad en el aristotelismo de que lo mejor debe mandar es suficiente para someterlos a través de la guerra.

Se usaron muchas otras formas ideológicas de dominación y es trabajo de los mexicanos no creer o mejor dicho descreer en semejantes ideologías para entender que se pertenece no a una raza sino a la única sola especia, la humana y que es deber particular y general insertarse en ese contexto mundial sin creer ser más ni menos.

Entender el pasado es mirarse a los ojos y reconocerse con las raíces más profundas del ser mexicanos como provenientes de una pluriculturalidad y un pasado glorioso con desastres pero perteneciente de manera legal y legítima al pueblo de México y que no tiene que ser vergonzoso pues estas contradicciones pueden ser superadas sin ninguna duda.

La descolonización de los mexicanos debe empezar por las ideas, por la mentalidad y por la risa franca de volverse a encontrar en el punto que se corta la historia con el entierro del cuerpo de Cuauhtémoc y que ya se ha hecho pero que es menester volver una y otra vez para abrevar del pasado en la construcción del presente y no tan presente. Y, ese volver no tiene que ser nostálgico ni de dolor sino con la firme convicción de que se es solamente un momento aquí en la tierra y que por eso mismo se tiene la responsabilidad de hacerlo mejor en tan corto tiempo.

Una realidad hecha de mentiras nunca será buena como no lo ha sido el régimen político actual y que pongo como ejemplo de lo que no se debe hacer. La lucha es constante pero vivificante en toda la extensión de la palabra y vital en su forma más radical.


martes, 20 de noviembre de 2018

SOBRE LA MARCHA



En busca de la libertad, la democracia, la felicidad y el amor ajeno hay que proceder filosóficamente, es decir, con toda la fuerza mental y física pero modestia pues hay mil enemigos decidios a que no se llegue a la meta y mil obstáculos que vencer sobre la marcha. 

LA CUARTA TRANSFORMACIÓN COMO ESPEJISMO



¿Qué si creo en la justicia y la democracia?, claro que sí y no solo eso sino que creo en el trabajo práctico para ello, pero no hay que hablar por hablar y eso precisamente está pasando con mucha gente de buenas intenciones pero de poca información consciente. Se habla de la Cuarta Transformación como si fuera un hecho consumado. Se ignora hasta la médula las maestras de la vida: La Historia y la realidad.

La Primera Transformación, es decir, la revolución de independencia política contra España, fue una guerra fratricida pues los mexicanos de esa época lucharon entre sí pues España estaba bajo el yugo francés con la intervención extranjera y terminó con la pérdida de más de la mitad del territorio mexicano por la falta de orden y muchos muertos. La economía devastada. Esta época duró 49 años.

La Segunda Transformación, la separación del Estado civil del Estado eclesiástico, desembocó en una guerra fratricida entre liberales y conservadores con la intervención extranjera y terminó con la dictadura de Porfirio Díaz y muertos por todos lados. La economía quedó deplorable. Esta paso en 53 años.

La Tercera Transformación, la revolución de 1910 contra la dictadura personal de Díaz, fue una guerra fratricida con la consabida cuota de muertos y desde 1929 se instauró la dictadura del Partido Revolucionario Institucional. Una dictadura de partido único de Estado. Con la historia conocida de represión, cárcel y muertos. Esto duró 89 años y todavía no termina de existir.

La Cuarta Transformación que sea y en que termine no se sabe a menos que los futurólogos de toda índole sean infalibles y nos sigan diciendo que es el edén en la tierra y a la mano este uno de diciembre de dos mil dieciocho. Pero simple y sencillamente la gente no quiere oír más que cuentos de hadas, príncipes y princesas. Me da la impresión de estar entre niños caprichosos que como sea quieren sus regalos de Navidad y Santos Reyes anticipados. 

Ni siquiera Benito Juárez con la generación del 42 pudo evitar el desastre. Ahí van los nombres de los que la conformaron: Justo Sierra, Ignacio Comonfort, Ignacio Manuel Altamirano, Porfirio Díaz, Miguel Lerdo de Tejada, Mariano Arista, Manuel Doblado, Manuel María Zamacona, Juan Nepomuceno Almonte, Santos Degollado, Sebastián Lerdo de Tejada, General Ramón Corona, León Guzmán, José María Iglesias, Luis Gonzaya Osollo, Francisco Zarco, Ignacio Ramírez, Miguel Miramón y Guillermo Prieto; esta fue la plana mayor pero hubo muchos más.  ¿Alguien ve un grupo de este calibre en la actualidad?. Adelante.



lunes, 12 de noviembre de 2018

LA MARCHA DE LA LUZ





Antes, se creía que los ricos mexicanos eran bien educados y por lo tanto, sabían lo que hacían y sus conductas iban de acuerdo a la razón pues bien, con la marcha del once de noviembre de este 2018, nos han mostrado que están muy limitados intelectualmente, que no tienen buena educación, que son intolerantes y que su interés central en la vida es su economía; dejan fuera la ciencia, la filosofía, el arte y el humanismo. Dieron a la luz su ser, viajar en un avión que despegue de un aeropuerto de Primer Mundo en uno de Tercera. Que forma de desprecio tan violenta de manifestarse y deslindarse del resto del pueblo que quiere comer, educación, trabajo, seguridad pública y todo lo mínimo necesario por lo que se creó el Estado.

domingo, 11 de noviembre de 2018

CONSUELO Y REMEDIO DE LA VIDA




Para todos los dolores de la vida y toda la vanidad humana la muerte es el consuelo y remedio definitivo. Por lo mientras ¡Hurra!. 

martes, 6 de noviembre de 2018

CARTA DE HERNÁN CORTÉS AL EMPERADOR CARLOS V. TENUXTITAN, DE ESTA NUEVA ESPAÑA. 15 DE OCTUBRE DE 1525.



CARTA DE HERNÁN CORTÉS AL EMPERADOR CARLOS V. TENUXTITAN, DE ESTA NUEVA ESPAÑA. 15 DE OCTUBRE DE 1525.
                  
Esta carta debería de tener como subtítulo “Confesiones de la realidad” pues en ella confiesa Cortés, lo que no podía decir públicamente sobre los mexicanos y de la real situación que guardaba la realidad. Da cuenta de la calidad de los españoles en México, sus vicios, su ambición desbordada y el daño que harían e hicieron a los naturales. El temor fundado de saber que los mexicanos junto con los demás pueblos eran guerreros hábiles y con la inteligencia muy aguda y que bastaría un solo descuido para que los españoles cayeran ante su fuerza no dejaba Cortés descansar y tomar toda clase de medidas. Esto fue tanto como un presagio de lo que pasaría trescientos años después. Y, la valentía y buen pensamiento de los mexicanos se ha tratado de sepultar por siempre. Cortés tiene un pensamiento burócrata pues mientras aquí se señorea, ante Carlos V se muestra harto zalameroso hasta la náusea. Este comportamiento se ve hoy día entre los burócratas mexicanos que, hacia el público se muestran altaneros pero hacia sus jefes son de los más indignos como personas. Bien. Paso a redactar una parte de dicha carta, el tercer párrafo.

“Cuanto a o en este capítulo contenido digo muy poderoso señor, que la contratación y comercio de los españoles con los naturales de estas partes sería sin comparación dañosa: porque dándose lugar a que libremente la hubiese, los naturales recibirían muy conocido daño, y se les harían muchos robos, fuerzas y otras vejaciones; porque con estar prohibido y castigarse con mucha seguridad que ningún español salga de los pueblos que están en nombre de vuestra majestad poblados, para ir a los de los indios ni a otra parte alguna sin especial licencia y mandado, se hacen tantos males que aunque en otra cosa yo y las justicias que tengo puestas no nos ocupásemos, no se podrá acabar de evitar, por ser la tierra, como es, tan larga; y si todos los españoles que en estas partes están y a ella vienen fuesen frailes, o su principal intención fuese la conversión de estas gentes, bien creo yo que su conversación con ellas sería muy provechosa: más que como esto sea al revés, al revés ha de ser el efecto, que obrare; porque es notorio que la más de la gente española que acá pasa, son de baja manera, fuertes y viciosos, de diversos vicios y pecados; y si a estos tales se les diese libre licencia de se andar por los pueblos de los indios, antes por nuestros pecados se convertirían ellos a sus vicios que los atraerían a virtud, y sería mucho inconveniente para su conversión; porque oyendo los sermones de los religiosos y personas que en esto entienden, que por ellos les prohíben los vicios y pecados; y aconsejan el uso de las virtudes, y viendo las obras de éstos que en su conversación anduviesen ser contrarias  a lo que de nuestra santa fe se les predica, sería tenerlo por cosa de burla, y creer que las palabras que los religiosos y personas buenas que en esto entienden, les dijesen eran por causa de su interés u no a efecto de la salvación de sus almas; y demás de esto haciéndoles agravios, seria causa que no pudiéndolos sufrir se rebelasen; y como ya más diestros de nuestras cosas podrían buscar muchos géneros de armas contra las nuestras para se defender, y ofender, que tienen para esto asaz habilidad y como sean gentes sinnúmero, y nosotros en su comparación meaja, muy brevemente nos acabarían”[1].

Es muy revelador lo que en su interior meditaba Cortés, bien sabía que la santa fe en la realidad no tenia de santa más que la palabrería y los españoles habían de inyectar su veneno en los naturales hasta llevarlos al vicio. Los pueblos degeneraron en su fuerza física y mental. Les fue chupado el vigor a través de la santurronería de quinta mientras en la realidad se saqueaba la riqueza como verdaderos vampiros.

Justamente lo que Cortés, temía pasó y durante todo el virreinato no habrá paz para los españoles que a lo más, siempre andaban en las intrigas entre ellos y en lucha constante por el poder. Y, no sólo temían a los pueblos naturales sino también a los llamados negros hasta que el sometimiento se fue haciendo gradualmente insoportable y los mexicanos ya duchos en las cosas de los españoles terminaron con el poder político en vigencia.

Finalmente, cada quien saque sus propias conclusiones sobre la realidad mexicana aunque Cortés quería que fuera la Nueva España y que afortunadamente no cuajó. Si bien la mexicanidad se formó de forma gradual y no como un hecho espontáneo ni natural pues fue menester tomar conciencia y trabajar en su creación.   





[1] Cortés, Hernán. Cartas de Relación.
México. 2005. Editorial Porrúa. Colección “Sepan Cuantos…”.  Pág. 264.

sábado, 3 de noviembre de 2018

LO IDEAL Y LA REALIDAD DE LA IGUALDAD Y LA JUSTICIA




Generalmente la gente cae en el desánimo sin darse cuenta de lo que realmente es importante en la vida. Los idealistas y románticos son los primeros en señalar la inutilidad de luchar por la dignidad humana, la igualdad, la justicia y todo lo que lleve a una vida digna. En la realidad parece una guerra perdida pues de continuo la realidad refuta la lucha por estos rubros. Con todo, el hecho de que en la realidad nunca se consiga la igualdad y la justicia no es argumento ni obstáculo para seguir luchando por conseguir su realización pues en caso de claudicar, se agravaría la desigualdad y la injusticia al dejar el campo de batalla para los gobernantes y poderosos que ha mas son los menos.

Se debe uno plantar en el campo de batalla y dar el mejor esfuerzo mental y físico pues, por desgracia, la igualdad y la justicia reales y efectivas son lucha de generaciones y no únicamente de una sola. Una mirada a la historia de la Humanidad muestra los avances que, si bien no son suficientes para cada momento real si son suficientes para no claudicar por ser realizables en grados cada vez mayores.

viernes, 2 de noviembre de 2018

BERNAL DÍAZ DEL CASTILLO Y SU OBRA




No se puede poner en tela de duda la valentía de los un poco menos de mil españoles que estuvieron en la caída de México-Tenochtitlán pues la sola travesía de mar ya representaba una gama de peligros. Imaginemos ingresar a tierras desconocidas con todos sus peligros y aun así seguirse internando sin saber que les puede esperar; eso es valor y en esos tiempos hubo muchos españoles valerosos que se aventuraron a navegar con todos en contra.

Bernal Díaz del Castillo no es la excepción; es valeroso como el que más. Tiene además a favor haber estado en muchas de las batallas y en los momentos en que se planeó la caída de la capital del imperio mexica. Por si esto fuera poco, escribió como ocurrieron los hechos desde su punto de vista que  es muy valioso. Díaz del Castillo confiesa que no es letrado pero eso no es obstáculo para bien ponderar el esfuerzo que realizó al escribir su obra. Ahora bien, escribe su obra como reacción a la obra de Francisco López de Gómara que atribuía toda la gloria de la conquista a Hernán Cortés y, que él consideraba que también todos los demás españoles tenían su cuota de gloria en ello.

Historia verdadera de la conquista de la Nueva España es invaluable por su narración de los hechos; no se le puede regatear su valor. Sin embargo, hay que tratar de entender las razones por las cuales los escritores dan a la luz pública sus obras. Por primero de cuentas, son seres humanos con todas las pasiones inherentes a la especie y no pueden escapar a las mismas.

¿Cómo se debería sentir Bernal Díaz después de la conquista?.  Satisfecho en general pero incómodo por la falta de méritos reconocidos. Esto se sabe por las propias manifestaciones de él, mismo en su obra. En busca de ese reconocimiento escribió su obra como la verdadera y las otras con menos exactitud y en buena medida tiene razón pues el, estuvo en los lugares de los hechos y participó directamente en muchos de ellos e investigó en los que estuvo ausente. Vivía orgulloso y celoso.

Ahora bien, una forma de engrandecer los hechos es engrandecer al enemigo o las cual cualidades propias disminuyendo las ajenas según convenga y esto no debe de levantar protestas porque así ha sido y seguirá siendo. Tan solo hay que ver cuando narra la multitud de escuadrones mexicanos enfrenta como un noble hidalgo predecesor del Quijote.

Sin lugar a dudas, para Díaz del Castillo todos los españoles que participaron en la conquista de Tenochtitlán merecen justo reconocimiento pero no los aliados de los pueblos que participaron en la misma. De las tres capitanías que creo Cortés, no da más que ocho mil tlaxcaltecas a cada una de ellas con lo que contradice al propio Cortés que da como cifra de naturales 75 mil. Por otro lado, trata a los tlaxcaltecas más como estorbos que como guerreros  valiosos a la causa. Esto dice:

“Dejemos de hablar más de ello y digamos que a cada capitán se le dio las instrucciones de lo que les era mandado. Y como no habíamos de partir para otro día por la mañana y porque no tuviésemos más embarazo en el camino, enviamos adelante todas las capitanías de Tlaxcala hasta llegar a tierra de mexicanos; y yendo que iban los tlaxcaltecas descuidados con su capitán Chichimecatecle y otros capitanes con sus gentes, no vieron que iba Xicotenga el Mozo que era capitán general de ello, y preguntando y pesquisando Chichimecatecle que se había hecho, adonde había quedado, alcanzaron a saber que se había vuelto aquella noche encubiertamente para Tlaxcala, y que iba a tomar por fuerza el cacicazgo y vasallos y tierras del mismo Chichimecatecle, y las causa para ello decían los tlaxcaltecas tenia era que como Xicotenga el Mozo vio ir los capitanes de Tlaxcala a la guerra, especialmente a Chichimecatecle, que no tendría contradictores, porque no tenía temor de su padre Xicotenga el Ciego, que como padre le ayudaría, y nuestro amigo Masescaci ya era muerto, y quien temía era a Chichimecatecle; y también dijeron, que siempre conocieron a Xicotenga no tener voluntad de ir a la guerra de México, porque le oían decir muchas veces que todos nosotros y ellos habíamos de morir en ella”[1].

En otro pasaje de plano considera a los tlaxcaltecas unos estorbos. Aquí la narración de los hechos:

“…y de esta manera estuvimos peleando con ellos obra de una hora; y tanta prisa nos daban, que no nos podíamos sustentar contra ellos; y aun vimos que venían por otras partes una gran flota de canoas atajarnos los pasos para tomarnos las espaldas. Y conociendo esto nuestros capitanes y todos nuestros soldados apercibimos que nuestros amigos los tlaxcaltecas que llevábamos nos embarazaban mucho la calzada, que se saliesen fuera, porque en el agua vista cosa es que no pueden pelar, acordamos que con buen concierto retraernos y no pasar más adelante”[2].

Puede ser que en el ardor de la batalla y las circunstancias apremiantes a Bernal Díaz les reproche a los tlaxcaltecas que los hechos no fueran como se esperaba pero cuando esto escribió ya había pasado todo esto y ya debería haber pensado mejor lo pasado. Se sabe que los mexicanos con todo su poderío nunca pudieron vencer a los tlaxcaltecas que tenían menores recursos territoriales, humanos y de toda especie. Si de algo tenemos noticia es del valor de los tlaxcaltecas, no corresponde lo que escribe Díaz del Castillo.

Puede ser que los españoles ya señoreando ya también sobre los tlaxcaltecas no quisiera dar lo que él, pedía reconocimiento en la caída de la capital del imperio. Y, es incontrovertible que sin la ayuda de los tlaxcaltecas, huejotzincas, cholultecas y demás aliados los españoles no hubieran podido nunca vencer a los mexicanos. Los entendidos convendrán en esto. Ciertamente la nobleza tlaxcalteca se vio beneficiada por la corona, no así el pueblo llano que quedó sujeta al pago de tributos.

En este punto, Bernal Díaz, es parcial y mal agradecido con sus salvadores y quienes verdaderamente vencieron a los mexicanos, los tlaxcaltecas, huejotzincas, cholultecas y demás aliados; sin ellos no se hubiera salvado y no hubiera contado su historia. Como ya dije no se trata de minimizar el valor en todo lo que hizo cada uno de los españoles en la conquista pero tampoco se debe creer inocentemente lo que cuentan cuando a todas luces es inverosímil hasta llegara lo quijotesco.

Que cada uno de los que esto lea y analice saque sus propias conclusiones sobre lo escrito y analizado aquí. No se debe tratar de otra cosa que de esclarecer los hechos sin minimizar la participación de cada uno de los que en ella intervinieron hasta donde la razón de la posibilidad con base en la imparcialidad y libre de ideologías.




[1] Díaz del Castillo, Bernal. Historia Verdadera de la Nueva España. Tomo II.
México. 1979. Editorial Promexa Editores. Página 42.
[2] Díaz del Castillo, Bernal. Historia Verdadera de la Nueva España. Tomo II.
México. 1979. Editorial Promexa Editores. Página 44.


jueves, 1 de noviembre de 2018

EL NUEVO PRESIDENCIALISMO EN MÉXICO





Se terminó en definitiva, este primero de julio de dos mil dieciocho, de manera estrepitosa el régimen presidencial emanado de la revolución mexicana de 1910, y sobre el cual se empoderó el partido único de Estado, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) desde sus antecedentes el Partido Nacional Revolucionario (PNR) y el Partido de la Revolución Mexicana (PRM), siempre tuvieron la idea de canalizar los ideales de la revolución para cautivar al pueblo hasta someterlo a una dictadura sui generis, a la mexicana; que ya no podía ser unipersonal como la de Porfirio Díaz y que lo lograron.

Los dos anteriores intentos de catalizar la revolución mexicana no cuajaron quizá porque eran intentos preparatorios, de ensayo y error o no tuvieron su momento adecuado. Sin embargo, logrado el poder político lo único que tenían que hacer las cúpulas priistas era estar en el juego político de la sucesión del presidente de la república de forma permanente.

El presidente alcanzó un poder inmenso, tanto por la vía de la constitución, de las leyes secundarias que le otorgaban amplias facultades para la administración tanto como jefe del partido. Esto volvió al primer mandatario (el que recibe órdenes) en todo lo contario (el que ordena por medio del poder político soberano), sin que los órganos legislativo o judicial pudieran ser un dique a los deseos del órgano ejecutivo. No hay duda que era un poder unipersonal que si bien duraba seis años tiene todos los rasgos de dictatorial pues designaba a todos los servidores públicos importantes de los tres órganos de gobierno así como en sus tres niveles. Pues bien, esa forma presidencial es la que se ha terminado sin que haya manera de revivirla.

El nuevo régimen está iniciando su conformación y hay algunos símbolos hacia donde quiere transitar pero esto no se podrá hacer de manera inmediata pues la empresa no es poca y los obstáculos, lo mismo. Se tendrá que asegurar que el partido Morena tenga el poder político de la federación y en los otros dos niveles de gobierno durante por lo menos 24 años para poder construir ese régimen.  

Se dice que se está ya en un nuevo Presidencialismo. El presidente electo tendrá que discernir y actuar en consecuencia. El nuevo régimen en su inicio le es menester un presidente fuerte con un Congreso General que lo secunde en la creación del nuevo régimen y con los ciudadanos dando su respaldo al gobierno. El pueblo de México debe tener cuidado de no permitir un nuevo Presidencialismo pues no se habrá avanzado hacia la democracia sino retrocedido políticamente. Siempre está latente el peligro de que, a los políticos en el poder se les desborde la ambición y se corrompan. Eso es incontrovertible. En consecuencia, se debe evitar este obstáculo con leyes severas pues de otra manera no se podrá remediar este mal que por tantas décadas a lacerado al Estado mexicano. A la par de las leyes se debe imponer la independencia a los órganos de impartición de justicia para que las penas sean efectivas y no una mera ilusión.

Si en realidad el cambio de régimen va a transitar hacia la democracia dos factores se tienen que dar; el primero, es terminar con los vestigios del régimen anterior. Es sabido que desde la antigüedad quien o quienes llegan al poder borran con posibles herederos. Lo hicieron los griegos, los romanos, los franceses contra la nobleza, los rusos con los zares. Los casos en los que no se desmantela el anterior régimen se paga caro; tal y como le sucedió a Francisco I. Madrero con la caída de la dictadura de Porfirio Díaz, pues quedó intacto y, con la contrarrevolución encabezada por Félix Díaz, Bernardo Reyes y Manuel Mondragón entre otros para derrocar a Madero, lo que lograron y mataron a todos los que les impedían tomar el poder. El viejo régimen debe ser desmantelado y hasta ahora va bien pues no ha corrido sangre por ello. El segundo factor y que es el más importante es mantenerse en la democracia, la libertad, un marco legal justo hacia todos; en suma, evitar en lo posible la corrupción y la impunidad institucional que ha imperado hasta ahora.

Ahora bien, hay que distinguir entre el viejo Presidencialismo y el supuesto Presidencialismo actual con el gobierno electo; es inevitable. El viejo Presidencialismo tiene sus bases en la imposición de un sistema político totalitario que no admitía disensos de palabra o de hecho.  Existía toda una armadura que protegía el régimen político; tres grandes sectores sociales, el campesino, el obrero y el popular que controlaban todo el pueblo. Por si esto no fuera suficiente se tenía a sindicatos, centrales obreras y campesinas, instituciones afines al Partido Revolucionario Institucional que era el garante de la estabilidad forzada y la continuidad del Presidencialismo. Finalmente, se tenían a las fuerzas armadas, la fuerza del Estado para impedir la democratización. A los disidentes se les tenían reservadas las cárceles y en especial Lecumberri.

Para terminar los vestigios del viejo régimen es necesario que el presidente sea fuerte, que el Congreso General sea de mayoría partidista afín y que el pueblo participe activamente en el mismo rubro. Esto hará ver que existe el mismo Presidencialismo pero si el gobierno se mantiene democrático salvara la situación. Sin embargo, hay una radical diferencia entre el antiguo régimen y el que se está creando; el segundo recibe su fuerza de la ciudadanía libre y consciente que bien puede retírasela o perderla el gobierno electo por corromperse, tener excesos u otra forma torcida de política democrática.

En resumen, no se puede hablar de un Nuevo Presidencialismo porque el presidente electo ni siquiera ha tomado posesión de su encargo. No se deben lanzarse vaticinios sobre la realidad futura porque esta se presentara según transcurra el tiempo, es decir, a su tiempo. Tampoco debe espantarse a los ciudadanos con hechos catastróficos pues hasta ahora todo lo que se ha dicho en contra del gobierno electo ha sido con el afán de mermar su legitimidad y, legalidad y así obstaculizar su trabajo. Todos los factores que confluyen para la creación del nuevo régimen no permiten ver la forma total ni el fondo más que en pinceladas. Es tiempo de espera, no demasiada y se verá.

lunes, 29 de octubre de 2018

DE LOS ANTIGUOS MEXICANOS




Sobre los mexicanos se han dicho más mentiras o prejuicios ideológicos que de muchos otros pueblos y esto no puede ser de otra forma pues se trataba y se trata de someter el peligro. Y, vaya que los mexicas eran bravos como pocos. Es una lástima que se haya perdido su bravura general y su cultura por una forma cultural ñoña. Decadente y sin futuro glorioso. .Me basta con repasar la historia de estos seres humanos para ponderar bien sus costumbres, su arte, su economía, su filosofía, su estructura social. Los romanos se tardaron alrededor de siete siglos para imponer su fuerza y crear un imperio; los mexicas doscientos años. Claro, la historia la escriben los “vencedores” pero la escriben mal.

Hernán Cortés al escribir sus “Cartas de Relación”, tuvo mucho cuidado de seguir el camino de Julio César al escribir los “Comentarios a la Guerra de las Galias”, quedar bien con el Senado romano y con el pueblo. Se entiende perfectamente la necesidad de Cortes por pasar por un semidiós que dominó a capricho al pueblo más adelantado de lo que hoy llamamos México y como consecuencia el imperio mexica. La verdad es otra. El mismo Cortés nos la cuenta. Pero nos cuenta la revolución de los pueblos sometidos a los mexicanos con él, y los demás españoles como los actores principales. Como casi todos los extranjeros, Cortés no entendió ni conoció a los mexicanos. Fue beneficiario de la derrota que le infringieron los pueblos sometidos al poder mexica pero no su vencedor.

Mil españoles no hubieran podido derrotar a los mexicanos y Cortes lo sabía pues se regocija con los apoyos que va recibiendo en su travesía y se envalentona y no se trata de quitarle méritos de ninguna clase pero tampoco aceptar la ideología de la superioridad de ninguna clase pues allí donde se esgrime superioridad de raza o de cualquier otra clase yo veo prejuicios, ideología y miedo disfrazado de superioridad.

Hay episodios que se ve calaron hondo en Cortés y no pudo dejar de darnos testimonio de ello. Pensando en poder amedrentar a los mexicanos cuando ya estaban disminuidos por la peste; había ya muerto los mejores gobernantes y guerreros; con muchos pueblos ya aliados o confederados en contra de los mexicas  se atrevió a amenazarlos con dejarlos morir de hambre y esto es lo que le contestaron en ese episodio para mi lleno de valor y de alegría por la vida y la muerte:

“”Y muchas veces fingían que nos daban lugar para que entrásemos dentro, diciéndonos: “Entrad, entrad a holgarnos”; y otras veces nos decían : “¿Pensáis que hay ahora otro Mutezuma, para que haga que haga todo lo que vosotros quisiéredes?”. Y estando en estas pláticas yo me llegué una vez cerca de una puente que tenían quitada, y y estando ellos de la otra parte, hice señal a los nuestros que estuviesen quedos; y ellos también, como vieron que yo les quería hablar, hicieron callar a su gente, y díjeles que por qué eran locos y querían ser destruidos. Y si había allí entre ellos algún señor principal de los de la ciudad, que se llegase allí, porque le quería hablar. Y ellos me respondieron que toda aquella multitud de gente de guerra que por allí veía, que todos eran señores; por tanto, que dijese lo que quería. Y como yo no respondí cosa alguna, comenzáronme a deshonrar; y no se quie3n de los nuestros díjoles que se morían de hambre y que no les habíamos de dejar salir de allí a buscar de comer. Y respondieron que ellos no tenían necesidad, y cuando la tuviesen, que de nosotros y de los de Tascaltecal comerían. Y uno de ellos tomó unas tortas de maíz y arrójolas hacia nosotros diciendo: “Tomad y comed, si tenéis hambre, que nosotros ninguna tenemos. Y comenzaron luego a gritar y pelear con nosotros”[1].

De allí hasta ahora los extranjeros tienen esos comportamientos bastardos. No conocen al pueblo mexicano del cual somos legales y legítimos herederos pero aquí y ahora inicia nuestro renacimiento y si no perezcamos con valor que de todos modos vamos a morir en algún momento, en algún buen o mal día. ¿Qué se han creído estos pequeños bastardos?. ¡Qué forma de vida, de valentía, de cortesía y de saber responder a la altura de cualquier pueblo sometido a un final ya previsto!.

¿Dónde se han dado este tipo de cortesías y de grandeza?. No en el pueblo español en estos momentos ni en estas circunstancias ni en ningún pueblo contemporáneo. Como dice el Maestro Sergio Ruiz arias, no me pidan escribir únicamente con la razón, escribo con las entrañas entrenadas para estos casos.

¿Qué respeto me merece Cortés, cuando casi siempre calla?, poco, muy poco y a los demás farsantes menos. Hoy como ayer vienen con cuentas y espejo a tratar de embaucarnos pero eso nunca fue y se termina la pantomima ahora. Estamos armados hasta los dientes y con el valor de nuestros antepasados. Nuestras ramas la fuerza, la democracia, la libertad, la ciencia, la filosofía, el trabajo y por sobre todo la alta inteligencia y el amor por la vida y la muerte inevitable.

La consigna mexicana a pesar de, es nunca ser vencidos aunque así parezca, nuestras raíces se imbrican sin falsedades hasta Huitzilopochtli, Quetzalcóatl y el Mictlán, pasando por todo el repertorio de dioses mexicas. Avancemos sin miedo ni temor. Esos seres humanos eran increíbles, hagámonos increíbles. Adelante. Voy.  




[1] Cortés. Cartas de Relación.
México. Editorial Porrua. Colección "Sepan Cuantos...”. Págs. 149, 150  

sábado, 20 de octubre de 2018

LA MIGRACIÓN





La migración generalmente es por hambre o por violencia generalizada y estos dos elementos están en los Estados centroamericanos como el hondureño. Y, de esta tragedia colectiva somos responsables todo pero con mayor responsabilidad y culpabilidad los gobiernos de estos Estados y el estadunidense que manipula la economía, impone gobiernos por la fuerza de las armas y permite gobiernos a su conveniencia. ¿Donald Trump con que autoridad de cualquier clase se opone a que los pobres vayan en busca de lo más elemental: comida?. ¿Con que autoridad Enrique Peña Nieto se convierte en policía de los estadunidenses?.

La crisis de autoridad política proviene de la falta de calidad ética, moral y legal de los políticos de todo el mundo incluyendo a los políticos mexicanos de todos los partidos. La corrupción de los políticos mexicanos ha creado a millones de migrantes y la mayoría está en los Estados Unidos. Y, nos cansamos de quejarnos de los malos tratos de los estadunidenses y cuando pisan el suelo llamado mexicano nos convertimos en europeos, en estadounidenses y mostramos nuestros más bajos instintos contra los que deberíamos ver y tratar como lo que son, si no nuestros hermanos, nuestros iguales de pleno derecho natural y positivo.

Son los estadunidenses los que despojaron a México de más de dos millones de kilómetros cuadrados de territorio impunemente con un tratado impuesto por la fuerza de las armas. Es hora de dejar de ser sus sirvientes. Si hemos de morir que, de todos modos algún día pasará, que así sea pero no más vida indigna. ¿En qué diablos nos hemos convertido?.

Esta crisis humanitaria no se va a arreglar con injurias ni a palos ni con la fuerza bruta como están acostumbrados los gobernantes. Que dejen de ser corruptos y en su caso que se les juzgue por ello pero no más totalitarismo represor. Se nos ha enseñado y domesticado a que el mundo tiene dueño y se han armado hasta los dientes los Estados poderosos a efecto de mantener esta mentira. El mundo debe ser de todos y todos debemos tener derecho a vivir en este mundo sin tener que ser de segunda o tercera calidad humana.

Los gobernantes quieren reprimir a otros seres humanos que lo hagan ellos mismos y no solo me niego sino que me opongo a ello porque los gobernantes han sido los responsables directos de tanta pobreza y nosotros los responsables indirectos de lo mismo al elegir a tantos sinvergüenzas sin vigilancia efectiva y soberana.

Este tipo de problemas no se van a resolver con un sí o un no, o siguiendo órdenes inhumanas. Que existen peligros en dejar pasar a los hondureños ni dudarlo pero sería más peligroso e indigno ser los perros guardianes de los culpables de estos desastres. Y, en todo caso somos los herederos de los mexicanos y deberíamos comportarnos con dignidad. ¿No pasa lo mismo en México, hambre y violencia generalizada?. Esta es la causa de que millones de mexicanos hayan ido a  conquistar lo despojado.

Este uno de julio de dos mil dieciocho se ha dicho que por el bien de todos primero los pobres. ¿Cuáles pobres, únicamente los mexicanos pobres?, si es así que pobreza mental y humana. La especie humana es una y lo que afecte a una de sus partes afecta a toda. Quizá un mundo sin dueños y sin el prejuicio de las razas superiores sea una utopía hoy pero no es inalcanzable si en verdad se impone la democracia en todo el mundo. Y, como antiguos poseedores de más de dos millones y medio del territorio ahora estadounidense deberíamos pensar en qué hacer y no obedecer simplemente órdenes. El Derecho impuesto por la fuerza, sea cual sea esta, no es Derecho sino tiranía.

viernes, 19 de octubre de 2018

LOS ESPAÑOLES EN LUCHA CONTRA LOS TLAXCALTECAS




Los tlaxcaltecas fueron guerreros muy valientes y no podía ser de otra manera pues pertenecían al mismo grupo de pueblos que llegaron a poblar en las orillas del lago de Texcoco.  Pero tuvieron problemas con otros pueblos y aunque resultaron victoriosos decidieron emigrar y uno de los tres grupos en que se dividieron llegó a las faldas de lo que hoy se llama “La Malinche”. Sus dominios no eran muy grandes pero eran tan valientes que los mexicanos nunca los pudieron vencer y fueron los que terminaron venciéndolos.

Los españoles como Hernán Cortés y Bernal Díaz del Castillo nos han dejado testimonios de su paso por el territorio de los tlaxcaltecas y como se hicieron aliados. Ahora bien, los demás historiadores siguen a estos dos personajes pero también siguen sus errores evidentes por no decir mentiras. En efecto, si no se piensa en la veracidad de los hechos y se siguen opiniones ciegamente se llega a narrativas inverosímiles.

Es inverosímil lo que cuentan tanto Cortés como Díaz del Castillo cuando pelearon contra los tlaxcaltecas. El consejo de los cuatro partes en que estaba dividido el reino de este pueblo ya habían decido darles guerra a los españoles. Únicamente recordemos que tenían al mismo Dios de la guerra que los aztecas pero lo llamaban Camaxtle y tenían las mismas fuerzas especiales, caballeros ocelote y águilas. Con todo su poderío los mexicanos nunca pudieron vencerlos pero ni de lejos.

Es necesario hacer una revisión detallada, razonable y cuando sea posible comprobable.

Es entendible que quienes estuvieran en tierras extrañas con personas extrañas sintieran miedo o temor extraordinarios y que solo su fortaleza los hiciera salir del trance pero no se puede aceptar que después de pasado el omento sigan sosteniendo sus visiones increíbles como verdades y estos es lo que les pasó a los dos españoles como a los que los siguieron. En lo que ahora es México, los españoles no pasaron de 1,000. Aquí va lo que narra William H. Prescott con base en lo que escribieron Cortés y Díaz del Castillo:

“Los indios sostuvieron el campo por un rato con valor, y luego se retiraron precipitadamente, pero no en desorden.[1] Los españoles, cuya sangre estaba enardecida por el encuentro, continuaron su victoria con más celo que prudencia, permitiendo que el astuto enemigo los condujese a una estrecha cañada o desfiladero, interceptado por un pequeño arroyo, cuyo quebrado terreno era muy desfavorable para la artillería. Avanzando con el fin de salir de esta peligrosa posición, y al voltear un ángulo del camino, vieron un numeroso ejército cerrando la garganta del valle, y extendiéndose sobre las llanuras que le seguían. A los asombrados ojos de Cortés parecieron cien mil hombres, siendo así que ningún cálculo los estima en más de treinta mil. [2].

Después de una escaramuza y ya entrando en plena batalla, esto dicen los españoles que pasó y perdónenme pero me parece más como si los españoles fueran la “Liga de la justicia” o un milagro bíblico donde van acomodando los hechos:

Arrollado el enemigo por la caballería, y despedazado por las herraduras de su fogosos corceles, gradualmente comenzó a ceder el campo. En todo este terrible encuentro, los indios aliados fueron de gran servicio a los españoles. Se arrojaban al agua, acometiendo a sus adversarios con la desesperación de hombres que conocían “que su única seguridad estaba en la poca esperanza que alimentaba de salvarse”.[3] “No veo sino la muerte para nosotros –dijo un jefe cempoalteca a Marina -; nunca conseguiremos pasar vivos.” “El Dios de los cristianos está con nosotros  -contestó la intrépida mujer-, y él nos conducirá salvos y seguros.”[4]

En el estruendo del combate se escuchaba la voz de Cortés alentando a sus soldados. “Si sucumbimos ahora-exclamaba -, la cruz de Cristo nunca podrá plantarse en el país. Adelante, camaradas. ¿Cuándo se ha oído que un castellano vuelva la espalda al enemigo?.[5] Animados los españoles con las palabras y heroica conducta de su general, después de desesperados esfuerzos lograron al fin forzar un paso por entre las espesas columnas del enemigo y salir del desfiladero a un extenso llano.”

Si después de leer esto no sonríe uno por lo inverosímil y se da uno plena cuenta de estar leyendo hechos inexactos que por desgracia no podremos saber cómo realmente ocurrieron por obvias razones, estaremos manteniéndonos en la adolescencia. Se ve clara la intención ideología de hacer pasar como superior lo europeo donde se incrusta lo español. La superioridad de la que se jactan es ilusoria. Con únicamente rodearlos en un terreno que conocían perfectamente, los tlaxcaltecas a los españoles; estos hubieran servido para el sacrificio sin ninguna duda. Está muy lejos de decirse la última palabra verdadera en este tópico.  


Prescott, H. William. Historia de la Conquista de México
México, 2000. Porrúa. Colección “Sepan cuantos…”. Pág. 199, 200




[1] “Una gentil contienda”, dice Gómara, hablando de esta escaramuza. Crónica, cap. 46.
[2] “Rel. seg” de Cortés, en Lorenzana, pág. 51. Según Gómara (Crónica, cap. 46), el enemigo contaba ochenta mil hombres, y lo mismo dice Ixtlixóchitl.  (Hist. Chich., MS cap. 83.1) Bernal Díaz asegura que eran más de cuarenta mil (Historia de la conquista, cap. 63); pero Herrera (Historia general, déc. 2. Lib. 4, cap. 20) reducen el número a treinta mil. Sería tan fácil contar las hojas de un bosque como las confusas filas de los bárbaros. Como este solo era uno de los varios ejércitos mantenidos por los tlaxcaltecas, la suma menor de las sobredichas es probablemente excesiva, pues toda la población del Estado, según Clavigero, quien probablemente no había de reducirla a menos de la que realmente era, no excedía de medio millón. Stor. Del Messico, tomo I, pág. 156.
[3] “Una illis fuit spes salutis, desperasse de salute.” (“Su única esperanza de salvación fue precisamente haber desesperado de ella.”) [MC] P. Mártir de Angleria, De Orbe Novo, déc. V. cap. I. Esta dicho esto con la energía clásica de Tácito.  
[4] “Respondióle Marina, que no tuviere miedo, porque el Dios de los cristianos, que es muy poderoso, y los quería mucho, los sacaría de peligro.” Herrera, Historia general. déc. 2. Lib. 6. Cap. 5
[5] Ibíd., ubi supra.


LA GRAN HIPOCRESÍA SEXUAL




La diversidad sexual ha existido desde que la humanidad tiene existencia. Eso no lo tenemos documentado. Lo que si tenemos documentado es que los gobernantes egipcios que eran familiares se casaban entre sí como una forma de no degenerar, según ellos pues se creían divinos. Pero la diversidad sexual no nació espontáneamente existió antes de que se documentara.  

Lo que si tenemos documentado es que entre los griegos la homosexualidad ni la pedofilia eran vistos como pecados o fuera de la ley. Era normal y común que los hombres tuvieran relaciones sexuales y no por ello dejaban de ser hombres. Se sabe que el conquistador griego por excelencia, Alejandro Magno era abiertamente homosexual y bisexual, tuvo relaciones con hombres pero su preferido fue Hefestión uno de sus lugartenientes y tuvo diversas esposas.

Entre los romanos también era normal y común que los hombres tuvieran amantes hombres pero se veía mal que los hombres tuvieran el puesto o actitud pasiva. Tal es el caso de Julio Cesar quien al estar en bitinia se dice que tuvo una actitud pasiva en una relación sexual con el rey de Bitinia; incluso sus soldados le cantaban verso al respecto. Como se sabe el Cesar fue quien termino con la república romana y dejo puesto todo para el imperio romano. Conquistó la Galia, fue escritor y un hombre muy valiente y culto.

Con la caída del imperio romano se cambió la escala de valores y se tuvo como pecaminosas lo que no estuviera de acuerdo al modelo de la familia que se describe en el Génesis: padre, madre e hijos. Toda una larga vigencia de la teología  cristiana a proscrito la diversidad sexual a los rincones, al ocultamiento, a la represión de los impulsos.

La sociedad ha adoptado la teología católica y la impuesto a los usos sociales con lo que la represión, persecución y condena de los comportamientos sexuales diversos a los dictados por los religiosos. Ahora bien, se ha ocultado y reprimido la diversidad sexual pero no ha desaparecido porque es inherente a la Humanidad en general y, a ciertas personas en lo particular. En efecto, si esto no fuera así no se verían comportamientos sexuales de pederastia, homosexualidad y cualquier práctica considerada desviada entre los sacerdotes. Pero los mismos sacerdotes pederastas que condenan la diversidad sexual que nos les place la practican con sumo deleite en lo íntimo y no tan íntimo. Ser decadentes  a la vez que se predica la castidad y las prácticas sexuales morales cristianas, es la gran hipocresía sacerdotal desde el Vaticano hasta el templo religioso más modesto.

La salud de los seres humanos es lo principal y desde hace mucho las reglas sexuales están puestas y deben observarse y aumentarse en bien de los que deben protegerse, los menores de edad.

1.- Que la práctica sexual no sea dañina para uno mismo.

2.- Que la práctica sexual no dañe a otro u otros.

3.- Que sea consensuada.

4.- Que se proteja a los menores de edad pues son los más vulnerables y no tienen la madurez mental ni física, más que en contadas excepciones, para valorar si esta en aptitud de practicar su sexualidad.

5.- Que se castiguen los delitos sexuales que se cometan contra cualquier persona y en especial contra las niñas, niños y adolescentes de ambos sexos.

Se debe pasar de valorar las prácticas sexuales desde la moral cristiana para pasar a ser valorada desde el Derecho básicamente y ampliar en todo momento la protección a favor de los menores. Hoy hemos avanzado en los derechos a favor de las niñas, niños y adolescentes y sabemos las razones de salud física, mental y social por las cuales se les debe proteger; por lo tanto, queda la pederastia como esta en calidad de delito y deberían ampliarse las protecciones efectivas. Que los moralistas prediquen con el ejemplo porque este pueblo católico condena todo desde su moral pero práctica todo lo que daña a los seres humanos. Que gran hipocresía.