martes, 23 de junio de 2020

LA HORA CERO DEL RÉGIMEN DEL PARTIDO REVOLUCIONARIO INSTITUCIONAL


LA HORA CERO DEL RÉGIMEN DEL PARTIDO REVOLUCIONARIO INSTITUCIONAL

 

Los intelectuales se dan de topes para tratar de saber cómo cayó el régimen Presidencial y no están lejos de comprenderlo. Si se les dijera que el propio partido único de Estado, el PRI, fue el propio actor principal de su destrucción seguramente se volverían más histéricos de lo que están pues no es creíble. Con todo, es la verdad. Fue un suicidio inducido y nunca se dieron cuenta los priístas de ello. En realidad, los políticos son victimas de su propia ceguera y corrupción. Trataré de contar esta historia con brevedad.

 

Todo se inició en 1984, cuando el sistema financiero colapsó y el gobierno mexicano, encabezado por Miguel de la Madrid Hurtado, nacionalizó la banca mexicana, misma que después se privatizó a precios bajos. Esto en detrimento de las arcas del Estado. En este momento el Estado mexicano era cerrado, no admitía que se supiera n las noticias verdaderas; se construía la verdad por medio de la Secretaria de Gobernación que era el Santo Oficio que decía que noticias se daban y como se daban en ratio, prensa y televisión, aunque había sus excepciones. En esa época el PRI todavía era el partido único de Estado y tenía sus tres grandes sectores: el obrero, el campesino y el popular como medios de control social. La política social derramaba millones de pesos sobres estos tres grandes sectores que dependían del gobierno. PRI y Estado eran una y única cosa. Todo estaba controlado; la mayoría del pueblo mexicano era priísta, pero en ese año se inició el descontrol sin que hubiera síntomas de ello. Esto pasó desapercibido.

 

No bien había pasado esto en la economía cuando en 1988, salieron del PRI Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo y muchos otros personajes de vital importancia. Sin que lo supieran ni los propios actores políticos se estaba gestando la caída del régimen totalitarista. Tenía sus años contados.  Pasarían 34 años para que, en 2018, se viera con toda claridad el resultado de este proceso.

 

En 1988, se conformó, el Frente Democrático Nacional, con diversos partidos de izquierda y postularon a Cuauhtémoc Cárdenas como candidato. Las elecciones presidenciales de 1988, no fueron ni de lejos claras sino todo lo contrario. Perdió Cárdenas. Eso es historia. Y, que historia. Eso dejo secuelas políticas negativas para el PRI, que, sin embargo, no se veían; tanto por la ceguera de los políticos como por la falta de síntomas claros de ello. Pero el régimen perdía crédito de manera gradual.

 

Pero he dicho una y, otra vez que los actos y, hechos extranjeros y de organismos como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y los poderosos Estados capitalistas son incluso más importantes que lo que pasa aquí, en México. Estos actores ordenaron o presionaron para que, se privatizara todo lo público; es decir, debilitaron al Estado mexicano, para que los gobernados se volvieran consumidores, tantos derechos y un Estado cerrado impedían que triunfara el Neoliberalismo en México; eso debería acabar.

 

El Capitalismo liberó a los siervos de los señores feudales y así terminó LA Edad Media, si en occidente el Dios cristiano había regido la vida; en la época de la economía el dinero, la producción y el consumismo iban a regir la vida en todos sus ámbitos; el Dios es la economía; se pasó de la teología a la economía como rectora de la vida. El Papa, en la actualidad es un símbolo decadente y la economía el símbolo de la actualidad.

 

En la Edad Media no había propiamente una consciencia del ser como individuo se pertenecía a un grupo como los panaderos, los herreros, campesinos, albañiles y que eran cerrados pues el conocimiento se transmitía a su propio grupo y aunque físicamente eran individuos mentalmente se pensaba como grupo.

 

El Capitalismo liberó a los siervos de los señores feudales para poder explotarlos libremente; de eso, se dio plena cuenta Marx y muchos otros y dieron la solución teórica pero que en la realidad no se pudo lograr y esto, malamente decantó en la dictadura de los partidos de izquierda como en la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas), y esto, con su caída, dejó el camino libre al Neoliberalismo.

 

En México, el Neoliberalismo, no habría tenido éxito con la política totalitarista del PRI; claro, eso el FMI, no se lo dijo al PRI; cuando le ordenó privatizar y mientras más privatizaba el PRI, más perdía poder político pues mandaba a sus electores a la iniciativa privada (los liberaba), con el surgimiento de más partidos se le complicaba el escenario político. En ese mismo contexto, el PRI, perdía la rectoría del Estado pues la misma se fue trasladándose a las trasnacionales.

 

El Santo Oficio, la Secretaria de Gobernación quedó, obsoleta con el triunfo de las Redes Sociales, que pronto fue una herramienta de comunicación y de organización a la par de poner en evidencia la enorme e imparable corrupción del gobierno. Lo exterior y lo interno estaban en una sinergia que harían caer lo que se creía imposible: el fin del Presidencialismo.

 

Para el 2000, el PRI perdía el gobierno federal y las gubernaturas de varios estados y municipios. 12 años duró el priismo panista. En el 2012, el PRI volvió a ganar el pode federal, pero cometió el craso error, la victoria pírrica de privatizar todo lo que hacía falta y eso fue el tiro final directo al corazón del régimen. No iba haber un más allá de eso.

 

Esas reformas tenían como fin en liberar a los mexicanos de la dependencia que, con el PRI, tenían del Estado. Había muchos derechos para los campesinos que, vivían con la seguridad de que su ejido era inembargable y le daba para vivir; los obreros podían, en caso de ser despedidos injustamente, demandar y lograr que se les indemnizara conforme a la ley. La educación era medianamente gratuita, lo mismo la seguridad, pero todo eso se terminó. El fin era dejar a los mexicanos libres de la dependencia del Estado, desnudos de todos derechos y se volvieran neoliberales y esto se consiguió. Los mexicanos entraron a este régimen, pero también tomaron conciencia y se despojaron del antiguo régimen Presidencial para nunca volver.

 

E nuevo régimen puede ser virtuoso o ser un fiasco, pero al pasado priista o panista nunca se volverá. No hay que engañarse. Es una lucha perdida de antemano. Lo que hoy exigen las circunstancias es que, los individuos se salven por sí mismos. El gobierno actual ha dado tan poco que confirma lo aquí dicho. No más un Estado paternalista. Por más que se quiera, la 4T, no va a salvar al pueblo, este se debe salvar así mismo. Esto no es malo por sí mismo. Si se mira bien se debe actuar en consecuencia y montarse en los rieles de la vida para poder sobrevivir a esta realidad. Esto no es fácil ni se entiende y menos se acepta.  

 

Dice Miguel Barbosa que ha dado 300 despensas, mismas que no alcanzan para escasos 15 días; el gobierno federal va en la misma línea; los gobiernos municipales llevan la misma línea. No quedan más que las acciones individuales. Y, en efecto, los más fuertes pasarán esta dura prueba. El árbol de la vida ha sido sacudido y seguirá siendo sacudido sin ninguna delicadeza, por desgracia.

 

Una mala o buena noticia se saca de todo esto. La marcha es larga y no hay ninguna cosa que se pueda hacer para implantar el pasado como forma de vida; no va bien sino muy mal. Incluso la 4T, puede terminar como las tres anteriores, pero eso no significa, de manera alguna, que tenga el pasado derecho alguno para instalarse como actualidad.

 

La única tarea es construir con toda la fuerza que se tiene y se puede construir un Estado fuerte. Como mexicanos no somos más pero tampoco menos que los demás pueblos y, en consecuencia, poder dar una que otra buena sorpresa.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario