EL FRACASO DE LA OPOSICIÓN
La
torpeza de la oposición es evidente pero lo más grave es su ignorancia; es de
no creerse que, gente con los recursos económicos sea tan ignorante de la
realidad. Eso nos explica en buena parte el fracaso del sistema educativo, económico
y social. Los mexicanos no estamos en camino real del éxito con esta clase
burguesa mediocre, los burgueses mexicanos son una vergüenza internacional. Que
lejos estamos de esa tiranía culta, fuerte, de súper hombres que componían a
los mexicanos, tenían una organización excelente y un gobierno sin par. No es
mera nostalgia sino buscar un parámetro de lo que realmente debe ser y ser.
Esta
pobre oposición un día nos divierte y otro nos da una profunda vergüenza. Creen
falsamente tener la razón cuando la realidad los refuta. No debemos ser
dirigidos por semejante debilidad confundida. La falta de conciencia que tienen
los burgueses mexicanos es de no creerse. Se sienten hechos a mano, pero su
cultura general es de primaria, aunque tengan 50 o 60años y se vistan con roa
lujosa. Con estos elementos es imposible crear una nación fuerte que sea la
base de un Estado sano. La explicación de la postración estatal pasa por esta
clase parasita.
La
oposición no puede superar que, una buena parte del pueblo quiera avanzar hacia
la democracia por la simple razón de sus vidas de privilegios sin esfuerzo,
pero sin esfuerzo, sin sacrificio se está destinado a la mediocridad. El
Presidencialismo puede verse como el gobierno impuesto de una sola voluntad y
eso es el estancamiento permanente pues se deja a una sola persona el destino
de millones. Esto es parte de la explicación del fracaso mexicano. La
democracia tiene sus riesgos, pero es infinitamente benéfica si se compara con
la dictadura de un partido único de Estado; allí no puede florecer más que la corrupción
y la impunidad para pocos y el sometimiento del resto y esto es lo que
precariamente quieren los conservadores.
La
oposición no logra entender que debe acomodarse a la nueva realidad democrática,
colaborar y sacrificarse por participar en la construcción del nuevo régimen o
ser desplazados. Educación profunda es lo que más les hace falta; al tratar con
ellos se les nota inmediatamente la falsedad de su identidad y percepción de la
realidad. Tienen por mucho, la preparatoria, aunque tengan licenciaturas, maestrías
y doctorados. La prensa lo mismo. Estamos ante la extinción de un México
arcaico que nunca quiso ni pudo ser un actor activo en la escena mundial. Pero
esto cambio y debe seguir cambiando. Si este pueblo se anima un poco más (mucho
mas), dará un día muestra de su auténtico ser.
La
oposición nunca podrá regresar al pasado que tanto añora por dos motivos
fundamentales; primero, la realidad no permite eso y segundo, no logran comprender
la misma realidad. Los métodos anacrónicos y descabellados que utilizan, los
tienen en el camino equivocado. Creer que Andrés Manuel López Obrador es la
causa de sus malestares es estar bien errados. Y, seguirán con sus dislates
pues son incapaces de varias, de reinventarse en una clase fuerte, inteligente
ya audaz. La decadencia es su sello.
Por
lo pronto el pueblo mexicano avanza en esta incipiente democracia mientras el
resto se desgasta en su mediocridad, pero se debe estar bien alerta porque los
riesgos en la democracia, en la vida pública no son pocos y se debe tener
cuidado en la nueva generación de políticos que no tardaran en corromperse.
Leyes ejemplares contra todos los que quieran desviarse del bien común y en
especial contra los que están en el servicio público.
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