martes, 9 de junio de 2020

¿A QUIÉN O QUIENES LES PERTENECE EL TRIUNFO DE LAS LLAMADAS IZQUIERDAS EN MÉXICO?


¿A QUIÉN O QUIENES LES PERTENECE EL TRIUNFO DE LAS LLAMADAS IZQUIERDAS EN MÉXICO?

 

Se ha dicho por una corriente de pensamiento que los héroes son los importantes en la vida y que las masas son comparsas (Thomas Carlyle), y en México esto se ha seguido por Enrique krauze sin que se haya combatido eficazmente, él, en lugar de héroes llama caudillos a estos personajes en su obra “Un siglo de caudillos”. Con todo, esto es falso, las masas no son meros espectadores que son guiadas por héroes, lideres o caudillos; participan activamente en los hechos.

 

En las elecciones del primero de4 julio de 2018, los votantes mexicanos dieron una sorpresa insospechada al darle el triunfo a Andrés Manuel López Obrador. Ninguno de los grandes analistas nacionales y extranjeros supo analizar el estado del viejo régimen y poder sacar las conclusiones fundamentales que llevarían a la caída definitiva del mismo. Fue inesperado, inusitado que, las “izquierdas”, hayan logrado el triunfo siendo, el Estado mexicano, vecino de los Estados Unidos de Norteamérica y de estar ligado a la poderosa economía capitalista de este Estado.

 

La explicación es que, las llamadas izquierdas no pueden ser comunistas o socialistas en este momento sino seguir los mismos lineamientos del Libre Mercado. Hasta ahora no ha sido siquiera presentada una sola iniciativa de expropiación, nacionalización de ningún inmueble o rama de la economía. Simplemente no hay forma de hacerlo. El Estado mexicano sigue siendo tan capitalista como con los anteriores gobiernos y eso es completamente comprensivo; lo contrario, sería un suicidio colectivo e irremediable. ¿Se imaginan que los inversionistas se llevaran todos sus recursos económicos?.

 

Volviendo al tema principal, se debe decir que, el resquebrajamiento del régimen presidencial tiene un punto de quiebre con los hechos sangrientos de 1968, en que, los estudiantes fueron masacrados por el gobierno de México. Tomó mucho tiempo que políticos, pensadores y el pueblo mexicano adquirieran la conciencia y actuar en consecuencia para terminar con el totalitarismo político.

 

El Presidencialismo, tuvo como objetivo principal, el someter al pueblo mexicano a un totalitarismo político-económico-social, cultural y de todos los rubros de la vida al partido único de Estado y contra esto lucharon algunas personas de entre millones y después fue creciendo este movimiento hasta hacerse imparable. Y esto fue el trabajo y el sacrificio de miles de personas que incluso perdieron sus vidas. Esto fue anterior a la entrada a la escena política de Andrés Manuel. Fueron 50 largos años de lucha. Es admirable que, algunas personas guardaran los ideales de democracia, libertad, legalidad, legitimidad y todos los demás rubros que van aparejados a estos y con los cuales la democracia no sería ´posible.

 

El cambio político en México obedece a todos los cambios mundiales. No se pueden dejar de lado los hechos externos como tampoco se pueden dejar de tomar en cuenta los hechos y actos internos. Todo debe ser analizado para tener todos los elementos para sacar las conclusiones si no absolutos por lo menos los más completos para explicar el triunfo formal de López Obrador. No se trata de quitarle un ápice de méritos que pueda tener pero tampoco se trata de seguir con la idea de que, un “Mesías Tropical”, es el actor principal en la vida de los mexicanos y que el pueblo es una masa manejable sin ninguna importancia a no ser de meros actores secundarios. Las elecciones del 2018 son la refutación. Krauze ha sido refutado a todo lo largo y todo lo ancho de los hechos. No hay vuelta atrás.

 

Para la marcha de los mexicanos no es suficiente que los políticos sean demócratas que, es lo que se intenta, sino que los ciudadanos sean demócratas y el pueblo en general, sea demócrata para no perder el rumbo correcto en la política y en todas las demás áreas de la vida. Los ciudadanos deben ser activos en lo público y dejar esta práctica a las generaciones jóvenes.

 

El costo de esta incipiente democracia ha sido demasiada costosa como para dejar de cuidarla. Desde los años sesenta hasta la actualidad, por diversas formas se trató de cambiar el Presidencialismo totalitarista. Se intentó por la vía electoral, pero fue imposible pues incluso el Partido Comunista fue proscrito y el Partido Acción Nacional no tenía otra intención que arrebatar un poco de poder al partido oficial. La vía armada se intentó, pero no tuvo la fuerza suficiente.

 

Parecía que sería imposible que el Partido Revolucionario Institucional, perdiera el poder, pero en el año 2000, perdió las elecciones y durante dos sexenios se mantuvo en ese lugar. Pero el proceso iniciado tendría un cierre inesperado; si durante mucho tiempo fueron los luchadores sociales y políticos demócratas los que intentaron cambiar de régimen político, en las elecciones del año 2018, fueron los electores los que lograron ese cambio. El parido único de Estado ya no tenía sentido. Todo había cambiado.

 

Durante mucho tiempo hubo luchadores sociales y, políticos los que habían resguardado la llama de la democracia no se puede soslayar que fueron miles de caídos anónimos, en su mayoría, El triunfo de las llamadas izquierdas en México, ha sido el producto del esfuerzo combinado de individuos, políticos, grupos, partidos políticos, intelectuales, y el pueblo en general y los votantes en particular. La tarea de imponer la incipiente democracia ha sido y será un trabajo demasiado grande e importante para ser concebido y ejecutado por caudillos y se puede decir que, estos han perdido la importancia que Krauze les atribuye.


Son demasiados los personajes que han puestos su esfuerzo para que las izquierdas ganaran y seria ocioso ponerlos a todos en el presente escrito y muchos pueden resultar controversiales pero no se pueden olvidar a los que intervinieron en el movimiento del 68, los guerrilleros de los años 70, los que unieron las izquierdas en 1988, el ejercito zapatista y todos los que intervinieron en las elecciones del 2018 y ni que decir de los gobernantes del PRI y del PAN que con sus actos y hechos contribuyeron a su propio desprestigio y con ello al triunfo de las izquierdas.

 

El cambio de régimen político por sí mismo no es garantía de bienestar pues el mismo depende del trabajo en conjunto del Estado mexicano y de hechos externos que no están bajo el control del gobierno mexicano y la maduración de la democracia será el resultado de una larga practica del pueblo.




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