La
situación nacional actual es posiciones encontradas entre la sociedad, los partidos,
las familias y amigos y no podía ser de otra manera. Quizá esto no sea malo o
bueno sino consecuencia necesaria de la terminación de un régimen en la más
completa descomposición legal, legitima, moral y ética. Sería de esperarse que el nuevo gobierno siente las bases para la construcción
de un nuevo régimen político. Para ello hace falta la frialdad, la prudencia,
la templanza necesaria para delinear a lo menos este inicio de nuevas formas. Sin
embargo, ha prevalecido el odio y su derivado la venganza pero encubierta.
Los
nuevos servidores públicos en su mayoría son bisoños, inexpertos y los expertos
al parecer se han bebido la soberbia destilada del triunfo arrollador. El caso
del escritor Paco Ignacio Taibo I, es el claro ejemplo de lo que no se debe
hacer pero que él, lo justifica diciendo que se ha ganado de decir las cosas
por su nombre. No hay tal. Y, no es objeto de moral sino de formas necesarias
para salir de este estadio decadente y esto son se logrará con el lenguaje
vulgar que ha utilizado pues necesariamente genera censura, oposición y hasta
burlas al mostrar que es un simple y vulgar ser humano.
En
la política no se puede ser ingenuo y salir a declarar por declarar sin esperar
los ataques de los enemigos que necesariamente tarde que temprano mermaran al
partido político al que pertenece y más en los momentos en que aún no se ha
consolidado ni siquiera el gobierno pues no ha tomado protesta y posesión del
cargo.
Si
Paco Ignacio hiciera las declaraciones las hiciera en lo privado sería otra la
lectura y las reacciones. Siendo justos es tan censurable lo que diga como lo
que han dicho otros funcionarios públicos y que han sido objeto de censura,
oposiciones y hasta burlas en las redes sociales. Los funcionarios públicos del
nuevo gobierno electo y los que ya están en funciones tengan la mínima
prudencia al actuar y al hablar para no dar pauta para que se desaten ataques
innecesarios. Que dejen su protagonismo en favor de la res publica (cosa pública),
que pertenece a todos los mexicanos.
El
conócete a ti mismo fue la formula antropológica que utilizó Sócrates para
hacer su filosofía y consiste en tomar consciencia del propio ser y del ser de
los otros. Con todo, este proceder se ignora hasta en lo mínimo y, se ha suplantado
por el maniqueísmo al hacer de la lucha política y, de cualquier otra del
principio bueno y, del principio malo. Se apropia la gente del principio bueno
y le atribuye todo lo malo a los enemigos. Esto resulta falso pues no hay duda
de las limitaciones, pasiones y errores que siguen latiendo en todos y cada uno
de los mexicanos. Es una forma vil de proceder y sin embargo, se procede de
esta forma. Claro, se tiene que racionalizar este actuar a como dé lugar para
presentarlo como aceptable aunque este envoltorio llamativo siga conteniendo
ideas y procederes viles.
Se
dice hasta el cansancio que los priistas u otros miembros de otros partidos se tienen
bien ganados los insultos, ofensas por parte de Paco Ignacio o cualquiera otro
funcionario del gobierno electo con base en el proceder corrupto, desleal,
torcido e insultante con que se conducían. Es evidente que o no ven que actuar
del mismo modo iguala a todos o no quieren reconocer públicamente este
resultado. ¿Qué diferencia hay entre unos y otros?.
La
fantasía general lleva a la gente a crear situaciones anómalas y ese es el caso
del próximo director del Fondo de Cultura Económica, y con sus dichos levanta a
sus seguidores en una corriente de sus seguidores que ciegos a los hechos
inadecuados, sordos a la razón y con el odio a flor de piel se lanzan a darle
todo su apoyo. En sus argumentos infantiles dicen que hay doble moral; el
argumento más insostenible y débil que pueden esgrimir y que siempre esgrimen.
¿De cuándo acá la vulgaridad tiene que ver con la moral o la doble y hasta
triple moral?, no hay de que espantarse ante este lenguaje pero el mismo tiene,
me parece, su momento y lugar. Esto es política no una borrachera de cantina de
mala muerte.
Otro
argumento que aducen los seguidores de Paco Ignacio es la venganza en respuesta
de que así procedían los antiguos gobernantes. Eso muestra la verdadera
naturaleza de los militantes de la Cuarta Transformación. Con este proceder no
se podrá dar buena forma a la dicha transformación. He dicho ya que las tres anteriores
transformaciones fueron fallidas y con pérdidas altísimas. No hemos salido
plenamente del anterior régimen político y ya se empieza a torcer por los
propios funcionarios electos y muchos ya en funciones el nuevo régimen.
La
vulgaridad no puede ser usada como argumento de ser libre expresión pues ¿qué diría
el insigne escritor si esas mismas palabras se usaran en contra de sus
familiares o amigos?. Seguramente no estaría de acuerdo con las mismas. Es
sorprendente que un escritor de su calibre muerte que no es más que un vulgar
ser humano que se debe más a las cantinas que al saber.
Las
sorpresas no quedan ahí porque muchas mujeres lo apoyan haciendo de lado la
brutal situación de violaciones, de lenguaje soez que tienen que soportar ellas
y muchas mujeres. Es contradictorio que por un lado se quejen del trato vulgar
y que, por el otro, apoyen a Paco Ignacio por el simple hecho de la venganza.
No muestran plenamente y de forma desnuda su odio pero de que lo tienen y
vierten con disimulo, de formas sutiles y con los vestuarios de la razón no hay
duda. No son mejores o no somos mejores si se procede así sin ningún pudor.
Mi
análisis no pretende ser moralista y no lo es; da cuenta del proceder en esta transición
y de parte de los ganadores que deberían ser generosos y respetuosos en aras de
la marcha hacia la construcción de un nuevo régimen político. La modestia y el
reconocer los errores darían más reconocimiento y altura al nuevo gobierno que
la soberbia desbordada. Sin embargo, no se le puede pedir mucho a los que les
esta negada la razón y se dejan llevar por los impulsos primitivos. Se prefiere
la justificación infantil y ridícula de la venganza colectiva o personal a
conocerse a sí mismo.