¿Qué
se puede decir de Mario Vargas Llosa?, realmente poco y menos si no se le
conoce personalmente; así como el conocimiento de sus obras. Con todo, si se puede
ver con claridad su actual posición respecto a la economía de mercado de la
cual es adicto convencido. Tiene derecho a tomar partido en este rubro y de
abrazar la realidad material sin ningún tapujo.
Su
posición social debe de influir sobre el mejor sistema económico que, desde su
perspectiva, debe imperar en la vida de los seres humanos. Vargas Llosa está
convencido de que el libre mercado lleva a los seres humanos al mejor
desarrollo integral pues pone en ejercicio toda su capacidad tanto física como
mental. El Neoliberalismo le parece que nunca deja de avanzar con todos los
beneficios inherentes que promete.
Ahora
bien, es difícil tratar con un ser humano con Vargas Llosa por la fama que ha
alcanzado pues la mayoría al ignorar lo básico le otorga a personajes como este
la calidad de verídico sin ulteriores indagaciones. Bien, a pesar de todo, se
debe poner en su justa dimensión al premio Nobel de literatura. Precisamente,
al situar a Vargas Llosa en su línea de escritor permite encontrar sus
inconsistencias y deficiencias.
La
literatura tiene como objeto el arte de expresión verbal y, en el caso de
Vargas Llosa, la expresión verbal escrita y que le fue ponderada en sus obras
para obtener el máximo premio literario. No se pude dudar del genio de nuestro
escritor en este contexto y posiblemente en otras áreas del quehacer humano. Pero
a pesar de todo, no se puede extender esta genialidad a todos los ámbitos de la
vida con el mismo éxito.
Por
otro lado, la filosofía tiene como objeto la búsqueda de la verdad; claro, este
articulillo está muy lejos de poder explicar todas las acepciones que tiene la filosofía;
baste para el presente la definición básica. En resumen se tiene ya delimitada
cada área de las dos disciplinas, la literaria y la filosófica.
Con
su arte verbal, Vargas Llosa ha logrado construir mundos literarios que han
logrado seducir, asombrar a las multitudes y con ello ha logrado diversos
premios bien merecidos; con todo, esta fuera del campo de la verdad filosófica
y científica. Su arte entretiene pero no proporciona verdades. Por ello, en las
librerías y bibliotecas sus obras están en la literatura y no en las áreas de filosofía
o de la ciencia. Esto será una perogrullada para los entendidos en el tema pero
será de utilidad para los que no tienen la obligación de saberlo.
Hasta
aquí, no va mal el análisis sobre Vargas Llosa pero al entrar a su posición sobre
el libre mercado cambia radicalmente. Se ve claramente que se ha auto mutilado
de todo Humanismo al aceptar de manera ingenua, la acumulación ilimitada de
riqueza por parte de los dueños de las trasnacionales con la correspondiente creación
de pobres al extremo. No se diga de la sobre explotación de todos los recursos
existentes en el mundo que parecen querer devorar en un solo acto. Todo esto no
se le puede dejar pasar por alto porque muestra las limitaciones, la ceguera
del premio Nobel.
Por
si esto fuera poco, Vargas Llosa o no quiere ver o de plano está ciego con
respecto a la vida, el ente radical donde las cosas, los objetos ideales y los
valores deben tener sentido, está en su punto más bajo en toda la historia de
la Humanidad porque no obstante de haber genocidios en diversos momentos de ls
historia, la degradación humana no se había hecho general ni tan profunda como
ahora.
Lo
meramente material está por encima de la vida, su valor, su tasación depende de
lo que se tiene. No es reciente que la vida se tace desde lo material pero no había
sido general ni tan profundo; en estos momentos es de forma exclusiva mirar y
tratar a los seres humanos con relación a lo que tienen de riqueza material. Y,
es evidente que pocos han logrado amasar y seguir amasando, de manera ilimitada
riqueza.
El
sentido de la vida se ha perdido en su forma más profunda. Vivir exclusivamente
en el sensualismo (a través de los sentidos), sin buscar el sentido metafísico más
profundo de la vida es un fatal error. La vida se degrada. Se pueden ver ricos
en exceso pero lerdos también en exceso. El mismo Vargas Llosa se ha perdido al
nadar entre riquezas, títulos nobiliarios y escenarios de oropel.
Ahora
bien, que Mario Vargas, haya escogido la vida material es su problema pero no
debe fanatizarse al grado de pedir que todo el mundo viva de esta manera. Hay
otras formas de vida que se deben explorar y elegir sin la aparente autoridad
de un conocedor del tema. Habrá quienes no les interese lo meramente material
como base de su vida y no se les pude obligar a cambiar de forma de pensar de
manera diversa, se cercenaría la riqueza de la vida. Lo material no agrega un ápice
al ser, el ser únicamente se aumenta con el desarrollo pleno del mismo.
Mario
Vargas Llosa se ha convertido en el vocero de los Neoliberales y ese también es
su problema; se le debe respetar como literato pero se le debe negar toda
calidad filosófica y científica con respecto a la verdad. Una verdad que ha
dejado escapar pero lo más grave es que se niega a rectificar. Su visión unilateral
se pierde en su propio estrecho horizonte. Si se quiere mejorar la vida no se
debe olvida ni dejar de aplicar el Humanismo a la vida, mismo que han obligado
a abandonar y que los demás han aceptado. Con todo, no es tarde para iniciar la
rectificación de este error pues en ello va la vida digna. Pues se pueden tener
todos los recursos económicos y materiales y, aun así, vivir una vida indigna. No
más Neoliberalismo rapaz ni autoridades de la deshumanización. El Humanismo de
Vargas Llosa es el vacío de lo material.
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