viernes, 6 de julio de 2018

EL HUMANISMO DE MARIO VARGAS LLOSA





¿Qué se puede decir de Mario Vargas Llosa?, realmente poco y menos si no se le conoce personalmente; así como el conocimiento de sus obras. Con todo, si se puede ver con claridad su actual posición respecto a la economía de mercado de la cual es adicto convencido. Tiene derecho a tomar partido en este rubro y de abrazar la realidad material sin ningún tapujo.

Su posición social debe de influir sobre el mejor sistema económico que, desde su perspectiva, debe imperar en la vida de los seres humanos. Vargas Llosa está convencido de que el libre mercado lleva a los seres humanos al mejor desarrollo integral pues pone en ejercicio toda su capacidad tanto física como mental. El Neoliberalismo le parece que nunca deja de avanzar con todos los beneficios inherentes que promete.

Ahora bien, es difícil tratar con un ser humano con Vargas Llosa por la fama que ha alcanzado pues la mayoría al ignorar lo básico le otorga a personajes como este la calidad de verídico sin ulteriores indagaciones. Bien, a pesar de todo, se debe poner en su justa dimensión al premio Nobel de literatura. Precisamente, al situar a Vargas Llosa en su línea de escritor permite encontrar sus inconsistencias y deficiencias.

La literatura tiene como objeto el arte de expresión verbal y, en el caso de Vargas Llosa, la expresión verbal escrita y que le fue ponderada en sus obras para obtener el máximo premio literario. No se pude dudar del genio de nuestro escritor en este contexto y posiblemente en otras áreas del quehacer humano. Pero a pesar de todo, no se puede extender esta genialidad a todos los ámbitos de la vida con el mismo éxito.

Por otro lado, la filosofía tiene como objeto la búsqueda de la verdad; claro, este articulillo está muy lejos de poder explicar todas las acepciones que tiene la filosofía; baste para el presente la definición básica. En resumen se tiene ya delimitada cada área de las dos disciplinas, la literaria y la filosófica.

Con su arte verbal, Vargas Llosa ha logrado construir mundos literarios que han logrado seducir, asombrar a las multitudes y con ello ha logrado diversos premios bien merecidos; con todo, esta fuera del campo de la verdad filosófica y científica. Su arte entretiene pero no proporciona verdades. Por ello, en las librerías y bibliotecas sus obras están en la literatura y no en las áreas de filosofía o de la ciencia. Esto será una perogrullada para los entendidos en el tema pero será de utilidad para los que no tienen la obligación de saberlo.

Hasta aquí, no va mal el análisis sobre Vargas Llosa pero al entrar a su posición sobre el libre mercado cambia radicalmente. Se ve claramente que se ha auto mutilado de todo Humanismo al aceptar de manera ingenua, la acumulación ilimitada de riqueza por parte de los dueños de las trasnacionales con la correspondiente creación de pobres al extremo. No se diga de la sobre explotación de todos los recursos existentes en el mundo que parecen querer devorar en un solo acto. Todo esto no se le puede dejar pasar por alto porque muestra las limitaciones, la ceguera del premio Nobel.

Por si esto fuera poco, Vargas Llosa o no quiere ver o de plano está ciego con respecto a la vida, el ente radical donde las cosas, los objetos ideales y los valores deben tener sentido, está en su punto más bajo en toda la historia de la Humanidad porque no obstante de haber genocidios en diversos momentos de ls historia, la degradación humana no se había hecho general ni tan profunda como ahora.

Lo meramente material está por encima de la vida, su valor, su tasación depende de lo que se tiene. No es reciente que la vida se tace desde lo material pero no había sido general ni tan profundo; en estos momentos es de forma exclusiva mirar y tratar a los seres humanos con relación a lo que tienen de riqueza material. Y, es evidente que pocos han logrado amasar y seguir amasando, de manera ilimitada riqueza.

El sentido de la vida se ha perdido en su forma más profunda. Vivir exclusivamente en el sensualismo (a través de los sentidos), sin buscar el sentido metafísico más profundo de la vida es un fatal error. La vida se degrada. Se pueden ver ricos en exceso pero lerdos también en exceso. El mismo Vargas Llosa se ha perdido al nadar entre riquezas, títulos nobiliarios y escenarios de oropel.

Ahora bien, que Mario Vargas, haya escogido la vida material es su problema pero no debe fanatizarse al grado de pedir que todo el mundo viva de esta manera. Hay otras formas de vida que se deben explorar y elegir sin la aparente autoridad de un conocedor del tema. Habrá quienes no les interese lo meramente material como base de su vida y no se les pude obligar a cambiar de forma de pensar de manera diversa, se cercenaría la riqueza de la vida. Lo material no agrega un ápice al ser, el ser únicamente se aumenta con el desarrollo pleno del mismo.

Mario Vargas Llosa se ha convertido en el vocero de los Neoliberales y ese también es su problema; se le debe respetar como literato pero se le debe negar toda calidad filosófica y científica con respecto a la verdad. Una verdad que ha dejado escapar pero lo más grave es que se niega a rectificar. Su visión unilateral se pierde en su propio estrecho horizonte. Si se quiere mejorar la vida no se debe olvida ni dejar de aplicar el Humanismo a la vida, mismo que han obligado a abandonar y que los demás han aceptado. Con todo, no es tarde para iniciar la rectificación de este error pues en ello va la vida digna. Pues se pueden tener todos los recursos económicos y materiales y, aun así, vivir una vida indigna. No más Neoliberalismo rapaz ni autoridades de la deshumanización. El Humanismo de Vargas Llosa es el vacío de lo material.

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