jueves, 10 de mayo de 2018

EL PRESIDENCIALISMO MEXICANO Y EL NEOLIBERALISMO





La dictadura de Porfirio Díaz, fue personal y estaba basada en el propio dictador como su más fuerte elemento. En la dictadura del Partido Revolucionario Institucional, desapareció la dictadura personal pero surgió una dictadura de un partido único de Estado. No se veía un dictador personal y la sucesión presidencial nunca se vio como una cadena dictatorial de gobernantes emanados del mismo partido. La oposición era más simbólica que real. El Presidencialismo tenía todos los elementos de una dictadura pues los órganos legislativo y judicial estaban sometidos al capricho del titular del órgano ejecutivo. Toda la población estaba distribuida en alguno de los tres grandes sectores el campesino, el obrero y el popular. Los dos primeros sectores estaban bien blindados por las organizaciones campesinas o sindicatos obreros que pertenecían irremediablemente al PRI. El tercer sector corría la misma suerte de sometimiento al presidente de la república. Los medios de comunicación estaban al servicio del presidente en turno. La Secretaria de Gobernación era el Santo Oficio que velaba por lo que se podía comunicar o no al público. La fuerza pública, el ejército y el monopolio de la violencia estatal terminaban por reforzar la armadura contra cualquier ataque al sistema político.

Los años dorados del PRI, fueron los años en los cuales se llevaba “Carro completo”, que significaba que ganaba todos los cargos de elección popular. Imaginen que todos los funcionarios pertenecían al PRI, desde el presidente de la republica hasta el más modesto de los presidentes de las juntas auxiliares. Era un régimen totalitarista. Sin embargo, esto daba unidad al Estado mexicano si bien era forzada, sin libertad. Daba la impresión de no haber forma de que cambiara el sistema político. Todos los intentos que se hicieron para abrir el sistema cerrado  fueron insuficientes.

La década de los años 80s es muy significativa; la lucha entre los Estados Unidos de Norteamérica y la Unión de Repúblicas socialistas Soviéticas está por llegar a su fin, dentro de una década todo habrá acabado y el mundo se convulsionara como nunca antes. USA enarbola y practica el Neoliberalismo la URSS el Socialismo Real. La caída del Muro de Berlín en 1989, da el impulso necesario para que en el año de 1991 se dé por terminada la URSS, con esto se dejó camino libre al Neoliberalismo en buena parte del mundo incluso en aquellos Estado que tenían la ideología socialista y su práctica. Estos cambios iban a ser cruciales para entender la caída del régimen priista.

Las privatizaciones en México se inician en 1982 con el gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado, y no van a parar sino profundizándose hasta desincorporar las empresas del Estado hacia la iniciativa privada. Este proceso privatizador va a tener un efecto sobre el Presidencialismo, el poder económico antes una facultad del Estado a través del presidente se va a trasladar a los dueños de las grandes trasnacionales y junto con este poder sobre la economía se traslada una buena parte del poder político hacia los dueños de las grandes trasnacionales. Y, paso lo que debía pasar que mientras más se privatizaba más se desnaturalizaba al Presidencialismo hasta vaciarlo de contenido y dejándolo enteco, inútil.

Claro, no es un solo factor el que dejo obsoleto al Presidencialismo sino que confluyeron diverso factores. Otro de los factores lo fue la apertura política con la creación de nuevos partidos políticos que al ir ganando gubernaturas, presidencias municipales, diputaciones y senadurías al Congreso de la Unión y diputados de los Congresos Locales y la transformación del Distrito Federal como coto del presidente hacia un integrante más con su propia constitución, gobierno, legisladores y demás facultades los que fracturaron el monopolio del jefe del ejecutivo federal en una facultad fraccionada, al punto de dejar de ser el más importante y en estos momentos esa facultad no constitucional está del lado de Andrés Manuel López Obrador.

Ahora bien, esa necesidad que tiene el mercado de producción y consumo fue trayendo nuevas tecnologías, medios de comunicación que rompieron con el control que tenía el gobierno federal sobre los medios de comunicación y lo que se comunica. Las redes sociales rebasaron por completo el poder de control. Esto permitió a los ciudadanos organizarse y comunicarse sin la censura del gobierno y claro esto libero el pensamiento porque a pesar de todas las limitaciones y excesos que se dan por los usuarios esto ha tenido como efecto darle un duro golpe al Presidencialismo.

Por otro lado, si tomamos a las generaciones que nacieron en el año de 1990 en adelante, los nacidos en 1990 cumplieron 10 años en el 2000, el año en que precisamente los priistas perdieron la presidencia de la república; es decir, cuando fueron tomando mayor consciencia de la realidad ya no crecieron con el totalitarismo sino con la apertura y decadencia del sistema político presidencialista. Esto se fue agudizando con los nacidos en cada nueva generación al punto de estar en el umbral de cambiar el sistema político de una buena vez y para siempre. Si bien los priistas recuperaron la presidencia de la república en el año 2012, lo hicieron para seguir privatizando con toda la corrupción, impunidad y debilidad en los órganos incluyendo al ejecutivo y las instituciones al punto de dejar al Estado mexicano en su peor momento.

No se puede soslayar la participación de las mujeres que, sin duda alguna han aportado su buena cuota en la lucha en contra del Presidencialismo. Vemos a las mujeres participar en política y las oímos dar su parecer aunque no sea de la forma general pues siguen estando bajo el yugo de los hombres pero ya su participación es imparable y se debe de agrandar hasta la total igualdad. Esto, para bien o para mal.

Aunque guste o no la caída del régimen priista fue como efecto de llevar a cabo las ordenes de Los Estado Unido de Norteamérica de privatizar las empresas públicas y todo lo público. El propio PRI, a través del presidente en turno fue demoliendo su propio sistema político ya sea consciente o inconscientemente y ya no hay forma de revivir este régimen ya no tiene contenido, esta vacío.

Los dos sexenios panistas siguieron la misma ruta priista y en tan poco tiempo se corrompió al grado de contribuir a la decadencia del Presidencialismo, de los órganos, de la instituciones y por ende del Estado moderno mexicano. No sé si los priistas y panistas e inclusive los perredistas tengan consciencia de que su participación política fue minando el Presidencialismo y al Estado. Lo mismo ocurre con los empresarios contribuyeron a volver obsoleto el régimen priista.

Tengo la impresión que los periodistas o analistas políticos no están capacitados para ver la realidad y se limitan a decir que el descontento social es tal que el PRI perderá la presidencia de la república. No es solo el descontento o la rabia social sino que, tal y como lo he señalado el Presidencialismo se ha vuelto inútil por estar ya vacío de contenido. El descontento social es un efecto no una causa.

De esta manera se puede ver con claridad que la implementación del Neoliberalismo por los priistas y panistas dio como resultado la decadencia y muerte del Presidencialismo. Ambos destinos estaban estrechamente ligados. El éxito del Neoliberalismo fue la decadencia del Presidencialismo. Así de estrecha fue su relación. Ante la inutilidad del Presidencialismo la sociedad mexicana esta transitando hacia la construcción de otro régimen y este es de pronóstico reservado aunque se puede adivinar de manera general hacia donde va. Y, este ejercicio imaginativo con las bases reales háganlo ustedes. Por favor.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario