En los sistemas políticos
autoritarios no se permite a los ciudadanos intervenir por si y para si en la política
con el pretexto de que los temas públicos son complejos y poco entendibles para
las personas comunes y corrientes. Eso es falso, tomando en cuenta que los políticos
tienen como sello general la ignorancia. Ahora bien, los sistemas autoritarios
son excluyentes para que muy pocas personas dirijan la política y la mayoría sean
pasivos. Por el contrario, los sistemas democráticos son incluyentes y permiten
que los ciudadanos comunes y corrientes participen en la política.
Los sistemas políticos
autoritarios (Desde el nazismo, fascismo o como en México la llamada Dictadura
Perfecta), tienen la necesidad de revestirse de democracia, la simulación es el
traje perfecto para engañare a los ciudadanos que no obstante de estar viviendo
en un sistema autoritario, se les miente y creen que se vive en un marco jurídico
democrático. Las leyes son el dique que contiene a los pueblos para acceder a
la democracia.
En ambos sistemas hay
figuras de autoridad pero mientras en los sistemas autoritarios la autoridad es
rígida y dogmática sin que permitan que el conocimiento llegue a los demás; en
los sistemas democráticos (Entiéndase en su realidad y no en su idealidad), las
autoridades son guías flexibles que permiten que los demás aprehendan de los
temas de que se tratan.
En México se tiene un
sistema autoritario que pretende hacer creer que solo los políticos pueden resolver
la problemática que ellos han propiciado. Eso es una mentira. El Neoliberalismo
pretende que todos los individuos obtengan por si y para si todos los bienes y
servicios que tenga menester. En este contexto los seres humanos pasivos están destinados
al fracaso. Los ciudadanos activos tienen la oportunidad de alcanzar los bienes
y servicios que les sean necesarios.
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