viernes, 9 de septiembre de 2016

MATRIMONIOS IGUALITARIOS



Los homosexuales, las lesbianas y todas las tendencias sexuales existen en todas las clases sociales y en los que se declaran de derecha, izquierda o de centro en cosas de política. Los ignorantes y conservadores ponen el grito en el cielo. Deberíamos de ver sus radiografías para darnos cuenta que tan sanos mentalmente están o no. Creo que están siendo manipulados por la iglesia católica. Si esa religión se dice de amor, mal lo están haciendo. La igualdad ante la ley debe ser plena sin detenerse en los accidentes sino en lo fundamental; los seres humanos con tendencias diferentes a los heterosexuales son personas sujetos de derechos y obligaciones cuando ya son ciudadanos. Desde la Filosofía, las personas con preferencias sexuales diferentes, a la mayoría, son personas que merecen todo el respeto y si es posible dignidad.  

Los que no quieran el matrimonio igualitario que no se casen; que se comporten bien y que no pierdan el tiempo ni gasten energías contra actos que no son suyos. Los prejuicios son de personas ignorantes y necias aun cuando tengan grados académicos, los que sean. Mejor preocúpense y ocúpense de cambiar el sistema político corrupto y de lograr que los gobernantes, funcionarios públicos y políticos sean castigados. En eso son no solo omisos sino apáticos.

La homosexualidad y todo lo que no parece normal sexualmente existe y existirá con su aprobación o sin ella pero lo mas importante es saber que son personas ante el Derecho seres humanos ante la Filosofía, aceptémoslos como son y tengamos solidaridad con ellos. Tratémoslos como lo que son humanos. Si en el transcurso de su vida transgreden las leyes que se les aplique y punto. No se debe tratar de imponer la moral propia a todos los demás por puro dogma o prejuicio.

Esa familia que llaman normal no es otra cosa que una posición del pensamiento católico y durante mucho tiempo fue y ha sido nefasta con su imposición de autoridad masculina que devino en machismo torcido. En la sumisión de las mujeres ante los hombres. Se educaba a los hijos como cosas propiedad de los padres y se les imponían estereotipos que no se cuestionaban. Sobre ese modelo de familia se señoreo y señorean los sistemas: político, económico, social y religioso. Están retorcidos para que no haya libertad, democracia, conocimiento científico y demás principios básicos de la vida plena. En suma ese tipo de familia era y es un desastre; ya dio lo que tenia que dar y no proporciona pizca de orgullo alguno. 




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