Si bien no hay forma
de limitar el derecho a manifestarse si se debe distinguir claramente cuando se
piden derechos razonables, en beneficio de la generalidad y, cuando se exige
que lo irracional, los prejuicios y los dogmas teológicos sean los rectores
dentro de la república (Res publica = Cosa publica, de todos). La vigencia de
derechos basados en la razón y en la ciencia fortalece la república en general,
la vigencia de ideas irracionales, los prejuicios y los dogmas teológicos
merman la república porque solo benefician a los líderes religiosos y, al
gobierno.
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