lunes, 1 de agosto de 2016

SABER Y CONSUMIR



En la antigüedad el ser humano trataba de conocer el ser de lo existente, de las cosas, del mundo, de la realidad vamos. Así nació el realismo. Durante el devenir de la vida el ser humano sospechó que la realidad no era tan ingenua; por ello, el idealismo debutó con toda una metodología para conocer. Ortega y Gasset sabia que estas dos corrientes filosóficas con todas sus variantes eran las dos caras de la misma realidad. En consecuencia, propuso superar ambas a través del racio-vitalismo. Esto quedó trunco.

¿Qué pasó?, el ser humano vio que a través del Neoliberalismo o que es lo mismo, el pragmatismo a ultranza, podía colmar todas las ambiciones hasta antes negadas de poder sobre toda la humanidad o por lo menos su mayoría. Para ello era necesario frenar la filosofía en su tercera navegación y poner al ser humano a explotar y consumir todo lo que este mundo pueda dar como si este planeta tuviera recursos inagotables y un equilibrio inmutable o hubiera diez mundos en espera para ser vividos en la misma tónica.

Se ha paralizado toda acción reivindicatoria a favor de la naturaleza y se le trata como si ella dependiera del ser humano y no al revés. Muchas eras han pasado y la tierra ha desechado a muchos de los seres que se han creado en ella. ¿Qué hace pensar al ser humano que  él, es la única raza que esta exenta de seguir la misma suerte?. Esto no es más que un espejismo. Del saber para como bien vivir se ha pasado al consumir para ignorar como bien vivir en una desenfrenada acción colectiva de explotación y consumismo.


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