Este
partido es el brazo político del Vaticano. Nido de políticos fanáticos
religiosos que dicen querer implantar el reino de Dios en la tierra. En tal
cometido no les importa violentar todo Estado de Derecho y de combatir a tontas
y locas al crimen organizado sin importarles los miles de muertos que esto
conlleva. Esto bajo la teoría chata de que son delincuentes. Sin embargo,
quieren acabar con criminalidad ahondando la pobreza. ¿No es esa una estupidez?.
Los norteamericanos tienen el Ku-Kux-Klan y la supremacía aria como canceres sociales, los mexicanos
tenemos a los panistas, viejos enemigos del pueblo que como fieras rapaces se
lanzan en su contra para depredarlo con el argumento de que los pobres no
tienen más derecho que el de elegirlos en puestos públicos como personas divinizadas,
libres de toda crítica y de toda responsabilidad política y jurídica.
Este
tipo de políticos no tienen ideas sino prejuicios que no dudan en practicarlos
a todas horas, tanto en su vida privada como pública. Pretenden ridículamente fundir
el Estado laico bajo los pies del Estado teológico para de una vez por todas
fanatizar la razón, extraviarla al punto de ver solo visiones. Dos grandes fanáticos
religiosos han llegado a la presidencia de la Republica, Fox y Calderón, el
primero fue una calamidad nacional, el segundo, fue un pequeño Atila que
devasto a Mexico. Hoy tenemos a Gustavo Madero, nieto del Francisco Madero,
aullando porque se utilicen tanquetas con cañones de agua contras los
manifestantes. ¡Viva Cristo Rey y fuego!. Ese es el pensamiento fundamental de estos políticos bien
errados y calamitosos. Claro que su fanatismo religioso no les impide el uso comodino de la doble y hasta triple moral.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario