martes, 23 de junio de 2020

LA HORA CERO DEL RÉGIMEN DEL PARTIDO REVOLUCIONARIO INSTITUCIONAL


LA HORA CERO DEL RÉGIMEN DEL PARTIDO REVOLUCIONARIO INSTITUCIONAL

 

Los intelectuales se dan de topes para tratar de saber cómo cayó el régimen Presidencial y no están lejos de comprenderlo. Si se les dijera que el propio partido único de Estado, el PRI, fue el propio actor principal de su destrucción seguramente se volverían más histéricos de lo que están pues no es creíble. Con todo, es la verdad. Fue un suicidio inducido y nunca se dieron cuenta los priístas de ello. En realidad, los políticos son victimas de su propia ceguera y corrupción. Trataré de contar esta historia con brevedad.

 

Todo se inició en 1984, cuando el sistema financiero colapsó y el gobierno mexicano, encabezado por Miguel de la Madrid Hurtado, nacionalizó la banca mexicana, misma que después se privatizó a precios bajos. Esto en detrimento de las arcas del Estado. En este momento el Estado mexicano era cerrado, no admitía que se supiera n las noticias verdaderas; se construía la verdad por medio de la Secretaria de Gobernación que era el Santo Oficio que decía que noticias se daban y como se daban en ratio, prensa y televisión, aunque había sus excepciones. En esa época el PRI todavía era el partido único de Estado y tenía sus tres grandes sectores: el obrero, el campesino y el popular como medios de control social. La política social derramaba millones de pesos sobres estos tres grandes sectores que dependían del gobierno. PRI y Estado eran una y única cosa. Todo estaba controlado; la mayoría del pueblo mexicano era priísta, pero en ese año se inició el descontrol sin que hubiera síntomas de ello. Esto pasó desapercibido.

 

No bien había pasado esto en la economía cuando en 1988, salieron del PRI Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo y muchos otros personajes de vital importancia. Sin que lo supieran ni los propios actores políticos se estaba gestando la caída del régimen totalitarista. Tenía sus años contados.  Pasarían 34 años para que, en 2018, se viera con toda claridad el resultado de este proceso.

 

En 1988, se conformó, el Frente Democrático Nacional, con diversos partidos de izquierda y postularon a Cuauhtémoc Cárdenas como candidato. Las elecciones presidenciales de 1988, no fueron ni de lejos claras sino todo lo contrario. Perdió Cárdenas. Eso es historia. Y, que historia. Eso dejo secuelas políticas negativas para el PRI, que, sin embargo, no se veían; tanto por la ceguera de los políticos como por la falta de síntomas claros de ello. Pero el régimen perdía crédito de manera gradual.

 

Pero he dicho una y, otra vez que los actos y, hechos extranjeros y de organismos como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y los poderosos Estados capitalistas son incluso más importantes que lo que pasa aquí, en México. Estos actores ordenaron o presionaron para que, se privatizara todo lo público; es decir, debilitaron al Estado mexicano, para que los gobernados se volvieran consumidores, tantos derechos y un Estado cerrado impedían que triunfara el Neoliberalismo en México; eso debería acabar.

 

El Capitalismo liberó a los siervos de los señores feudales y así terminó LA Edad Media, si en occidente el Dios cristiano había regido la vida; en la época de la economía el dinero, la producción y el consumismo iban a regir la vida en todos sus ámbitos; el Dios es la economía; se pasó de la teología a la economía como rectora de la vida. El Papa, en la actualidad es un símbolo decadente y la economía el símbolo de la actualidad.

 

En la Edad Media no había propiamente una consciencia del ser como individuo se pertenecía a un grupo como los panaderos, los herreros, campesinos, albañiles y que eran cerrados pues el conocimiento se transmitía a su propio grupo y aunque físicamente eran individuos mentalmente se pensaba como grupo.

 

El Capitalismo liberó a los siervos de los señores feudales para poder explotarlos libremente; de eso, se dio plena cuenta Marx y muchos otros y dieron la solución teórica pero que en la realidad no se pudo lograr y esto, malamente decantó en la dictadura de los partidos de izquierda como en la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas), y esto, con su caída, dejó el camino libre al Neoliberalismo.

 

En México, el Neoliberalismo, no habría tenido éxito con la política totalitarista del PRI; claro, eso el FMI, no se lo dijo al PRI; cuando le ordenó privatizar y mientras más privatizaba el PRI, más perdía poder político pues mandaba a sus electores a la iniciativa privada (los liberaba), con el surgimiento de más partidos se le complicaba el escenario político. En ese mismo contexto, el PRI, perdía la rectoría del Estado pues la misma se fue trasladándose a las trasnacionales.

 

El Santo Oficio, la Secretaria de Gobernación quedó, obsoleta con el triunfo de las Redes Sociales, que pronto fue una herramienta de comunicación y de organización a la par de poner en evidencia la enorme e imparable corrupción del gobierno. Lo exterior y lo interno estaban en una sinergia que harían caer lo que se creía imposible: el fin del Presidencialismo.

 

Para el 2000, el PRI perdía el gobierno federal y las gubernaturas de varios estados y municipios. 12 años duró el priismo panista. En el 2012, el PRI volvió a ganar el pode federal, pero cometió el craso error, la victoria pírrica de privatizar todo lo que hacía falta y eso fue el tiro final directo al corazón del régimen. No iba haber un más allá de eso.

 

Esas reformas tenían como fin en liberar a los mexicanos de la dependencia que, con el PRI, tenían del Estado. Había muchos derechos para los campesinos que, vivían con la seguridad de que su ejido era inembargable y le daba para vivir; los obreros podían, en caso de ser despedidos injustamente, demandar y lograr que se les indemnizara conforme a la ley. La educación era medianamente gratuita, lo mismo la seguridad, pero todo eso se terminó. El fin era dejar a los mexicanos libres de la dependencia del Estado, desnudos de todos derechos y se volvieran neoliberales y esto se consiguió. Los mexicanos entraron a este régimen, pero también tomaron conciencia y se despojaron del antiguo régimen Presidencial para nunca volver.

 

E nuevo régimen puede ser virtuoso o ser un fiasco, pero al pasado priista o panista nunca se volverá. No hay que engañarse. Es una lucha perdida de antemano. Lo que hoy exigen las circunstancias es que, los individuos se salven por sí mismos. El gobierno actual ha dado tan poco que confirma lo aquí dicho. No más un Estado paternalista. Por más que se quiera, la 4T, no va a salvar al pueblo, este se debe salvar así mismo. Esto no es malo por sí mismo. Si se mira bien se debe actuar en consecuencia y montarse en los rieles de la vida para poder sobrevivir a esta realidad. Esto no es fácil ni se entiende y menos se acepta.  

 

Dice Miguel Barbosa que ha dado 300 despensas, mismas que no alcanzan para escasos 15 días; el gobierno federal va en la misma línea; los gobiernos municipales llevan la misma línea. No quedan más que las acciones individuales. Y, en efecto, los más fuertes pasarán esta dura prueba. El árbol de la vida ha sido sacudido y seguirá siendo sacudido sin ninguna delicadeza, por desgracia.

 

Una mala o buena noticia se saca de todo esto. La marcha es larga y no hay ninguna cosa que se pueda hacer para implantar el pasado como forma de vida; no va bien sino muy mal. Incluso la 4T, puede terminar como las tres anteriores, pero eso no significa, de manera alguna, que tenga el pasado derecho alguno para instalarse como actualidad.

 

La única tarea es construir con toda la fuerza que se tiene y se puede construir un Estado fuerte. Como mexicanos no somos más pero tampoco menos que los demás pueblos y, en consecuencia, poder dar una que otra buena sorpresa.


domingo, 21 de junio de 2020

NUEVO ESTADO, NUEVOS ÓRGANOS, INSTITUCIONES Y DEPENDENCIAS


NUEVO ESTADO, NUEVOS ÓRGANOS, INSTITUCIONES Y DEPENDENCIAS

 

Los seres humanos somos dados a engañarnos ante la realidad y eso es lo que ha pasado con esto que se ha llamado como la Cuarta Transformación. Por un lado, el sentimiento y la consciencia que una buena parte de la sociedad mexicana tomó para cambiar este régimen tomó mucho tiempo; por lo menos cincuenta años. Por el otro, el régimen Presidencial, tuvo un fin, impedir la democracia, sostener a un solo partido único de Estado como hegemónico en el poder político con un totalitarismo sin precedentes y esto fue la clave que tuvo que descifrar el pueblo mexicano. Este régimen cumplió con su cometido y su razón de ser despareció y por ende eso tenía que desaparecer, tal y como sucedió. Un tercer elemento lo es la sociedad mexicana que cambio en definitiva a la par que las circunstancias nacionales e internacionales cambiaban.

 

Imaginen que la ciencia y la tecnología al avanzar cambian a los pueblos de diferentes maneras, pero de manera particular a los mexicanos al grado de no poder seguir con un sistema político cerrado, conservador, totalitarista, represor, ilegal, ilegitimo sin libertad y todos los derechos concomitantes a la democracia. Esto por sí mismo ya es suficiente para terminar con la estática estatal que se negaba a transformarse, a cambiar a pesar de que los gobiernos presidenciales trataron de hacerlo.

 

Si por esto fuera poco, el poder presidencial fue perdiendo la rectoría de la economía que pasó a las trasnacionales. El poder político se fue fragmentando al irse creando diversos partidos y el partido único de Estado se enfrentaba a otro problema; competir en diversos frentes cuando anteriormente no tenía esa preocupación ni ocupación. El Partido Revolucionario Institucional fue hecho para tener el poder absoluto y no tener competición; por lo cual, no estaba preparado para competir.

 

Ahora bien, el Neoliberalismo y los neoliberalistas tienen la necesidad de que, los seres humanos tengan la máxima libertad posible; es decir, que se vuelvan híper individualistas y sean ellos los que afronten, con los mínimos derechos, la vida y principalmente la económica. La libertad que tanto había negado el presidencialismo fue una necesidad, una consecuencia de la economía de libre mercado y, contra esto y ya no pudo más el Partido Revolucionario Institucional.

 

En estas circunstancias, los priistas y panistas se equivocan al querer volver al pasado; esto no va a pasar. Lo que debería hacer y esto es fundamental para ellos, es encarar la realidad y trabajar en serio para tener oportunidades futuras de alcanzar el poder político perdido. Con su actitud conservadora no hacen más que reforzar el actual gobierno. No han entendido que es lo que quiere el pueblo y lo que no quiere. La democracia burguesa es una condición lógica del libre mercado. Antes de la caída del Muro de Berlín con su consecuencia, la caída de la Unión de Repúblicas Socialistas impedía que se impusiera el libre mercado en México. Con estos hechos se dejó el campo libre para el triunfo del Neoliberalismo en buena parte del mundo y México no fue la excepción. Todas las condiciones estaban dadas para la caída del partido único de Estado y de su marco político.

 

En estas condiciones es impresionante que, los llamados intelectuales, analistas políticos y de toda clase no puedan darse cuenta que, por mucho que se opongan a este nuevo gobierno y, a esta Cuarta Transformación, no lograran más que afirmar y apuntalar este nuevo Estado; esto contra su voluntad. El pasado no volverá pues la maquinaria económica va en dirección contraria a sus deseos y arrastra todo lo demás, incluida la democracia y la política.

 

Si esto no va a cambiar es irracional que sigan sin cambios los órganos, instituciones y todas las dependencias que sirvieron al anterior régimen político-económico-social. Todo, a lo menos, se debe renovar, reformar o refundar; no es posible que se continúe con todo lo viejo ante una nueva realidad. En consecuencia, los alarmistas, los creadores de noticias falsas y la oposición natural no tienen razón en sus concepciones de la realidad ni en sus dichos contra esta realidad novísima.

 

Imaginen esta nueva era con todos los adelantos científicos y tecnológicos que nos permiten saber lo que pasa en todo el mundo a través de las redes y que se intente vivir como si estos fueran los años cincuenta del siglo pasado, imposible. Es cierto que, los ciudadanos estamos expuestos al escrutinio de los demás, pero no lo están menos los gobiernos y esto ya no va con el viejo pensamiento y comportamiento de un sistema político cerrado como el que imperó durante 108 años.

 

Lo que se debe hacer es, preparase, en consecuencia, de esta nueva realidad y dejarse de añorar el pasado ido y que no volverá. La vida, en general, si no se renueva cae en decadencia y eso es lo que, le pasó al pueblo mexicano que permaneció en la mediocridad durante décadas sin saber cómo pueblo su camino pues le era dictado desde el poder político.  En este pasado 2018, los ciudadanos dictaron sentencia definitiva contra el antiguo régimen sin permitir, hasta ahora, apelación alguna y creo que así seguirá.

 

Se creía que la soberanía nacional era una utopía, pero se dejó en claro todo lo contrario que esta es posible a pesar de todo. No hay sistema político que pueda soportar el cumulo de cambios y circunstancias ya narradas de manera breve, pero espero que, suficiente para entenderse la actualidad.

 

Este cambio no es de Andrés Manuel López Obrador ni únicamente de un partido sino de todos los actores políticos, sociales, económicos en particular y del pueblo mexicano en buena parte. Es cierto que el actual gobierno no tiene buen tacto en muchas ocasiones ni tiene contiene a la generación política que tuvo Benito Juárez. Esa generación política fue excepcional y cada uno de los personajes que la integraron fueron por si mismos singulares y con una preparación sin par. Hoy no tenemos a los mejores políticos, pero si tenemos un pueblo lo suficientemente consientes como para dar un golpe de timón y no permitir un nuevo régimen totalitarista y las condiciones no están dadas.

 

El lema y condición política derivado de la revolución mexicana de 1910, “Sufragio efectivo, no reelección”, ha sido de tal calidad que a pesar de haber permitido la supremacía de un partido (PRI), no ha permitido hasta ahora la reelección, aunque el sufragio no haya sido efectivo y esta, es la tarea pendiente del pueblo mexicano.


miércoles, 17 de junio de 2020

IDEOLOGÍA IMPERANTE


IDEOLOGÍA IMPERANTE 

 

Pasan años, décadas y centurias sin que se las ideas cambien. Hasta a los que se llaman intelectuales se han dejado llevar por las apariencias y han creído que es verdad. La responsabilidad y la culpabilidad es de todos. Es increíble la pasividad del pueblo en general y una desgracia en particular de los “intelectuales”. Se ha creído que todo es responsabilidad de los “caudillos”, y que la vida particular es consecuencia de la personalidad única de quien es el mandatario, en funciones. El mandatario no es más que, el quien recibe el poder y las ordenes de gobernar (en este caso), en uno de los tres niveles de gobierno y no quien debe hacer su voluntad.

 

Es indudable que, el pueblo mexicano en las elecciones de 2018 para la presidencia, gubernaturas y municipalidades decidió dar un claro ejemplo de cambio. El priísmo tenía un fin fundamental, sostenerse en el gobierno de manera permanente en un estado totalitarista; esto se terminó de manera lógica y se puede decir hasta natural. El México de hoy, y los mexicanos de hoy, son muy diferentes en diversas áreas de la vida que los de hace una treintena de años. Las circunstancias nacionales y mundiales han cambiado y es evidente que un sistema político totalitarista a la manera del partido único de Estado no puede ser ya el que impere entre los mexicanos. Seguimos la suerte que sigue la vida para bien o para mal.

 

No se le tiene que quitar los méritos a los líderes o caudillos si los tienen, pero no se debe soslayar la importancia del pueblo en general y los electores en particular en los momentos decisivos de cambios.  Tanto el líder como el pueblo hicieron un trabajo combinado para terminar con el régimen político presidencialista pero no hay que dejarse engañar; sin quererlo, los priistas también hicieron su parte para erosionar el mismo régimen político y no hay que dejar de lado la actuación panista perredista y de los demás partidos; hubo una sinergia que derivó en el fin del régimen político totalitarista.

 

No hay que dejar que, la ideología siga influyendo de manera fundamental en la vida política y en todos los rubros de los mexicanos. No hay que seguir pensando que una sola persona puede guiar al resto sin que haya posibilidad de que el pueblo tenga relevancia en el devenir. La importancia del pueblo ha sido mayúscula pues ninguno esperaba que la toma de conciencia y la actuación en consecuencia fuera tal que sorprendió a todos; propios y, extraños, esto es la prueba irrefutable de quien en realidad quería e hizo el cambio y o sigue haciendo, dando el respaldo al presidente.

 

Es verdad lo que dice el presidente, sin el pueblo no hay forma de que siga el cambio del régimen y en esto se equivoca la oposición al lanzar sus permanentes ataques contra el presidente y dejar intacto al pueblo, el verdadero sustento del cambio. Mientras no logren entender esto, no podrán corregir su destino. En estos momentos bien se puede decir que con el pueblo todo, y sin el pueblo ninguna acción podrá hacerse.

 

Los partidos de oposición están errados al dirigir exclusivamente sus ataques contra el presidente en turno como si no tuvieran que ganarse al pueblo para fortalecer sus ataques y tratar de ganar el poder político. Con sus hechos no hacen más que dejar seguir la 4T sin corregir lo malo que trae de manera congénita. Hace falta una oposición fuerte que corrija lo malo en conjunción con el pueblo. La ideología de los caudillos debe terminar para dar paso a la verdad basada en la razón y en la ciencia. Sin esto el Estado mexicano seguirá en la flacura, la decadencia que hasta ahora mantiene. Menos ideología y más razón y ciencia para efectos benéficos.  La ideología imperante del régimen anterior y de los “intelectuales”, en vigencia debe terminar para dar paso a la escena al pueblo consciente y actuante. Fuera la pasividad anterior, para dar paso a la dinámica social.  Ya no más un ¡Viva México!, hueco y sin sentido.


lunes, 15 de junio de 2020

EL FRACASO DE LA OPOSICIÓN


EL FRACASO DE LA OPOSICIÓN

 

La torpeza de la oposición es evidente pero lo más grave es su ignorancia; es de no creerse que, gente con los recursos económicos sea tan ignorante de la realidad. Eso nos explica en buena parte el fracaso del sistema educativo, económico y social. Los mexicanos no estamos en camino real del éxito con esta clase burguesa mediocre, los burgueses mexicanos son una vergüenza internacional. Que lejos estamos de esa tiranía culta, fuerte, de súper hombres que componían a los mexicanos, tenían una organización excelente y un gobierno sin par. No es mera nostalgia sino buscar un parámetro de lo que realmente debe ser y ser.

 

Esta pobre oposición un día nos divierte y otro nos da una profunda vergüenza. Creen falsamente tener la razón cuando la realidad los refuta. No debemos ser dirigidos por semejante debilidad confundida. La falta de conciencia que tienen los burgueses mexicanos es de no creerse. Se sienten hechos a mano, pero su cultura general es de primaria, aunque tengan 50 o 60años y se vistan con roa lujosa. Con estos elementos es imposible crear una nación fuerte que sea la base de un Estado sano. La explicación de la postración estatal pasa por esta clase parasita.

 

La oposición no puede superar que, una buena parte del pueblo quiera avanzar hacia la democracia por la simple razón de sus vidas de privilegios sin esfuerzo, pero sin esfuerzo, sin sacrificio se está destinado a la mediocridad. El Presidencialismo puede verse como el gobierno impuesto de una sola voluntad y eso es el estancamiento permanente pues se deja a una sola persona el destino de millones. Esto es parte de la explicación del fracaso mexicano. La democracia tiene sus riesgos, pero es infinitamente benéfica si se compara con la dictadura de un partido único de Estado; allí no puede florecer más que la corrupción y la impunidad para pocos y el sometimiento del resto y esto es lo que precariamente quieren los conservadores.

 

La oposición no logra entender que debe acomodarse a la nueva realidad democrática, colaborar y sacrificarse por participar en la construcción del nuevo régimen o ser desplazados. Educación profunda es lo que más les hace falta; al tratar con ellos se les nota inmediatamente la falsedad de su identidad y percepción de la realidad. Tienen por mucho, la preparatoria, aunque tengan licenciaturas, maestrías y doctorados. La prensa lo mismo. Estamos ante la extinción de un México arcaico que nunca quiso ni pudo ser un actor activo en la escena mundial. Pero esto cambio y debe seguir cambiando. Si este pueblo se anima un poco más (mucho mas), dará un día muestra de su auténtico ser.  

 

La oposición nunca podrá regresar al pasado que tanto añora por dos motivos fundamentales; primero, la realidad no permite eso y segundo, no logran comprender la misma realidad. Los métodos anacrónicos y descabellados que utilizan, los tienen en el camino equivocado. Creer que Andrés Manuel López Obrador es la causa de sus malestares es estar bien errados. Y, seguirán con sus dislates pues son incapaces de varias, de reinventarse en una clase fuerte, inteligente ya audaz. La decadencia es su sello.

 

Por lo pronto el pueblo mexicano avanza en esta incipiente democracia mientras el resto se desgasta en su mediocridad, pero se debe estar bien alerta porque los riesgos en la democracia, en la vida pública no son pocos y se debe tener cuidado en la nueva generación de políticos que no tardaran en corromperse. Leyes ejemplares contra todos los que quieran desviarse del bien común y en especial contra los que están en el servicio público.


martes, 9 de junio de 2020

RIESGO DE ENFERMEDAD Y MUERTE


RIESGO DE ENFERMEDAD Y MUERTE

 

Es evidente que, la pandemia tomó al gobierno del Estado de Puebla, por sorpresa debido a la falta de inteligencia del gobernador Miguel Barbosa Huerta, no es de sorprenderse si se le conoce por lo menos lo mínimo. Su actitud fue infantil al tratar el tema con la mayor frivolidad; sin embargo, la realidad lo rebasó por todos lados y ciego, actuó de manera torpe pero ya nunca podría siquiera entender y atender esta enfermedad. Un enfermo y débil al mando en el mayor peligro.

 

El gobernador no le quedó otro camino que tratar de imponer medidas contrarias a los intereses de la mayoría de los ciudadanos en particular y en contra de todo el pueblo, en lo general. Fue de decreto en decreto que gradualmente agravaba y lanzaba la pandemia del Covid hacia los gobernados. Ejemplo, ordenó la no circulación de los automóviles particulares, pero permitió el transporte público y esto tuvo como efectos la propagación de la enfermedad. Su reacción fue torpe, ridícula y autoritaria. ¡Quédense en sus casas!, alegando que había ya dado 300 mil despensas que es lo mismo que 300 mil mentiras torpes.

 

Mientras los gobernantes encabezados por el gobernador viven una realidad; la realidad radical de la mayoría es un drama cuando no una tragedia de muerte, una sinfonía macabra que se eleva cada mañana mientras los responsables, en buena medida de todo esto, se refugian en sus casas con todos los medios de subsistencia a la mano, mientras los más pobres salen cada día por el sustento mínimo que los lleve a paliar y eventualmente alcanzar la otra orilla sorteando peligros invisibles.

 

Únicamente hay dos opciones: quedarse en casa y ver languidecer a la familia o salir ante lo que a los que tienen los medios para vivir encerrados les parece una necia locura. Nunca podrán entender la vida del día a día que tiene la mayoría. Se vive entre la inconciencia, la conciencia y la valentía de saber que de todos modos en la casa o en la calle espera el peligro y quizá la muerte.

 

Un gobierno que no entiende la realidad debería ser destituido inmediatamente por el pueblo soberano; claro las circunstancias no lo permiten, pero se debería de esperar a que pase el peligro para tomar partido político no en favor de los anteriores gobernantes y si se quiere ni de este sino a favor de la cosa pública. No más gobernantes lerdos en extremo de la vergüenza permanente y lacerante.

 

Les tengo noticias del mundo real. Existe gente que no tiene ya que perder y en cierto sentido ni su ser y eso es brutal. De común se puede uno encontrar a muchos seres humanos deambulando por las calles no solo sin las mínimas medidas higiénicas sino claramente sin días de bañarse. La causa tiene un mismo origen la extrema pobreza. Buscan el alimento diario y cesan de ir de un lugar a otro. Piden una moneda o un mendrugo que comer. Esto únicamente lo pueden entender los que han pasado por la misma hambruna que acicatea sin cesar día y noche. La moralidad de beatería no tiene cabida aquí para juzgar lo que está más allá de sus posibilidades de entendimiento. Aquí se quiebra toda lógica, toda forma de vivir razonable para saltar los pulsos vitales porque a pesar de todo el instinto de supervivencia los guía como un gps natural a seguir a pesar de las miradas de reprobación, la censura o toda ley u orden de la autoridad.

 

He visto gente sin ninguna higiene restregarse los rostros llenos de granos exprimidos con anterioridad o llevarse a la boca alimentos que no se creería poder ingerir y es todo un espectáculo increíble. Hay que mantenerse fuerte. La sana distancia no es más que una bobería cuando se trata de sobrevivir en tales condiciones. Y, con todo, la gente percibe el engaño de ir escalonadamente alargando los periodos de no poderse volver a la nueva normalidad. ¡Quédate en casa!, reza la letanía obtusa de los gobernantes y que tiene por respuesta la cacofonía de los estómagos vacíos o semivacíos.

 

La vigilancia policial se ha incrementado para controlar a los más pobres. Una y otra vez transitan con las torretas encendidas y el aullar siniestro de las patrullas. En México como en todo el mundo se viven realidades diametralmente opuestas. Pero también allí la moral de beatería no importa pues sirve como justificante de las buenas condiciones en que se vive y se deplora el resto de estratos sociales. Los mexicanos antiguos tenían trece cielos y mucho me temo que hoy tenemos muchos más.

 

Si la rueda de la fortuna da un giro mas ¿qué fuerza policiaca o publica podrá contener a las hordas hambrientas y ya desatadas; ninguna. Las 300 mil mentiras que ha prodigado Miguel Barbosa se ven aumentadas con las que graciosamente nos ha brindado el gobierno municipal. Pero esto no importa porque tienen mil justificaciones políticas que los hacen sentir reconfortables al grado de exigir se les erijan bustos y estatuas al estilo de los emperadores de Roma.

 

Todos los filósofos al tratar de política han mostrado las graves carencias de los gobernantes y han propuesto formalmente desde Aristocles hasta la actualidad pasando por Nicolás Maquiavelo y José Ortega y Gasset que, los políticos no sean tan brutos pues en ello nos va el bienestar. El poder político no solo enloquece a los seres humanos, sino que los embrutece a grados insospechados. En el estado de Puebla no se ha termina la ostentación, el lujo, la fantochería y todo lo malo para gobernar, sino que vino en dosis brutales.

 

El único camino que se puede seguir es el de la vitalidad, la inteligencia, la fuerza, la cultura; en fin el saber que con tanto esfuerzo han logrado conseguir y transmitir filósofos y científicos. Seguir las ordenes de estos gobernantes es seguir el camino equivocado y en lo personal, no tengo duda de que serán recordados como los más pusilánimes. Pudiendo mostrar y demostrar un mínimo de decoro se han mostrado como un coro de papagayos mal entonados. En una conversación de desatinos entre Gabriel Biestro y otros lerdos dicen querer expropiar o nacionalizar Universidades y de repente tercia Emilio Maurer. Eso lo dice todo… lo público, el Estado no les importa porque no tienen la mínima idea de lo que se trata.  


¿A QUIÉN O QUIENES LES PERTENECE EL TRIUNFO DE LAS LLAMADAS IZQUIERDAS EN MÉXICO?


¿A QUIÉN O QUIENES LES PERTENECE EL TRIUNFO DE LAS LLAMADAS IZQUIERDAS EN MÉXICO?

 

Se ha dicho por una corriente de pensamiento que los héroes son los importantes en la vida y que las masas son comparsas (Thomas Carlyle), y en México esto se ha seguido por Enrique krauze sin que se haya combatido eficazmente, él, en lugar de héroes llama caudillos a estos personajes en su obra “Un siglo de caudillos”. Con todo, esto es falso, las masas no son meros espectadores que son guiadas por héroes, lideres o caudillos; participan activamente en los hechos.

 

En las elecciones del primero de4 julio de 2018, los votantes mexicanos dieron una sorpresa insospechada al darle el triunfo a Andrés Manuel López Obrador. Ninguno de los grandes analistas nacionales y extranjeros supo analizar el estado del viejo régimen y poder sacar las conclusiones fundamentales que llevarían a la caída definitiva del mismo. Fue inesperado, inusitado que, las “izquierdas”, hayan logrado el triunfo siendo, el Estado mexicano, vecino de los Estados Unidos de Norteamérica y de estar ligado a la poderosa economía capitalista de este Estado.

 

La explicación es que, las llamadas izquierdas no pueden ser comunistas o socialistas en este momento sino seguir los mismos lineamientos del Libre Mercado. Hasta ahora no ha sido siquiera presentada una sola iniciativa de expropiación, nacionalización de ningún inmueble o rama de la economía. Simplemente no hay forma de hacerlo. El Estado mexicano sigue siendo tan capitalista como con los anteriores gobiernos y eso es completamente comprensivo; lo contrario, sería un suicidio colectivo e irremediable. ¿Se imaginan que los inversionistas se llevaran todos sus recursos económicos?.

 

Volviendo al tema principal, se debe decir que, el resquebrajamiento del régimen presidencial tiene un punto de quiebre con los hechos sangrientos de 1968, en que, los estudiantes fueron masacrados por el gobierno de México. Tomó mucho tiempo que políticos, pensadores y el pueblo mexicano adquirieran la conciencia y actuar en consecuencia para terminar con el totalitarismo político.

 

El Presidencialismo, tuvo como objetivo principal, el someter al pueblo mexicano a un totalitarismo político-económico-social, cultural y de todos los rubros de la vida al partido único de Estado y contra esto lucharon algunas personas de entre millones y después fue creciendo este movimiento hasta hacerse imparable. Y esto fue el trabajo y el sacrificio de miles de personas que incluso perdieron sus vidas. Esto fue anterior a la entrada a la escena política de Andrés Manuel. Fueron 50 largos años de lucha. Es admirable que, algunas personas guardaran los ideales de democracia, libertad, legalidad, legitimidad y todos los demás rubros que van aparejados a estos y con los cuales la democracia no sería ´posible.

 

El cambio político en México obedece a todos los cambios mundiales. No se pueden dejar de lado los hechos externos como tampoco se pueden dejar de tomar en cuenta los hechos y actos internos. Todo debe ser analizado para tener todos los elementos para sacar las conclusiones si no absolutos por lo menos los más completos para explicar el triunfo formal de López Obrador. No se trata de quitarle un ápice de méritos que pueda tener pero tampoco se trata de seguir con la idea de que, un “Mesías Tropical”, es el actor principal en la vida de los mexicanos y que el pueblo es una masa manejable sin ninguna importancia a no ser de meros actores secundarios. Las elecciones del 2018 son la refutación. Krauze ha sido refutado a todo lo largo y todo lo ancho de los hechos. No hay vuelta atrás.

 

Para la marcha de los mexicanos no es suficiente que los políticos sean demócratas que, es lo que se intenta, sino que los ciudadanos sean demócratas y el pueblo en general, sea demócrata para no perder el rumbo correcto en la política y en todas las demás áreas de la vida. Los ciudadanos deben ser activos en lo público y dejar esta práctica a las generaciones jóvenes.

 

El costo de esta incipiente democracia ha sido demasiada costosa como para dejar de cuidarla. Desde los años sesenta hasta la actualidad, por diversas formas se trató de cambiar el Presidencialismo totalitarista. Se intentó por la vía electoral, pero fue imposible pues incluso el Partido Comunista fue proscrito y el Partido Acción Nacional no tenía otra intención que arrebatar un poco de poder al partido oficial. La vía armada se intentó, pero no tuvo la fuerza suficiente.

 

Parecía que sería imposible que el Partido Revolucionario Institucional, perdiera el poder, pero en el año 2000, perdió las elecciones y durante dos sexenios se mantuvo en ese lugar. Pero el proceso iniciado tendría un cierre inesperado; si durante mucho tiempo fueron los luchadores sociales y políticos demócratas los que intentaron cambiar de régimen político, en las elecciones del año 2018, fueron los electores los que lograron ese cambio. El parido único de Estado ya no tenía sentido. Todo había cambiado.

 

Durante mucho tiempo hubo luchadores sociales y, políticos los que habían resguardado la llama de la democracia no se puede soslayar que fueron miles de caídos anónimos, en su mayoría, El triunfo de las llamadas izquierdas en México, ha sido el producto del esfuerzo combinado de individuos, políticos, grupos, partidos políticos, intelectuales, y el pueblo en general y los votantes en particular. La tarea de imponer la incipiente democracia ha sido y será un trabajo demasiado grande e importante para ser concebido y ejecutado por caudillos y se puede decir que, estos han perdido la importancia que Krauze les atribuye.


Son demasiados los personajes que han puestos su esfuerzo para que las izquierdas ganaran y seria ocioso ponerlos a todos en el presente escrito y muchos pueden resultar controversiales pero no se pueden olvidar a los que intervinieron en el movimiento del 68, los guerrilleros de los años 70, los que unieron las izquierdas en 1988, el ejercito zapatista y todos los que intervinieron en las elecciones del 2018 y ni que decir de los gobernantes del PRI y del PAN que con sus actos y hechos contribuyeron a su propio desprestigio y con ello al triunfo de las izquierdas.

 

El cambio de régimen político por sí mismo no es garantía de bienestar pues el mismo depende del trabajo en conjunto del Estado mexicano y de hechos externos que no están bajo el control del gobierno mexicano y la maduración de la democracia será el resultado de una larga practica del pueblo.




miércoles, 3 de junio de 2020

1968-2018, SIN IDEALISMOS


1968-2018, SIN IDEALISMOS

 

A menudo los procesos de toda índole no terminan. Pero, en el caso de la democracia, pues de eso se trataba, aunque eso se vea, en ese hecho de manera marginal, ha tenido su fin en la caída del régimen Presidencial por muy diversas razones que ya explique en diversos escritos. El movimiento del 68, se creía un chiste sin sentido y no podía ser de otra manera debido al apogeo del régimen; se veía imposible la viabilidad del movimiento estudiantil. El Partido Único de Estado estaba en uno de sus mejores momentos y deberían pasar 50 años para que se cumpliera un ciclo insólito: La caída formal y material del régimen totalitarista.

 

Se puede decir, sin temor a equivocarse, que el 68, hoy está más presente que en las décadas que siguieron. Resulta extraordinario que, durante cinco décadas mujeres y hombres se auto convirtieran, por pura fe, basada en la democracia, en guardianes de los derechos políticos de todo un pueblo sin importarles los grandes peligros que les acechaban a cada paso. Se pensaba por propios y extraños que, ese movimiento no tendría futuro. El futuro guardaba secretamente una sorpresa en el 2018.

 

Antes de seguir, quiero advertir que, no trato y no se debe de ver el movimiento del 68 y las elecciones del 2018, de manera idealista como si con esto se hubiera alcanzado el clímax de la democracia y menos del comunismo o del socialismo; ideas tan equivocas y mal empleadas. Los problemas políticos, sociales, políticos y todos los rubros de la vida nunca terminan, nunca. Por el contrario, los problemas en este tipo de rompimientos son el cultivo perfecto para los disidentes para elaborar toda clase de rumores, cotilleos y, bajezas políticas; la mayoría de los recién llegados al poder carecen de la calidad humana, política, jurídica y de gobierno como para hacer una Transformación tersa y cercana a lo ideal. Por lo general, este tipo de transiciones son azarosas, llenas de peligros que se deben superar y los planes no alcanzan a cumplirse, quedando en las tareas para las siguientes generaciones. Las actuales generaciones quedaran en deuda con las siguientes y ni siquiera se están preparando a los futuros políticos para enderezar todas las torceduras que están y las que se están formando. La mera consciencia de un pueblo no es suficiente para que se consolide la democracia pero sin ella tampoco es posible.

 

La mayoría de los políticos que han llegado al poder son inexpertos y hay demasiados arribistas, infiltrados y llegan contaminados por el pensamiento de hacer fama, dinero y perpetuarse en el poder sin aportar lo mínimo. No puede ser de otra manera, carecen de la preparación para tales puestos en cualquiera de los tres niveles de gobierno. No hay un plan general que sostenga a la 4T, es puro pragmatismo como lo han sido las anteriores Transformaciones.

 

El plan de la revolución francesa lo fue el Iluminismo; el plan de la revolución rusa lo fue el marxismo. La 4T carece de ese plan, de esa base sistemática. La conciencia que el pueblo mexicano tomó de antemano es el resultado de múltiples factores internos y extranjeros que dieron como resultado, el triunfo de las izquierdas excepto del Partido de la Revolución Democrática. Es indebido que, se le atribuya tal éxito a un Andrés Manuel López Obrador pues la larga caminata de 50 años está construida con el sacrificio de miles de personas, anónimas en su mayoría, con la contribución ideológica de muchas mujeres y hombres que nunca se rindieron para alcanzar el objetivo político de acabar con el viejo régimen totalitarista e implantar uno nuevo. ¿Quién puede quitarle los méritos a un Heberto Castillo, a Cuauhtémoc Cárdenas?, por citar magramente a unos, pero con una larga lista de líderes que conformaron un Frente contra el oficialismo y que a pesar de todos los obstáculos desembocó en el triunfo de las izquierdas en el 2018.

 

Ha sido el pueblo quien tomó principalmente en sus manos el destino en sus manos y dio el triunfo a López Obrador y no al revés por más que se quiera ver de otra manera; esto, sin quitarle mérito alguno al personaje. Se debe terminar con la vieja idea de Tomas Carlyle y de la cual es adicto Enrique Krauze de ser los “Héroes”, él, encubre el termino con la palabra “Caudillos”, los que hacen la historia y el pueblo meros comparsas. Esto es falso y ha quedado demostrado en el 2018. Ninguno de los grandes expertos esperaba un triunfo tan arrollador del actual presidente. Ese era el gran secreto que nos deparaba el proceso iniciado simbólicamente en el 68. Sería justo honrar a todos y cada uno de los caídos durante ese periodo de 50 años y quizá no sea así por la mezquindad humana, pero sirva el presente como un modesto reconocimiento a ellos. Con ellos todos, sin ellos los equívocos.

 

Antes que seguir a los caudillos y se deben acabar en su hechura pasada se deben seguir ideales democráticos, de justicia, de legalidad, de legitimidad, de observancia plena a los derechos humanos y todo aquello que haga digna la vida de todos los seres que habitan el Estado mexicano. Claro esto queda como una tarea diaria y como un pendiente para las generaciones futuras. El presente escrito debe sacudirse todo idealismo. Sería muy bueno que las izquierdas en verdad pusieran en práctica los ideales ya enumerados y se crearan políticos rectos en lo posible para evitar la corrupción que aqueja al Estado mexicano; esa es la tarea más importante que tiene el Estado mexicano y que el actual partido en el poder a dejado de lado sin sospechar el gran peligro que representa.

 

No se deben tener grandes esperanzas con los políticos pues inmediatamente que se les deja de observar actúan llevados por las pasiones desenfrenadas sin importarles mucho el pueblo; son unos simuladores en toda la extensión de la palabra. Por ello, los ciudadanos no deben dejar de ejercer sus derechos, mandar e imponer los límites al ejercicio del poder político, económico y social. El triunfo fue del pueblo soberano y debe mantener su soberanía intacta y nunca cederla a los políticos; es decir, la soberanía popular debe mantenerse imprescriptible, inalienable y siempre como el limite a los excesos de cualquier político. Honremos a los caídos y forjemos un Estado fuerte con órganos sanos, independientes e instituciones del mismo corte. Este pueblo no es más pero tampoco menos que el resto de la especie. 1968-2018, un ciclo que se debe estudiar a fondo y que queda como otro pendiente.


domingo, 31 de mayo de 2020

HOMO SAPIENS: NUEVA MISIÓN


HOMO SAPIENS 

Los griegos acuñaron el término “Homo sapiens”, el hombre que piensa, el que sabe, el que razona y no se equivocaron del todo, pero vemos, de común, que ese ser humano (mujeres y hombres), a menudo se comporta de manera bárbara y cree que hay razas y racismo cuando en realidad son prejuicios de odio mal fundados. Ese homo sapiens no acierta en colectivo a saber, a conocer la realidad profunda y se contenta con las apariencias, la superficialidad. Eso ya sea en lo que pomposamente llamamos “Primer Mundo”, o en el “Tercer Mundo”, no hay frontera para la estulticia. Por el contrario, es la regla común. 

En Los Estados Unidos de Norteamérica un oficial de la ley mata a un afroamericano, en México se manifiestan, ambos hechos tienen de común la irracionalidad. Si vemos a los presidentes de ambos Estados como símbolos, Donal Trump, representa a lo que queda del Ku Kux Klan, esa ideología de superioridad que pretende falsamente “Volver hacer a América grande otra vez”, y esto significa “poner a los blancos al mando superior y a los demás como meros comparsas”, eso no volverá a pasar más. En México, AMLO, simboliza el rompimiento de las cadenas de un régimen totalitarista hacia lo que pretende ser una democracia; López Obrador, no es un “Mesías”, sino un símbolo popular; no fue Obrador quien destruyó el Presidencialismo, esto fue un largo proceso que tuvo y tiene y tendrá diversos actores.  Pongamos en su justa medida a cada uno de los símbolos. 

El homo sapiens está en una de sus mayores encrucijadas y al parecer carece de la suficiente materia gris que produzca ideas que lo conduzcan hacia una vida y una supervivencia acorde con la naturaleza, con su hábitat, con este planeta llamado Tierra y que es, hasta hora su único hogar donde puede vivir sorteando todos los peligros.

Hoy, los políticos no cavilan sobre el futuro de la especie humana (y quiero recalcar esto, “especie” que no razas), en la Tierra y su relación con todos y cada uno de las demás especies animales, vegetales y de todo lo contenido en el continente, la Tierra. Erróneamente el ser humano cree y se comporta como si realmente fuera la culminación de la creación divina y en ello lleva su fracaso. El ser humano como todo lo contenido en este planeta no son más que lo existente contingente no prescindible para la marcha del mundo. 

Vemos a los símbolos del horror con desdén hipócrita como si no tuviéramos los mismos elementos constitutivos el Calígula, Nerón, Mussolini, Hitler, Stanlin o Trump; como seres humanos no somos de fiar. Por eso vemos a seres humanos aliándose con otros para defenderse de otros mientras tramamos la caída de los aliados. Debemos pensar y, repensar el papel que actuará el homo sapiens en el presente cercano y futuro; si se quiere renovar el concepto de “Ser humano”, con todas sus consecuencias pues el futuro se construye aquí, hoy y nos acecha en cada rincón del mundo y en cada día. 

En lo que concierne a Los Estados Unidos de Norteamérica, la “Supremacía blanca”, el prejuicio de milenios está en plena decadencia y no representa más que, la nostalgia por lo “Que el viento se llevó”, y no volverá. En México, la decadencia del Presidencialismo significa el surgimiento de una consciencia auténticamente popular que construirá, bien o mal, un nuevo régimen y un nuevo Estado. 

Por último, sostengo que el hombre pensante debe valorarse y revalorar en el total de la especie en sus diversas manifestaciones. No es más el ser humano nacido en occidente que en oriente ni el que vive en el norte que en el sur, ni el que, mal conceptualizamos como blanco que al que vemos ópticamente como negro. Se sabe que, lo que llamamos blanco y negro ni siquiera son colores y con ello se anula cualquier supremacía que en primer y último término es pura estupidez.  Es hora de pasar hacer una profunda critica a nuestros valores, a nuestro ser y a toda la vida; aquí, allá y más acullá. Debemos asignarnos una nueva misión. 


viernes, 22 de mayo de 2020

NUEVO ORDEN MEXICANO

NUEVO ORDEN MEXICANO 

La pandemia de Covid-19, ha desnudado las circunstancias en las que se encuentra el Estado mexicano, la calidad de los políticos mexicanos, la transición hacia un nuevo régimen, el padecimiento del pueblo más pobre con relación al Covid-19 y el ahondamiento de su pobreza. Es evidente que los gobernantes no tienen la capacidad para enfrentar la pandemia y sería muy bueno saber qué grado de responsabilidad tienen los anteriores gobiernos y el actual porque no se puede separar la realidad y asignar una liberación a ningún gobierno anterior ni a este. De eso se trata la madurez, distinguir la responsabilidad y en su caso, la culpabilidad de los gobernantes. 

En este mismo contexto, se da una lucha despiadada y encarnizada por el poder por parte de la oposición y eso es la realidad de la política desde hace mucho, mucho tiempo, pero lo que no debe aceptar al pueblo es que, digan los políticos que luchan por todos los mexicanos; luchan por alcanzar el poder político y punto sin importarles mucho sus electores. Los políticos siguen viviendo sin ninguna molestia o carencia. 

Los nuevos políticos tratan de afianzar su clase y encontrar un nuevo puesto aun sin tener la calidad ni haber siquiera haber presentado una sola iniciativa que pueda ser benéfica para los diversos sectores de la sociedad y eso es malo e inaceptable. No merecen la confianza de los electores y se debe evitar en la medida de lo posible que sigan llegando personas incapaces a los puestos de senadores, diputados federales y locales, gobernadores, presidentes municipales y en general toda clase de personas a puestos públicos. Esto conservaría al Estado mexicano en franca decadencia. Hacen falta servidores públicos realmente comprometidos y capaces de hacer funcionar al Estado mexicano y que este se consolide a la par del nuevo régimen. 

Es claro que, la mayoría de la gente se deja llevar por teorías cuando no por ideas descabelladas de conspiraciones y poderes ocultos cuando no trasmundanos que rigen la realidad. En realidad, se establecerá una nueva realidad, una nueva normalidad y si prefieren, un nuevo orden en el Estado mexicano. Todavía no hemos llegado al final de padecer los efectos de la pandemia que dejará a millones de mexicanos más en la pobreza y con un largo camino a la recuperación económica, social y política. 

Esta nueva realidad debe ser seguida y corregida por el pueblo. No es la voluntad personal (Presidencialismo), la que debe moldear el nuevo régimen político. Hasta ahora los intentos por perpetuarse un partido en el poder o la reelección de un individuo por sí o por interpósita persona, en la presidencia de la república ha fracasado; es decir, el “Sufragio efectivo no reelección”, no ha perdido su vigencia, su vigor ha sido efectivo y eso se debe a la lucha de muchos políticos, pero en primera y última instancia por la conciencia que ha tomado el pueblo mexicano en este rubro. No es que, esta conciencia sea tersa, general, en el mismo nivel y todos los sectores sociales y políticos. La realidad no admite apelaciones de ninguna clase, es como es y punto. 

Esperen, no caigamos en el pesimismo. La realidad se moldea por todas las fuerzas sociales, políticas, empresariales, económicas no solo nacionales no también exteriores que dan como resultados una nueva realidad en medio de un virus de la naturaleza que ha logrado paralizar al mundo y crear una nueva realidad de fondo. Ahora bien, ante todos estos cambios lo que se debe hacer es mantener la calma y la fuerza para no caer en la desesperación y sería muy bueno que, en verdad los tres niveles de gobierno pusieran a disposición de los más necesitados lo básico, la comida. Es muy fácil decir “Quédense en casa”, cuando las familias no tienen ni para comer y las cuentas se acumulan por los servicios públicos y privados. En efecto, se debe escoger entre quedarse en casa y morir o ver morir a la familia de hambre o salir a buscar lo básico para comer a riesgo de contagiarse. La gente no sale a las calles por necedad sino por necesidad ineludible de la vida. 

Tengo la seguridad que la mayoría de los gobernantes y políticos ignoran (como casi siempre han ignorado el rumbo), cual es la realidad, las necesidad y requisitos para cambiar un viejo régimen político y crear uno realmente fuerte que no beneficie a una clase en particular y que tenga viabilidad por mucho tiempo. Órganos bien constituidos, instituciones fuertes, independencia entre los mimos; que se termine la “División de poderes”, que no ha servido políticamente más que para el totalitarismo, la decadencia del pueblo, la corrupción y leyes severas para los funcionarios públicos de todos los rangos en lo administrativo, civil y penal. No más simulación, corrupción e impunidad. 

La transición hacia un nuevo régimen político es irreversible y no es por la voluntad de un hombre ni de un sector de políticos sino por la voluntad de un buen sector del pueblo que, presiente y siente la inutilidad del viejo Presidencialismo. Imaginen que sería de la Cuarta Transformación sin el apoyo popular. Esta transformación, nueva realidad o nuevo orden mexicano no tiene un fin positivo asegurado como no lo tuvieron las tres anteriores. No hay que ser ingenuos. La realidad es una construcción humana que puede salir bien o mal; según sea la participación acertada de todos los sectores sociales, económicos, intelectuales, y políticos, mexicanos. La tarea no es fácil ante la falta profunda de ideas y teorías acertadas que lleven a la construcción de la nueva realidad. De todo esto el pueblo en general tiene la última palabra y ya veremos cómo se desarrollan los actos y los hechos concretos. 

viernes, 15 de mayo de 2020

MOTIVOS PERSONALES (RESISTIR, PERSITIR Y NUNCA DESISTIR)



MOTIVOS PERSONALES (RESISTIR, PERSISTIR Y NUNCA DESISTIR)


Los efectos del Coronavirus son imprevisibles y para muchas personas es una desgracia y eso es verdad; estar en una situación precaria de estar solas es interesante. ¿Qué hacer?. Este rompimiento social, pues es un rompimiento entre los que tienen los medios económicos y los que viven de su exclusiva fuerza de trabajo. Por un lado está la salud personal, de la familia e hijos, en segundo lugar está la pandemia del Coronavirus y por un tercer frente las autoridades con sus medidas sanitarias; en todo caso, no es fácil decidir pero el instinto de supervivencia toma, en la mayoría de estos casos, el control. Imaginé que esto iba a ser difícil y lo es por diversos motivos. He empeñado así todo lo que tengo y los préstamos con clientes y amigos es difícil; tal y como lo es en estos casos. Los últimos ahorros se gastaron y lo último que gané lo deposité a personas cercanas a mí y eso es todo. 

 

Fácilmente he bajado de peso unos cinco kilos; lo que es bueno. Sin embargo, nunca he sido una persona que se quede en casa o en la oficina. Por buena fortuna he vivido en las calles, dormido bajo el cielo raso y en condiciones que podríamos llamar “infrahumanas”. No creo haber vivido en las peores condiciones pues siempre hay gente que la pasa peor. Así que un día sin comer no significa mucho. Esto me recuerda mi adolescencia con la diferencia de tener toda la experiencia recogida por los caminos. 

 

Durante una buena parte de mi vida trabajé en restaurantes y taquerías, en donde aprendí a cocinar una gama de productos alimenticios. Recuerdo vívidamente que, se nos dieron diversos cursos y estuve a punto de seguir la carrera en la gastronomía para convertirme en “Chef” pero llegó primero la carrera de Derecho y hacia el litigio me decanté. Me ha ido relativamente bien económicamente y no deseo más de lo meramente necesario para vivir. No me atraen los lujos ni las propiedades. No poseo cosa alguna a mi nombre ni por interpósitas personas. Considero la salud, la inteligencia, la fuerza, el saber cómo los mayores tesoros personales; lo demás secundario. 

 

Estar aislado me provoca depresión y quizá hasta locura. Por ello decidí volver a la lucha diaria. Ahora bien, ¿Dónde empezar?, precisamente donde me quedé; en la gastronomía. La comida es un tesoro. Así que, con otro esfuerzo he iniciado un pequeño negocio de comida siguiendo todos los protocolos de higiene, de calidad, de servicio y de todo lo que necesita el ramo en todo tiempo y más en las presentes condiciones. Por suerte recibí todos esos cursos que ahora me son indispensables. Tuve un par de negocios que tuve que dejar por seguir después la carrera de Filosofía. En efecto, el saber teórico unido al práctico me ha sido muy provechoso y no dejo a un lado el aprendizaje de los errores cometidos. El primer negocio va viento en popa; el segundo tendrá que ser en dos meses a lo sumo. Hay que dirigir a las personas hacia el esfuerzo, a que no desesperen. Es hora de poner en práctica el Derecho para lidiar con las autoridades y la Filosofía vital para ver hasta donde esa teoría puede llegar y después, la vitalidad. 

 

Es gratificante volver al dinamismo dentro de la pasividad cuidando la salud hasta donde es posible. He tenido días de una sola comida pero eso no es siquiera importante; lo importante es volver al estudio y salir aún más fortalecidos, ya no depender exclusivamente de la práctica del Derecho sino diversificar los ingresos. Tengo en mente algunos proyectos que pueden resultar y que había dejado inconclusos. Recuerdo a los mexicanos antiguos que hicieron un imperio con tanto valor que eclipsan nuestro presente de manera permanente. La nobleza mexicana era delas mejor constituidas; hay que investigar su Estado, sus instituciones en el Derecho, la Filosofía, en su Axiología, en el arte, la Economía y en lo Social para poder darse una idea de su grandeza. Las fuerzas especiales que tenían eran impresionantes: Los guerreros ocelote y los guerreros águila[1], eran la columna vertebral de su poder de su dominio de si y de los demás. Fueron de cero a nueve. 

 

En este drama y hasta tragedia[2] mi tragedia en el sentido griego y mexicano es saber que no hay un sentido predeterminado por una entidad metafísica sino que, el sentido de la vida es personal y radicalmente terrenal. Es una maravilla haber despertado del sueño dogmático de vivir cuadrado. Y aquí vamos una vez más.   



[1] Los guerreros ocelote y los guerreros águila, representan lo que Federico Guillermo Nietzsche, llama súper hombres con la voluntad del poder como sello propio.

[2] En la tragedia griega, si no hay lucha contra las circunstancias sociales, políticas, económicas, históricas y de todo tipo no hay tragedia ni héroes que cambien su “destino”; es decir, vivir luchando contra todos los obstáculos.


domingo, 3 de mayo de 2020

LA VOLUNTAD DEL PODER EN LOS MEXICAS


LA  VOLUNTAD DEL PODER EN LOS MEXICAS


Eso que Federico Nietzsche, llamó “Voluntad de Poder”, en los seres humanos extraordinarios es innegable que se ha dado por todo el mundo y no como se cree erróneamente, únicamente en los pueblos “Arios”, esa es una visión determinista que no tiene base alguna comprobable. Por el contrario, de la revisión de la historia de los diversos pueblos del planeta Tierra bien se puede ver que han existido pueblos que han desplegado tal poder que han sobrepujado al resto hasta dominarlos. Tal es el caso de los mexicanos antiguos que construyeron su imperio prácticamente desde menos que cero pues fueron esclavos apenas llegaron a donde fundarían la capital de su imperio y en menos de doscientos años eran amos y señores. Y, eso, si se sigue todo el procedimiento de crecimiento, de alianzas, de intrepidez, de valor y de la creación de un Estado religioso que controlaba todo con una élite noble bien organizada y que se forzaba asimismo a ser cada vez mejor, no puede ser otra cosa que la voluntad del poder.

Dígase lo que se diga no se puede negar la grandeza del pueblo mexica. Únicamente la falta de tiempo para consolidar su poder les impidió dar al mundo una muestra acabada de su superioridad a prueba de todo. La historia contada como esta de manera superficial para el gran público oculta la verdad. A los mexicanos los menos de mil españoles no los hubieran conquistado ni en sueños. Fatalmente no lograron la suficiente unidad por su falta de tacto para atraerse a la gran diversidad de súbditos ni supieron en su momento mantener la Triple Alianza y terminaron aplastados por el enorme peso de su grandeza que se convirtió en su mayor fuerza de enemigos.

Los mexicanos llegaron al Anáhuac, cuando ya estaba poblado pero asentaron sus reales pero en 1314 cayeron en esclavitud de los de Colhuocan, una verdadera desgracia pero lograron su libertad al ir a la guerra a favor de sus captores y de allí a la fundación de su ciudad capital; desde la fundación de México-Tenochtitlan, en 1325, el gobierno fue de un cuerpo colegiado de veinte pero en 1352, es electo como primer tlatoani Acamapichtli, aunque seguían siendo tributarios, ahora de los de Tlatelolco. El segundo tlatoani lo fue, Huitzilihuitl; el cuarto, Chimalpopoca, el siguiente, Izcoatl y ya para entonces, los mexicanos se habían desplegado todos su poder y pronto hicieron caer a Atzcapotzalco con Moctezuma el Joven a la cabeza, Ayaxacatl, fue el sexto tlatoani y el engrandecimiento y conquistas no cesaban; el séptimo de los gobernantes fue Tizoc, el octavo líder lo  fue Ahuitzol y por fin llegamos al noveno tlatoani Moctezuma II quien es el que estará gobernando a la llegada de los españoles y el inicio de una serie de alianzas que fueron desmamonando el imperio hasta dejarlos aliados y al punto para su derrota.  

Habían pasado justos 196 años desde la modesta fundación de México-Tenochtitlan, hasta su caída y el imperio abarcaba de costa a costa, por el poniente lindaba con el imperio tarasco y por el sureste llegaba hasta lo que hoy, es Guatemala. Un hecho increíble si se toma en cuenta la topografía, la diversidad de climas, los ríos, montañas y sin animales de carga que les permitieran el traslado de todo el avituallamiento necesario para las guerras de conquista. Esta por demás hablar de la nobleza de estos gobernantes pues ya ha sido suficientemente tratada pero esta voluntad de poder ha sido hasta ahora desestimada por historiadores y filósofos de todos lados; esto por puros prejuicios, por puro falso orgullo basado en la pureza de la “raza”. Pero ignoran que no hay razas sino la especie humana con sus diferencias únicamente secundarias.

En la nobleza mexica es creadora de valores propios y que imponen a los demás, valor a toda prueba, compromiso, modales refinados, forma de vida sana, limpia, en suma la “gran salud”, fuera de los valores decadentes del cristianismo que sobrevino después. En lugar de salvar a estos pueblos se les enfermó con cristianismo en grandes dosis. Después de conquistar cientos de pueblos y millones de personas en una cultura ascendente quedo todo trunco por un cumulo de circunstancias adversas e inevitablemente por la teología.

El último día antes de la caída de México-Tenochtitlan, Hernán Cortés declara que tiene bajo su mando a más o menos 175,000 que tienen sitiada a la ciudad. Los sitiados ya refugiados en Tlatelolco sin agua, sin comida, en solitario y ya sin las fuerzas suficientes para siquiera defenderse prefirieron tratar de que su tlatoani Cuauhtémoc huyera pero esto no fue posible y fue así como se cortó un gran futuro. 

No se trata de restarle un ápice de méritos ni a Cortes ni a ninguno de sus soldados hombres y mujeres que vinieron de ultramar a estas tierras pero tampoco se puede conceder crédito de manera acrítica a la historia oficial por determinista y equivoca. Se debe hacer una revisión de la historia no para cambiarla de manera caprichosa sino siguiendo los pasos de la creación del imperio mexica y el desarrollo del camino que hacen los llamados “conquistadores”, de los acuerdos, de los odios y rencores que suscitaban los mexicas entre sus vasallos y todos los hechos, catos y detalles que sucedieron durante la guerra.

No tengo duda de la valentía y el valor de aquella nobleza mexica que tenía para más una cultura enorme, sorprendente, un Derecho bien cimentado para su época, tanto para la guerra, para lo civil y lo penal. Quien se adentre en la historia de este pueblo no podrá menos que maravillarse de la forma tan ordenada de gobernar y para ello tenían un Derecho electoral colegiado digno de estudiarse. Todo gobernante debería mostrar que era digno de serlo y todos los grandes tlatoanis mexicas surgieron de las fuerzas de élite de los ejércitos, los guerreros águila e inmediatamente estaban un peldaño abajo los guerreros ocelote.

Los guerreros de élite estaban destinados exclusivamente a la guerra y tenían sus propias casas en los aposentos del tlatoani en turno siempre dispuestos a luchar hasta morir. El entrenamiento a que eran sometidos los guerreros era con mucho riguroso hasta la crueldad pero esto daba sus resultados. Tanto pobres como nobles eran entrenados bajo las más estrictas técnicas pero no únicamente aprendían el arte de la guerra sino medicina, ingeniería, astronomía, matemáticas, poesía y toda clase de artes.

Nietzsche no conoció esta parte de la historia de los mexicanos antiguos pero hubiera sido muy interesante que la hubiera conocido y dado su parecer al respecto. Bien, nuestro filosofo está muerto pero a mi parecer los antiguos mexicanos son merecedores de ser llamados un pueblo con la “Voluntad de Poder”, tal y como lo ha dejado escrito para otros pueblos. El día que el pueblo mexicano tome consciencia de su pasado glorioso y su devenir penoso quizá entonces podrá sentirse plenamente orgulloso de ser el legal y legítimo heredero de toda esa grandeza y recuperar esa fuerza descomunal y agregarle alegría a la vida. El pasado se debe sumar íntegramente no como nostalgia sino como una posibilidad de ser.