domingo, 16 de febrero de 2020

¿POR QUÉ GANARÁ EL CAMBIO POLÍTICO?



¿POR QUÉ GANARÁ EL CAMBIO POLÍTICO?

Los analistas nacionales, extranjeros, periodistas, comunicólogos y políticos de viejo cuño están ciegos y obstinados con volver al pasado; no hay tal, el viejo régimen político dio todo de sí; se agotó y quedó inservible. Imaginen lo disímbolas que son las circunstancias políticas, sociales, científicas, tecnológicas, económicas y artísticas entre el México de 1929 y el actual. Son totalmente diferentes; son el inicio y el fin de toda una época en los rubros ya señalados. La vida entre estos dos polos es tan opuesta en 180 grados. Incluso el México de 1984 con el actual sigue el mismo patrón. En los años 80s, el Partido Revolucionario Institucional, todavía vivía sus años dorados de control total en la política, la comunicación de todos los medios periodísticos y de televisión, la economía era controlada por el presidente en turno.

Pasamos de un Estado cerrado, totalitario bajo un régimen Presidencial, con un único partido de Estado a un Estado plurinominal en partidos, en pensamiento libre, con un Presidencialismo decadente, con una apertura irremediable. Imaginen como fue vivir bajo un régimen político que controlaba todos los medios de comunicación y a partir de ahí, construir la verdad oficial que distaba 180 grados de la verdad real. Hoy, sigue siendo confuso para los ciudadanos y población en general saber la verdad real pero sin duda alguna las redes sociales han roto esa construcción de la verdad oficial en muy bien medida.

Los jóvenes y las mujeres no van a ceder en sus pretensiones de libertad, de justicia, de igualdad aunque muchas veces no sepan encontrar los medios adecuados para exigir estos derechos. A diferencia de los ciudadanos durante el régimen Presidencial que eran totalmente pasivos; hoy, los ciudadanos han iniciado a ser activos y más si pertenecen a la juventud y al género femenino. Los viejos patrones conductuales en todos los ámbitos han caído en desuso y se han puesto en vigor nuevos valores; que no necesariamente tengan humanismo pero tampoco es un desastre como se quiere ver.

Estas nuevas generaciones ya no aceptaron la tradición política y decidieron cortar con el pasado de tajo y no darán marcha a tras hasta no terminar con la vieja política y crear una propia; buena o mala, eso ya se verá. Por lo pronto, los conservadores pueden ya despedirse para siempre del Presidencialismo, del partido único de Estado, de la cerrazón estatal, de la pasividad ciudadana. Claro, la población en todo momento está en riesgo de ser engañada, de ser controlada por mitos, de ser encaminada a su propio sacrificio en aras de intereses contrarios a los suyos.  

Ahora bien, el pueblo mexicano durante cientos de años se ha ido formando y transformando pero casi siempre ha estado bajo el poder personal de sus gobernantes y bajo el poder del partido único de Estado; es decir, no tiene la experiencia democrática sino de oídas y de una magra practica el uno de julio de dos mil dieciocho. Pero a pesar de todos estos peligros una buena parte del pueblo mexicano conoce por sí, por medio de la historia mexicana o de oídas las entrañas del viejo régimen político. En efecto, el descrédito en el que ha caído el PRI, es tal que, francamente no se ve como pueda, no ya volver a tener años dorados sino siquiera seguir existiendo. Perdida la fe en un régimen político, en una época no hay forma de volverla a ganar. Sin fe no hay futuro bueno para el PRI.

Ya venía un movimiento político desde los años 60s del siglo pasado y a pesar, de dársele el crédito debido terminó por imponerse al punto de ponerle fin al Presidencialismo. Claro, esto sin olvidarse de los factores externos, internos, materiales, psicológicos y de todo tipo. Las nuevas generaciones sienten la íntima necesidad de construir nuevas instituciones, un nuevo régimen político, económico, social, artístico; es decir, de vida que lo sientan suya y no ajena o prestada. Ante el ofrecimiento de la oposición; el pasado y formas nuevas, ganaran estas últimas pues el mexicano actual no puede ni quiere vivir en las ruinas del pasado. Sin tener en cuenta esto no se podrá construir un buen futuro.

sábado, 1 de febrero de 2020

MÉXICO: ¿PASADO O FUTURO?



MÉXICO: ¿PASADO O FUTURO?

La realidad tiene su propio ritmo sin importar lo que los seres humanos quieran. Con todo, la realidad nunca deja de cambiar aunque a simple vista no se pueda apreciar. En este sentido, siempre se debe hacer lo que hizo Julio César; querer el futuro; contrario a lo que hizo Alejandro Magno, buscar el pasado. Claro, los hechos que realizó el macedonio son extraordinarios pero su imperio duró muy poco después de su muerte; en cambio, el imperio romano tuvo una suerte totalmente contraria.

Esta es la razón por la cual no se deben prestar oídos y menos tomar partido a los priistas y panistas pues quieren el pasado, lo ido, lo inexistente como realidad y por tanto, inviable. No es que se debe dejarse llevar de manera mansa al futuro sino con la consciencia que es nuestra vida la que está en la escena pública y privada. Una sociedad que quiera un buen futuro debe ser consciente, crítica y con la acción política en las manos prestos a participar en cuando sea menester pues los políticos se corrompen a la primera; sin importar el discurso.

Ahora bien, el pasado que ofrecen los opositores al nuevo régimen en construcción es el pasado totalitarista, de corrupción, de mediocridad, de la vida de una élite política llena de lujo, todo esto, sin rendición de cuentas. Sin embargo, eso no es ya posible pues el cambio constante obliga a los seres humanos a no quedarse fuera de este cambio so pena de quedarse rezagados, anacrónicos y esto es negar la vida, negar el cambio, el futuro.

En efecto, el cambio aunque mínimo obliga a cambiar y cambiar positivamente, hacia el futuro, no negativamente, hacia el pasado. Y esa construcción positiva es evidente pues en realidad no podemos ir al pasado sino como una simulación, como una falsedad, una mentira conocida con apariencia de seguridad. El futuro en cambio siempre se presenta inquietante, inseguro y hasta aterrador pero ese siempre es el reto a que se enfrentan los humanos, construir en arenas movedizas.

El pueblo mexicano debe madurar mucho más de lo que lo ha hecho hasta ahora pues desde su independencia política ha ido perdiendo territorio gradualmente y siempre está entre dos aguas y no ha logrado hasta ahora salir de ese círculo vicioso de intentar el avance y volver a caer en otro régimen ausente de democracia, de legalidad general y positiva, de libertad y de auténtica identidad nacional. Estos y no otros son los retos del pueblo mexicano para poder forjar un régimen político y un Estado que le permita una vida digna en lo mínimo.

viernes, 31 de enero de 2020

RAZÓN DE LA EXISTENCIA DEL PARTIDO REVOLUCIONARIO INSTITUCIONAL


RAZÓN DE LA EXISTENCIA DEL PARTIDO REVOLUCIONARIO INSTITUCIONAL

El Partido Revolucionario Institucional (PRI), fue creado desde el poder y tenía como fin proporcionar políticos al gobierno en turno. El PRI fue un partido único de Estado porque aunque el Partido Acción Nacional fue creado en 1939, realmente no era más que una figura decorativa en la política. El nuevo régimen político emanado de la revolución de 1910, ya tenía en claro que las dictaduras personales como la de Porfirio Díaz, no tenían futuro. Se iba a crear un sistema político nuevo y hubo dos intentos anteriores. Primero fue creado, en 1929, el Partido Nacional Revolucionario (PNR); en 1938, se transformó en el Partido de la Revolución Mexicana (PRM) y finalmente, en 1946 quedó en definitiva como Partido Revolucionario Institucional (PRI).

En los tres casos ya mencionados existe la misma idea y fin de explotar los anhelos de los revolucionarios, de los ideales de la revolución, el nacionalismo mexicano y todo aquello que pudiera darle consistencia ideológica al partido. Y como partido político el PRI, se apropió del Estado mexicano en su totalidad y para ello creo tres grandes sectores (obrero, campesino y popular), en donde iba a parar a gran mayoría de los ciudadanos. Por si esto fuera poco, se crearon sindicatos de todo tipo, organizaciones campesinas, obreras, sindicatos, centrales obreras y aglutinó a todo tipo de líderes y caciques; en suma logró el control total del Estado mexicano. Los políticos priistas, sabían que tratar de imponer una dictadura personal era una idea descabellada e inviable. La solución que le dieron fue crear la dictadura de un partido único de Estado con apariencias de democracia, de legalidad general

Durante la hegemonía del PRI, según iban cambiando las circunstancias este también cambiada pero sin perder el control total del Estado y siempre explotando una revolución que cada vez era más lejana y los políticos se volvían cada vez más corruptos. Sistema político tal, con su blindaje en capas y más capas iba a durar décadas en perder el poder y tenían que pasar hechos exteriores para que se iniciara la caída de todo su andamiaje. Estos hechos fueron el producto de la llamada “Guerra Fría”, que da su primer golpe demoledor, al lograr los Estados Unidos de Norteamérica (USA), con la ayuda del Vaticano, la caída del Muro de Berlín (1989). El segundo hecho que dio paso al cambio mundial de paradigmas, lo fue la caída de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (1990-1991); esto dejaba el paso franco al Neoliberalismo. Adiós Estados patronales.

En México ya se estaba gestando el cambio económico de un Estado patronal a un Estado Neoliberal (1984-2020), pero sin duda alguna lo que aceleró el cambio de sistema económico en el mundo lo fueron los dos hechos ya narrados entre otros. Y, en México esto iba a calar hondo pues a la sazón el totalitarismo del PRI, se estaba merando en oleadas de luchas y vigencia de derechos políticos y ciudadanos, que iban mermando el totalitarismo hasta llegar al histórico 1988, cuando se crea un bloque de izquierdas encabezado por el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, entre muchos otros líderes de no menor importancia. A partir de esta fecha la oposición y la sociedad en su conjunto irían socavando el régimen político hasta cambiarlo de tajo.

En resumen, el Partido Revolucionario Institucional, logró institucionalizar los frutos de la revolución mexicana de 1910, y logró gobernar de manera totalitaria el Estado mexicano sin casi oposición pero, en un mundo siempre cambiante los golpes decisivos iban a provenir del extranjero al término de la “Guerra Fría”, la oposición incansable, la sociedad consciente e, increíble, los propios actos y hechos de los priistas lograron lo que parecía imposible, terminar con un régimen viejo, tan viejo como el que más.

De común se cree que la corrupción priista fue la gran carga que, que hundió al PRI, y no hay duda que, fue un factor importante pero; sin embargo, no fue el más importante pues hace 30, 24, 18, 12, 6 años y aun ahora, la corrupción es su sello distintivo pero el régimen priista cayó más por las privatizaciones, por la fragmentación del poder político y los hechos externos que por la corrupción.

Mientras más privatizaban las empresas estatales perdían votantes y trasladaban ese poder rector de la economía (artículos 25 y 28 constitucionales), a las trasnacionales y mientras más partidos políticos surgían el poder presidencial (base del régimen), se iba trasladando a las cúpulas de los diversos partidos. El Presidencialismo como base del poder político en el Estado mexicano, tenia contados sus días. Y, la fecha llegó, uno de julio de dos mil dieciocho y el átomo priista se partió y, gradualmente se ha ido fragmentando sin remedio y se puede predecir su fin.


El PRI nació desde el poder y tenía como fin nutrir políticamente al Estado mexicano con políticos disciplinados y plegados al presidente en turno. Pero ese totalitarismo se fue resquebrajando hasta su caída; ya sin el Estado totalitarista, sin Presidencialismo, sin estar en el poder político por lo menos de la mayoría en los tres niveles de gobierno, la razón de existir del PRI, se esfumó en la noche más negra y lo esperan las riveras de la historia. 

domingo, 19 de enero de 2020

¿POR QUÉ CANADÁ Y LOS ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMÉRICA SON MÁS PRÓSPEROS QUE MÉXICO?



¿POR QUÉ CANADÁ Y LOS ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMÉRICA SON MÁS PRÓSPEROS QUE MÉXICO?

Por lo general a esta pregunta se responde con prejuicios como la “raza”, y no desde el proceso gestativo con todos sus elementos o por lo menos los más importantes. Y, entonces estaremos en la capacidad de entender la realidad actual y prever el futuro en caso de seguir la tendencia de las tradiciones o cortar o intentar cortar los elementos que impiden que un Estado crezca.

Estamos en el siglo XVI, en la Europa medieval se gestaba una nueva forma de ser humano que rompería con las tradiciones de la Iglesia católica tradicional. Para ello era necesario que las instituciones de poder cayeran y cayeron. El poder político que hasta entonces mantenían los nobles se fue trasladando a los burgueses. El poder religioso tuvo su cisma con la reforma luterana que ocurrió en 1517 en Alemania y el poder papal perdió una buena parte de su poder.

Las ideas de la individualización estaban ya dadas con el avance de la educación, la invención de la imprenta por Johannes Gutenberg. Todo aquel que pudiera leer podía interpretar la Biblia y ya no era únicamente el Papa con su infabilidad el que lo podía hacer. En este mismo contexto, se planta Juan Calvino que, asegura que los seres humanos ya estaban predestinados por la divinidad para triunfar o para perderse. Esto tenía en zozobra a los seres humanos y en especial a los protestantes. La solución fue ingeniosa. Todo aquel que trabajara y triunfara podía tener ese existo como una señal de salvación; en caso, de no lograr éxito, se tenía la otra opción, la perdición. La Iglesia católica no aceptaba el cobro de intereses aunque si la venta de indulgencias a los ricos en especial. El calvinismo se opone a esto y permite el cobro de intereses.

Por su parte, la economía estaba sufriendo su propia revolución y de una economía de estricto consumo se comenzó a pasar a una economía dinámica que ofrecía más de lo estrictamente exclusivo para poder vivir. La acumulación burguesa de la riqueza se inició y ya no se podría parar sin profundizar y expandir. Pero Europa estaba en constantes luchas armadas y constantes convulsiones sociales; era necesario, que este nuevo ser humano heredero del nuevo sistema político-económico-social tuviera su propio escenario.

Lo que hoy, se conoce como continente Americano ya se había descubierto en 1492, y oleadas de europeos, encabezados por los españoles y portugueses, dirigían sus pasos hacia estas tierras y resultó que, españoles y portugueses se repartieron el continente con la intervención de Alejandro Sexto mediante el Tratado de Tordesillas, España, en 1494. Esto va a tener una importancia crucial pues tanto españoles como portugueses iban a tener la ventaja para colonizar el continente Americano.

La repartición del continente americano dejó poco campo de acción a los demás pueblos europeos; claro está, las oleadas de europeos no iban a parar y sucedió que, los ingleses formaron trece colonias en la costa este y fueron Massachusetts, Nuevo Hampshire, Rhode Island, Connecticut, Nueva York, Pensilvania, Nueva Jersey, Delaware, Maryland, Virginia, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Georgia; estaban bajo mando directo de Inglaterra pero en 1776 declararon su independencia.

La fundación de los Estados Unidos no está basada en el modelo democrático de Atenas sino de Esparta y Roma. Desde el inicio tenían claro que debían crear un Estado fuerte, dominador y, es evidente que esto iba a tener su proceso. Y, por primero de cuentas seguían llegando europeos que traían consigo la individualización ya avanzada, la ambición de crear una nueva vida en un Nuevo Mundo, la mayoría eran protestantes y traían la idea de que si iban a triunfar era por designio divino y, en caso de fracasar también. El mito del derecho divino iba a ser muy importante para la creación y grandeza de Los Estados Unidos de Norteamérica.

Por otra parte, a lo que hoy es México, llegaron españoles católicos tradicionalistas que traían las viejas instituciones medievales. Lo que les interesaba era obtener toda la riqueza posible e ignoraban y hasta despreciaban lo que estaba pasando hacia el norte. A contrario de los Estados Unidos de Norteamérica que, exterminaron hasta donde les fue posible a los diversos pueblos con su expansión hacia el oeste, en México, los españoles institucionalizaron la explotación de los pueblos originarios de los africanos traídos a estas tierras sin llegar al exterminio sistemático.

Se implantó el ejido como forma comunal de explotación de la tierra y sus recursos naturales y a la par de las instituciones traídas por los españoles la forma administrativa de gobierno de los pueblos conquistados siguió operando. Mientras en los Estados Unidos se iba depurando la democracia en la Nueva España, gobernaban reyes de una nobleza que vivía en Europa. Ya se puede ver claramente que, mientras en el norte se creaba un nuevo tipo de Estado con instituciones nuevas en lo político-económico y social, en lo que ahora es México, seguían imperando las viejas instituciones medievales que iban a cambiar lentamente en una marcha penosa desde la independencia el 21 de septiembre de 1821, 45 años después del vecino del norte. Gradualmente Los Estados Unidos de Norteamérica, se iban conformando, madurando y fortaleciendo hasta que, se hicieron de más de la mitad del Estado mexicano.  Había triunfado el nuevo ser humano dinámico con instituciones nuevas y dinámicas sobre el pueblo mexicano que no sabía definirse hacia el pasado; el gobierno de un emperador o una democracia.

La Independencia (1810-1821), la Guerra de Reforma (1858-1861), la Revolución (1910-1917) y la actualmente llamada Cuarta Transformación, no son más que los pasos lentos, penosos con largos interperiodos de pasividad que ha impedido la consolidación del Estado democrático, exento de ideales de imperialismo, de grandeza, de dinamismo, de un nuevo mexicano preparado para montar en la Híper-modernidad, con un órganos mal conformados, con instituciones ineficientes. En resumen, con un Estado obsoleto.

Los mexicanos no somos seres humanos inferiores a ningún pueblo, en potencia pero hemos estamos estado insertos en regímenes políticos llenos de dudas (1810-1857), uno dictatorial de manera personal (1876-1911) y el anterior régimen totalitarista surgido en 1910 hasta 2018 y recién intentamos implantar la democracia.

En lo económico ha pasado que únicamente una elite inserta en el partido oficial y único de Estado, podía tener éxito con exclusión de la mayoría que tiene que vivir fuera de las riquezas del Estado. Esto impacta en lo social pues las clases se mantienen rígidas sin apenas cambios y esto se puede ver a lo largo de nuestra historia.

Los mexicanos necesitamos dejar las viejas instituciones políticas, sociales y económicas y crear un nuevo tipo de mexicano, un nuevo Estado dinámico que sea capaz de enfrentar todos los obstáculos de todo tipo que impiden el desarrollo del mismo. La tarea no es fácil y no se ven los recursos humanos suficientes ni adecuados para semejante empresa pero no se debe dar marcha atrás. Los seres humanos encuentran soluciones insospechadas en los momentos más difíciles. Y, todo esto será un proceso largo y difícil.

martes, 7 de enero de 2020

DESGARRADOS



DESGARRADOS

Hemos oído hablar o hemos leído de como si se pone una rana en agua caliente esta salta inmediatamente pero si se le pone en agua a temperatura ambiente y gradualmente se va calentando, la rana se va “adaptando”, no reacciona, al final pierde el sentido y muere. Es desgarrador ver como se desarrolla este proceso con la rana. No obstante, esto se puede ver en la historia reciente del pueblo mexicano. El arte popular nos anunció con gran trompetería el cambio de gusto en el arte musical como un preámbulo a lo que después, (hoy, desde hace tiempo), padecemos, la delincuencia desatada y que desborda al gobierno en sus tres niveles. Y, esto sigue y sigue sin esperanza a corto plazo.

Es lamentable que nos pasara lo mismo que las ranas, no reaccionamos sino que nos volvimos insensibles y pasivos y nos fuimos “adaptando”, a la violencia que ha llegado a grados extremos. El Estado quedo en ese proceso enteco, débil al grao de no poder imponer orden. La vida de miles y miles de mujeres, niños y hombres sacrificados a la salvaje irracionalidad. Todas las muertes en estos ritos de sangre son de lamentar. Pero tal parece que nos hemos vuelto conformes con este “destino”. Las fuerzas no nos alcanzan para cambiar estos hechos cotidianos ni en forma personal, grupal o como Estado. Todos somos potenciales víctimas.

De todo esto, lo más trágico, es ver a los niños, jóvenes y madres desgarrados por una guerra mal planeada, mal llevada y con resultados desastrosos. Los responsables como siempre, justifican sus hechos, sus actos, crímenes y delitos cometidos. No hay responsabilidad menos culpabilidad.

No sirve que la mayoría del pueblo sea católico igual mata con amas bendecidas, no alcanzan las fiscalías ni los tribunales para frenar esta autodeterminación al salvajismo pues la civilización puede retroceder en algunos rubros. Y, en México, el valor por la vida está suspendido en grandes sectores porque no nos vamos como personas dignas de respeto, dignas de ser valoradas por el solo hecho de ser humanos. Hemos puesto muy por encima lo meramente material aunque esto nos aparte de ser humanos con valores éticos y morales. Todos los ciudadanos somos culpables sin más.

Tenemos todas las riquezas humanas, culturales pasadas y actuales, todas las riquezas, toda las riquezas de formas de ser tan diversas, tenemos riquezas materiales de todo tipo y nos tenemos a nosotros mismos como la mejor riqueza porque tenemos las posibilidades de ser cada día mejores pero escogemos lo peor de nosotros mismos y como consecuencia, sabemos que no somos dignos de fiar, somos monedas falsas, mercancías adulteradas porque no hemos tomado consciencia de nuestro pasado presente y futuro como seres humanos.

¿Cómo vamos a explicar este pensamiento deleznable actual y nuestro comportamiento delincuencial?. Que esto se puede salvar, sin duda alguna pero hace falta que el pueblo en su conjunto piense y actué como una orquesta en donde cada cual ejecuta su trabajo con toda precisión y fe en sí mismos, no como autómatas. En ello nos va el presente y el futuro y el futuro de las próximas generaciones. Las cosas y todo lo existente y lo que vale debe tener sentido en nosotros y no nosotros en las cosas.

No hay algo más desgarrador que ver madres desgarradas, mujeres desgarradas, niñas desgarradas porque al final, el género femenino es el que paga más todas nuestras atrocidades. Todo esto porque nos hemos vuelto fieras violentas e irracionales y en lugar de manos nos hemos puesto garras afiladas y prestas a desgarrar a los otros, al menor motivo. Hay mucho que pensar pero mucho más que hacer para bien. Tú, tú, aquel y yo, todos tenemos la solución y ésta es, estar sin garras, desgarrados en esta ausencia positiva y no desgarrados por los violentos. 


jueves, 2 de enero de 2020

EL PRESIDENCIALISMO COMO IDEA

EL PRESIDENCIALISMO COMO IDEA

El Presidencialismo mexicano no fue más que, el gobierno de un solo hombre en una república y donde se simulada la existencia de una “división de poderes”, y no era de los más común oír y ver a políticos, de pesos y contra pesos como si estos realmente existieran. Se hacían grandes debates sobre esta teoría y todos, en general llegaban a la conclusión de tener un régimen político democrático si bien con sus defectos pero que iba haciendo realidad los anhelos de la revolución de 1910.

Esta idea de la “división de poderes”, fue creada por Montesquieu y no tardó en ser adoptada en Europa y tan luego, México se hizo independiente políticamente de España, se deliberó sobre qué sistema de gobierno se debería adoptar; si el republicano o el monárquico, finalmente se escogió el primero. Los pensadores mexicanos en el siglo pasado escribieron obras sobre derecho constitucional analizando la teoría de Montesquieu mientras en la realidad se tenía el gobierno de un solo hombre; el presidente de la republica que encarnaba el órgano federal ejecutivo. Por un lado iba la teoría y por el otro la realidad pero se actuaba y se sigue actuando sin atender a la realidad sino a la simulación.

Los cambios recientes que llevaron a la caída del régimen presidencial mexicano no fueron espontáneos ni de un solo hombre ni siquiera exclusivamente internos sino todo un proceso que dio, precisamente esos resultados. Y, ese proceso no tiene otro objetivo que los mexicanos se vuelvan totalmente autónomos en todos los aspectos de la vida menos de la religión, del estado y del consumismo. Para ello fue menester que se reformaran las leyes secundarias para quitar las trabas que imponía el derecho agrario sobre los ejidos, el derecho laboral para quitarles a los trabajadores los derechos conquistados e imponer otra forma de relación entre patrones, trabajadores y Estado. La idea era dejar totalmente indefensos a estos dos sectores básicos y por consiguiente a los restantes para que, con sus mismas fuerzas y sin la intervención proteccionista del gobierno, los mexicanos se volvieran productivos y por ende, excelentes consumidores.

Ahora bien, el experimento todavía no es digerido por los mexicanos; claro, no se les ha explicado todo esto, es muy pronto para ver los resultados de estos cambios legislativos y reales. Se trata pues, de volver totalmente híper individuales a los mexicanos para poderlos explotar a placer tanto en el trabajo como en el consumo. En efecto, el plan está ya en marcha y no podrá ser detenido pues ni el Estado en su conjunto tiene las fuerzas necesarias para ello.

Volviendo al presidencialismo mexicano, el mismo ha muerto de muerte natural; simplemente ya no servía para lo que fue creado para mandar con un totalitarismo extremo que se asumiera como nacionalista, como revolucionario, como el rector de la economía bajo una misma política a como diera lugar. Esto tuvo su vigencia pero los tiempos cambiaron y se volvió obsoleto. Con todo, tantas décadas de práctica presidencialista terminó por dejar su impronta en el pueblo mexicano. Ven al presidente como el gran dador de bienestar o el origen del mal, según sea el partido al que se pertenezca o sin pertenecer a un partido se está a favor o en contra del actual presidente de la república.


La mayoría de los mexicanos desconocen el entramado del Neoliberalismo como también desconocen los objetivos de esa híper individualización pero se tendrá que pasar por esto sin duda alguna. El sistema económico no cambiará, el social muy poco y el político tendrá que luchar contra la realidad de aldea global pues la cerrazón es imposible. El presidente como el “Gran tlatoani”, como el origen de todo mal y todo bien debe cambiar para que, los ciudadanos puedan desarrollarse en el Neoliberalismo y hacerse responsables de sus vidas en un remake de “Sapere aude” del Iluminismo. El presidencialismo aún vive como idea. 


El Presidencialismo mexicano no fue más que, el gobierno de un solo hombre en una república y donde se simulada la existencia de una “división de poderes”, y no era de los más común oír y ver a políticos, de pesos y contra pesos como si estos realmente existieran. Se hacían grandes debates sobre esta teoría y todos, en general llegaban a la conclusión de tener un régimen político democrático si bien con sus defectos pero que iba haciendo realidad los anhelos de la revolución de 1910.

Esta idea de la “división de poderes”, fue creada por Montesquieu y no tardó en ser adoptada en Europa y tan luego, México se hizo independiente políticamente de España, se deliberó sobre qué sistema de gobierno se debería adoptar; si el republicano o el monárquico, finalmente se escogió el primero. Los pensadores mexicanos en el siglo pasado escribieron obras sobre derecho constitucional analizando la teoría de Montesquieu mientras en la realidad se tenía el gobierno de un solo hombre; el presidente de la república que encarnaba el órgano federal ejecutivo. Por un lado iba la teoría y por el otro la realidad pero se actuaba y se sigue actuando sin atender a la realidad sino a la simulación.

Los cambios recientes que llevaron a la caída del régimen presidencial mexicano no fueron espontáneos ni de un solo hombre ni siquiera exclusivamente internos sino todo un proceso que dio, precisamente esos resultados. Y, ese proceso no tiene otro objetivo que los mexicanos se vuelvan totalmente autónomos en todos los aspectos de la vida menos de la religión, del estado y del consumismo. Para ello fue menester que se reformaran las leyes secundarias para quitar las trabas que imponía el derecho agrario sobre los ejidos, el derecho laboral para quitarles a los trabajadores los derechos conquistados e imponer otra forma de relación entre patrones, trabajadores y Estado. La idea era dejar totalmente indefensos a estos dos sectores básicos y por consiguiente a los restantes para que, con sus mismas fuerzas y sin la intervención proteccionista del gobierno, los mexicanos se volvieran productivos y por ende, excelentes consumidores.

Ahora bien, el experimento todavía no es digerido por los mexicanos; claro, no se les ha explicado todo esto, es muy pronto para ver los resultados de estos cambios legislativos y reales. Se trata pues, de volver totalmente híper individuales a los mexicanos para poderlos explotar a placer tanto en el trabajo como en el consumo. En efecto, el plan está ya en marcha y no podrá ser detenido pues ni el Estado en su conjunto tiene las fuerzas necesarias para ello.

Volviendo al presidencialismo mexicano, el mismo ha muerto de muerte natural; simplemente ya no servía para lo que fue creado para mandar con un totalitarismo extremo que se asumiera como nacionalista, como revolucionario, como el rector de la economía bajo una misma política a como diera lugar. Esto tuvo su vigencia pero los tiempos cambiaron y se volvió obsoleto. Con todo, tantas décadas de práctica presidencialista terminó por dejar su impronta en el pueblo mexicano. Ven al presidente como el gran dador de bienestar o el origen del mal, según sea el partido al que se pertenezca o sin pertenecer a un partido se está a favor o en contra del actual presidente de la república.

La mayoría de los mexicanos desconocen el entramado del Neoliberalismo como también desconocen los objetivos de esa híper individualización pero se tendrá que pasar por esto sin duda alguna. El sistema económico no cambiará, el social muy poco y el político tendrá que luchar contra la realidad de aldea global pues la cerrazón es imposible. El presidente como el “Gran tlatoani”, como el origen de todo mal y todo bien debe cambiar para que, los ciudadanos puedan desarrollarse en el Neoliberalismo y hacerse responsables de sus vidas en un remake de “Sapere aude” del Iluminismo. El presidencialismo aún vive como idea.

martes, 31 de diciembre de 2019

FIN DE AÑO, AÑO NUEVO Y LAS TRADICIONES



FIN DE AÑO, AÑO NUEVO Y LAS TRADICIONES 

Las tradiciones son construcciones que hacen las sociedades y que se transforman muy poco con el paso del tiempo. Si se le pregunta a las personas porque se hacen determinados ritos, costumbres o conductas que se consideran valiosas seguramente no sabrá a plenitud la razón de cada una de esas tradiciones. Esto es así, porque sus orígenes se pierden en el tiempo y sus sentidos primigenios se van gradualmente gastando hasta quedar únicamente girones, vestigios a seguir de todo ello.

Por otra parte, las tradiciones dependen del sistema político, económico y religioso imperante. Esto se traduce en una dominación tan sutil que, los pueblos ni siquiera lo notan y aceptan felizmente tradiciones sin bases reales o francamente absurdas mientras los que dominan los ordeñan sin temor alguno. ¿Qué clase de vida está?, ¿qué clase de libertad se tiene?. Es sorprendente que la gran mayoría no cuestione sus tradiciones. Generación tras generación se va pasando sus tradiciones y es un cuento de nunca acabar.

La tradición de hacer una cena familiar o en grupo para comerse doce uvas en punto de las doce de la noche para tener suerte durante los doce meses del año, comprar ropa interior de determinado color para lograr amor o dinero, sacar las maletas y dar una vuelta a la cuadra esperando una año de viajes a lugares soñados o barrer la casa para sacar las malas vibras son solo algunos de los rituales que hace la gente. ¿Por qué lo hacen?. ¿Habrán comprobado que cada año todos estos rituales se cumplen con exactitud inevitable?. No, cada año es más o menos la misma cantaleta de dolor y sufrimiento la acumulación ilimitada de este sistema económico tiene a pocos con grandes riquezas y, a la mayoría viviendo al día.

El fin de año los más pobres festejan gastando lo que tienen para recibir al nuevo año en completa reparación por los excesos cometidos el día anterior. Las calles vacías y frías son muda prueba de ello. Todo está en quietud, en aparente santa paz. Sin embargo, pasado el día uno del año nuevo la realidad se impone y todos vuelven a su vida cotidiana de lucha extenuante por conseguir lo mínimo para salvar la tradicional cuesta de enero. Allá van hombres y mujeres a empeñar lo poco que tienen para salir del atolladero. El préstamo es menos abundante pero es otra salida. Los cuervos están a la caza de aquellos infortunados que caen en su garras delincuenciales. Mientras los grandes empresarios hacen un balance de los gananciales sin importarles otra cosa que hacer un céntimo más cada día y temporada.  Este es el fin e inicio de año que se repite una y otra vez.  

Si el público pudiera darle una mirada a la construcción de las tradiciones y, darse cuenta de cómo se les imponen para ser dominado quizá no le importaría mucho pues es feliz con los ritos conocidos, con los gestos, saludos y, costumbres pues en caso contrario se quedaría vacío y es preferible la muerte, la aniquilación a tener las manos vacías. En esto y no entra cosa esta fundada la dominación de unos por otros.

lunes, 30 de diciembre de 2019

LA NUEVA CLASE POLÍTICA EN MÉXICO



LA NUEVA CLASE POLÍTICA EN MÉXICO 

El viejo régimen político priista este en vías de extinción y esto no va a parar hasta que suceda. El pueblo mexicano, en buena medida, está ya en plena consciencia de tener que terminar con anterior sistema político y transitar hacia otro. Hay diversas razones pero lo importante es que, esta necesidad ha pasado de las condiciones reales a la psiquis popular. Es interesante ver que, incluso los mínimos ataques hacia el símbolo de este cambio, el presidente de la república son acallados, tanto en las redes sociales como en la realidad real (En contraposición a la virtual).

No tiene mucho sentido dialogar sobre la desaparición de lo viejo pues es evidente; eso no significa que se debe dejar de luchar por su plena erradicación sino que, a la par de hacer esto se debe dar prioridad a la creación de una clase política dinámica que logre una verdadera transformación. Para ello, hace falta que esta nueva clase política no se vuelva una clase parasita sin aportar al crecimiento del Estado mexicano. Es menester que estos nuevos políticos sean honestos (morales) y cumplan con la ley (legalistas), y en su caso se les aplique la ley en lo administrativo, civil y penal según sea el caso. No hay mejor método para mantener una clase política sana que la aplicación de la ley.  

Hay una ceguera general. Por un lado el oficialismo y sus seguidores sostienen la ideología de ir el Estado mexicano viento en popa. Por la otra, la oposición alega que todo es un desastre. No hay tal, ambas posiciones ocultan la realidad. Ni vamos tan bien como se dice ni vamos al desastre. La realidad es que, en momentos extraordinarios como el actual es imposible que todo se haga bien pues se debe construir sobre las ruinas políticas que van intrínsecamente ligadas a los social, lo económico, científico, filosófico, artístico y todo los demás componentes de la vida del pueblo mexicano que está inserto en el Estado.

Momentos de esta especie necesitan lideres extraordinarios para bien o para mal y el apoyo del pueblo, por lo menos el suficiente y en este momento esto existe. El problema es que, hay escasos líderes políticos que tengan a su disposición todos los recursos teóricos, los recursos materiales y los procedimientos a seguir. Esto se agrava si se ve que, por ejemplo los diputados y senadores del actual régimen, la mayoría son meros espectadores de esta Cuarta Transformación, simplemente son la leva necesaria para llenar los requisitos para ocupar los puestos pero no aportan en lo mínimo.

No hay una teoría sobre el nuevo régimen político como base del Estado mexicano. Todo son reformas de menor calado. No hay una reforma total, sistemática e integral que transforme el Estado como botín político, como una agencia de trabajo que coloque a los más ambiciosos y menos aptos en política a un Estado que sirva a los ciudadanos en su conjunto. Hay incluso servidores públicos tan lerdos en puestos claves que son una vergüenza mayúscula. Vamos, esto no es nuevo pero si se debería estar tratando por lo menos de solucionar pues existe esta posibilidad.

La posibilidad de formar políticos de buena hechura debería estar a cargo del Instituto de Formación Política del propio partido en el poder. Imaginen que hay políticos que no saben qué es la política e imaginan que es vivir del presupuesto una y otra vez hasta que mueran. Tampoco saben qué es la Constitución y mucho menos el significado sustantivo de los artículos que la componen y los procedimientos para hacer efectivos esos derechos y obligaciones. De este tamaño es la pobreza política en México.

Ahora bien, ese Instituto de Formación Política debe estar exento de formación ideológica, de adoctrinamiento que es todo lo contrario a lo científico. Se trata de crear, o formar políticos aptos para hacer política de altura y, evitar que se forme una clase política zángana al estilo de una monarquía con todas sus formas degeneradas y lujos sinsentido a costa del pueblo. El riesgo de volver a caer en manos de oportunistas está latente y los ciudadanos deben estar atentos para evitar tal corrupción.

Por el momento, ni el partido en el poder parece preocuparse y menos ocuparse por este rubro tan importante los ciudadanos han incidido en el mismo sentido con lo cual se abre la enorme posibilidad de seguir con políticos mediocres y ciudadanos pasivos. Dos ingredientes que se pagarán muy caro en el futuro.  



domingo, 15 de diciembre de 2019

EL MACHISMO



EL MACHISMO

El machismo no es más que un prejuicio, un dogma que hunde sus raíces en la Biblia, en el Génesis, al darle la teología chabacana, preponderancia a los hombres sobre todos los demás animales y en especial sobre las mujeres que, son un derivado. Del machismo no se pude esperar más que la barbarie y no precisamente es sinónimo de valentía desnuda de toda moral cristina. En el fondo los machistas no son más que sacristanes que actúan como autómatas furiosos que falsamente creen que, protegen su hombría cuando en realidad son peones del poder de la iglesia. El que es hombre es hombre y le tiene sin cuidado lo que los demás digan pero estos eunucos mentales echan espumarajos cuando sus adoctrinados cerebros captan un “peligro”.  

Antes que machos los hombres deben ser valientes, buenos padres, buenos hijos, buenos esposos, buenos ciudadanos ser verdaderos hombres con una amplitud de valores que hagan la vida de quienes los rodean, mejor. El machismo con su único valor “la hombría”, es plano, superfluo, artificial y finalmente nocivo para la vida. ¿Qué nos ha dado el machismo que no sean desgracias?. Del machismo no se pude estar orgulloso sino asqueado de por vida pues a mutilado a la vida misma, la hecho fantasear con excesos y ha creado pequeños monstruos pero que en multitud son un mal que ha infestado lo sano de la vida.

miércoles, 11 de diciembre de 2019

RESULTADOS EN LA TERCERA TRANSFORMACIÓN. 1910



RESULTADOS EN LA TERCERA TRANSFORMACIÓN

La lucha armada siempre es despiadada con algunas actitudes salvables. De la misma manera la lucha política es de cortesía en el mejor de los casos; es una lucha muchas veces sorda pero poco amable y llena de mentiras, con todo, este tipo forma central de hacerse del poder político ha sido tiene una larga tradición que poco ha variado pues laten las mismas pasiones de ira, de odio, de terrible bajeza humana y eso pasa hoy. La oposición ha quedado casi huérfana de poder público, de creencia popular, de dinero público y claro, esto no puede más que, permitir la explosión diaria de las actitudes más viles. Pero se trata de liberarse de las ideologías tanto oficial como de la oposición para tratar de encontrar la verdad.

Durante la revolución armada de 1910, que se le ha dado el nombre de “Tercera Transformación”, después de la caída de lo que ahora conocemos como Ciudad Juárez, los revolucionarios logran quitar al gran dictador; han pasado más o menos seis meses. Si nos sumamos a la postura de la actual oposición, hipotéticamente se le estaría pidiendo a los que ya gobiernan, empezando por Francisco I. Madero, resultados. Pero a Madero se le oponen los porfiristas y es sacrificado. La lucha intestina por el poder público continua ahora con Victoriano Huerta; éste es derrotado. Toma el poder como encargado del órgano ejecutivo federal Venustiano Carranza en 1914 y luego es presidente de 1917 a 1920 y termina asesina en Tlaxcalaltongo, Puebla. Le sigue Adolfo de la Huerta en el poder y hay varios que son interinos que no tienen mucha importancia, pero a partir de aquí, el poder se ira sucediendo a través de elecciones y siguen Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles, Emilio Portes Gil, Pascual Ortiz Rubio, Abelardo L. Rodríguez y es con Lázaro Cárdenas en que sus verdaderos frutos que, da resultados como los que pide la actual oposición. Han pasado 14 años. Claro, que todo esto se debe matizar y profundizar, pero eso nos llevaría un estudio titánico. Pero aquí se trata únicamente de dar pautas para comprender al comparar dos transiciones transformaciones.

Durante este periodo escabroso la lucha interna por el poder se va consolidando la transición hacia un nuevo régimen político pero las bases no existían pues precisamente había que crear uno nuevo. La economía estaba devastada, el empleo estaba en las mismas condiciones pues la destrucción y la muerte estaba en el ambiente se podía respirar y había que esperar mucho tiempo para reconstruir lo destruido y avanzar.

Por todo ello, no es dable, no es racional lo que pide la oposición, resultados y menos cuando esa misma oposición es la responsable de las lamentables circunstancias en que se encuentra el Estado mexicano. En consecuencia, hay que mantener la serenidad ante tanto griterío, tanta trompetería que anuncia la catástrofe pues ahora el Estado mexicano tiene muchas más herramientas de todo tipo para salir sino victorioso por lo menos avante.

Dejemos a los políticos seguir con su lucha irracional y con las practicas más sucias con tal de conseguir el poder a los gobernados corresponde trabajar, informarse e intervenir cuando haya menester como bomberos que tienen que apagar el fuego que intentan poner y diseminar por todos lados. Los ciudadanos si es que esto es cierto y, se pone en función deben mandar, imponer la dirección y, forma en que debe marchar el Estado mexicano; la política interna y, externa de ser y, no los políticos. Por lo pronto, que no cunda el terror pánico en que trata de meternos la oposición. ¿Va bien o va mal la actual administración?, eso que cada uno haga su propio análisis y de su propia conclusión serena.  

martes, 10 de diciembre de 2019

EL DERRUMBE INEVITABLE DEL VIEJO RÉGIMEN



EL DERRUMBE INEVITABLE DEL VIEJO RÉGIMEN

Puede parecer que todo conspira en contra del viejo régimen político para desaparecerlo; no hay tal, paso en estos momentos lo que pasa con todo, es transitorio. Todo fluye, diría Heráclito. Todo cambia, aunque nos parezca lo contrario. El régimen político priísta ha cumplido con su ciclo y su caída se gestaba desde sus entrañas y desde fuera a pesar de su aparente solidez. Hay factores externos diversos, así como factores internos tanto materiales, económicos, políticos, sociales, morales, jurídicos que terminaron por influir en las mentes de los mexicanos de manera definitiva. Antes que legal, el derrumbe del régimen fue moral; los grados de corrupción llegaron a límites insospechados e intolerables ya para el pueblo.

Los factores externos no fueron menos importantes. El cambio de modelo económico ordenado por el Fondo Monetario Internacional fue decisivo. El Estado mexicano era empresarial, tenía empresas de los más variado. Los empleados eran votos seguros pero la privatización fue desmontando capa tras capa de protecciones hasta dejar el corazón al descubierto, palpitante, pero al ser expuesto su suerte estaba echada. Y, no habría un mañana nunca más. La caída iba a ser inevitable y el retorno imposible. Son incipientes pero

Los factores de libertad y democracia sin visos de volver a la tiranía porfiriana o, al totalitarismo priísta. Las condiciones actuales son tan opuestas a las anteriores que es imposible que aquéllas regresen. Durante el porfirismo se vivía en una atmósfera política, económica y social que ahogaba cualquier intento de libertad y de democracia ya no se diga de legalidad justa. Durante el priísmo pasó lo mismo en otras circunstancias y fue menester que se acorazara el régimen manteniendo bajo control los tres grandes sectores de México: El obrero, el agrario y el popular. Una primera armadura lo fueron las organizaciones que controlaban a los campesinos como la Confederación Nacional Campesina (CNC) y todas las organizaciones similares; la siguiente defensa lo constituyeron los sindicatos obreros y la Confederación Nacional de Trabajadores (CTM) y por último el control sobre el sector popular en donde entraban todo el resto de mexicanos que no eran obreros o campesinos como los maestros y sus sindicatos.

Otra capa de la armadura lo fue la legalidad estaba diseñado el Derecho para proteger al partido único de Estado y no podía ser de otra manera pues tenía el control del Estado en su totalidad; gobernaba en los tres niveles de gobierno por completo. Todo era PRI. El nivel federal, el estatal y el municipal. No había rincón de México que no controlara este partido. No había dependencia gubernamental que no fuera priísta hasta el tuétano. Los Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación era un apéndice del órgano ejecutivo federal.

La “división de poderes (órganos)”, está en la Constitución General, pero era mera formalidad y lo que regía era el Presidencialismo. El presidente era el “Gran Elector” pues por sus manos pasaba la aprobación de gobernadores, presidentes municipales, diputados locales, diputados federales y senadores al congreso de la Unión y todos los funcionarios de su gabinete, así como los más importantes de la administración.

Las cosas no paran aquí con esa inmensa concentración de poder en el representante del órgano ejecutivo federal, sino que se creó un calendario basado en los ideales de la revolución mexicana de 1910, añadiendo todos los pasajes de la historia que fueran a modo para crear una ideología política que convocara a todos los mexicanos como la independencia, la no reelección, la batalla del 5 de mayo contra os franceses y todo lo que contribuyera al control social y se observaba puntualmente.

Todo esto se terminó, pero tanto los priístas como panistas se niegan a aceptar la realidad ignorando que esta no admite apelación alguna. Una buena parte del pueblo mexicano quiere transitar hacia la libertad, la democracia, la legalidad, la legitimidad y todo aquello que erradique las viejas prácticas de corrupción y su correlato mexicano, la impunidad. La tarea no es fácil ni de corto tiempo. Por tres razones fundamentales: El pasado de corrupción que aún no termina de extinguirse, la dificultad de la transición que tiene dos vertientes; una destructiva y una constructiva; la primera debe enfocarse en terminar con el antiguo régimen y la segunda, debe ser la construcción; la tercera razón es la medianía e inexperiencia en los funcionarios que han ocupado los diversos puestos políticos.

Con todo, los efectos de las desastrosas administraciones y la corrupción siguen y seguirán hasta que se extinga por completo el régimen político presidencialista. Esto es así porque este el anterior régimen ya no tiene asidero por ningún lado. Por el contrario, la noticia sobre la detención del Ex Secretario de Seguridad Nacional de México por graves acusaciones, se viene a sumar a las investigaciones y procesos que enfrentan funcionarios tanto del Partido Revolucionario Institucional como del Partido Acción Nacional.

El futuro del régimen anterior está sentenciado y han sido hallados responsables muchos funcionarios públicos pertenecientes a las tres administraciones anteriores que incluyen a los dos partidos (PRI y PAN). Esto no es lo único que los ha dejado tan entecos. Al perder el poder político se han quedado con las grandes sumas de dinero público que destinaban para hacer política y esto no es únicamente a nivel federal sino también estatal y municipal. Ambos partidos (PRI y PAN), no son partidos de masas ni de luchas. El primero nació del poder y para el poder con todos los recursos materiales, humanos y económicos para gobernar; el segundo, rápidamente adoptó el mismo régimen de corrupción y llegó al poder político con ayuda del PRI y por las campañas de terror que ambos partidos (PRI y PAN), lanzaron una y otra vez contra las izquierdas y, en fuego concentrado en contra de Andrés Manuel López Obrador hasta que esto decantó en un argumento poco creíble y hasta de risa. 

El PRI no hay duda que desaparecerá pues su régimen es ya obsoleto, han perdido a sus mejores ideólogos y líderes, a su militancia fundamental y los recursos materiales, humanos y económicos. Y, lo más fundamental la creencia, por parte de los ciudadanos en el partido. Sin fe no hay futuro.

Por su parte el PAN, debería ir al purgatorio y pagar todos sus pecados, reconstruir su partido, armarse con una nueva ideología y salir a caminar por las calles casa por casa para captar militantes para iniciar la lucha por el poder político. La situación en que ambos partidos están es verdaderamente difícil pero únicamente el PAN puede salvarse. Por lo demás hay que esperar los hechos para hacer historia y adivinar hacia donde nos dirige la realidad.

lunes, 18 de noviembre de 2019

VIDA Y DOGMA



 VIDA Y DOGMA


La falta de razonamiento profundo les corresponde a los conservadores pues la base de su vida es la religión, comúnmente católica que se basa en los dogmas desde el Génesis hasta el Apocalipsis y no hay forma de hacerlos entender. Y, no es porque los demás sean más inteligentes sino por un adiestramiento paternal y de toda la sociedad desde la infancia y un renunciamiento activo o pasivo después. Ha quedado anulada o desviada la capacidad intelectual y torcida la moral a grados irreparables.

Imaginen ¿qué sería de los seres humanos sin el suave y no tan suave pero firme adiestramiento en la religión desde la infancia?. Sería casi imposible engañarlos después. Pero a la gran mayoría se le somete a este método destructivo de la personalidad. De ahí, en adelante se negará la realidad y se amará hasta el sacrificio o los delitos más atroces esas ideas implantadas sin que los individuos siquiera los sospechen. Si en algún momento algún sujeto se llega a percatar de su situación será un momento atroz pero indescriptible.


domingo, 10 de noviembre de 2019

SOCIEDAD Y GOBIERNO EN MÉXICO



SOCIEDAD Y GOBIERNO EN MÉXICO 

El cambio de régimen político, decidido electoralmente, el 1 de julio de 2018, tuvo factores tanto externos como internos y de muy variados rubros; económicos, sociales, culturales, artísticos, políticos entre otros que moldearon la moral sobre la que se iba a crear el cambio. La base del cambio de régimen político se fraguo durante mucho tiempo, incluso, los gobernantes priístas sabían de la necesidad del cambio moral en el gobierno (Miguel de la Madrid Hurtado 01/12/82-30/11/88), que fue el que más énfasis puso en ello. Puede parecer un despropósito situar el cambio de régimen en muchos sexenios atrás y en la moral; sin embargo, esto es así, los cambios sociales, políticos y económicos se construyen durante mucho tiempo y están conectados formando una unidad, un todo. 

Ese todo que es la realidad para su estudio los seres humanos la descomponemos en parcialidades para su estudio y comprensión, pero de común se comete el fatal error de aislar las partes y se termina por no entender ni la parte y menos el todo. Esto pasa en política, se cree que lo político se rige exclusivamente por los hechos y actos políticos cuando esto no es así. El cambio de moral tantas veces buscada para mantener el régimen no se dio, sino que, se construyó una moral que terminaría derrumbando el Presidencialismo de una vez y para siempre. Las cúpulas priístas no quisieron o simplemente no pudieron parar su propia corrupción y fueron arrollados por el cambio.

La voluntad general o que es lo mismo la soberanía popular se manifestó en las elecciones del 1 de julio de 2018, pero como manifestación pasa lo extraordinario; esa voluntad sigue vigente, no se ha manifestado y retraído a su pasividad habitual; ha continuado activa; con ello, se está garantizando la vida y continuidad del cambio de régimen político-social y la desaparición de anterior, así como del Partido Revolucionario Institucional. Está claro que, los usos del discurso oficial respecto a los ideales revolucionarios podrán seguir en el calendario del gobierno, pero ya no son sentidos vigentes; es decir, propios del gobierno. Ahora bien, fueron los gobiernos priístas y panistas los que propiciaron el desuso de esta ideología oficial. Quiérase o no estos dos partidos son tan responsables del cambio como sus opuestos y se debe entender que, los movimientos de cambio no son claros, perfectos o ideales sino reales con todas sus virtudes y defectos de todo tipo.

Ha pasado que la sociedad civil ha sepultado al régimen priista en ejercicio de su voluntad soberana y esto es la mitad del trabajo pues es menester que, esa misma moralidad se extienda hacia la misma sociedad civil. Al gobierno le compete funcionar en la medida que lo marca la ley y, a los gobernados el cumplimiento de la ley, pero más aún, un comportamiento moral, tanto en lo privado como en lo público. Sin este requisito es imposible que se logre el propósito de salir de esta terrible crisis estatal.

La reconstrucción del Estado mexicano pasa por la reconstrucción del tejido social impidiendo que unos cuantos sigan acumulando de manera arbitraria, sin límites la riqueza pues eso genera pobreza en la misma proporción. En este hecho está basado el actual sistema económico-político-social; unos ganan legalmente grandes riquezas y la mayoría se le impide legalmente acceder a los servicios básicos. El resultado, el descontento social.

Uno de los medios para remediar este mal es la educación de calidad. Hasta ahora, el modelo educativo ha sido un desastre; en consecuencia, se crean técnicos y profesionistas que no tienen la calidad requerida para solucionar adecuadamente los problemas a los que se enfrentan. La consecuencia, la mediocridad en la técnica y las ciencias. Si los técnicos y, profesionistas no logran entender los problemas y en consecuencia, darles solución; el resto del pueblo seguirá la misma suerte, la ignorancia. Sin tener clara la realidad no se puede elegir lo mejor y sin esto, adiós buen futuro.

No es suficiente que, se cambie de régimen político y que el gobierno vaya saneando la corrupción desbocada sin que la sociedad en su conjunto tome consciencia de su ser y participación en la determinación del Estado mexicano. Para ello, es necesario que, la sociedad mexicana deje de ser pasiva y se torne activa con un mínimo de conocimiento de la realidad en su conjunto y en especial, de la política. En la medida en que, la sociedad participa en política, se evitan excesos por parte del gobierno, en caso, contrario, se le deja el camino a los corruptos.

En política democrática, no debe haber un divorcio entre el gobierno y la sociedad; sin el apoyo consciente de los ciudadanos se puede gobernar, pero no construir un Estado fuerte que someta a los grupos criminales y delictivos que existen como rivales del gobierno y superarlo si es posible.

En resumen, la reconstrucción del estado mexicano, debe hacerse con el buen gobierno y la participación consciente de la sociedad civil con base en las leyes jurídicas y las normas morales en una escala en que la vida, la solidaridad, el respeto a los otros, la preservación de la naturaleza, los minerales, las diversas especies de flora y fauna; en fin, de todo el planeta.

Antaño, la democracia se reducía a ir a votar para complementar la simulación democrática; hoy, es imperioso que los ciudadanos sean educados de manera integral para que se vuelvan activos en todos los ámbitos de la vida, pero fundamentalmente en lo público. Un nuevo tipo de mexicano es necesario y su creación está íntimamente ligada a la realidad de los Estados Unidos de Norteamérica.

miércoles, 6 de noviembre de 2019

LA REPÚBLICA MEXICANA Y SU CONSTRUCCIÓN DEMOCRÁTICA



LA REPÚBLICA MEXICANA Y SU CONSTRUCCIÓN DEMOCRÁTICA

Desde la independencia política de México, el pueblo mexicano o mejor dicho las clases políticas no tuvieron la visión clara de que tipo de Estado y de gobierno debería regir; los conservadores de todo tipo querían una monarquía y los liberales de todos los tipos se decantaban por una república; esta era por momentos centralista y en otras, federalista sin que una forma se impusiera, en definitiva. En todos los intentos de imponer un régimen democrático se ha fallado pues desde la independencia hubo gobiernos caóticos; el periodo de consolidación del Estado mexicano con Benito Juárez, no se pudo poner un dique al poder personal y el pueblo cayó bajo la dictadura de Porfirio Díaz y la revolución contra la dictadura personal de Díaz, dio paso a la dictadura del partido único de Estado.

Es bien sabido que el gobierno ha sido el campo de batalla de las ideas de los más grandes filósofos. Platón expone sus ideas en su obra “La República”, en donde sostiene que lo mejor y que termino siendo ideal, es que, gobiernen los más sabios o que los que gobiernen se vuelvan sabios, es decir, filósofos pues los más brutos en el gobierno impiden una sana convivencia entre los seres humanos. Aristóteles hace otro tanto en su obra “Política”, en la cual analiza las formas de gobierno y sus desviaciones. En este tiempo la política y la ética están de la mano.

Es hasta la aparición del libro que comúnmente se conoce como “El Príncipe” de Nicolás Maquiavelo que se separan la ética y la política. La obra es la más importante de su época y lo sigue siendo; espanta a los timoratos pues trata los temas desde el punto de vista meramente político sin tomar en cuenta los valores en aras de un gobierno fuerte, solido con el fin del orden y la forma puede ser monárquica o republicana, según la asiente a los pueblos. Pero si se proponen ideas políticas de orden es porque hay desorden y eso pasaba precisamente en la época en que vivió Maquiavelo.

José Ortega y Gasset, el gran filósofo español sigue todos estos pasos de Platón y llega a la conclusión de que, los políticos en general son ignorantes, pero se separa de las ideas del griego pues piensa acertadamente que, la materia de los políticos es el uso correcto del poder y no el saber, campo de los sabios. Entonces, el gobernante no debe ser un sabio (claro, tampoco un lerdo en grado sumo), sino un ser humano que sepa hacer uso del poder y en el caso mexicano en la democracia a la que ahora se puede transitar. Ese es el punto más importante que tienen las clases políticas contemporáneas.

Ahora bien, si se analiza el nuevo gobierno se llega a la conclusión de que no tiene un plan integral de reforma al régimen político que sea base del Estado mexicano con las características de ser una república democrática en donde el pueblo sea el único soberano como lo señala el artículo 39 constitucional y que es parte del pensamiento filosófico político de Juan Jacobo Rousseau. Este principio de soberanía ha sido escamoteado durante toda la historia del Estado mexicano pues el pueblo ha sido en general un comparsa de los gobernantes en turno.

En efecto, la soberanía popular ha sido fragmentada en el artículo 40 constitucional que mandata: “Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República representativa, democrática, laica y federal, compuesta por Estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior, y por la Ciudad de México, unidos en una federación establecida según los principios de esta ley fundamental”. Es evidente que, los políticos no tienen la mínima idea de que esto da pauta para que los gobernantes de los estados o de la Ciudad de México, se crean “soberanos” “virreyes” al tomar los términos “Estados libres y soberanos” para impedir que los órganos federales intervengan como vigilantes del buen gobierno pes alegan una vulneración de la soberanía del estado que gobiernan,

Por si esto no fuera un exceso contra la soberanía popular y el buen gobierno el artículo 41 constitucional señala: “El pueblo ejerce su soberanía por medio de los Poderes de la Unión, en los casos de la competencia de éstos, y por los de los Estados y la Ciudad de México, en lo que toca a sus regímenes interiores, en los términos respectivamente establecidos por la presente Constitución Federal y las particulares de cada Estado y de la Ciudad de México, las que en ningún caso podrán contravenir las estipulaciones del Pacto Federal”.  Indebidamente se llama Poderes a lo que son Órganos pues cualquiera que se precie de saber sobre Derecho constitucional, sabe perfectamente que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, está compuesta de la parte dogmática y la orgánica; así, en concordancia son órganos y no poderes el legislativo, el ejecutivo y el judicial y lo que tienen son facultades, funciones o atribuciones para ejecutar los mandatos que tienen pero no son soberanos y no son poderes sin funcionarios públicos que únicamente deben hacer lo que la ley les señala.

Para terminar de agravar no solo las ideas políticas sino dar al traste con el buen gobierno y evitar la corrupción total del Estado, el articulo 49 preceptúa: El Supremo Poder de la Federación se divide para su ejercicio en Legislativo, Ejecutivo y Judicial. Las ideas políticas de Montesquieu pues eso son las ideas que de filosofía política que se tratan en estos dos artículos constitucionales (41 y 49), no tienen malas intenciones pues nuestro pensador quería un gobierno eficiente y con los tan trillados “pesos y contra pesos” para evitar la corrupción y los excesos. Han sido las clases políticas mexicanas las que han logrado corromper dichas ideas y lograr apropiarse la soberanía popular como base de gobierno con exclusión del pueblo. La falta de pensadores de un nuevo modelo propio de régimen democrático como base del Estado mexicano se ha traducido en copiar y degenerar las ideas extranjeras para beneficio de grupo y de casta política divina.

Bien, esto es lo que el nuevo gobierno debería reformar para que el único y verdadero soberano, el pueblo, no vuelva a perder su soberanía, recién recobrada pero que se puede perder en cualquier momento. No se conoce un plan integral de reforma de todo el Estado para afianzar la democracia efectiva y evitar que los políticos corruptos vuelvan al poder público y se hagan únicos beneficiados directos de la cosa pública (Res publica).

Que la república sea bien constituida es problema y tarea de todos y parece que se construya como “centralista”, no es buena idea, aunque tenga la buena intención de limitar la corrupción y excesos de los gobernantes de las partes constitutivas de la federación. Seria si, muy bueno que haya un órgano o institución que fiscalice y vincule a los corruptos del nivel de gobierno que sea a juicio según sea su delito cuando existan los elementos puramente jurídicos con exclusión de lo político.

Finalmente, reitero que le trabajo es de todos pues lo público es general y los ciudadanos deben ejercer sus derechos políticos de manera activa y no de forma pasiva como hasta ahora. La práctica política de los ciudadanos elevaría la calidad tan magra de los políticos que siguen siendo sinónimo de ignorancia.