¿POR
QUÉ CANADÁ Y LOS ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMÉRICA SON MÁS PRÓSPEROS QUE MÉXICO?
Por lo general a esta pregunta se
responde con prejuicios como la “raza”, y no desde el proceso gestativo con
todos sus elementos o por lo menos los más importantes. Y, entonces estaremos
en la capacidad de entender la realidad actual y prever el futuro en caso de
seguir la tendencia de las tradiciones o cortar o intentar cortar los elementos
que impiden que un Estado crezca.
Estamos en el siglo XVI, en la Europa
medieval se gestaba una nueva forma de ser humano que rompería con las
tradiciones de la Iglesia católica tradicional. Para ello era necesario que las
instituciones de poder cayeran y cayeron. El poder político que hasta entonces mantenían
los nobles se fue trasladando a los burgueses. El poder religioso tuvo su cisma
con la reforma luterana que ocurrió en 1517 en Alemania y el poder papal perdió
una buena parte de su poder.
Las ideas de la individualización estaban
ya dadas con el avance de la educación, la invención de la imprenta por Johannes
Gutenberg. Todo aquel que pudiera leer podía interpretar la Biblia y ya no era únicamente
el Papa con su infabilidad el que lo podía hacer. En este mismo contexto, se planta
Juan Calvino que, asegura que los seres humanos ya estaban predestinados por la
divinidad para triunfar o para perderse. Esto tenía en zozobra a los seres
humanos y en especial a los protestantes. La solución fue ingeniosa. Todo aquel
que trabajara y triunfara podía tener ese existo como una señal de salvación;
en caso, de no lograr éxito, se tenía la otra opción, la perdición. La Iglesia católica
no aceptaba el cobro de intereses aunque si la venta de indulgencias a los ricos
en especial. El calvinismo se opone a esto y permite el cobro de intereses.
Por su parte, la economía estaba
sufriendo su propia revolución y de una economía de estricto consumo se comenzó
a pasar a una economía dinámica que ofrecía más de lo estrictamente exclusivo para
poder vivir. La acumulación burguesa de la riqueza se inició y ya no se podría parar
sin profundizar y expandir. Pero Europa estaba en constantes luchas armadas y
constantes convulsiones sociales; era necesario, que este nuevo ser humano
heredero del nuevo sistema político-económico-social tuviera su propio
escenario.
Lo que hoy, se conoce como continente
Americano ya se había descubierto en 1492, y oleadas de europeos, encabezados
por los españoles y portugueses, dirigían sus pasos hacia estas tierras y resultó
que, españoles y portugueses se repartieron el continente con la intervención de
Alejandro Sexto mediante el Tratado de Tordesillas, España, en 1494. Esto va a
tener una importancia crucial pues tanto españoles como portugueses iban a
tener la ventaja para colonizar el continente Americano.
La repartición del continente americano dejó
poco campo de acción a los demás pueblos europeos; claro está, las oleadas de europeos
no iban a parar y sucedió que, los ingleses formaron trece colonias en la costa
este y fueron Massachusetts, Nuevo Hampshire, Rhode Island, Connecticut, Nueva
York, Pensilvania, Nueva Jersey, Delaware, Maryland, Virginia, Carolina del Norte,
Carolina del Sur y Georgia; estaban bajo mando directo de Inglaterra pero en
1776 declararon su independencia.
La fundación de los Estados Unidos no está
basada en el modelo democrático de Atenas sino de Esparta y Roma. Desde el
inicio tenían claro que debían crear un Estado fuerte, dominador y, es evidente
que esto iba a tener su proceso. Y, por primero de cuentas seguían llegando
europeos que traían consigo la individualización ya avanzada, la ambición de
crear una nueva vida en un Nuevo Mundo, la mayoría eran protestantes y traían la
idea de que si iban a triunfar era por designio divino y, en caso de fracasar también.
El mito del derecho divino iba a ser muy importante para la creación y grandeza
de Los Estados Unidos de Norteamérica.
Por otra parte, a lo que hoy es México,
llegaron españoles católicos tradicionalistas que traían las viejas
instituciones medievales. Lo que les interesaba era obtener toda la riqueza
posible e ignoraban y hasta despreciaban lo que estaba pasando hacia el norte.
A contrario de los Estados Unidos de Norteamérica que, exterminaron hasta donde
les fue posible a los diversos pueblos con su expansión hacia el oeste, en México,
los españoles institucionalizaron la explotación de los pueblos originarios de
los africanos traídos a estas tierras sin llegar al exterminio sistemático.
Se implantó el ejido como forma comunal
de explotación de la tierra y sus recursos naturales y a la par de las
instituciones traídas por los españoles la forma administrativa de gobierno de
los pueblos conquistados siguió operando. Mientras en los Estados Unidos se iba
depurando la democracia en la Nueva España, gobernaban reyes de una nobleza que
vivía en Europa. Ya se puede ver claramente que, mientras en el norte se creaba
un nuevo tipo de Estado con instituciones nuevas en lo político-económico y
social, en lo que ahora es México, seguían imperando las viejas instituciones
medievales que iban a cambiar lentamente en una marcha penosa desde la
independencia el 21 de septiembre de 1821, 45 años después del vecino del
norte. Gradualmente Los Estados Unidos de Norteamérica, se iban conformando,
madurando y fortaleciendo hasta que, se hicieron de más de la mitad del Estado
mexicano. Había triunfado el nuevo ser
humano dinámico con instituciones nuevas y dinámicas sobre el pueblo mexicano
que no sabía definirse hacia el pasado; el gobierno de un emperador o una
democracia.
La Independencia (1810-1821), la Guerra
de Reforma (1858-1861), la Revolución (1910-1917) y la actualmente llamada
Cuarta Transformación, no son más que los pasos lentos, penosos con largos
interperiodos de pasividad que ha impedido la consolidación del Estado democrático,
exento de ideales de imperialismo, de grandeza, de dinamismo, de un nuevo
mexicano preparado para montar en la Híper-modernidad, con un órganos mal
conformados, con instituciones ineficientes. En resumen, con un Estado
obsoleto.
Los mexicanos no somos seres humanos inferiores
a ningún pueblo, en potencia pero hemos estamos estado insertos en regímenes políticos
llenos de dudas (1810-1857), uno dictatorial de manera personal (1876-1911) y
el anterior régimen totalitarista surgido en 1910 hasta 2018 y recién intentamos
implantar la democracia.
En lo económico ha pasado que únicamente
una elite inserta en el partido oficial y único de Estado, podía tener éxito con
exclusión de la mayoría que tiene que vivir fuera de las riquezas del Estado. Esto
impacta en lo social pues las clases se mantienen rígidas sin apenas cambios y
esto se puede ver a lo largo de nuestra historia.
Los mexicanos necesitamos dejar las
viejas instituciones políticas, sociales y económicas y crear un nuevo tipo de
mexicano, un nuevo Estado dinámico que sea capaz de enfrentar todos los obstáculos
de todo tipo que impiden el desarrollo del mismo. La tarea no es fácil y no se
ven los recursos humanos suficientes ni adecuados para semejante empresa pero
no se debe dar marcha atrás. Los seres humanos encuentran soluciones insospechadas
en los momentos más difíciles. Y, todo esto será un proceso largo y difícil.
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