viernes, 31 de enero de 2020

RAZÓN DE LA EXISTENCIA DEL PARTIDO REVOLUCIONARIO INSTITUCIONAL


RAZÓN DE LA EXISTENCIA DEL PARTIDO REVOLUCIONARIO INSTITUCIONAL

El Partido Revolucionario Institucional (PRI), fue creado desde el poder y tenía como fin proporcionar políticos al gobierno en turno. El PRI fue un partido único de Estado porque aunque el Partido Acción Nacional fue creado en 1939, realmente no era más que una figura decorativa en la política. El nuevo régimen político emanado de la revolución de 1910, ya tenía en claro que las dictaduras personales como la de Porfirio Díaz, no tenían futuro. Se iba a crear un sistema político nuevo y hubo dos intentos anteriores. Primero fue creado, en 1929, el Partido Nacional Revolucionario (PNR); en 1938, se transformó en el Partido de la Revolución Mexicana (PRM) y finalmente, en 1946 quedó en definitiva como Partido Revolucionario Institucional (PRI).

En los tres casos ya mencionados existe la misma idea y fin de explotar los anhelos de los revolucionarios, de los ideales de la revolución, el nacionalismo mexicano y todo aquello que pudiera darle consistencia ideológica al partido. Y como partido político el PRI, se apropió del Estado mexicano en su totalidad y para ello creo tres grandes sectores (obrero, campesino y popular), en donde iba a parar a gran mayoría de los ciudadanos. Por si esto fuera poco, se crearon sindicatos de todo tipo, organizaciones campesinas, obreras, sindicatos, centrales obreras y aglutinó a todo tipo de líderes y caciques; en suma logró el control total del Estado mexicano. Los políticos priistas, sabían que tratar de imponer una dictadura personal era una idea descabellada e inviable. La solución que le dieron fue crear la dictadura de un partido único de Estado con apariencias de democracia, de legalidad general

Durante la hegemonía del PRI, según iban cambiando las circunstancias este también cambiada pero sin perder el control total del Estado y siempre explotando una revolución que cada vez era más lejana y los políticos se volvían cada vez más corruptos. Sistema político tal, con su blindaje en capas y más capas iba a durar décadas en perder el poder y tenían que pasar hechos exteriores para que se iniciara la caída de todo su andamiaje. Estos hechos fueron el producto de la llamada “Guerra Fría”, que da su primer golpe demoledor, al lograr los Estados Unidos de Norteamérica (USA), con la ayuda del Vaticano, la caída del Muro de Berlín (1989). El segundo hecho que dio paso al cambio mundial de paradigmas, lo fue la caída de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (1990-1991); esto dejaba el paso franco al Neoliberalismo. Adiós Estados patronales.

En México ya se estaba gestando el cambio económico de un Estado patronal a un Estado Neoliberal (1984-2020), pero sin duda alguna lo que aceleró el cambio de sistema económico en el mundo lo fueron los dos hechos ya narrados entre otros. Y, en México esto iba a calar hondo pues a la sazón el totalitarismo del PRI, se estaba merando en oleadas de luchas y vigencia de derechos políticos y ciudadanos, que iban mermando el totalitarismo hasta llegar al histórico 1988, cuando se crea un bloque de izquierdas encabezado por el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, entre muchos otros líderes de no menor importancia. A partir de esta fecha la oposición y la sociedad en su conjunto irían socavando el régimen político hasta cambiarlo de tajo.

En resumen, el Partido Revolucionario Institucional, logró institucionalizar los frutos de la revolución mexicana de 1910, y logró gobernar de manera totalitaria el Estado mexicano sin casi oposición pero, en un mundo siempre cambiante los golpes decisivos iban a provenir del extranjero al término de la “Guerra Fría”, la oposición incansable, la sociedad consciente e, increíble, los propios actos y hechos de los priistas lograron lo que parecía imposible, terminar con un régimen viejo, tan viejo como el que más.

De común se cree que la corrupción priista fue la gran carga que, que hundió al PRI, y no hay duda que, fue un factor importante pero; sin embargo, no fue el más importante pues hace 30, 24, 18, 12, 6 años y aun ahora, la corrupción es su sello distintivo pero el régimen priista cayó más por las privatizaciones, por la fragmentación del poder político y los hechos externos que por la corrupción.

Mientras más privatizaban las empresas estatales perdían votantes y trasladaban ese poder rector de la economía (artículos 25 y 28 constitucionales), a las trasnacionales y mientras más partidos políticos surgían el poder presidencial (base del régimen), se iba trasladando a las cúpulas de los diversos partidos. El Presidencialismo como base del poder político en el Estado mexicano, tenia contados sus días. Y, la fecha llegó, uno de julio de dos mil dieciocho y el átomo priista se partió y, gradualmente se ha ido fragmentando sin remedio y se puede predecir su fin.


El PRI nació desde el poder y tenía como fin nutrir políticamente al Estado mexicano con políticos disciplinados y plegados al presidente en turno. Pero ese totalitarismo se fue resquebrajando hasta su caída; ya sin el Estado totalitarista, sin Presidencialismo, sin estar en el poder político por lo menos de la mayoría en los tres niveles de gobierno, la razón de existir del PRI, se esfumó en la noche más negra y lo esperan las riveras de la historia. 

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