sábado, 25 de agosto de 2018

EL DESTINO DEL PARTIDO REVOLUCIONARIO INSTITUCIONAL




Imaginen el escenario, las circunstancias después de la revolución. Se deberían cosechar los frutos de la lucha revolucionaria. Se había iniciado el fin de la dictadura de Porfirio Díaz y era menester pasar del caos y la ruina al orden y progreso, si es que eso era posible y hasta donde fuera posible. Ya no era posible la dictadura personal pero se iba a crear la dictadura de un partido único de Estado. Y, así nació el Partido Revolucionario Institucional, después de dos intentos preparatorios, el Partido Nacional Revolucionario y el Partido de la Revolución Mexicana. Se nota inmediatamente que la idea de explotar el contenido de la revolución está presente y, eso harán los priistas durante las siguientes décadas.

Las preguntas son ¿cuál será el destino del PRI?, ¿es posible que vuelva a gobernar el Estado mexicano?. Responder estas preguntas no es difícil si se sigue su historia, sus bases. La naturaleza de este partido es ser totalitario, no admite división, es una unidad artificial pero unidad al fin. Toda la sociedad está considerada como parte de este partido, el partido es el pueblo entero. El sector obrero aglutinaba, en general, a todos los obreros mexicanos; el sector agrario a todos los campesinos y el sector popular a el resto del pueblo. Para asegurar la unidad, el totalitarismo artificial había todo un mecanismo de líderes obreros, campesinos, caciques, que encabezaban sindicatos que aseguraban la lealtad hacia el partido oficial.

Si la unidad estaba en peligro mínimo estaba el sistema jurídico como protección al sistema político, si esto no bastaba la fuerza del Estado en toda una gama de formas ponía a los disidentes fuera de combate. La cárcel, el terror, la represión eran las formas de respuesta del gobierno. No había más que caminar de acuerdo al sistema totalitario. No se podía pensar diferente, actuar diferente y hasta la música era una especie de pecado suficiente para ser marginado. México era un estado cerrado. Si el sistema era una dictadura totalitarista, su antídoto lo será la diversidad, la libertad, la justicia, la democracia y el republicanismo.

El tiempo da el soporte a lo indicado en las últimas líneas y ya es historia la caída del PRI. Hoy, es la quinta fuerza política en la cámara de diputados al Congreso de la Unión. Los priistas están en zozobra y no acaban de asimilar su derrota. Es evidente que no quieren dejar que se termine ese partido pues la política ha sido el negocio más productivo en México. Con únicamente saber leer y escribir y unos cuantos requisitos se puede obtener casi cualquier puesto, incluso el de presidente sin ninguna responsabilidad y bien pensionados.

Ahora bien, el priismo tenía su fundamento en sostener la presidencia de la republica a través del gobernante en turno, quien tenía el poder en los tres ámbitos más importantes, el político, el judicial y el económico. Tenía el poder de designara los senadores y diputados al Congreso de la Unión, a todo su gabinete, a todos los gobernadores, diputados locales, al regente del entonces Distrito Federal, presidentes municipales más importantes y todos le debían el puesto.

En lo judicial, designaba a los Ministros de la Suprema Corte de la Nación, quienes le eran leales en sus decisiones jurídicas. No había y aun hoy no hay independencia de este órgano para impartir justicia y, si esto pasaba con el máximo tribunal de control constitucional, en los estados la cosa no iba de otra manera, aun hoy, los órganos de justicia son un apéndice de los gobernantes en turno.

En la economía, el presidente de la república, era el gran administrador de todas y cada una de las empresas públicas y tenía la rectoría de la economía; los monopolios eran del Estado. Pero esto se acabó. Ninguna de estas facultades está ya en el presidente en turno aunque parezca lo contrario con el nuevo presidente electo.

En efecto, el poder político está ya en diversos partidos que aunque disminuidos no pueden ser desaparecidos por decreto. El poder económico lo tienen ahora las grandes trasnacionales y los monopolios ya no son públicos sino privados. Y, la Suprema Corte da ya sus primeros pasos hacia la independencia de acción, de decisión.

El PRI al perder la presidencia de la república y casi todo el poder político termino por perder el acceso al dinero y los recursos materiales para poder comprar voluntades en el ámbito electoral. Sin esto este partido está acabado pues no sabe hacer política democrática. Los ríos de dinero que podían desviar, los programas que podían usar, se han terminado o casi.

Imaginen a los priistas haciendo verdadera política entre el pueblo que antes tenía sometido; no pueden esperar más que el rechazo general. No le sirven más los tres sectores, los sindicatos ya le son inútiles. Toda su estructura política en el gobierno será desmontada y no quedara más que el mal recuerdo del otrora partido único de Estado. La fiesta continua terminó. La corrupción se les terminó.

El Presidencialismo ha muerto y al PRI seguirá el mismo destino, esta era su base principal y si la misma no tiene buen futuro. El desprestigio y la perdida de vigencia del Presidencialismo son el tiro de gracia para el partido. A lo más que puede aspirar el PRI es ser un partido ordinario que jamás regresara al poder presidencial; por el contrario, su crisis se profundizara conforme se conforme un nuevo régimen político.

En el imaginario social el PRI ya no tiene cabida como no tiene cabida el Presidencialismo y su unidad artificial, su totalitarismo represor, el uso de la fuerza del Estado para mantener el régimen político. La ideología camaleónica del PRI que tanto le fue útil ahora es una pesada carga. En la hora de las definiciones no se pueden ahora definir. Todo el régimen priista se ha resquebrajado, todo se ha perdido sin remedio. La transformación democrática es imposible es tanto como pedir que un carnívoro se torne herbívoro por completo. No hay ni las ideas, ni el tiempo ni los medios y mucho menos la firme intención.

La idea de la revolución ya no puede ser explotada por el PRI pues precisamente han hecho una contrarrevolución al privatizar todo lo público. Todos los ritos políticos son ya vacíos, el discurso oficial a enmudecido para no volverse a oír porque ya únicamente los románticos del pasado anhelan el canto de las sirenas. Bien se puede parafrasear a Marx y Engels: “Un fantasma recorre México: el fantasma del priismo. Todas las fuerzas de su viejo pasado y de sus acciones presentes se han unido en santa cruzada contra ese fantasma”.

jueves, 23 de agosto de 2018

LAS GRANDES TRANSFORMACIONES Y SUS EXPECTATIVAS





El plan ideario político de la revolución francesa lo fue todo el Iluminismo; el ideario político de la revolución rusa lo fue el marxismo; las transformaciones o revoluciones mejor dicho, en México, no han tenido idearios políticos sólidos y quizá únicamente la segunda Transformación, la Reforma haya tenido un plan concebido por el grupo político más importante que haya habido en toda la historia de México y que lo fue el que rodeo a Benito Juárez, el grupo masón que pudo triunfar.

Si se ve la revolución de independencia Miguel Hidalgo y costilla con toda su educación y visión, tiene excesos y desatinos que son horribles como la matanza de españoles hombres, mujeres y niños. Al final de la guerra fratricida pues no se peleó mayormente contra un ejército español sino mexicanos contra mexicanos; los que querían la independencia y los que la evitaban, los revolucionarios estaban en desventaja y únicamente la alianza entre Vicente Guerrero y Agustín de Iturbide; la creación del ejercito trigarante con el segundo de los nombrados como su jefe pudo, once años después (1810-1821), al fin lograr la independencia.

Si se estudia la Segunda Trasformación es una guerra interna, mexicanos liberales contra mexicanos conservadores queriendo imponer cada grupo su forma de gobierno y gano el primero grupo. En su ideario político surgido de los anhelos de los liberales y plasmados en la Constitución General de 1857, se ven inmediatamente sus grandes aspiraciones de libertad, de legalidad, de progreso que quedaron sin alcanzarse pero sí que terminaron con los fueros militares y sacerdotales; es decir, con las formas virreinales de política y de vida.

La revolución mexicana de 1910, no tuvo plan político, simplemente fue el hartazgo, de los excesos del gobierno de Porfirio Díaz, de la pobreza extrema, la falta de libertad y la falta de legalidad; del “Mátalos en caliente” y el propio Díaz, estaba ya en franca decadencia; el régimen no tenía asidero. Ahora bien, después se desato la guerra intestina nuevamente por el poder político. No había ni unidad de ideas ni ideológica ni política. El plan los hacen los sobrevivientes de ese matadero y hasta el tercer intento se logra crear el Partido Revolucionario Institucional que al final nos legó miseria, represión, corrupción e impunidad y eso es lo que se debe cambiar.

El deseo de cambio debió madurar para desembocar en las votaciones contra el régimen priista. El cambio se alimentó desde fuera como desde dentro. Desde que el Fondo Monetario Internacional impuso el Neoliberalismo se inicia la pérdida del poder económico que tenía el presidente en turno, siendo el que tenía la dirección y manejo de la rectoría de la economía; este rubro económico influyó detrimento del monopolio político que tenía el PRI y se iniciaron reformas políticas en la Constitución General que iban al final dando sepultura al régimen político.

Hace treinta años los priistas eran igual de corruptos pero su desgaste fue gradual y no se podía derrumbar el régimen político sino hasta que el Presidencialismo perdiera sus dos pilares, el monopolio político y el económico y esto ocurrió con cada reforma política y con cada privatización hasta que llegó el momento oportuno y, el presidente por mas lerdo que es, supo que no había futuro para el priismo sino el acabose.

Claro que el entusiasmo de propios y extraños es muy alto. No es usual que priistas, panistas, perredistas y los ciudadanos comunes tengan la misma sintonía y hayan trabajado juntos y votado para que se diera fin a esta forma de gobierno ya vacía, sin sentido. El Presidencialismo había muerto.  Ha llegado la hora de poner manos a la obra pero el Estado es un desastre y al parecer no hay plan concreto sino como antes principios de legalidad, de progreso, de libertad, de democracia que no se sabe bien a bien como alcanzar.

La empresa no es menor, las ideas poco claras y los medios inadecuados. Eso no debería extrañar y, los cambios se debería saber son a largo plazo. Los gobernados quisieran que la realidad cambiara positivamente con la sola toma de posesión del nuevo gobierno pero eso no pasará; hay en medio del desastre del Estado, enemigos políticos que, aunque disminuidos serán obstáculo para el gobierno. Hay elementos extranjeros e internos que se deben tomar en cuenta porque esos intereses se opondrán a ser limitados o disminuidos. La realidad como siempre se impondrá sin que apelación alguna valga.

No únicamente el nuevo gobierno debe actuar para lograr la transformación hasta donde realmente se pueda sino que la sociedad civil, los ciudadanos deben aportar lo mejor que tenga y, los ciudadanos tienen sus limitaciones muy graves también. La parte educada del pueblo mexicano es igual un desastre. Hay pocos que realmente piensen diferente ideas novedosas y viables.  En las Universidades se enseña una educación magra y solo los que se esfuerzan por si mismos pueden encontrar el camino del saber autentico; los demás son una carga de ineptitud.

Un Estado se le puede dar la puntilla en un sexenio pero no construir en el mismo tiempo. Esto se clarifica si se tiene en cuenta que ninguno de los que forman el grupo de los que serán parte del gabinete son jóvenes con ideas nuevas y que, por lo tanto carecen de las mismas y prueba de ello es que ninguno ha dicho que tipo de régimen se construirá y como se logrará, teniendo en cuenta los pros y los contras. Hay mucho entusiasmo y ocurrencias pero no un plan sólido y concreto.  

Ahora bien, por lo menos este nuevo gobierno ya en ejercicio se debe serenar y sentar por lo menos las bases de un régimen político que resista los embates de la realidad, de la crítica periodística, de la crítica popular y las pruebas del extranjero que son inevitables. Le corresponderá a otras generaciones y, a otros gobiernos madurar el nuevo régimen político, el económico y social. Es imposible que se logren de un tirón todos los rubros que ahora están en ruinas. En efecto, esperar que todo se solucione en un día, en un año o en un sexenio es descabellado y más si se toma en cuenta el factor humano.

martes, 21 de agosto de 2018

FILOSOFIAAZTECA: ENSAYOS FILOSÓFICOS Y JURÍDICOS: LA TRANSICIÓN Y SUS ALCANCES

FILOSOFIAAZTECA: ENSAYOS FILOSÓFICOS Y JURÍDICOS: LA TRANSICIÓN Y SUS ALCANCES: Todo ideario tiene sus límites aunque tenga buenas intenciones o fines pues carece del elemento más importante de su desarrollo, la ...

LA TRANSICIÓN Y SUS ALCANCES




Todo ideario tiene sus límites aunque tenga buenas intenciones o fines pues carece del elemento más importante de su desarrollo, la realidad dinámica en la que se va aplicar. Si cada uno imaginamos nuestros sueños o idearios de querer ser en la vida pronto caerá en la cuenta que tal como se ha desarrollado la vida es muy distinto a lo planeado. Muchos factores influyen para ello, muchas circunstancias derivan nuestra vida en direcciones no planeadas y no hay más que tomar una decisión en cada momento y eso va construyendo nuestra vida, bien o mal pero inexorablemente.

El Presidencialismo se vació de todo su contenido y vino a parar en un fracaso verdaderamente estruendoso. Enrique  Peña Nieto y la legión de priistas nunca imaginaron el actual escenario. Por doquier que miran un desastre sin que puedan dar crédito de lo que ven. Se fue su régimen y nunca volverá; de eso pueden estar seguros. Ahora bien, no obstante, el triunfo del nuevo gobierno no está asegurado y no lo está por la simple y sencilla razón de no haber siquiera tomado protesta del cargo. En efecto, la verdadera prueba de fuego no lo fue ganar las elecciones sino crear un nuevo régimen y apuntalarlo para que pueda realmente transitar la nación mexicana hacia la democracia plena.

Es decir, lo difícil esta pronto por venir y será batallar contra la realidad llena de intereses políticos pues el Partido Revolucionario Institucional no está acabado y los demás pronto se volverán a rehacer pues las ambiciones lo pueden todo en política. Los intereses de los empresarios no son menores y, aunque la nación en buena medida influye no se puede estar en continuo conflicto. Los gobernadores, todos son un problema a resolver; los ajenos a Morena por obvias razones no quieren dejar la corrupción, los propios pueden caer en excesos. Todos los nuevos gobernantes corren la misma suerte. Los legisladores no son nuevos sino reciclados y los verdaderamente nuevos van con mucho ánimo pero desnudos en ideas y cual inexpertos escolapios a la academia.

Por su parte los votantes se irán a sus vidas ordinarias pues el trabajo los reclama, las necesidades familiares los limitan no son políticos ordinarios sino extraordinarios que se licencian tan luego han cumplido con su parte mínima. Pero no hay necesidad de que todos estemos en pie de guerra sino únicamente los necesarios y me parece que los va a haber. Ojala estén los más calificados, tanto en ideas sobre el Estado como los que aplicaran esas ideas. Contemplación y acción.  

Existen además, los intereses de los sindicatos que no es menor si se miran como ejemplos como el de Pemex y el del magisterio que han dado mayores problemas que soluciones a la vida nacional y los problemas no se terminan sino que los dejo anunciados pero la lista es larga de acometer para que el nuevo gobierno tenga éxito pues no solo tiene el problema de gobernar sino de construir un nuevo régimen. El problema es mayor y ya se verá el tamaño.

En cuanto a los intereses externos están las de las grandes trasnacionales aún más que las de los gobiernos pues no quedan dudas que estas han superado en poder a los gobiernos nacionales porque su dinámica es mucha más que la de los gobiernos; esto se debe a que la materia de estos es la política y la de las trasnacionales lo económico que llega a los bienes y servicios más básicos de la vida de los pueblos. A eso llegamos con el Neoliberalismo, el debilitamiento de los Estados nacionales y el imperio de las trasnacionales. Este es el tamaño de problema con la que se enfrentará el nuevo gobierno y el camino que ha de recorrer ya está señalado y sembrado de minas y todos tipo de obstáculos y trampas por el anterior régimen que ha venido operando durante por lo menos 36 años.

Mi intención no es desanimar a persona alguna sino únicamente de advertir un poco el problema en su conjunto pues sin duda alguna nos ha tocado vivir estos momentos extraordinarios del fin de un régimen y el inicio de uno nuevo. No se vaya a creer que el nuevo se va a construir en un tiempo record y sin mayores tropiezos. Que deberán ser salvados. No hay de otra y para eso hace falta el ánimo y acción extraordinarios trabajando juntos y de manera incansable.

Desde la independencia los deseos y planes han sido desmedidos pero irrealizables de manera plena, incluso por momentos todo apuntaba que derivaría en desastre pero a pesar de todo se lograron los objetivos principales. En la independencia los insurgentes estaban en plena decadencia y con la fusión de los ejércitos, revolucionario y realista se logró la independencia.

Durante la guerra de Reforma el gobierno de Benito Juárez estaba en desventaja  del gobierno conservador pero le ganó la partida diplomática del reconocimiento internacional y con ello pudo triunfar.

La revolución ni se diga, la contrarrevolución de los porfiristas Manuel Mondragón liberando a Bernardo Reyes, Félix Díaz y llevando a Victoriano Huerta como presidente de la republica todo parecía perdido pero los jefes revolucionarios terminaron por derrocar al dictador.

Finalmente, se debe ver la construcción del priismo y como no fue de un tirón que cuajó. Ya existía la idea de explotar la revolución como parte del plan político. El primer intento fue crear al Partido Nacional Revolucionario (PNR-1928-1938); el segundo plan se le nombró Partido de la Revolución Mexicana (PRM-1938-1946) pero ninguno de los dos intentos fue suficiente para lograr la dictadura del partido único de Estado pero fueron los pilares del proceso. La tercera fue la vencida y nació el Partido Revolucionario Institucional (PRI-1946-al presente).

Los procesos sociales, políticos económicos son mucho más lentos que los de los seres humanos pues son mucho más complejos y necesitan librar muchos más obstáculos hasta su plenitud. Por lo consiguiente no debe extrañar que no se cumplan los objetivos centrales por este nuevo gobierno pero si debe dejar sentadas las bases para que los siguientes gobiernos sigan construyendo el nuevo régimen político como base del nuevo Estado mexicano.

No debe cundir el desánimo y menos se debe abandonar los puestos ni dejar de luchar pues entonces se dará paso a que los derrotados hagan intentos para volver en nuevas formas pero con el mismo fondo de corrupción política. Recuerden que la ambición es más poderosa que incluso el amor e imaginen ¿de qué van a vivir tantos ambiciosos derrotados y resentidos?; con que ganas estarán agazapadas esperando su oportunidad. El camino es largo y sembrado de todo tipo de problemas y traiciones. Pero como dice el magnífico poeta Antonio Machado: “Golpe a golpe, verso a verso. Cuando el jilguero no puede cantar. Cuando el poeta es un peregrino. Cuando de nada nos sirve rezar. Caminante no hay camino, se hace camino al andar.  

Y, ¿no fue eso lo que hizo Juárez cuando salvaba la república caminando de un lugar a otro, llevando el archivo de la nación y luchando a diestra y siniestra?. Esos hombres hicieron camino al andar. Por buena fortuna tenia a la generación mas lucida y de acción de nuestra historia y que en buena parte fue el grupo masón que lo cobijo durante todo ese periodo.

jueves, 16 de agosto de 2018

LA FAMILIA TRADICIONAL; MAMÁ, PAPÁ E HIJOS




La familia tradicional en el México, del siglo pasado se componía de la mamá, el papá y los hijos. Esta forma de familia típica mexicana se instauró, se fijó en la idiosincrasia del pueblo por los sacerdotes porque así les convenía tanto a los teólogos como a los gobernantes por el control social.  Claro, la base de esta familia tiene su base en la Biblia pues se cree que el Dios cristiano así lo había determinado. Sin embargo, este tipo de familia es solo una de tantas formas de familias que han existido y que existen en la realidad.

La familia en Grecia era de un tipo, en roma de otra y ahora en México hay diversidad de familias. Hay mucha gente conservadora y religiosa que se ha lanzado contra los diversos tipos de familia diferentes a la tradicional. ¿Qué papel ocupaba la mujer en la familia tipo católica?, la vida de las mujeres era una imagen de lo que dice la Biblia y como fueron creadas de una costilla de Adán, serán de segunda categoría, al servicio del hombre.

Las mujeres estaban para tener tantos hijos como el Dios les enviara; sin importar los sentimientos, derechos y obligaciones legales. Las mujeres tenían cinco, seis, siete o más hijos; con esto tenía ya la vida ocupada en la crianza de los hijos; simplemente no tenía libertad ni oportunidades efectivas para desarrollarse. Este tipo de familia estaba bien blindada tanto por el Estado en el matrimonio civil, por el matrimonio religioso y por la sociedad; todos, tenían como misión que los casados mantuvieran la estabilidad y si bien el Estado no tenía mucha injerencia; los sacerdotes si con toda clase de consejos para que ambos se comprendieran y en primer y último caso, la mujer no fuera rebelde sino sumisa hacia el hombre. Los familiares y amigos tenían un papel  importante, dando consejos a la esposa y, al esposo para que mantuvieran el matrimonio.

Esta época tan conservadora tenia a la mujer en clara desventaja pues una mujer que no se casaba, que no tenía hijos o que se divorciaba era mal vista y, hasta repudiada. En estos escenarios las mujeres sufrían vejaciones sin poder hacer mucho sino resignarse de manera general aunque las menos se rebelaron a estas circunstancias. Convengo en que este tipo de sociedad, de régimen jurídico y teológico lograban una familia estable y duradera pero sin libertad de voluntad y, en clara desventaja para las mujeres.

Las mujeres Vivian en familia durante más tiempo pero no eran libres y mucho me temo que ni felices; hoy, quizá tampoco sean felices pero ya la libertad es mucho más que en épocas pasadas y dirán lo que tengan que decir y harán lo que tengan que hacer; bien o mal pero por su propia voluntad. Claro, el problema es mucho mayor pues la diversidad de familias y de géneros han traído muchos problemas; los más, por prejuicios religiosos, alentados por los sacerdotes (Los menos indicados en moral), que obstaculizan la sana convivencia entre los seres humanos.

Estos problemas deben ser combatidos pues se debe vivir de acuerdo a la Ciencia, la Filosofía y el Derecho básicamente. Los científicos aportan pruebas verificables de los problemas y no tratan con seudo problemas en lo general; la filosofía va en la misma línea, tratando a los seres humanos en tanto seres humanos sin ver géneros como anormalidades y el Derecho regula las conductas humanas externas, con sus correspondientes derechos y obligaciones y no sus deseos o pensamientos pues esto le toca la moral. Pero con la moral cristiana tiene un problema, quiere ser Derecho. No es raro ver como sacerdotes azuzan a grupos de personas para que presionen a los legisladores para que los mismos aprueben iniciativas contra el aborto, el matrimonio igualitario etc.

El fanatismo religioso no debe ni se debe permitir que tenga injerencia en la creación y vigencia de leyes jurídicas que únicamente deben ser de competencia del Estado en el rubro legal libre de moral. El triunfo de la igualdad entre géneros únicamente se lograra si se abandona el fanatismo religioso o de cualquier otro tipo.

domingo, 12 de agosto de 2018

STEPHEN HAWKING Y EL IMPERIO LA RAZÓN




La importancia de Stephen Hawking , en la ciencia y la vida no se ha logrado aún sopesar sin pasiones. Unos lo apoyan, siguiendo sus descubrimientos y, los creacionistas y teólogos lo tratan de refutar con fanatismo. Es muy significativo que hoy día se pueda seguir viviendo en y con el fanatismo extremo más propio de la Edad Media o de la ignorancia ramplona.

Hawking, es la cúspide de toda la historia iniciando desde Aristóteles que trató de explicar a través de la razón los fenómenos físicos si bien con la ingenuidad propia de su tiempo: a esto le llamamos realismo ingenuo pues se cree que los fenómenos físicos son exactamente como se perciben. Harían falta veinte siglos para que René Descartes junto con una gama de filósofos y científicos derribarán el aristotelismo como base de la filosofía y de la ciencia. Entre los científicos se encontraba ni más ni menos que el gran Galileo Galilei.

Para el siglo XVI, la realidad era todavía cerrada pues se creía que únicamente existía el cosmos finito y sus límites lo eran las estrellas fijas. Existía un orden metafísico basado en la teología cristiana. Para Johannes Kleper el orden solo se podía hallar en un espacio cerrado pero no en uno informe o uniforme como el de Giordano Bruno que se oponía al modelo cósmico de Nicolás Copérnico. Para Kepler el cosmos era la expresión del Dios católico, el Sol representa al Dios padre, la bóveda estelar al Hijo y espacio intermedio el Espíritu Santo. Todo lo que se opusiera a este modelo se tenía por fuerza que enfrentar con la Iglesia católica y su tribunal, la Santa Inquisición (Vaya nombre tan pomposo y eufemístico para designar fanáticos). Con todo, la razón había sido liberada y ya no había forma de detener el avance de la filosofía y de la ciencia. Se terminaba toda una larga época.

Galileo Galilei iba a ser el científico que iba a enfrentar al Santo Oficio con resultados poco determinantes para ambas partes pues si bien el tribunal inquisitorio lo condenó a prisión domiciliaria con la prohibición de no seguir manteniendo su idea de no ser la Tierra el centro del cosmos. Si este mundo no era el centro de la actividad divina se perdía todo orden, se atenta por lo tanto, contra Dios. El modelo no podía cambiar. Claro, Galilei tenía entre sus manos la ciencia y la tecnología y esta última, a través del telescopio que le hizo ver, aunque no con toda claridad, los astros y características que antes no se habían podido apreciar; esto lo hizo cambiar de idea cósmica. Por otro lado, sus obra “El diálogo sobre dos nuevas ciencias”, ya había salido de Italia y esto daría pauta que otros científicos avanzaran en dirección contraria a la idea del “Diseño divino del cosmos”.

El cosmos seguía teniendo un diseño divino pero gradualmente se mecanizaba y se podía explicarse a través de la ciencia empírica guiada por la razón ya no únicamente por la verdad revelada de Dios. Pasarían varios años antes de que se diera el avance decisivo para madurar la mecanización de la realidad a través de la física. Para ello nos debemos situar idealmente en el siglo XVII.

Isaac Newton publica en 1686 su obra capital “Los Principios Matemáticos de la Filosofía Natural”. Esto era la continuación de los estudios de muchos científicos pero principalmente de Kepler. Ahora la realidad se podía predecir por los seres humanos por medio de cálculos matemáticos y ya no era necesaria la idea de Dios para entender la realidad, aunque todavía la teología estaba arraigada en los científicos.

Albert Einstein iba a dar un empuje a la física nunca antes vista y derrocando la Física clásica de Newton. Esto fue tan revolucionario que en su tiempo unos cuantos podían jactarse de entender esta teoría, “La teoría de la relatividad especial”, en donde postula su sencilla pero grandiosa formula: E=MC2 que significa que la energía era lo mismo que la masa por la velocidad de la luz al cuadrado; en otras palabras la energía no se crea ni se destruye solo se transforma. Base de la mecánica cuántica. Se puede ver como la razón científica se va abriendo paso hacia la cima de la vida. Claro no para todos. Sin embargo, aun para Einstein el cosmos tenía un cierto orden divino pues creía que, “Dios no juega a los dados”; es decir, existe un orden que no puede ser cambiado.

Y, llegamos al final, por el momento, pues con la llegada de Hawking y su pensamiento científico se abren accesos a la realidad de maneras inesperadas. Si se ve toda su obra de manera integral se puede ver el avance y nivel de la razón científica que ya francamente desecha la necesidad de Dios alguno para que el cosmos sea explicado con la mayor exactitud posible. Claro hasta ahora no se ha logrado crear la “Teoría del Todo Unificado”, para tener otro avance fundamental en la explicación de la realidad ampliada.

Esto nos lleva a ver que Hawking, nos obliga, si lo seguimos, a ser razonables y desechar la superchería, los dogmas teológicos en grados que pocos tienen acceso pero que cimbran todo el edificio teológico occidental y mucho me temo que mundial. De la explicación natural e ingenua hemos pasado al diseño divino a un mundo frio, medible, predecible y sin misterio. Con ello, se presenta un vacío interior en los seres humanos pero ese problema se tendrá que encarar con todas sus consecuencias. El terror que esto trae es enorme pues si Dios no existe o por lo menos no es necesario ¿hacia dónde va la humanidad?. El problema no es menor sino vital; no es coincidencia que se haya pasado de tener la vida como centro de la actividad con la economía a su servicio a transmutar todo y, ahora estar la vida sujeta a la economía, al pragmatismo hueco, a la vida vacía que trae el afán de brillar exteriormente pero con un infierno vacío por dentro.

La razón ha llegado lejos, muy lejos y con ello, nos ha traído una crisis humanitaria, un tema central, primordial que deberá encarase con toda rigidez o caer aún más en la deshumanización. La vida cosificada o un nuevo humanismo que rescate lo mejor de la vida.



viernes, 10 de agosto de 2018

EL ORIGEN DE LOS MEXICAS




El origen de los mexicas como casi todos los orígenes de los pueblos es dudoso cuando no un misterio sin resolver. Quizá no puedan hacerse más que aproximaciones y especulaciones que por muy razonables que sean serán insuficientes para determinar con certeza su origen.  Bien.

Las seite tribus que se establecieron las tierras de Anáhuac, finalmente tomaron sus nombres de los distintos lugares donde se establecieron; aunque se dice que provenían del mismo lugar; Aztlán, lugar no determina hacia el norte de lo que hoy, es México. Todas las tribus hablaban el mismo idioma y se dice que pertenecían a la misma nación.

Estas son la siete tribus, “…xochimilcas, chalcas, tepanecas, colhuas, tlachuicas, tlaxcaltecas y mexicas”[1]. “Los xochimilcas tomaron el nombre de la gran ciudad de Xochimilco, que fundaron a la ribera occidental del lago de agua dulce; los chalcas de la ciudad de Chalco, en la ribera oriental del mismo lago; los colhuas de la ciudad de Colhuacan; los mexicanos de México; los tlaxcaltecas de Tlaxcala y los tlahuicas de la tierra donde poblaron, que por ser abundante en almagre se llamó Tlahuican. Los tepanecas que fundaron la célebre ciudad de Azcapotzalco en la ribera occidental del lago de Texcoco tomaron el nombre de Tepan…[2]

Los tlaxcaltecas en un principio se establecieron en el mismo lugar de los demás pero por rencillas, conflictos y guerra contra otros pueblos, tal y como no los cuenta Clavijero, se tuvieron que ir.

“En un principio los tlaxcaltecas se habían asentado en el lado oriental del lago de Texcoco, sin embargo, al crecer su población y querer agrandar su territorio, fueron hostilizados por los xochimilcas, los colhuas, los tepanecas y otros pueblos. Yendo a las manos salieron victoriosos, más al percibir que no serían dejados en paz, se encaminaron unos hacia el norte y otros hacia el sur, estos últimos en su gran mayoría fueron a tomar las tierras que están a la falda del monte Matlacueye, no sin antes fundar “…Quauhquechollan, Amaliuhcan y Nacapahuazcan[3]”.

Así, estaba destinado el imperio mexica a batallar contra una de las tribus del mismo origen, aunque de momento no lo pudieran siquiera sospechar. El origen de todos estos pueblos no está fijo, hay otras versiones que deben consultarse para poder tomar partido o no, Lo que sí se puede adelantar es la velocidad con la que los mexicas pasaron de oprimidos a conquistadores y que debe merecer mucha atención. Su organización social, política, las artes, sus valores, su filosofía y economía no fueron una casualidad sino fruto del orden.



[1] Clavijero, Francisco Javier. Historia Antigua de México.
México, 2009, editorial Porrúa, colección “Sepan Cuantos…”, pagina 88.
[2] Ibídem
[3] Clavijero, Francisco Javier. [3] Clavijero, Francisco Javier. Historia Antigua de México.
México, 2009, editorial Porrúa, colección “Sepan Cuantos…”, pagina 90.

LIBERTAD DE CULTO


            No hay libertad de culto en un Estado cuando se propician una sola creencia por todos los medios y se impone desde la niñez. Esta es una forma soterrada de unión entre dos Estados para el sometimiento del pueblo. 

EL SISTEMA JURÍDICO EN MÉXICO DURANTE EL PRESIDENCIALISMO





Al régimen político presidencialista no podía prosperar ni sostenerse sin el sistema jurídico correspondiente que lo sostuviera en la legalidad. No es casual que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, hubiera sido declarada como la más avanzada del mundo en lo formal pero en la realidad se usaba por el presidente como instrumento de sometimiento del pueblo y como coraza del régimen político donde se estrellaran todos los intentos de cambio democrático.

Es necesario ver la realidad y no dejarse cegar por las formas, los ritos, las teorías torcidas y en todo caso por el pensamiento uniforme que se formó como dique a todo intento de pensar diferente. Pensar diferente y con base en la realidad se pierde en el océano de la uniformidad mental de los constitucionalistas y academia mexicanos.

La primera característica que se puede apreciar en la constitución General de 1917, es que adopta la teoría errónea de Louis de Secondant barón de la Brede Montesquieu llamada “División de Poderes”, que de inicio está mal diseñada pues confunde poderes con lo que son órganos y, en todo caso nunca se reformó adecuadamente dicha teoría.

La teoría de Montesquieu, dice que a cada poder (órgano), le corresponde una sola facultad; al ejecutivo, administrar los bienes públicos; al legislativo, crear leyes y, al judicial, impartir justicia. Bien. Esto no se cumple en México porque los tres órganos colaboran entre ellos en sus funciones para el funcionamiento del Estado. Por ejemplo, el Congreso General crea leyes y el Ejecutivo Federal crea leyes reglamentarias para que se pongan en vigencia y aplicación de esas mismas leyes constitucionales. El presidente de la republica propone una terna de Ministros para suplir la falta de alguno de ellos y el Senado escoge y ratifica a uno de la terna.

El Órgano Judicial al emitir jurisprudencia crea leyes que deben se obligatorias para todos los demás tribunales. Por su parte el Congreso puede, eventualmente en erigirse como tribunal en el desafuero cuando los funcionarios públicos caen en responsabilidad. La Cámara de Diputados se erige en órgano de acusación y la Cámara de Senadores en tribunal de sentencia.

Como se ve la teoría de Montesquieu no se adopta de manera cómo la postuló sino de manera flexible. Sin embargo, si en la práctica se desvió aún más la “División de Poderes (facultades), hasta torcerla y retorcerla hasta llegar al Presidencialismo.

Y, el Presidencialismo, es simple y llanamente la sumisión de los órganos Judicial y Legislativo ante el Ejecutivo en sus tres órdenes de gobierno (Federal, estatal y municipal). En el municipio el presidente es el mandamás; en lo estatal, lo es el gobernador y en el ámbito federal, en la cúspide lo es el presidente de la república. Este último designaba todo su gabinete, Ministros de la suprema Corte de Justicia de la Nación, los senadores, diputados federales, gobernadores, diputados locales, presidentes municipales y todos los funcionarios que consideraba; es decir, era el motor de la política, de la economía y de todo lo público.

Ahora bien, al estar sometido el Órgano Judicial Federal al presidente de la república, este no podía menos que dictar resoluciones acordes al régimen político sin ser un medio de equilibrio las enormes facultades constitucionales y meta constitucionales del Ejecutivo Federal sino sumiso. No es de extrañar que, todos el régimen jurídico estuviera en concordancia con el régimen político y era un espejo de la casi nula dinámica, de cambio en los criterios jurídicos a la par que no cambiaba lo político.

En lo teórico, los constitucionalistas no hicieron más que formular ideas que seguían tanto la práctica política como la jurídica y se puede ver en las diversas obras como las de Fernando Tena Ramírez, Jorge Madrazo, Jorge Carpizo y Miguel Carbonell que las variantes de sus obras sobre la Constitución General son mínimas y por ende, sin importancia, es decir, no se pensaba sino que se repetían unos a otros en una cacofonía de ecos.

El Derecho Penal fue el símbolo del régimen y del Estado. Había un sistema penal inquisitorio, en donde el reo era culpable hasta que no se demostraba lo contario. La prueba reina era la confesional. Por ello, se arrancaba por todos los métodos la confesión y hecha la misma, prácticamente el imputado iba ya sentenciado pues aunque otros medios de prueba no concordaran con los hechos se podía hacer poco pues tampoco había una investigación científica. No se diga de los disidentes políticos; estos se les trataba con mayor severidad. La tortura en ambos casos era la base de arrancar las confesiones.

El Derecho Civil siguió la misma suerte que en al ámbito penal pues la prueba reina también era la confesional y era común que se relevara a las partes de otras pruebas. Por buena fortuna, en el Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Puebla, se evitó la prueba confesional y en su lugar está la “Declaración de hechos propios y ajenos” que ya no tiene la característica de ser de mayor importancia que de una prueba” ordinaria. Esto siguiendo la reforma constitucional que adopta la presunción de inocencia de los imputados en el ámbito penal.

Si se revisan las sentencias, las tesis jurisprudenciales y la jurisprudencia en todo el periodo del Presidencialismo, se percibe una animación que se sabe que en el fondo es una serie de dibujos que crean al truco óptico de movimiento.

Con este régimen presidencial se sometió al pueblo mexicano a una forma de gobierno uniforme y sin movimiento democrático significativo, una sola religión beneficiada, una forma única de familia predominante, un pensamiento patriótico a través de los ritos oficiales para aceptar la dictadura del partido único de Estado pero esto se acabó.

Y, si esto se acabó, se debe reformar la Constitución General, para que el órgano judicial ya no sea un apéndice del órgano ejecutivo. Desde la Suprema Corte de Justicia de la Nación hasta los Juzgados Municipales deben ser autónomos en su funcionamiento y en la emisión de sus sentencias con estricto apego a Derecho. Muerto el Presidencialismo se debe ampliar y ahondar la democracia y construir una nueva forma estructural del Estado mexicano. Para ello es necesario destruir los resabios del viejo régimen y devolver la dignidad al órgano judicial pues se le puso en circunstancias de clase privilegiada con altos sueldos monárquicos para comprar su silencio e impartir justicia selectiva y, a modo del régimen Presidencial y con ello se evitó la democracia y la justicia real, efectiva y recta.

Es urgente una nueva teoría sobre el Estado mexicano, por consecuencia un nuevo constitucionalismo que de paso a una nueva forma de vida, de libertad, de democracia, de legalidad como reflejo del cambio de régimen que la sociedad se ha dado a sí misma, es decir, se debe atender a la decisión soberana del pueblo de transitar a la democracia plena con todas sus consecuencias de hecho y de derecho; sin esta reforma no podrá avanzar la creación de un nuevo regimen como base del Estado Hiper Moderno MExicano. 


miércoles, 8 de agosto de 2018

ERRORES EVIDENTES Y COSTOSOS EN LA POLÍTICA MEXICANA





En la política mexicana pasa lo que no debería pasar, cometer errores evidentes y costosos. A pocas personas se les ocurría poner a un médico a diseñar estructuralmente un puente o un edificio, o encargarle a un físico la defensa de un delincuente y así por el estilo, sería absurdo. Pues bien, esto es lo que se estila en México poner a quienes no están calificados en puestos administrativos y políticos a los más incapacitados de la historia y el presente.

En Inglaterra se dan errores pero los ciudadanos comunes san muestra de saber de política y de saber quiénes deben gobernar. Tienen una larga tradición democrática. No por suerte las leyes constitucionales fueron la base de la obra de Louis de Secondant mejor conocido como Montesquieu, “El espíritu de la leyes”, aunque el nombre del auto y de su obra son mucho más largos que como los conocemos.

Durante la Segunda Guerra Mundial, escogieron a Winston Churchill como líder para combatir al nazismo de Adolfo Hitler y como es sabido le ganó la partida a Hitler; bien, si durante la guerra fue incuestionablemente el mejor, tan luego termino esta y se hicieron elecciones no fue considerado adecuado para volver a ser Primer Ministro en la paz y perdió contra Clement Attlee del partido Laborista.

La política de amigos en el poder es tan dañina como cualquier mal que provenga de la ignorancia, de la impericia. Y, en México esta es la práctica desde hace mucho tiempo y, criticar esto es tanto como quitarle al pueblo la religión o una tradición que por muy absurda que esta asea tiene bien arraigada en su psiquis.

Se deja de creer en muchas cosas, ideas, tradiciones, teorías pero necesariamente se crean otras que llenen la imaginación y, fatalmente se vuelve a la idolatría por los líderes en los que reencarna la dirección de la vida y se espera que milagrosamente compongan lo que se ha descompuesto gradualmente desde décadas sino cientos de años.

Los casos más recientes se han dado en el sexenio de Enrique Peña Nieto, su grupo de amigos más cercanos en la política han sido designados en unos y otros puestos como si fueran amos y señores de varias ramas del saber junto con su práctica. Los caprichos como estos contribuyeron a la caída del régimen priista.

Si se sigue designado a los mismos de siempre que únicamente han cambiado de partido el cambio para bien no se dará. Si se siguen dando puestos a políticos improvisados únicamente porque son conocidos los resultados no pueden ser buenos en general sino desastrosos o por lo menos pasivos. Este proceder es un error lo implemente quien lo implemente y siempre han sido costosos.

martes, 7 de agosto de 2018

VICENTE FOX, LA ALTERNANCIA SIN TRANSICIÓN




El deseo de cambio de régimen político ha estado latente desde hace mucho tiempo; se puede documentar desde los años sesentas del siglo pasado con el descontento estudiantil y ciudadano; los hechos históricos del 68 y 71, son prueba de ello y esto no iba a parar hasta lograrlo para bien o para mal.

Los cambios legislativos constitucionales se fueron dando; en 1977 se crea un Sistema de Partidos; en 1987 se promulga el Código Federal Electoral; en 1989 se crea el Instituto Federal Electoral; en 1996 se modifica la estructura del INE; en 200007 se amplía la participación democrática. Es evidente que al crearse más partidos y, hacer más reformas y con la participación ciudadana el régimen político iba perdiendo terreno.

En 1988 las izquierdas se unieron y postularon al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas como candidato a la presidencia de la república; y, se dice que iba ganando pero el sistema falló y terminó por ganar Carlos Salinas de Gortari. Hoy, todos los actores políticos involucrados niegan el fraude y ya no se pude conocer la verdad porque el Partido Revolucionario Institucional y el Partido Acción Nacional, se unieron y al frente de esto estuvo Diego Fernández de Cevallos para quemar las boletas y toda la papelearía electoral.

Lo más significativo de esto es, que se hacía pública la alianza de priistas y panistas contra las izquierdas. A partir de este año se irían juntando ambos partidos para impedir el avance democrático y la llegada de las izquierdas al poder. Esta alianza tuvo sus altibajos pero seguía intacto su entendimiento político.

En el año 2000, llega a la presidencia de la república Vicente Fox, con la promesa de terminar con el régimen priista. Sin embargo, con el ejercicio del poder se dio cuenta que el mismo era un buen negocio para lo privado y terminó por dejar intacta toda la estructura priista intacta. Se percató de que, Andrés Manuel López Obrador, tenía la posibilidad de ganar la siguiente elección y se enfocó con todo el aparato del Estado a tratar de detener su candidatura a través del desafuero; no lo logró pero si contribuyo al llamado fraude electoral.

Ahora bien, como buen panista, Fox, ya no observo los ritos oficiales del régimen priista pues quería implantar “El Reino de Dios en la Tierra”, mostrando, cada vez que podía su fe religiosa en actos de poder públicos aunque ya era un converso de la política Neoliberal del PRI y de su corrupción. En resumen, Fox traicionó al pueblo de México y se convirtió en un férreo defensor del priismo. Prefirió participar en las siguientes elecciones y propiciar que ganara Felipe Calderón Hinojosa que permitir la democracia.  

Con la llegada de Felipe Calderón Hinojosa, se dio continuidad a la implantación de “El Reino de Dios en la Tierra”, al Neoliberalismo, al régimen priista, a la corrupción y desató una guerra sin sentido. No se puede decir mucho a favor de Calderón pero si mucho del entendimiento que tuvo con los priistas para impedir que Andrés Manuel ganara. Y, no es necesario que gane un candidato de las izquierdas o de la preferencia personal de cada uno de los mexicanos pero es evidente que, a Fox, Calderón y Peña Nieto; es decir, a los panistas y priistas (PRIAN), les tenia contentos el sistema político corrompido y ellos ser corruptos antes que la democracia. Su frase “Haiga sido como haiga sido”, es su símbolo de corrupción.

En 2012, gana la presidencia la república con la ayuda del PAN y la corrupción electoral consabida del priismo. El regreso del PRI al poder se debió a que no fue tocada  su estructura política hecha de corruptos. Es uno de los sexenios de más negra fama ganada a pulso. La corrupción que ha imperado es de lo más escandaloso. La familia presidencial vive cual si fueran de la nobleza con un descaro y un cinismo sin igual.

Ahora bien, a Fox se le pueden reprochar no solo sus dislates y sainetes ridículos sino que pasaran por u irresponsabilidad y culpa 18 largos años de corrupción política y económica. No conforme a ello, se volvió junto con Calderón, en un par de alborotadores políticos que defendían el régimen priista y no perdían foro, plaza pública o lugar privado para decir que, con López Obrador todo sería como en Venezuela como si ellos hubieran dejado a México en condiciones similares a las de Islandia o Suiza. Fox y Calderón son un par de políticos que les gusta más ser revoltosos que políticos. Son religiosos pero inmorales hasta la saciedad.

Para sostener la democracia se debe desmantelar toda la estructura política del priismo en el gobierno. Que no haya más presupuesto público que maneje el PRI que no sea el que por ley se les asigne en lo electoral. No más programas sociales para compra de voluntades y votos. No más dinero público, manejado y desviado indebidamente para crear un régimen político que tenga sometido al pueblo de México al capricho de los políticos. La ideología del priismo se puede sintetizar en sus dichos: “El que no transa no avanza”, “Vivir fuera del presupuesto es vivir en el error” pero las palabras que simbolizan su ideología dictatorial y totalitarista es:

“El pueblo no manda, aquí la decisión la toman 128 Senadores”: Emilio Gamboa Patrón.  

Es decir, los políticos se dicen demócratas pero sin rendir cuentas y abrogándose la soberanía popular para sus corruptelas, corrupción y darse una vida de clase noble sin nobleza. El reto que dejan estos políticos corruptos es enorme; esto, sin tomar en cuenta que volverán a comportarse como alborotadores políticos porque ni duda cabe que volverán a intentar someter al pueblo para darse una vida de lujos ofensivos. El pueblo debe estar atento a esto porque una república democrática es el bien más valioso que pueda tener un pueblo pero también desata el loco deseo de dominarla para fines de grupos dictatoriales y de fanáticos. La realidad pública se construye bien o mal, dependiendo de la calidad de los ciudadanos, sus instituciones y con la observancia de las leyes justas.

lunes, 6 de agosto de 2018

EL CREPÚSCULO DE LA CUARTA TRANSFORMACIÓN





Se habla en México de la Cuarta Transformación como si esta existiera y pudiera ser sacada al escenario público para que el pueblo constatara su existencia y con ello la fe en la transformación siguiera sin dudas. Esto no es posible pues no existe. Más aun, hay que hacer la acotación que las tres transformaciones anteriores no han sido gloriosas pues los iniciadores de la independencia fueron derrotados; con el triunfo de la independencia se intentó un imperio pero falló y Agustín de Iturbide fue declarado traidor a la patria y fusilado; con la segunda transformación, se perdió la mitad del territorio nacional y cuando se consolidó el Estado mexicano Benito Juárez se reeligió, después Sebastián Lerdo de Tejada y finalmente Porfirio Díaz; con la tercera transformación se creó el Partido Revolucionario Institucional y se impuso la dictadura del partido único de Estado y se volvió a la dependencia extranjera plena.

Metafóricamente se puede decir que con la elección de Andrés Manuel López Obrador y Morena, se está en el crepúsculo de la democracia cuando todavía no hay claridad. Hace falta que amanezca y después hacer todo el recorrido del largo día que a diferencia del día natural este no tiene una duración determinada sino indeterminada sin que se sepa bien a bien cuando llegue un eclipse o la noches y si habrá diversas oscuridades.

Falta definir el fin y la forma claramente lo que comúnmente se llaman el ¿Qué?, y el ¿Cómo?.  Hay tantos y poderosos intereses económicos, políticos y sociales tanto internos como externos que el pronóstico de llevar a buen puerto esta llamada Cuarta Transformación es reservado. Si a esto se le suma que los que intentaran, como actores principales, son de origen reciente priista, panista, perredista, petista y de otros partidos con edades ya francamente en su declive esto se pone en mayor suspenso.

Es hora de clarificar en la mente las ideas para esperar la mañana e iniciar el largo camino de lucha para implantar la democracia como forma de vida en la república. No se debe claudicar pero tampoco menos dejarse ilusionar con la retórica y con las ideas huecas que, por plazas públicas anuncian la Cuarta Transformación. La luna de miel debe terminar para poder iniciar la verdadera jornada. Como lo dijera el poeta español Antonio Machado en Cantares “Caminante no hay camino se hace camino al andar…golpe a golpe”.

EL CAMBIO Y SU TIEMPO. LA CUARTA TRANSFORMACIÓN





Los cambios sociales y políticos, generalmente se dan raramente y con base más en los sentimientos que en la razón; esto no debe de sorprender; así ha sido y seguirá siendo por mucho tiempo. Pasado la euforia en estos casos, después del cambio de régimen, se pasa  a la creación del nuevo para bien o para mal.

En México, no se ha tenido planes completos y menos que se lleven a la práctica para imponer la democracia en la república; porque se tiene la forma pero no el fondo; se ha dejado que los líderes políticos sean más importantes que el pueblo o que un partido único de Estado como el Partido Revolucionario Institucional se erija en la guía del pueblo con todo el totalitarismo posible.

Hoy se habla de la Cuarta Transformación y la gran mayoría da por sentado que no hay otra actitud que esperar pasivamente que se dé, esa transformación  sin más. Todo está hecho y para siempre. No hay circunstancias más peligrosas que las de este tipo. Los cambios positivos y con los efectos más benéficos para la generalidad del pueblo no se da sin la participación constante y de3cidida de los ciudadanos que vayan construyendo una cultura democrática. En caso contrario se volverá a perder el fin primario, imponer la democracia, el poder del pueblo y para el pueblo.

Es necesario saber que pasó en las tres anteriores transformaciones o revoluciones mexicanas para saber si se va bien en la trayectoria o se está ante la ilusión creada por la retórica hecha imponer la ideología política; necesaria pero insuficiente para tener una visión clara de lo que se debe hacer para lograr el fin primario y sus derivados como la libertad, la seguridad jurídica, la justicia efectiva y benéfica para los ciudadanos, la protección de las garantías individuales y de los derechos humanos por señalar algunos de ellos. Hay que revisar lo que ha pasado, de manera general pues no se puede tratar el tema de manera detallada porque esto corresponde a verdaderos tratados de gran envergadura y aquí se trata únicamente de dar una mirada general y somera.

La Primera Transformación, que fue la independencia de México; fue más una guerra civil entre los que querían seguir dependiendo de España y los que querían lo contrario que contra tropas de España, esta estaba pobre y en problemas, ganaron estos últimos en 1821, esto derivó en el Primer Imperio mexicano de Agustín de Iturbide que no tuvo buen fin y al final Iturbide fue declarado enemigo del pueblo y fusilado. No hubo paz social y no la podía haber pues se estaban construyendo y madurando las bases del Estado mexicano y todavía estaba vigente el Virreinato con todas sus formas sociales y políticas.

La inmadurez social, política y la pobreza del erario permitieron que los Estados Unidos de Norteamérica fuera despojando al Estado mexicano de más de la mitad del territorio nacional y hasta la fecha no se podría defender el territorio nacional pues no hay el poder suficiente para ello ante los Estados más poderosos. Por suerte no se ve que esto pueda ocurrir por el momento.

La Segunda Transformación, rompe con las formas virreinales; los fueros,  militar y eclesiástico e imponiendo una política de corte liberal. La guerra de reforma hizo posible lo anterior. La consolidación del Estado mexicano se logra, tanto en lo interior como en el exterior con la derrota del ejercito conservador y el fusilamiento de Maximiliano de Habsburgo. Pero la falta de inmadurez social y política no había desaparecido y esto llevo a Benito Juárez ser presidente cuatro periodos sin que el último lo terminara; Sebastián Lerdo de Tejada también siguió esta línea y se reeligió, dando pauta para que Porfirio Díaz enarbolara la “no reelección”, pero que se hiciera del poder dictatorial por más de treinta años.

La Tercera Transformación, lo fue la revolución de 1910, que fue una reacción contra la dictadura de Díaz y que renuncia a los seis meses de iniciada la misma. Lo que siguió fue la guerra interna por el poder político. El caos era el pan de cada día. Poner orden a como diera lugar era necesario y se hicieron tres intentos políticos. El primero lo fue la creación del Partido Nacional; el segundo, la creación del Partido de la Revolución Mexicana y, finalmente el Partido Revolucionario Institucional que fue el parido único de Estado que impuso el totalitarismo elástico de tal manera que diera la apariencia de democracia y, lo logró durante 89 años, para finalmente vaciarse de contenido y de sentido hasta derrumbarse.

La Cuarta Transformación, está en curos pero no se sabe en qué sentido se vaya a desarrollar. No existe una generación como la que acompaño y de la cual fue parte Benito Juárez que es impresionante. Estos son los veinte más importantes de aquella generación y uno por uno sus logros son impresionantes y en grupo significa lo que hoy somos en lo positivo y negativo. Justo sierra, Ignacio Comonfort, Ignacio Manuel Altamirano, Porfirio Díaz, Miguel Lerdo de Tejada, Mariano arista, Manuel Doblado, Manuel María Zamacona, Juan Nepomuceno Almonte, Santos Degollado, Sebastián Lerdo de Tejada, General Ramón Corona, León Guzmán, Benito Juárez, José María Iglesias, Luis Gonzaya Osollo, Francisco Zarco, Ignacio Ramírez, Miguel Miramón y Guillermo Prieto.

La madurez política es necesaria, tanto como la consciencia, pues el agotamiento, vaciamiento y pérdida de sentido del régimen político priista tuvo su origen en la imposición del Neoliberalismo por el Fondo Monetario Internacional. Paradójicamente mientras se ampliaba y profundizaba la implementación del Neoliberalismo, es decir, la privatización de lo público se agotaba el régimen, hasta que en el 2015 con las reformas privatizadoras de Enrique Peña Nieto se vació de todo contenido hasta que perdió su sentido político y en las elecciones del 2018 se decidió por un nuevo régimen.

Los intentos y presiones internas no fueron suficientes para derribar el régimen a pesar de los muchos años que se intentó; no es que, esos intentos fueran pocos o ineficaces sino que resultaron insuficientes. Ahora bien, no hay forma de volver a tras pero, eso no significa que los remanentes aun significativos del viejo régimen (PRI; PAN, PVEM, PRD, PANAL entre otros), no opongan tantos obstáculos como puedan.

El propio movimiento al convertirse en partido político (Morena), y ganar las elecciones carece de un plan completo y certero para destruir el anterior régimen y crear uno nuevo con todas las características necesarias, efectivas y viables para por fin madurara la democracia e imponerla de una vez y para todo el tiempo que se pueda. No hay un grupo generacional propio que pueda sostener, científica, política, social e ideológicamente el nuevo régimen como base del nuevo Estado mexicano.

La diversidad en Morena no es sinónimo de unidad en todos los rubros ya mencionados sino pragmatismo necesario que debería irse depurando pues es menester madurar el sentido político del partido. Hacen falta mujeres y hombres jóvenes o con ideas nuevas para aportar elementos nuevos a este régimen; de lo contrario se tendrá el peligro de perder la estrella del norte: la democracia como ideal para transformar el Estado y la vida mexicana.

Como en todo movimiento no faltan los arribistas, los ambiciosos, los traidores, el nepotismo, los lerdos y toda clase de géneros nocivos que van impidiendo el desarrollo por falta de aportaciones pero si la base y tronco son lo suficientemente fuertes las ramas nocivas no serán tan importantes sino obstáculos para el entrenamiento y fortaleza.

Finalmente, se debe decir que una transformación como la que se presenta en estos momentos requiere además de gran fortaleza un tiempo, por el momento imponderable pues se trata de ir viendo el desarrollo paso a paso sin vaticinios aventurados. No se debe dejar de luchar contra los remanentes del régimen pasado pero sin dejar de trabajar en lo político incluyendo hacia el interior de Morena sin perder el ánimo ni las ideas claras y distintas como pedía René Descartes.