LA MORAL COMO
BASE DE LA VIOLENCIA GENERACIONAL CONTRA LAS MUJERES
El
problema de los delitos y violencia contra las mujeres viene de muy lejos. Si
nos situamos en la Grecia de las mil doscientas Ciudades-Estados, ya las
mujeres están fuera del poder político y sujetas a los hombres. En Roma pasa lo
mismo pero el paterfamilias es el único y verdadero soberano que tiene poder
sobre todos, incluso de vida y muerte. Lo que ahora se romantiza en el
matrimonio, de cargar a las novias, no es mas que el residuo de no tener las
mujeres el poder siquiera de entrar por sus propios pies a la casa del marido.
¿Qué
me dicen del festejo de los 15 años?, no es mas que, lanzar a las menores de
edad al juego social y sexual que, frecuentemente es precedido por un discurso
dirigido a los asistentes sobre su pre-entrada al mundo de los adultos. Se le
exhibe con las galas propias de las costumbres que se pierden en el tiempo,
pero con el fin de sexualizado. Esto que vemos de manera tan normal y muchas
veces inocente, no lo es. Piénsese en los efectos de este festejo y se verá que
no es razonable ni inocente.
Con
el cambio de época, de los dioses romanos, se adoptó la moral cristiana con
base en el Genesis y el mismo, narra como el Dios supremo crea un hombre a su
imagen y semejanza y lo coloca en el Edén. Sin embargo, la creación se aburre
y, entonces, la divinidad se decide a crear una compañía. Un buen día, Adán
duerme la mona y entonces, el Dios le saca una costilla y crea a la mujer, de
nombre Eva. El plan celestial esta diseñado para que todo sea felicidad. Únicamente
hay una condición no comer del árbol del bien y del mal; es decir, del saber. Para
ello, se pinta la escena donde la mujer empuja al hombre a probar lo prohibido.
Se ha cometido el más grande pecado. ¿A quién se debe culpar, al Dios, a la creación
primaria?. No, al creador, imposible, al primer hombre en la Tierra, tampoco; allí
esta la mujer derivada del hombre, ella cargara con esta maldición, con el mercado
original.
Esta
dado el campo de concentración para poder realizar cualquier atrocidad contra
la primera mujer en este mundo y todas las demás. No tienen salvación mas que
promesas de salvación si siguen el plan divino de sufrir en este planeta; en
caso contrario, esta el infierno. Esta es la piedra angular de la moral
cristiana instituida durante mucho tiempo para explotar, vejar, asesinar y todo
lo que se puedan imaginar. Con todo, la mayoría de los hombres y mujeres ignoran
que esto es un cuento. No existe un Dios tal, ni el cielo ni el infierno; únicamente
seres humanos que son engañados para ser dominados.
Toda
liberación de las mujeres debe pasar, sin duda alguna, por el cambio de la
moral cristiana para construir una moral que, en su tabla de valores quede
excluida la supremacía de los hombres sobre las mujeres. Si Dioses y sin amos. Un
cambio de esta naturaleza cimbraría todas las estructuras del poder masculinas
y abriría las puertas de la igualdad de géneros sin que estos signifique la
igualdad en lo físico sino en el derecho que tienen las mujeres de hacer uso de
este mundo en las mejores condiciones. Claro que, la gran mayoría de hombres pondrán
el grito en el cielo. No importa. Se debe transitar hacia este nuevo tipo de
moral, de legalidad y de convivencia.
Se
deben enterrar, esa vieja moral, esos viejos ritos; en suma, toda la estructura de
la vida en donde ya no tenga vigencia la moral cristiana como base del machismo.
Si las mujeres quieren llegar al poder deben abandonar esa cárcel mental en donde
han estado atadas desde hace siglos. Quizá esto les parezca demasiado radical y
sientan el frio del nihilismo, el peso de la responsabilidad, pero si no se inicia
en estos momentos en algún momento se hará. Quizá se de el caso de la paradoja
de no querer quitarse las cadenas porque no se advierten por ser demasiado
sutiles con sus promesas de una vida eterna. El engaño de una larga moda.
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