lunes, 18 de enero de 2021

LA LIBERTAD, EL SABER … TESOROS INIGUALABLES

 

LA LIBERTAD, EL SABER … TESOROS INIGUALABLES

 

Sin ninguna clase de vanidad, he logrado obtener la carrera de Derecho, la de Filosofía y el incipiente oficio de escritor. Una lucha constante que he podido dar gracias a mis padres. De mi madre herede el camino del conocimiento y de mi padre la moralidad. Hasta antes de la pandemia mi vida se desarrollaba sin muchos contratiempos. Después del 18 de marzo del 2020, todo cambio y hoy, casi llevo, como la mayoría de mis colegas casi un año sin poder trabajar como abogado.

 

Al principio me tomó por sorpresa y las circunstancias se complicaron hasta para lo básico, comida, servicios fundamentales; no había trabajo, no hay paga. Bien, durante la mayoría de mi adolescencia y tiempo de estudio tuve que realizar diversos trabajos; así que, volví a este tipo de trabajos. La gente me miraba sin dar crédito, no me ha importado mucho algún día estaré muerto, bien muerto y habrá un balance. Claro, estaré muerto. Sin embargo, es de vital importancia el ahora. He tendido sendos errores que ni duda hay. Que le voy a hacer.

 

En todo esto hay personas cercanas y ajenas sin entender la razón de mi proceder. Durante toda mi vida no he recibido ayuda para alcanzar a finalizar mis estudios o mantenerme y, hoy menos que nunca necesito ayuda. Para mi esto es un entrenamiento. Al verme en estas condiciones la gente me pregunta si no estoy decepcionado de esta Transformación, señalándome mi pobreza. Les contesto que, no se trata del actual gobierno, no se trata de los políticos, no se trata del dinero ni de mí ni de las cosas materiales, necesarias para vivir. De todo eso, ya lo dijo San Francisco de Asís: “Deseo poco y lo poco que deseo lo deseo poco”, refiriéndose a lo material. Poco comer, poca ropa, ninguna propiedad y pocas posesiones. Por el contrario, cada día trato tener libertad y de recoger un poco de saber. Eso es todo.

 

En este contexto, se trato de limitar mi parte animal y guiarme por la razón y la vitalidad. Los antiguos mexicanos estuvieron muchos días sin comer y nunca se rindieron, fueron vencidos nunca rendidos por hambre ni por artimañas ni amenazas. La sabiduría y la valentía eran sus sellos. Miro el pasado y el pasado me observa. Una vida en solitario da la mejor movilidad, la libertad de acción y el tiempo para pensar y escribir.

 

Las cosas han cambiado, estamos prestos para resistir y para construir las bases del futuro de México, de la vida. No se trata del presente sino del futuro que no veremos, no se trata de lo material ni de honores pasajeros. Se trata de principios rectores que, están más allá de los individuos, de las bajas pasiones humanas y de toda vanidad. Esto concierne a la libertad, a la democracia, a la legalidad, a la legitimidad, al saber y todos los valores que hagan digna la vida. Las cosas materiales son necesarias para vivir, pero solamente una vida digna es merecedora de practicarse. Los gobernantes y políticos no deben ser el centro de la vida sino únicamente medios en la medida de lo posible para lograr estos objetivos. No debe ser nunca mas importante el gobierno que el pueblo soberano.

 

Las personas me ven como un loco por renunciar conscientemente a lo meramente material pero los locos son ellos al perseguir las riquezas inalcanzables más que para unos pocos y que, en todo caso no disfrutaran sino otros. Después de todo quizá únicamente trato de escapar, desvanecerme en el aire y al buscarme a mí mismo diga, quizá realmente lo hice.  


No hay comentarios.:

Publicar un comentario