EL ARTE MUSICAL POPULAR MEXICANO, EL PECADO ORIGINAL,
LAS MUJERES Y EL MUNDO
En
una sociedad altamente religiosa su arte popular tiene que seguir por pura
necesidad esa misma tendencia. El tema fundamental de la religión es sublimar a
la mujer cuando esta es la madre del hijo de Dios y denigrar a las mujeres
mortales sin importar demasiado la falta de moral y de ética. La mujer trae y
representa el pecado original de haber comido el fruto del saber, pero su peor
pecado fue y ha sido probar el fruto del saber. Prohibición divina. Todos los
seres humanos se les prohíbe saber, deben ser creyentes; ese es el pecado:
saber, pensar. Los seres humanos deben ser autómatas. A eso se debe que, los
sacerdotes quieran tanto a los fanáticos, son manejables, esclavos de la
ignorancia y ganado que se le puede trasquilar a placer.
Véase
el arte musical popular y se verá que sigue esta pauta. Las letras
responsabilizan y culpan a las mujeres de toso incluso de la propia estupidez y
salvajismo masculino. No hace falta que se expongan ejemplos, cada quien puede y
tiene a la mano el material musical para constatar lo que aquí se dice. Por
momentos se alaba a la mujer y hasta se le compara con la virgen María, pero la
mayoría de las veces se le denigra de todas las formas posibles. El odio hacia
las mujeres ya sea mental o físicamente tiene su principal fuente en la religión
católica. Claro, se necesita no ser religioso o superar esa barrera para poder
verlo y aceptarlo.
El
adoctrinamiento religioso desde la niñez prepara perfectamente al futuro hombre
con todo el odio para volverse un depredador de las mujeres. Oír constantemente,
sin estar preparado para ello, sin tener uso de la razón, que, la mujer es la
por pecado, la segundona, la que ha nacido de una costilla del hombre y que
esta para servirlo sin mediar la mínima palabra, no es otra cosa que preparar
la desgracia de las mujeres. Eso es estar viviendo con el enemigo. El peor.
Ahora
trasládese este pensamiento al arte musical popular poco preparado para ir más allá
de lo enseñado por la religión. El resultado será un arte musical lleno de odio
hacia las mujeres en la mayoría de las canciones. Vaya sadismo desenfrenado. Únicamente
los ciegos y los hipócritas rechazaran lo aquí dicho. Las palabras sobran. Las
evidencias se tienen ante los propios ojos y al alcance de las manos y es la
practica habitual.
Recuerdo
cuando mi madre me enviaba al catecismo y, entonces oía a pericos amaestrados decirme
que, Eva era la culpable de que, Adán hubiera pecado y por ello el Dios lleno
de amor los había expulsado del paraíso. Todo ello perdido por la madre de la
especie humana. Vaya favor que nos hizo Eva. El hombre, claro, era también pecador,
pero lo era no en calidad de cómplice sino de víctima. Por ello debería ganarse
el pan diario con el sudor de su frente, pero la mujer debería expiar con
sangre su responsabilidad y culpa, eternamente. Afortunadamente no es
eternamente.
Claro,
a mí no me engatusaron. En definitiva, tomé el camino de la ciencia, de la filosofía,
del arte superior… en fin, me volví ateo por todo esto. ¿Cómo podía tener el
pecado original mi madre que me tuvo en su vientre sagrado por nueve meses?. ¿Cómo
podía ser mala una mujer que tanto sufrió por mi mil desvelos y me tuvo tantos
cuidados?. ¿Cómo podían ser pecadoras mis pequeñas hermanas que, apenas i podían
caminar?. ¿Cómo podían ser pecadoras mi esposa y mis hijas?. ¿Cómo podían ser
pecadoras mis vecinas, mis amigas, mis compañeras de estudio y todas las mujeres
del mundo?.
No
hay duda de que hay mujeres malas, pero no por ese motivo y, en todo caso, son
las menos y mucho me temo que, es por tanta violencia hacia ellas. Me decanto
por señalar a los hombres como los malos de la historia, de la vida por crear
semejante religión monstruosa. A una actitud monstruosa como lo es la religiosa
y sus frutos como lo es, la musca popular mexicana se le tiene que combatir con
desprecio porque no merece otra acción. El catolicismo, una religión de amor.
Vaya amor. No me hablen de amor cristiano y con ello manchen el verdadero amor
humanista. Que importan las malas consecuencias, valen mas las buenas
consecuencias: salud mental y corporal; es decir, volver a la vida griega, a la
vida a la mexicana antigua y formar una nueva forma de vida y, convivencia con
y para todas las mujeres que así lo quieran. Vale oro predicar en el desierto
que ante hienas humanas. Menudo crimen hemos cometido en nombre del amor divino.
No va más.
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