EL ARTE POPULAR COMO
HERALDO DE LA DECADENCIA DEL ESTADO MEXICANO
Desde
Aristóteles se dice que el are imita a la vida y aunque ha ido variando esta
idea y se ha postulado lo contrario; no
deja de ser de interés haber visto como el arte popular nos mostró hacia donde
iba el Estado mexicano paso a paso sin que los gobiernos en turno hicieran lo mínimo
por frenar la decadencia.
Los
corridos han existido desde hace mucho tiempo pero son muy conocidos los que
emanaron de la revolución mexicana de 1910 y que casi siempre narraban los
hechos extraordinarios de seres humanos dignos de ser contados. Un corrido, por
lo general traía la fama para el ser humano a quien se le componía y, de esta
forma seria conocida esa parte de su vida. La fama sobrevivía al ser humano y
esto era motivo de orgullo. Este rasgo distintivo va ir cambiando de actores
hasta llegar a los narcos.
La
siembra, trasiego y venta de drogas en México se fue generando desde hace mucho
tiempo y durante el periodo Presidencialista el Estado tenía más o menos
controlado el narcotráfico. Pero a los inicios de la década de los 80 se inició
el debilitamiento del Estado mexicano al privatizar sin ton ni son lo público
con toda la corrupción posible. Y, aparejada a la decadencia del Estado
mexicano se fue gestando una subcultura que crecía en la medida que el narco
con sus lujos excesivos, su poder económico crecía hasta convertirse de facto en la cultura de
moda.
Si
bien esa cultura floreció en los lugares donde el narco estaba establecido
pronto se fue diseminando a lo largo y ancho del territorio mexicano. El pueblo
mexicano, en general, aceptó, asimiló y propagó
la música de corridos ahora ya teniendo como actores principales a los narcos más
renombrados, con más fama. Esto fue cundiendo hasta en las clases pudientes económicamente.
Se formó una industria que no solo atendía el arte musical popular sino la
forma de vestir, el calzado y hasta la forma de hablar.
Que
el arte popular también imita la vida es evidente pues los artistas musicales veían
la vida de los narcos e intuían que esa era la dirección que llevaba la vida de
los mexicanos y no solo la vida sino todo el Estado mexicano. Y este ser heraldo anunciaba esta cultura narca
con una gran trompetería sin que pueblo o gobierno opusiera resistencia
efectiva y las cosas llegaron a grados inéditos hasta la apología del delito.
Por
desgracia fueron y son los jóvenes los que más se decantaban por adoptar esta
cultura por diversos motivos pero uno muy en especial vivir toda la parafernalia
en carne propia; sentir que salían de la pobreza extrema para vivir a la manera
de los grandes narcotraficantes. Ahora bien, no solo los hombres fueron o son
presas de esta cultura sino que las mujeres también la han adoptado aunque no
siempre sean bien tratadas en las letras del arte musical o de los videos
musicales.
Todo
esto estaba justo frente de nuestros ojos y no se entendió su significado o no
se quiso entender y menos tratar de impedir su propagación. Quizá se debe
llegar al fondo para abrir los ojos y darse cuenta plena del lamentable estado
en lo que se encuentra la sociedad y gobierno. Fue como una borrachera alegre
dentro de la cual una buena parte de los mexicanos canturreaban las letras soñando
con vivir de manera personal una vida extraordinaria, llena de dinero, lujos, armas,
mujeres, drogas, alcohol y todas las fantasías desbordadas.
En
estas circunstancias se dio que la vida también imito el arte popular en todas
sus expresiones pues muchos adictos a esta cultura tuvieron contacto a través de
los diverso medios de comunicación o de manera directa en santuarios, bailes
etc. Y muchos imitaron lo que ese arte les proponía con lo que esta forma de
vida se extendió en todos los ámbitos posibles. Y, en el mayor esplendor de
esta cultura se dio el punto más débil del Estado mexicano.
Al
parecerá los políticos no les importa más que el ejercicio del poder sin que
les interese el arte en las circunstancias ya narradas ni su significado estridente
que anuncio en este caso la decadencia del Estado mexicano. Puede parecer
extraño que se trate la política desde el arte popular para saber cómo está el
Estado, la política, los social pero esto se debe, en todo caso, a la parcialización
del conocimiento pero el conocimiento tiene un solo abrevadero, la realidad.
Tratar
de manera inconexa las diversas verdades en que se parcializa la realidad es un
error que torna ciegos a los que deben saber la verdad total. En busca del
saber total no se debe tener sin conexión los diversos saberes pues el saber se
ha paralizado para su estudio pero que forman una parte del todo y que tienen
una misma raíz, la realidad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario