viernes, 4 de enero de 2019

EL ARTE POPULAR COMO HERALDO DE LA DECADENCIA DEL ESTADO MEXICANO



EL ARTE POPULAR COMO HERALDO DE LA DECADENCIA DEL ESTADO MEXICANO

Desde Aristóteles se dice que el are imita a la vida y aunque ha ido variando esta idea y  se ha postulado lo contrario; no deja de ser de interés haber visto como el arte popular nos mostró hacia donde iba el Estado mexicano paso a paso sin que los gobiernos en turno hicieran lo mínimo por frenar la decadencia.

Los corridos han existido desde hace mucho tiempo pero son muy conocidos los que emanaron de la revolución mexicana de 1910 y que casi siempre narraban los hechos extraordinarios de seres humanos dignos de ser contados. Un corrido, por lo general traía la fama para el ser humano a quien se le componía y, de esta forma seria conocida esa parte de su vida. La fama sobrevivía al ser humano y esto era motivo de orgullo. Este rasgo distintivo va ir cambiando de actores hasta llegar a los narcos.

La siembra, trasiego y venta de drogas en México se fue generando desde hace mucho tiempo y durante el periodo Presidencialista el Estado tenía más o menos controlado el narcotráfico. Pero a los inicios de la década de los 80 se inició el debilitamiento del Estado mexicano al privatizar sin ton ni son lo público con toda la corrupción posible. Y, aparejada a la decadencia del Estado mexicano se fue gestando una subcultura que crecía en la medida que el narco con sus lujos excesivos, su poder económico crecía  hasta convertirse de facto en la cultura de moda.

Si bien esa cultura floreció en los lugares donde el narco estaba establecido pronto se fue diseminando a lo largo y ancho del territorio mexicano. El pueblo mexicano,  en general, aceptó, asimiló y propagó la música de corridos ahora ya teniendo como actores principales a los narcos más renombrados, con más fama. Esto fue cundiendo hasta en las clases pudientes económicamente. Se formó una industria que no solo atendía el arte musical popular sino la forma de vestir, el calzado y hasta la forma de hablar.

Que el arte popular también imita la vida es evidente pues los artistas musicales veían la vida de los narcos e intuían que esa era la dirección que llevaba la vida de los mexicanos y no solo la vida sino todo el Estado mexicano.  Y este ser heraldo anunciaba esta cultura narca con una gran trompetería sin que pueblo o gobierno opusiera resistencia efectiva y las cosas llegaron a grados inéditos hasta la apología del delito.

Por desgracia fueron y son los jóvenes los que más se decantaban por adoptar esta cultura por diversos motivos pero uno muy en especial vivir toda la parafernalia en carne propia; sentir que salían de la pobreza extrema para vivir a la manera de los grandes narcotraficantes. Ahora bien, no solo los hombres fueron o son presas de esta cultura sino que las mujeres también la han adoptado aunque no siempre sean bien tratadas en las letras del arte musical o de los videos musicales.  

Todo esto estaba justo frente de nuestros ojos y no se entendió su significado o no se quiso entender y menos tratar de impedir su propagación. Quizá se debe llegar al fondo para abrir los ojos y darse cuenta plena del lamentable estado en lo que se encuentra la sociedad y gobierno. Fue como una borrachera alegre dentro de la cual una buena parte de los mexicanos canturreaban las letras soñando con vivir de manera personal una vida extraordinaria, llena de dinero, lujos, armas, mujeres, drogas, alcohol y todas las fantasías desbordadas.

En estas circunstancias se dio que la vida también imito el arte popular en todas sus expresiones pues muchos adictos a esta cultura tuvieron contacto a través de los diverso medios de comunicación o de manera directa en santuarios, bailes etc. Y muchos imitaron lo que ese arte les proponía con lo que esta forma de vida se extendió en todos los ámbitos posibles. Y, en el mayor esplendor de esta cultura se dio el punto más débil del Estado mexicano.

Al parecerá los políticos no les importa más que el ejercicio del poder sin que les interese el arte en las circunstancias ya narradas ni su significado estridente que anuncio en este caso la decadencia del Estado mexicano. Puede parecer extraño que se trate la política desde el arte popular para saber cómo está el Estado, la política, los social pero esto se debe, en todo caso, a la parcialización del conocimiento pero el conocimiento tiene un solo abrevadero, la realidad.

Tratar de manera inconexa las diversas verdades en que se parcializa la realidad es un error que torna ciegos a los que deben saber la verdad total. En busca del saber total no se debe tener sin conexión los diversos saberes pues el saber se ha paralizado para su estudio pero que forman una parte del todo y que tienen una misma raíz, la realidad.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario