El
simple hecho de salir a comprar un foco pone en duda y en reflexión el tema de
la libertad. ¿Cómo puede este aparente simple hecho inconsciente poner en duda
y en reflexión el concepto y la práctica de la libertad?. Los focos (como todos
los demás artículos para la vida diaria: televisiones, celulares, planchas, etc.),
tienen una vida útil programada de ante mano. El hecho de salir a comprar el
foco ya había sido programado también a través de crear una necesidad
inconsciente porque el consumidor pocas o casi nunca se pone a reflexionar de
donde la viene esa necesidad y el por qué tiene que ser así este hecho
aparentemente tan trivial. Un elemento
va implícito aquí: la inconsciencia y esta no permite reflexionar sobre la
libertad; la libertad siempre conlleva la consciencia de saber porque se hacen
las cosas, porque se actúa en tal o cual dirección. La sociedad nos impide ver
el fondo de las cosas, de los hechos, de los actos, es decir, nos vuelve
inconscientes. No es que, apunte hacia el individualismo o hacia la soledad
solo hago el señalamiento de tomar consciencia.
Todo
esto se agrava si tomamos conciencia de que, todos los artículos de consumo tienen
una vida útil programada en un chip o en la forma de haberse hecho o de acuerdo
a los materiales con que se construyen o fabrican. Todo tiene su utilidad
programada y en este contexto se debe preguntar ¿qué es la libertad, cuales sus
elementos fundamentales, sus alcances y sus límites?
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