Lorenzo
Córdova y todo el Instituto Nacional Electoral, han mostrado su seria
incapacidad para lidiar por si mismos con los problemas creados por ellos mismos con sus
actitudes, declaraciones y actuaciones deleznables, en detrimento del pueblo de
México.
Lorenzo
Córdova debería reflexionar y no cometer error tras error en franco desafío y ofensa
para el pueblo mexicano. Primero, fueron las declaraciones del presidente del
INE las que lo metieron en problemas al burlarse de un líder chichimeca con un
lenguaje inapropiado. Quiso salir del embrollo dando declaraciones ineficaces
por tener argumentos poco sólidos y frívolos.
Segundo, como esto no le funcionó tuvo la brillante idea de salir al quite y
pagar a Rigoberta Menchu la cantidad de $10,000.00 dólares más el Impuesto al
Valor Agregado, y llevarla a una “capacitación cívica”. ¿Sobre qué bases?. No
basta con ser premio Nobel sino conocer bien la problemática y tener los
conocimientos apropiados para abordar el tema propuesto.
El
pago a Roberta Menchu no se justifica con sus parcas intervenciones sin
conocimiento de la realidad mexicana y en concreto, sobre los jóvenes desaparecidos
de Ayotzinapa, Guerrero; sin embargo, se puede ver que Lorenzo Córdova, trata
de revertir la mala imagen que tiene por su desprecio a los mexicanos
descendientes de los pueblos prehispánicos, trayendo a Roberta Menchu, maya
quiche de Guatemala. Una buena idea tratar con una mujer reconocida por ser
maya y reconocimiento por la lucha en favor de los más pobres. Mejor si es
premio Nobel. La noticia mediática es más efectiva para restaurar su imagen que
el trabajo real.
Ahora
bien, existe una diferencia enorme entre recibir los líderes de las llamadas
etnias originarias de México y recibir a Rigoberta Menchu; los primeros son
mexicanos pobres, sin estudios y marginados mientras Menchu es premio Nobel de
la Paz (1992) y cobra, a través de su fundación, miles de dólares por
participar en conferencias y otro tipo de actividades. En efecto, ahora se sabe
que cobró $40,000.00 dólares por venir a México francamente mal informada, con intervenciones
desastrosas, sin importarle otra cosa que el dinero. No dijo cosa alguna
rescatable pero si vino a mostrar que la lucha por los más pobres ya no es su
prioridad. El trato que les prodiga Lorenzo Córdova a los líderes de las etnias
en México contrasta con el trato y pago que le hizo a Rigoberta Menchu. Es
inadmisible que para tratar de restaurar su imagen el presidente del INE haga
uso del erario, mostrando su falta de prudencia y su extra limitada
prodigalidad al pagar una suma enorme a la premio Nobel sin la correspondiente prestación.
Es necesario que los funcionarios públicos
tengan una vigilancia estrecha para evitar a capricho la disposición del erario
en detrimento del pueblo.
Con
este hecho Lorenzo Córdova también queda mal, abonando más descredito a su ya
muy precaria credibilidad y abona al despilfarro del erario en innecesarias contrataciones
y pagos que, de manera alguna ayudan a la democracia, a la justicia.