Esta
errada la teoría “División de Poderes” y la práctica es torpe y con malos efectos para
la nación mexicana. Con la democracia se dice que el pueblo es el único soberano
y que esta soberanía es inalienable e imprescriptible. Ahora bien, si el pueblo
es el único soberano, resulta que los legisladores en México han hecho una multiplicación
de los soberanos. En efecto, no pudiendo seguir sosteniendo en teoría la
multiplicidad de soberanos, lo hicieron en la practica a través de decir que “El
pueblo ejerce su soberanía por medio de los poderes de la Unión, en los casos de
la competencia de estos y por los de los estados, en lo que toca a sus regímenes
interiores”. Articulo 41 Constitucional. Vaya enredo de tonterías. Resulta de ello que ahora hay tres poderes
(Ejecutivo, Legislativo y Judicial), es decir, tres soberanos en el ámbito federal.
Como son 31 estados más el distrito Federal en los cuales hay también tres poderes
resulta que nos da un gran total de otros 96. Agréguese a lo anterior que los
estados integrantes de la federación son 31 y las constituciones de dichos
estados dicen que son “Libres y soberanos”, se nos van multiplicando, a la
manera platónica, los soberanos bastardos, tanto federales como locales. Véase
como una concepción dogmática (acrítica) nos lleva a cosas absurdas en nuestra
Carta Magna, como la división de podres, es decir, la multiplicación de
soberanos, cuando el soberano solo es uno: el pueblo.
Tienen
los titulares de los tres órganos (solo órganos) Ejecutivo, Legislativo y
Judicial el ridículo y pomposo viejo ritual de decir “Esta soberanía” cada vez
que se quieren dar un cierto tono de solemnidad, cuando en realidad solo
muestran y demuestran su ignorancia en temas que deberían de suyo haber
analizado a la luz de la razón y de haber reformado para que no solo en lo
formal sea verdaderamente soberano el pueblo sino en la práctica. Han pasado
por lo menos 263 años desde que Montesquieu publicó su obra “El espíritu de las
leyes”, 187 años desde la promulgación de la Constitución de 1824 y 94 años de
la promulgación de la actual Constitución Federal y aun se sigue manteniendo
esa vieja y obsoleta teoría “De la división de poderes” y se le agrega la
enfermiza frase “Equilibrio de poderes”.
Para
cuando Montesquieu propuso y fue aceptada su teoría fue un gran logro de este filósofo
pero, la razón y el estudio de los temas políticos y en especial los términos,
conceptos y la teoría del Estado no pueden de manera alguna quedar varados en
los charcos ausentes de ideas claras y distintas, es decir de los ignorantes legisladores y políticos que usan sus
cabezas solo para acumular antiguallas filosóficas y jurídicas. Son
como mónadas sin apercepción.
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