Me
sorprende en gran manera que los ataques que me hacen las personas que no
comparten o no aceptan mi pensamiento, se dediquen casi exclusivamente al color
de mi piel. Digo que me sorprende dado que en la formalidad son personas de muy
buena educación; después, me divierte su tenaz, frívola e infantil arremetida.
Por
lo general, dejo estos ataques sin respuesta, en virtud de no importarme en lo mínimo
tal cosa. Sin embargo, hay ocasiones que sacó del almacén mi única divisa en
forma disyuntiva, cuando me dicen negro: ¿Qué prefieres ser negro o idiota?. Se
ve que no están capacitados para decidirse a elegir de inmediato, dudan y hay
algunos que definitivamente no entienden el fondo.
Ahora
bien, creo pertinente decir que no soy negro, no, aunque no me molestaría
teniendo la misma capacidad mental. En efecto, el primer apellido de mi padre
era en realidad Miac que significa mucho, muchos en náhuatl y que por una razón
que desconozco cambio a Míaz. Por lo que sé, somos descendientes de naturales y
de allí la pigmentación de mi piel y de muchos de mis parientes, aunque como es
de esperarse, existen en mi familia personas de piel blanca y aun güeros, Para
mi, eso es irrelevante de fondo pero me gusta la variedad.
Para
mí, ha sido importante reafirmar mis raíces autóctonas ya que allí es donde
mejor encajo y de donde empecé a dar sentido a mi vida. Un buen día caí en la
cuenta que estaba siguiendo la senda equivocada y que debería yo buscar lo más
autentico de mis raíces y resultó que una gran vía se abrió rumbo a un mundo
que el oficialismo había falseado y las ideologías habían definitivamente
denigrado al tratar de llevarnos a la ultima moda. Es decir, se quería y quiere
imponer una dominación cultural bajo el supuesto de una superioridad. Con todo,
al descubrir la grandiosidad de las culturas prehispánicas una nueva visión se
develo para mí y ya no fue posible que yo dejara de buscar y encontrar lo mejor
de nuestro pasado.
Siendo
legal y legítimo heredero de la cultura prehispánica me siento no solo conforme
sino orgulloso, sin exageración, de poder insertarme en esta gran vía
libertaria de atavismos bastardos, implantados para “mejorarnos” desde un
enfoque totalmente extraño a la visión de la vida de nuestros antepasados. Cierto
es, que muchas cosas y costumbres que tenían los pueblos prehispánicos ahora
nos parecen inhumanos, pero, eso no era ni es razón suficiente para que
ferozmente se nos trate de hacer una cosa tan horrible: El olvido.
Volver
mansos a los pueblos guerreros fue la tarea más importante de los bien
intencionados religiosos y lo que consiguieron fue un pueblo pasivo, acrítico.
Para los gobiernos y para los extranjeros es de suma importancia mantener al
pueblo mexicano en este lastimoso estado. Empero, fatalmente para ellos, las raíces
de nuestros antepasados crecen y hacen florecer dentro de muchos esas ansias de
saber y amar lo que subyace de autentico en nosotros y enarbolarlo como bandera
de guerra contra la falsedad del mejoramiento humano en los mexicanos. ¿Mejoramiento
de que y para que?. Los mexicanos de hoy somos infinitamente inferiores en casi
todo a nuestros antepasados. Allí había una fuerza impresionante por y para la
vida. La guerra era su divisa. Hoy la mayoría de mexicanos espera milagros en
la pasividad más espantosa. Es lastimoso ver que la gran mayoría cree que las ideologías
implantadas son las mejores y autenticas. No saben que toda ideología esconde
la verdad, tergiversa la verdad.
No,
no debemos olvidar lo mejor de nuestras raíces. Tenemos la tarea de mantener y
hacer florecer lo que hay de verdaderamente bueno de lo mexicano. No me importa
en lo mínimo que me digan negro, quienes así me llaman solo muestran su ridículo
dogmatismo, su supuesta superioridad de raza, de cultura, sin darse cuenta que
es solo estupidez lo que muestran ante mi afirmación de mis valores, tomados de
mis antepasados, en fin, de mi origen. Olvidar mi pasado, eso es, pecado para
mi. Desde el día de mí despertar puse en un lugar muy especial de mi mente las palabras ontinen (viviste) y otikkau
mokal (abandonaste tu casa) pero no olvides.
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