jueves, 14 de junio de 2018

EL PRIISMO DE ENRIQUE KRAUZE




Enrique Krauze, es un ilusionista; da la impresión de ser intelectual y que de allí emana ostentarse como un historiador importante; no hay tal, es un historiador mediano. Su obra más conocida “Siglo de Caudillo”, abreva de la vena de Tomas Carlyle y ha plantado conceptos tan erróneos que es de no creerse. Por si esto fuera poco, no se encuentra una sola idea propia ni buena.

Ahora bien, si de política hablamos Krauze es un priista de hueso colorado. En un video publicado pide que el voto de los ciudadanos sea dividido que no se le dé la mayoría en el Congreso a López Obrador, aduciendo que el poder absoluto corrompe y da los ejemplos de Europa y Latinoamérica y del propio México cuando los gobiernos del Partido Revolucionario Institucional implantaron la Dictadura del Partido Único de Estado a través del Presidencialismo. Evidentemente no distingue y por ello no puede separar lo bueno de lo malo y menos entender lo necesario. Es necesario que el Partido Revolucionario Institucional desparezca como actor importante en la política porque nunca fue revolucionario sino heredero de la lucha fratricida, tampoco fue institucional sino dictatorial, represor y totalitarista.

Si se deja que el Partido Revolucionario Institucional viva como partido importante en la vida nacional torcerá todo; es insuflarle vida para que se recomponga y vuelva a las andadas que ya todos los que tienen dos dedos de frente conocen. Krauze, es abogado de oficio del PRI, lanza sus anzuelos para ver si los incautos se tragan los mismos pero, esto no pasará; los cambios de épocas arrasan todo lo inservible y el partido de Estado es ya inservible en estos momentos álgidos porque no tiene respuestas sino problemas que emanan de su ser.

Después los ciudadanos verán que el poder absoluto sea limitado pero en estos momentos se debe dar todo el poder posible a López Obrador aunque no se esté de acuerdo con él en puntos torales pero es imperativo que se elimine al priismo como régimen. Tal idea no es descabellada ni ideal sino real, tanto que los romanos la ponían en práctica, nombrando a un dictador para que resolviera un problema republicano y al momento de estar solucionado desaparecía ese poder dado a una sola persona. Únicamente los muy chatos estarán en contra de la desaparición del PRI como actor principal de la política. No se debe querer que los integrantes de un partido tan corrupto sigan gobernando.

A Krauze, se le debe dar el beneficio de la duda con reservas pues se sabe de sus nexos con el priismo pero a lo menos inconscientemente defiende al PRI con sus peticiones al pueblo mexicano. Sin embargo, al propio historiador se le debe jubilar por ser nocivo al pueblo mexicano. No al PRI no a Krauze.

Que sujeto tan tejedor nos ha salido Krauze, debería dar explicaciones al pueblo de México sobre su proceder a favor de quienes nos tienen en este estadio de zozobra, hambre y muerte, los priistas o ¿no tiene la capacidad de entender la realidad?. Si esto fuera estaría perdonado pero debería retirarse del mundo de las ideas y descansar en la comodidad de su casa como un viejo afable que ha visto mucho y, ha entendido poco y mal.

Es imperioso que el pueblo determine en estos precisos momentos dar sana sepultura a sus verdugos, los priistas y tenga oídos sordos ante intelectuales de baja estofa. No ver la realidad es estar condenado a repetir los mismos errores para seguir en el mismo régimen pero reformado (La misma gata nomas que revolcada diaria el dicho popular).

Hago un llamado a Krauze para que recapacite que tome el personaje del Quijote y en el ocaso de su vida vea claramente la realidad, estaba loco y en su caso, se redima, callando. Se debe callar cuando no se tiene el derecho de hablar y nuestro histeriador tiene décadas de libertinaje. Es preciso que por un momento tome consciencia y se ponga del lado del pueblo y deje de lanzarnos su Apocalipsis imaginario por el triunfo de López Obrador.

Es claro, que Krauze es inconsciente de la epistemología, del buen gusto, de la libertad, de la democracia; en todo caso, le gusta la adulación y un buen bistec en forma  de Rib eye, y esa ya es su elección. El caso Krauze no es siquiera un problema de desentrañar sino un obstáculo que sobrepasar y el pueblo de México tiene esa capacidad. Este pueblo no es de ñoños pero se ha tenido que engañarle para someterlo y ahora que se ve que va a determinar el inicio de un nuevo régimen político quieren torcer su voluntad. A eso le tienen miedo estos libertinos timoratos priistas y panistas.

Pueblo de México yo, modestamente los llamo a realizar su voluntad libremente sin mirar a izquierda ni derecha sino hacia la libertad con todos sus peligros. Nuestros antepasados aztecas en doscientos años hicieron lo que los romanos les costó setecientos y nuestros demás antepasados no eran chatos sino seres humanos fuertes, sanos que enfrentaban los peligros con una naturalidad inaudita. Así que, escribid su devenir en la roca más dura.

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