La
educación oficial es necesaria, dado que el gobierno tiene los medios de todo
tipo para poder implementarla sistemáticamente. Con todo, esto es peligroso si
los estudiantes y futuros profesionistas, técnicos, ingenieros se quedan con la
educación oficial; esta, tiende a volver a los seres humanos pasivos, con una visión
corta de la realidad e instrumento para reproducir el mismo sistema que lo
tiene sumiso. Fatalmente los que han terminado una carrera profesional o técnica
no sienten los pesados ropajes (ideas), con que se ha vestido el pensamiento y
no sienten el deseo de volar sino de ser aceptados socialmente. La
educación oficial es la cárcel de la mente.
La
educación personal debe ir mucho más allá de la educación oficial e internarse
en los senderos más profundos del pensamiento científico y filosófico de todas
las áreas del conocimiento. Debe ser un esfuerzo personal con toda la intención
de verdaderamente saber. La división del
conocimiento ha sido necesaria debido al enorme cúmulo de conocimientos que se
va produciendo y que ya no es posible que un solo ser humano pueda poseer; en
consecuencia, la especialización del conocimiento va cercando a los seres
humanos hasta confinarlos en un punto de la ciencia, de la técnica del
pensamiento filosófico, volviéndolos ciegos a todo el conocimiento restante. Esto
mantiene pasivos a los seres humanos que solo conocen el conocimiento
especializado.
Salir
de la especialización académica para adentrase en otras áreas del conocimiento
es, parte de la realización plena, la liberación mental que, es por donde
empieza la libertad material y el inicio de la comprensión de la compleja
realidad. Es lastimoso ver a millones de seres humanos siguiendo como autómatas
las pautas oficiales y sentirse libres a través de pseudo pensamientos de
libertad implantados por todo el sistema político, económico y social. El pensamiento
debe volar por las más diversas áreas del conocimiento para ver el pensamiento
general y volverse crítico de los sistemas cerrados que evitan la libertad en
todos sus ámbitos. El cambio, las revoluciones inician en la mente...en la
mente crítica y cuando se pasa a la acción el mundo inevitablemente cambia.
Debe recordarse que en su inicio el pensamiento científico y filosófico tenían unidad,
hoy están fragmentados; debe volverse a la unidad o por lo menos se debe
abarcar lo más posible el conocimiento y se verá que existe esa unidad, hoy
cortada artificialmente. Se debe pasar de un conocimiento limitado (sistema
oficial), cerrado y lleno de ideología a uno ilimitado (personal), abierto y
profundo. Se llega a un punto en que, los ropajes oficiales son un estorbo para
los que abandonan el cómodo lecho asignado por el sistema y van en busca de la
verdad, su verdad; más amplia, brillante y profunda.
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