jueves, 26 de noviembre de 2020

BREVE HISTORIA DE LAS TRANSFORMACIONES: LA MORAL Y EL SENTIDO DE LA VIDA EN MÉXICO

 

BREVE HISTORIA DE LAS TRANSFORMACIONES: LA MORAL Y EL SENTIDO DE LA VIDA EN MÉXICO

 

Si Federico Guillermo Nietzsche, hubiera conocido la naturaleza vigorosa, dominante, filosófica y cruel de los mexicanos antiguos, seguramente hubiera tenido otro concepto de los pueblos americanos; desafortunadamente no fue así. Ahora bien, es a nosotros a los que debe importar de forma fundamental ponernos en claro las circunstancias, la historia, el devenir de los pueblos originarios para encontrarnos siendo en cada instante. En efecto, somos los mexicanos los que debemos autodeterminarnos; este concepto y fin primordial ha estado entre nosotros como una tarea mas nunca como un quehacer cotidiano desde que cayó México-Tenochtitlan.

 

Con la caída del imperio mexicano pasamos como pueblos dominados por mexicanos a ser dominados por los reyes de España. La promesa de ser liberados de una tiranía no solo no se cumplió, sino que se agravó con el debilitamiento de los pueblos originarios al punto de que, los descendientes de esos pueblos naturales son ahora marginados. Quienes no logren ver la religión católica u otras como una fuente de enfermedad, de debilidad es porque están totalmente alienados por los sacerdotes. Pasamos de seres humanos fuertes a seres humanos débiles guiados por pastores que tenían la misión de llevarlos a las penumbras con el fin de que, los rebaños no vieran las cosas, la vida con claridad y d esta forma se hicieran adictos a explicaciones míticas y estáticas de la vida. Pensar diferente ante los dogmas cristianos se volvió un pecado que había de combatir a toda costa. El Santo Oficio se hizo necesario para callar a los que querían pensar diferentes.

 

Todo empezó con la llegada de Hernán Cortés que trajo sacerdotes con su visión totalmente opuesta a la de los pueblos originarios. Para dominar a estos pueblos, Cortés, primero hizo pacto con los Cempoaltecas; después con los tlaxcaltecas para finalmente con la mayoría de los pueblos que los mexicanos tenían sojuzgados. Estos pueblos eran guerreros y el peligro de una rebelión siempre tuvo a los españoles en franca preocupación. Había que quitarles su esencia guerrera, su fuerza, su cultura, su inteligencia; la mejor forma era transformarlos en cristianos, enfermarlos hasta el punto de volverlos dóciles y, que amaran su debilidad y lo lograron.

 

No es casualidad que la independencia política de México la llevara el ejercito Trigarante, y que se proclamaran como las tres garantías: la independencia de la Nueva España, la unión entre realistas e insurgentes y la religión católica como la única tolerada. Se ve claramente como había calado la fe religiosa cristiana al punto de imponerse como única y no tolerar otra u otras más.  Es decir, la Primera Transformación no se sacudió la moral cristiana, sino que la hizo suya como base del Estado mexicano. ,

 

La Segunda Transformación, la separación del Estado laico del religioso fue en buena medida una lucha con base en la moral cristiana que apoyaban los conservadores y por la otra los liberales que no dejaban de ser religiosos pero que avanzaron hacia el Estado civil. Si bien la Guerra de Reforma fue en buena medida contra la riqueza que había acaparado la Iglesia católica esto tenia como fondo la moral católica. Una visión monárquica de gobierno en donde la única moral debería seguir siendo la católica y en donde los sacerdotes tuvieran privilegios. A pesar de haberse dado un gran paso con la separación del Estado civil del religioso, el vinculo entre los sacerdotes con la sociedad quedó intacto.  La moral seguía guiando la vida de los mexicanos en exclusiva.

 

La tercera Transformación, la revolución de 1910, no tocó la moral cristina; la dejo intacta y fue hasta que, el gobierno de Plutarco Elías Calles trató de imponer limitaciones a la iglesia mexicana, desatando la guerra cristera de los sacerdotes y fanáticos contra el gobierno al grito de ¡Viva Cristo rey!. La moral impedía el progreso del Estado y esto seguiría así por mucho tiempo.

 

En esta Cuarta Transformación, no está clara la separación entre el gobierno y las diferentes iglesias en México. ¿Es por necesidad política?. Lo es. Pero otra verdad es que, a pesar de ser la religión católica la predominante, los católicos lo son mas en creencia que en la práctica. La religión se ha vaciado de contenido y de su sentido como guía de la vida. Antes que una derrota política fue una derrota moral lo que recibió la derecha mexicana en las elecciones del 2018.

 

Vacía como está la religión ha dejado de ser apta para seguir como guía de la vida. La moral cristiana recibió un duro golpe. No es casual que la iglesia católica envíe a sus voceros, obispos y demás personajes a contradecir al actual gobierno porque lo considera como “Comunista”. Claro que, se nota inmediatamente la ignorancia y la torpeza de todos ellos. La pérdida de poder de los sacerdotes católicos fue la base de la perdida política de la derecha. La historia de México y los mexicanos es la historia de su moral. Mientras no variara el pensamiento religioso o no perdiera su sentido el pueblo mexicano seguiría sometido tanto al poder religioso como al poder político pues ambos iban de la mano sino formalmente si de facto, en la realidad.

 

La incipiente democracia ganada debe avanzar sin descanso para permear en el pueblo en su conjunto para que la misma madure y el pueblo se libere de estos dos poderes que lo han mantenido en calidad de siervo o de ganado que se le puede ordeñara a placer. Socavar el inmenso poder moral es ganar libertad y democracia. De este modo se debe entender la historia de México y no de otro modo torcido.

 

En cuanto a la visión de la vida mexicana debe transitar, en la medida de lo posible de una moral absoluta, inmutable y metafísica a una moral liberadora, responsable, fuerte y netamente mundana que logre crear seres humanos comprometidos consigo mismos y con los demás. Ya lo dijo Nietzsche: Una moral de señores y no una moral de esclavos.


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