EL VACÍO DEL DESCRÉDITO EN LA OPOSICIÓN
Los
partidos políticos y sus miembros viven del crédito; ya sea autentico o inauténtico
como le ocurrió al Partido Revolucionario Institucional, que se hizo heredero
de los principios y aspiraciones revolucionarios del pueblo mexicano. Esta
herencia le dio una fachada para legitimarse mientras construía su legalidad sobre
la que iba a transitar durante muchas décadas. Pero la practica del poder
desgasta inevitablemente y, si a esto se le suma la lucha de los disidentes
internos y de los críticos externos junto con los cambios que se aceleraron con
la caída del Muro de Berlín (1989), pasando por ruptura de la URSS (191-93),
hasta el dominio del Neoliberalismo con sus hiper individualidad vinieron a dar
al traste con el totalitarismo hasta entonces cambiante del Presidencialismo
mexicano.
El
libre mercado no se podía implantar en México hasta no liberar a los gobernados
del vinculo con el gobierno. Las llamadas reformas estructurales fueron la
puerta de entrada de esa hiper individualidad que tiene como fin que, todos los
mexicanos entren primero a la angustia, a la zozobra pues se les han quitado
sus derechos sociales ganados (educación, vivienda, salud, seguridad pública etc.)
para después acicateados por las necesidades primarias se lancen a conquistar los
bienes y servicios fundamentales para su vida. Eso nos lleva al hiper
consumismo en una progresión cada vez mayor.
Cierto
que, esta Pandemia ha frenado este esquema de super producción y de hiper consumo,
pero, esto no es mas que, un estadio que deberá superarse aun a costa de miles
de muertos aquí y millones en todo el mundo. No es casual que el empresario
mexicano Ricardo Salinas Pliego o el presidente de Brasil Jair Bolsonaro,
inciten a no tenerle miedo o temor al Covid-19. Lo que importa es la economía.
Ahora
bien, para este tipo de sistema económico no estaba preparado ni el PRI ni el
PAN pues el primero ha sido en todos los tiempos totalitarista y el PAN,
conservador; eso sin contar con la corrupción de cada uno. En efecto, los dos
partidos mencionados no previeron las consecuencias de sus actuaciones y que,
el Neoliberalismo requiere mexicanos con libertades, es decir, responsabilidad
para que en este ámbito de democracia inducida puedan producir y consumir en
los términos del libre mercado.
Esta
democracia incipiente es el punto de entrada a la hiper individualidad,
mediante la cual se entra al Estado hiper moderno. Ya no tiene sentido una sola
visión de la vida impuesta por un régimen político o partido; el Presidencialismo
totalitario mexicano es impedimento para la implementación del libre mercado
con todas sus consecuencias. Quedó obsoleto el viejo régimen.
Del
desgaste político, de la corrupción, del cambio de época, de la apertura del
Estado mexicano, de las condiciones internas y externas surgió el descredito
que hoy goza la oposición pues no advirtieron hacia donde debían encaminar sus
pasos. Pero esto no es lo verdaderamente grave pues incluso en estas
condiciones podrían hacer política y poner en jaques temporales al actual
gobierno; su mayor debilidad es no saber hacer política y confundir esta con
los rumores, las noticias falsas y toda una gama de pensamientos y actitudes
francamente infantiles.
La
oposición no ha sabido proponer formalmente un nuevo modelo de Estado porque
quieren regresar al pasado y eso es imposible. Puesta en las cabezas de los
gobernados la idea de democracia y llevada esta a su practica siguen pensando
en el Presidencialismo autoritario y totalitarista, evitando en todo momento
ganarse las voluntades de los gobernados y, en estos momentos sin el pueblo están
perdidos.
Los
múltiples intentos de conformar una verdadera oposición que, logre incidir en
las decisiones de gobierno han devenido en puestas en escena con resultados muy
lamentables e indignos de verse. Este último intento llamado “Si por México”, al
que se han sumado PRI, PAN, y PRD, en lugar de conformar un grupo homogéneo con
una ideología política única muestra la desesperanza, la debilidad de todos sus
integrantes en particular y de la alianza en general. ¿Quién en sus cinco
sentidos va a creer en esta amalgama de intereses económicos como una
alternativa política?. A esta oposición no la mueve la buena política, el
bienestar de los mexicanos y su única ideología esta basada en el dinero público
del cual ya no gozan. En resumen, son una masa estrambótica que fracasará por
si misma. Su descredito los ha vaciado de todo contenido ideológico y practico.
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