miércoles, 22 de julio de 2020

LA MORAL DEL PUEBLO MEXICANO


LA MORAL DEL PUEBLO MEXICANO

 

Es interesante ver como durante el Presidencialismo aun siendo el pueblo mexicano muy religioso su moral era, evidentemente, discorde con el catolicismo y esto permitió que todo el Estado mexicano se corrompiera hasta su médula. El régimen tenía necesidad de ciudadanos sumisos, pero altamente corrompibles y mas tarde corruptos durante generaciones al punto de parecer que era imposible terminar con esta época. Esto no fue así; la economía Neoliberal necesita de un Estado donde impere la legalidad, legitimidad, libertad y los derechos humanos y esto no lo podía proporcionar el viejo régimen. Era menester de terminar con el Presidencialismo (gobierno de un solo hombre, de un solo partido), e imponer un Estado democrático; sin que esto signifique por si, justeza sino el inicio de una nueva era con un nuevo régimen que será el resultado de todos los actores internos y externos ni más ni menos.

 

Es de resaltar que, la moral de una buena parte del pueblo mexicano haya cambiado de manera positiva porque en tiempos de zozobra como en estos momentos se podría esperar que, el pueblo llano se volcara hacia los saqueos acicateado por el hambre, las enfermedades y la economía tan difícil; pero no, eso no ha pasado y difícilmente va a pasar. Esto es lo que sostiene al actual gobierno, la moral de una buena parte del pueblo mexicano, sin este elemento moral no habría gobierno sino caos.

 

Esto es lo que no logran asimilar los políticos opositores al actual gobierno que haya un pueblo que se libró de la moral conservadora e hipócrita del viejo régimen y haya elegido una moral positiva y activa que impulsa el cambio de régimen cerrado y totalitarista hacia un régimen abierto en donde los ciudadanos son parte activa de la vida nacional pública.

 

Los políticos de los diversos partidos pueden hacer las alianzas que gusten pues en una democracia no se debe ni se puede coartar la libertad política; con todo, querer obtener el poder público a través de la vieja política con políticos viejos o a la vieja usanza es garantía de fracaso. Los partidos deben renovarse y seguir la senda de la moral y no únicamente de la política para tratar de volver al poder; eso, los partidos que tienen sentido su existencia pues hay algunos que inevitablemente desparecerán. Lo quieran o no. La derrota moral a pasado más que la caída política y esto va para largo.


martes, 21 de julio de 2020

EL IMPERIO MEXICA SIN IDENTIDAD NACIONAL


EL IMPERIO MEXICA SIN IDENTIDAD NACIONAL

 

El pueblo mexica es sorprendente en toda su historia, incluso en su caída pues fue un pueblo nómada que llegó al Anáhuac y, se instaló en el lago y fundó la ciudad de México- Tenochtitlan, corazón del imperio. El rápido expansionismo de lo que llegó a ser el imperio mexica fue sorprendente por su rapidez pues ya con Moctezuma I (1398-1469), quien fue electo como Huey Tlatoani en 1440, se profundizó el expansionismo y no hubiera parado sin el hecho de la llegada de los españoles. Con todo, la propia caída de los mexicanos es gloriosa pues nuca se rindieron a pesar de las condiciones de hambre y de estar sitiados por muchos de los pueblos que tenían sometidos.

 

Ahora bien, la derrota del imperio mexica, no se puede explicar sin tener en cuenta la gran variedad de pueblos que habían dominado que no por estar en estas condiciones, sentían la imperiosa necesidad de mantener su identidad; se sentían tan ajenos a sus conquistadores y los mexicanos nunca les importó tratar de crear una identidad nacional. No había una nación sino una pluralidad de pueblos o naciones con francas diferencias de identidad. En efecto, el sentimiento de identidad de cada pueblo era tan arraigado que incluso, aunque los mexicanos hubieran tratado de crear esa identidad, nunca lo hubieran logrado. Es bien sabido que, nuestra identidad como mexicanos se forjó (no totalmente), después de 400 años con un esfuerzo enorme de muchos intelectuales mexicanos junto con todo el pueblo.

 

Bien, la grandeza guerrera no fue suficiente para mantener el imperio, hacía falta una identidad que quizá nunca se pensó y nunca se hizo. Quizá los gobernantes mexicanos junto con toda la nobleza se dieron cuenta del peligro respecto a la falta de identidad de su imperio y por ello no incitaron a los pueblos que gobernaban a dar batalla contra los españoles que, a más, nunca llegaron a mil en la hora decisiva de la caída del imperio mexica. Esa falta de identidad fue, a mi perecer, el elemento más importante para la derrota de los mexicanos. Si hubiera habido identidad nacional, mil aventureros no habrían logrado su fin. No le demos más importancia de la que tuvieron los españoles en este hecho histórico pues lograda la identidad nacional incipiente, los españoles dejaron de tener el poder político, económico y social al lograrse la independencia de los mismos.

 

En estos temas como en todos hay que mantener la frialdad e imparcialidad suficiente para no extraviarse y encontrar la salida segura del laberinto que nos presentan los hechos narrados, por lo menos de Hernán Cortes y Bernal Díaz del Castillo, que quieren a toda costa ser ponderados como súper hombres que lograron lo impensable por derecho propio. No hay tal. Las condiciones y circunstancias estaban dadas. De otro modo hubieran sido un chiste. Los mexicanos de antaño y de hoy no somos ni más ni menos que cualquier otro pueblo que se jacte de ser valeroso, artístico, inteligente y lo que se pueda decir. Quitémonos los prejuicios y las malas ideas. Seamos actores principales en este mundo sin cerrase a las demás posibilidades de ser de otros pueblos. No tengo duda alguna de esto.


viernes, 17 de julio de 2020

DERECHOS GANADOS CON LA CAÍDA DEL PRESIDENCIALISMO


DERECHOS GANADOS CON LA CAÍDA DEL PRESIDENCIALISMO

 

En el régimen Presidencialista los ciudadanos eran meros comparsas del presidente en turno pues este decidía tanto en lo público como en lo privado como debería ser la vida. Prácticamente no había ciudadanos sino una especie de siervos sometidos al partido único de Estado liderado por el presidente de la república en turno. El totalitarismo político, económico y social derivaba en lo artístico, en lo religioso, en la forma de ser de los mexicanos, se quisiera o no. Esto empezó a terminarse el 1 de julio de 2018. 

 

Con la caída del régimen priista, los mexicanos pasamos de ser siervos o semi siervos a ciudadanos libres, en el contexto de la democracia burguesa neoliberal, este sistema económico tenia menester de que se impusiera una democracia con los elementos inherentes al mismo sistema. Esto no es malo por sí mismo pues son los pueblos los que en primera y última instancia pueden decidir el derrotero que deben tomar.

 

Entre los derechos ganados está el derecho soberano que tiene el pueblo de pedir cuentas a sus gobernantes que hayan sido electos legal y legítimamente; no más ciudadanos pasivos. Bien, este derecho se había ejercido ya en el viejo régimen Presidencial pero pocas veces se hacía efectivo el lema “…o que la nación me lo demande”, a través de las acciones legales civiles, administrativas y menos las penales. Esto ha cambiado de manera hoy, hay diversos personajes de primera línea como secretarios de gobierno o gobernadores enfrentando las consecuencias legales por su proceder corrupto mientras fungían como servidores públicos. Eso es lo correcto y no debe desviarse el camino.

 

No hay movimiento, cambio político o de cualquier índole que sea puro pues esto cae en el quehacer humano imperfecto por donde se le quiera ver. Con todo, la gran tarea que tienen los militantes de MORENA, es tratar de mantener al partido lejos de la corrupción e inmediatamente que se localice un foco de corrupción actuar en consecuencia. Esto puede pasar o no pues hay fanatismo y dogmatismo en muchos miembros de este instituto. Sin embargo, es el pueblo el que debe no pedir sino exigir que se rindan cuentas claras de los funcionarios públicos; desde el presidente de la republica hasta el más modesto de los funcionarios. Es un atributo del pueblo ser soberano y, por ende, portarse como tal y no dejarse engatusar y volver al pasado con el camuflaje del futuro.

 

Hay quienes no quieren y a toda costa tratan de impedir que se cuestione a los funcionarios actuales y eso va en contra de los principios democráticos y los intereses del pueblo soberano. A esos ciudadanos les debe quedar claro que la época de “Los caudillos”, ha terminado y que ha llegado la hora de los ciudadanos. Tratar de callar al pueblo es antidemocrático. En todo caso, se debe ver bien para saber cuándo es un hecho o acto político de una exigencia de rendición verdadera de cuentas y de este procedimiento no debe quedar ni uno solo de los funcionarios públicos pues esto es fundamental para mantener la salud el Estado mexicano.

 

Sería una locura que, el pueblo haya logrado conquistar los derechos democráticos en la realidad y, por meros deseos y viejas prácticas renuncie a su soberano derecho de exigir cuentas a sus gobernantes; esos son polvos del lodo priista. Es de no creerse que los propios militantes de Morena pidan se vuelva al pasado. La lucha habría sido infructuosa. ¿Acaso ignoran que entre los funcionarios del actual gobierno hay delincuentes, pillos, arribistas, recomendados y toda clase de fauna nociva que el único fin que tienen, sin tener calidad alguna, de hacerse ricos y vivir a costillas del pueblo como si este fuera ganado?.

 

Se debe luchar por ideales, por derechos nunca más por caudillos, partidos o clases sociales aisladas dentro de las libertades de todo tipo. Este y no otro es el sentido de la democracia actual. En este contexto, si la Cuarta Transformación, se tuerce, se debe volver al campo de batalla político e imponer el poder soberano del pueblo para corregir las torceduras de todo tipo.  Que todos los funcionarios corruptos se les aplique la ley no más impunidad.

 


jueves, 16 de julio de 2020

INTELECTUALES MEXICANOS


INTELECTUALES MEXICANOS

 

No hay duda de que en México han existido y existen intelectuales en toda la extensión y significado de la palabra. Con todo, pasa como en el mito bíblico con Esaú que iba a recibir la bendición paterna y, ante esto su madre aconseja a Jacob que le haga la comida al padre, se vista y se ponga pieles de los cabritos sacrificados para que se haga pasar por su hermano y le funcionó pues recibió la bendición de su padre ciego en lugar de Esaú. Lo mismo pasa en México con los que auto se llaman “intelectuales”, se visten con los ropajes y demás accesorios para hacerse pasar como intelectuales ante los ciegos para recibir la bendición del Estado.

 

No hay tal, los verdaderos intelectuales no tienen demasiado tiempo para ser vistos públicamente, andan en lo suyo, pensando. Intelectuales mexicanos de excelente calibre lo son: Sor Juana Inés de la Cruz en primerísimo lugar, Nezahualcóyotl, Ángel María Garibay, Miguel León Portilla, Carlos de Sigüenza, Justo Sierra, José Vasconcelos, Leopoldo Zea, Samuel Ramos y hay una larga lista de ellos que han dejado plasmado su pensamiento en obras de todo tipo. Pero los llamados “intelectuales orgánicos”, que no son otros que los justificadores del Presidencialismo mexicano; es decir, de la “Dictadura Perfecta”, que no resultó tan perfecta, y que con esta engañifa tratan de volver al pasado para seguir gozando del trabajo del pueblo sin aportar lo mínimo al conjunto de la sociedad mexicana. Esos intelectuales no tienen la mínima calidad y deben ser ignorados por el pueblo y hasta combatidos por tener intereses contrarios al pueblo democrático.

 

Es una lástima y vergüenza que estos “intelectuales”, añoren lo que no volverá: La dictadura totalitarista de un partido único de Estado. Deberían ponerse a trabajar en lugar de tener la nostalgia por los privilegios que recibían por justificar la ilegalidad, la ilegitimidad, los fraudes electorales, las desapariciones, las masacres, la corrupción y, la impunidad y mil delitos más.

 

Ahora bien, en una democracia, aunque sea incipiente, son los ciudadanos los que deciden el rumbo que debe tomar el Estado mexicano y están dadas todas las condiciones ideológicas, científicas, filosóficas, económicas, sociales, educativas y de apertura para que los ciudadanos sean los actores principales y ya no los gobernantes en exclusiva. En efecto, terminado el Presidencialismo, brotó la libertad en todos los rubros y ya no hay terreno alguno para el gobierno de un solo hombre o mujer.

 

El actual gobierno, con todos sus males y desatinos, es el símbolo y solo eso, de la voluntad popular y no un nuevo Presidencialismo ni mucho menos el comunismo o socialismo que pregonan los nostálgicos políticos e intelectuales de marras. En esto como en casi todo se equivocan tanto la oposición como los intelectuales conservadores. No lograran su cometido pues luchan no contra un gobierno sino contra el pueblo soberano. Fracasaran.

 

En resume, esta oposición no cuenta con verdaderos intelectuales que puedan construir una ideología, una forma política que les sirva de instrumento para alcanzar el poder. Se imaginan que con la sola desaparición de Andrés Manuel López Obrador el Estado mexicano volverá a ser de su propiedad pues se sentían no gobernantes ni clase social pudiente sino verdaderos dueños, eso se acabó y con tanto intelecto, no logran darse cuenta de ello.


martes, 14 de julio de 2020

LA OPOSICIÓN: FALTA DE ENTENDIMIENTO

LA OPOSICIÓN: FALTA DE ENTENDIMIENTO

 

La oposición no entiende que no lucha contra un solo hombre, el presidente de la república ni únicamente contra el pueblo de México sino contra todo el sistema económico-político y social del mundo con todo lo que esto arrastra. Y, contra eso es imposible luchar con éxito en las condiciones en que se encuentra esa misma oposición. Esto sin contar su falta de credibilidad por su enorme corrupción.


viernes, 10 de julio de 2020

LA NUEVA POLÍTICA EN MÉXICO


LA NUEVA POLÍTICA EN MÉXICO

 

Los hábitos son la antesala de las costumbres y estas son tan fuertes que no es fácil abandonarlas; esto pasa en la política mexicana, casi noventa años de Presidencialismo han dejado a los políticos moldeados, acostumbrados al gobierno de un solo hombre. Los políticos mexicanos y en especial la oposición que a toda costa quiere regresar al Presidencialismo. No se da plena cuenta d-el cambio radical o no acepta esta nueva realidad. Ahora el pueblo ha tomado el papel principal en la política, en la vida pública y privada con un dinamismo que terminará por crear un nuevo Estado.

 

Los priistas sabían que su corrupción debería corregirse, pero el lado malvado les gano y trataron el tema, pero nunca hicieron algo positivo para corregirse sino todo lo contrario.  Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988), impulsó una “Renovación Moral”, del gobierno y de la sociedad, pero todo fue discurso pues el terremoto, el abandono de las clases pobres, la falta de democracia y el fraude electoral de 1988 fueron factores que impidieron moralizar al Estado mexicano. Esto claro unido a la seguridad de ser el Partido Revolucionario Institucional el partido hegemónico, aunque ya no el partido único de Estado.

 

Todos estos problemas fueron abandonados por los priistas, pero no por la entonces oposición que tomó la democracia, la legalidad, la legitimidad y la moralidad como banderas de lucha y que iban a terminar por permear en la sociedad civil que haría suyos estos temas hasta terminar por imponerlas de manera incipiente.

 

Al perder el poder político los priistas y panistas, principalmente, han tratado, erróneamente, de volver a la única forma de gobierno que conocen y están acostumbrados, el Presidencialismo totalitarista, el gobierno de un hombre sin darse cuenta que la realidad política ha cambiado radicalmente. A eso se deben los dichos de Alejandro Moreno al decir que “La gente extraña la manera gobernar del PRI”, o los ataques constantes de los panistas al presidente de la república en lugar de tratar de ganarse la voluntad popular de los votantes, fuente de todo poder (artículo 39 constitucional), para volver a gobernar.

 

Es de no creerse el extravío que tiene y mantiene la oposición al no darse plena cuenta que el gobierno de un solo hombre ha terminado y que debe volverse democrática; si los partidos Acción Nacional y Revolucionario Institucional no se vuelven democráticos muy difícilmente van a volver a gobernar a nivel federal. En el caso del PRI, todo apunta que, va a desaparecer pues tenía como fin único ser el partido único de Estado que nutriera al régimen político de gobernantes y servidores públicos; ese fin se ha terminado, por lo tanto, no tiene fin, sentido la existencia de este partido.

 

El propio Andrés Manuel López Obrador, sabe y lo ha externado que sin el apoyo popular no podría gobernar, mucho menos llevar a cabo la llamada “Cuarta Transformación”. Por el momento, tiene el apoyo de los ciudadanos en tal medida que puede seguir en el gobierno e imponiendo las reformas que cree pertinentes. Ahora bien, esto ha sido posible en virtud de haber sido la sociedad mexicana la que se liberó del Presidencialismo, por múltiples factores y eso derivó en el fin del Estado moderno en México.  En efecto, antes que una derrota legal y política, la derrota del régimen fue una derrota moral llevada a cabo por la sociedad civil.

 

Imaginen que el panismo tiene como símbolo el hipismo encarnado en Gustavo Madero, quien a pesar de su apariencia actual no logra desprenderse de su pensamiento infantil, inmaduro y esto es evidente en su comportamiento público y privado. Se quedó atrapado en su adolescencia de hippie burgués con su correspondiente vacío y extraviado.    Si se analiza a Marko Cortés se llega la misma conclusión de vacío, de extravío en lo político y lo demás.

 

El priismo tiene como símbolo a Alejandro Moreno, que percibe la realidad de manera distorsionada y piensa torcidamente que el pueblo de México añora el sometimiento cuando el Neoliberalismo tiene necesidad de seres humanos libres al grado de la híper individualización que excluye por supuesto, el totalitarismo político. Cada ser humano debe ser autosuficiente para alcanzar lo mínimo necesario para la vida y, en su caso para su desarrollo. Ya el gobierno no puede dictar la forma de ser del pueblo pues se ha terminado el Estado cerrado a un Estado abierto, la sociedad cerrada ya no tiene sentido en la actualidad. Todo esto hace inviable el Presidencialismo cerrado, la sociedad cerrada, el totalitarismo como forma de vida.

 

Todos los partidos políticos deben entender y actuar en consecuencia en el marco de las libertades, de la democracia, la legalidad, la legitimidad, el respeto a los derechos humanos y todo lo que va aparejado a todo lo anterior. Sin estos presupuestos es segura la derrota de cualquier actor político en lo individual o en conjunto. Se han construidos los lineamientos para la formación del nuevo Estado mexicano y esto no va a cambiar a menos que pasen hechos y actos extraordinarios que modifiquen la realidad actual.

 

En resumen, el nuevo Estado mexicano no puede ya funcionar si no es con la participación del pueblo y en concreto de los ciudadanos; esto, para bien o para mal. Si la híper individualización es la base de la actual sociedad no es de extrañar que los ciudadanos de manera individual participen en la política, hagan política y se unan en grupos, asociaciones políticas para tratar de incidir en lo público. Este es el derrotero que ha tomado el Estado mexicano y no otro y esto es lo que deben entender y atender los políticos de oposición.


jueves, 2 de julio de 2020

NUEVO ESTADO. DOS AÑOS DEL TRIUNFO DEL PUEBLO


NUEVO ESTADO. DOS AÑOS DEL TRIUNFO DEL PUEBLO 

 

Este uno de julio de este 2020, se cumplieron dos años del triunfo del pueblo mexicano por terminar el régimen Presidencial priista que el Partido Acción Nacional adoptó para su corrupción a las mil maravillas. Todo estaba ya sin más salida que, el cambio radical. Ahora bien, no le resto importancia al trabajo de muchos luchadores sociales, guerrilla, intelectuales y políticos que hicieron posible el triunfo de Andrés Manuel López Obrador. El propio, ahora primer mandatario, realizó mucho trabajo político, pero MORENA no estaba preparado para ganar por sí mismo el trabajo para que sus candidatos ganaran. En efecto, básicamente fue el cambio de pensamiento, forma de ver la realidad y de actuar del pueblo mexicano en su conjunto. Por ello, no importa lo que diga la oposición; una buena parte de los mexicanos tiene claro que no se puede volver al régimen pasado que era totalitarista, represor, ilegal, ilegitimo y cerrado.

 

En el Nuevo Estado los hechos y los actos tanto del gobierno como del pueblo deben ser abiertos, legales, legítimos y con todos los elementos que hagan posible el inicio de una nueva forma de organización del Estado mexicano. Se deben reformar los órganos del Estado a fondo, las instituciones o en su caso eliminarlas y crear nuevas instituciones que vayan acordes a con una nueva forma estatal. No hay que temer en desaparecer instituciones que no funcionen pues respondían a la realidad del viejo régimen. Hay que asegurarse de que el Nuevo Estado funcione bien.

 

El funcionamiento del Estado debe pasar necesariamente por todos pues es inapropiado que se culpe exclusivamente al presidente como si fuera el único actor público cuando están los legisladores federales y locales, los gobernadores, los presidentes municipales, los políticos de todos los partidos, todos los funcionarios federales, estatales y municipales que deben hacer su trabajo sin excusa ni pretexto.

 

Por el otro lado, están los empresarios que deben comprometerse a trabajar ya sin corrupción y esta la sociedad civil que lleva la delantera tanto al gobierno como a los empresarios en lo moral y en la legalidad. Esto claro, no se da de forma ideal pues existen y existirán malos ciudadanos, pero es de no creerse que, ante la pandemia del Covid-19, la falta de trabajo y el escaso dinero no haya habido saqueos; esto habla bien del pueblo. Es hora de aportar al Estado y no que el Estado aporte a unos cuantos para volverlos ricos.

 

La oposición dice que ha dos años del triunfo del pueblo no hay por qué festejar. A mí me parece que el solo hecho de terminar con el régimen presidencial que tuvo vigencia por 89 años, es suficiente para seguir festejando. Que el pueblo mexicano no se haya volcado a las calles para cometer ilícitos como robos y saqueos, es suficiente para estar orgullosos. Que los corruptos ya no puedan seguir viviendo del erario de manera ilegal, es suficiente para estar felices. Que el PRI y otros partidos vayan a desparecer es motivo suficiente para hacer fiesta. Que se esté enfrentando todas las crisis y el Estado mexicano salga fortalecido moralmente es suficiente para festejar.

 

Falta mucho por trabajar y corregir, pero van escasos dos años del triunfo del pueblo sobre el viejo régimen y la derrota de los antidemocráticos Partido Revolucionario Institucional y Partido Acción Nacional más sus cómplices.

 

Es la primera vez en la historia de México que el pueblo es lo suficientemente fuerte para quitarse las cadenas de sus opresores y no cae en manos de otros dictadores, eso es lo más importante y el motivo principal para festejar. Claro a la oposición que vivía del erario como si fueran la nobleza mexicana no les gusta ni tantito esta nueva realidad; estaban tan acostumbrados a enriquecerse a sus anchas con toda la corrupción e impunidad posible. La oposición puede no festejar, pero el pueblo soberano tiene el derecho inherente para festejar, poner y quitar gobiernos.


miércoles, 1 de julio de 2020

2018-2020: EL CAMBIO TOTAL EN LA POLÍTICA MEXICANA


2018-2020: EL CAMBIO TOTAL EN LA POLÍTICA MEXICANA

 

Han pasado dos años desde el triunfo electoral de Andrés Manuel López Obrador y la mayoría de analistas políticos, nacionales e internacionales, siguen pensando que AMLO, forjó el solo su triunfo; en consecuencia, lo critican todos los días y a todas horas sin descanso. Esas críticas no tienen base alguna razonable ni se basan en la realidad sino en creaciones mentales distorsionadas que lo único que logran es mostrar y demostrar sus retorcidas personalidades. Es lamentable que los políticos derrotados no logren calmarse para que serenamente analicen sus enormes errores políticos e incluso personales. No advirtieron el sentir y la conciencia del pueblo mexicano porque nunca les ha importado. Se imaginan que existen clases sociales que deben mandar incluso por designio divino y clases sociales que se deben someter a este pensamiento. Que lejos están de por lo menos entrever la realidad.

 

Es increíble que en durante 34 años los presidentes emanados del Partido Revolucionario Institucional y del Partido Acción Nacional, hayan impuesto por todos los medios el Neoliberalismo y que siguieran pensando que no iba haber efectos en todos los ámbitos de la vida (economía, política, arte, valores morales, etc.) y que impunemente iban a seguir gobernando con el binomio: corrupción e impunidad. Pero se reunieron todos los elementos sociales, políticos, económicos etc., nacionales y extranjeros y acabaron con el viejo régimen. Ingenuamente siguen creyendo que el pasado puede volver cuando todo empuja velozmente hacia nuevos derroteros.

 

El cambio de régimen tuvo su fin antes de las elecciones. El pueblo, en general, y los electores en particular ya habían fraguado el fin del Presidencialismo desde antes. Las elecciones fueron la ratificación legal de lo que moralmente ya se había decidido. Esa renovación moral que tanto pregonaron los presidentes priístas en especial Miguel de la Madrid Hurtado. Fue inútil, por haber sido una simulación, el tratar de hacer una renovación moral desde el poder político; esa renovación moral provino del pueblo y se manifestó en las elecciones presidenciales del 2018 y eso es lo que la ahora oposición no acepta tercamente. Como se dice, en el pecado llevan la penitencia.

 

Esa renovación moral se manifiesta incluso en la vida privada. En estos momentos tan álgidos, certeza de la pobreza material y económica el pueblo no se ha volcado a realizar saqueos de ninguna especie. Ahora bien, que sigue la delincuencia en niveles ya conocidos por todos, no se puede ocultar ni callar, pero ese es otro tema. En efecto, el pueblo llano ha dado muestras y demostrado estar a la altura de las circunstancias. Por decirlo en términos de Federico Nietzsche hubo “Una transvaloración de todos los valores”. Los valores o mejor dicho los antivalores que rigieron durante el Presidencialismo fueron abandonados y se adoptaron verdaderos valores (que se pueden perder si no se cuidan), que convirtieron al Estado mexicano en democrático, legal, legítimo y demás elementos que concomitantes y participativos. No quieren que las instituciones del viejo régimen desaparezcan, no hay tal, deben desaparecer. No se puede avanzar con ellas hacia la madurez de la democracia.

 

El pueblo mexicano ha salido bien parado pues bastaría con su comportamiento moral para ser digno de admirarlo. A dos años del triunfo del pueblo este no puede descansar en sus fines democráticos. La destrucción del viejo régimen Presidencial debe ser total y la tarea de construcción de un nuevo Estado es de muchos sacrificios físicos y mentales que durara mucho tiempo.

 

En el Presidencialismo mandaba un solo hombre durante un sexenio; hoy, debe mandar el pueblo soberano tal y como lo preceptúa el artículo 39 de nuestra Carta Magna y que precisamente habían olvidado tanto el PRI como el PAN al sentir que el pueblo era una masa desarticulada que tenía la necesidad de ser gobernada pues por si misma nunca podía tener un solo fin. Este es el viejo pensamiento de Porfirio Díaz “Soy dictador por su bien”.  Tanto los priístas como los panistas creyeron que podían seguir gobernando como verdaderos soberanos y despreciar al pueblo mexicano. Craso error.

 

El triunfo político no fue la creación de un solo hombre como se piensa de común ni fue exclusivamente interno pues fue el resultado evolutivo del pueblo mexicano en términos políticos y el auge del Neoliberalismo permitió la liberación del pueblo mexicano de sus ataduras mentales al viejo sistema político. Por ello, la oposición no logra reponerse de su historia derrota y mucho me temo que, el PRI desaparecerá gradualmente y el PAN le llevará mucho tiempo reponerse. En estos tiempos tan agitados y veloces otros partidos también desparecerán por pura necesidad de la actualidad.

 

Amanece. El alba se anuncia con toda su fuerza pero el día aún no inicia su marcha. Muchos mexicanos aun duermen mientras otros han iniciado ya sus actividades en espera de la luz del sol y que de sorpresas nos depara el día y yo espero a que caiga la tarde para abrir las alas para, de una sola mirada abarcar todos los hechos y actos importantes hasta donde sea posible para meditar, atrapar lo esencial y vaciarlo en la blancura de las hojas virtuales. Amanece.