domingo, 10 de marzo de 2019

¿QUÉ ES POLÍTICA?





El presente escrito no tratara de manera profunda lo que es la política pues para ello haría falta una obra correspondiente pero si dará una idea básica pero clara de lo que es. En este sentido la política es la consecución del poder y su conservación (en nuestro caso), a través de los lineamientos jurídicos que marca la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y por medio de los partidos políticos o de manera independiente. Diríamos que de una forma ordenada, civilizada y con sanciones cuando no se siguen los preceptos legales. Esta es una definición básica de lo que es política y es únicamente la entrada a todo lo que la misma conlleva.

En México durante casi 90 años en los que el partido único de Estado impuso su régimen dictatorial (El Partido Acción Nacional uso ese mismo régimen priista por lo que no se puede hablar de cambio sino de alternancia), se simuló la lucha política pues el presidente en turno designaba a su sucesor.

El tema de la política debería interesar al pueblo mexicano, por lo menos a una buena parte para ser factor de presión para limitar los excesos de poder que se da en cualquier régimen político. Esto no debe extrañar pues el ejercicio del poder siempre conlleva a los excesos. La democracia pasa, en buena medida por la acción política que haga la sociedad civil consciente y liberada de las ataduras partidistas; sin este elemento el peligro del autoritarismo es alto.

La oposición partidaria es un segundo elemento que debería limitar el ejercicio del poder público pero muy a menudo esta lucha es aparente o por lo menos ineficaz pues las cúpulas partidarias hacen pactos o convenios para que ese estado no cambie con el compromiso de no ser sancionados cuando se cometan delitos o excesos, estando en el poder. Esto es lo que pasó en México con los partidos políticos aparentemente de ideologías diversas y su símbolo lo representa el “Pacto por México”, firmado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) como líder de esta propuesta, el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD). Este tipo de acuerdos son firmados y puestos en práctica por las cúpulas de los partidos políticos in tomar en cuenta al pueblo. Es decir, no son democráticos.

Y, la democracia debe ser el elemento central de la política en el Estadio mexicano. Con todo, existe una larga práctica antidemocrática, la lucha por la democracia ha sido una lucha larga desde la independencia de México. Hay pocos periodos en los que se haya practicado la democracia y la legalidad en la política a lo largo de la historia mexicana.  Método más usado para acceder el poder político lo ha sido a través de las armas (1821-1929 y de la simulación (1929-2018). Como se ve el pueblo mexicano no tiene la cultura democrática como base de su vida pública (ni en los demás rubros, iglesia, familia, educación, trabajo etc.), por lo que resulta un problema imponer la democracia. Debe esperarse que esto suceda, si se educa en este sistema al pueblo; en caso contrario, se corre el riesgo de seguir simulando en política. Todo esto es en general.

En lo particular es evidente que los políticos mexicanos están muy limitados intelectualmente (en general) y esto no es excepcional sino la regla. La preocupación central en lo político de Platón, lo fue la ignorancia de los gobernantes para crear un buen modelo de Estado y llevarlo a la realidad. Para ello propuso que los gobernantes se volvieran sabios o que los sabios gobernaran. Aristóteles tenía esta misma preocupación y se ocupó de mostrar la corrupción de los distintos regímenes y siguió pensando que la “Ética” era parte de la “Política”. Habría que esperar a Nicolás Maquiavelo para que en su obra “Del principado”,  separe lo que ya en la práctica estaba separado, la “Ética”, de la “Política”.  Su obra es rica en ideas pero de corta extensión y la razón es que los políticos no leen, es decir, son lerdos.

José Ortega y Gasset se pronuncia porque los sabios no gobiernen pues lo hacen mal, nos dice y, en general, es cierto; además de que los políticos y los sabios tienen diversos campos de acción; los primeros su materia es el ejercicio del poder, de los segundo lo es el saber. Ahora bien, siendo esto cierto en lo general debe decirse que no es conveniente que los políticos sean analfabetas funcionales; les es menester un mínimo de saber para poder tomar buenas decisiones so pena de fracasar en lo particular y en lo general y en México tenemos ejemplos claros y recientes.

Los políticos mexicanos están insertos en este contexto y es evidente su parquedad en el saber y si bien no requieren ser sabios en lo general si deben serlo en su materia en particular. Pero resulta que ni siquiera son duchos en la materia política. Es evidente que, en este momento extraordinario en que se ha agotado de manera definitiva el régimen presidencialista priista es necesaria la creación teorética de un nuevo modelo de régimen político que sea viable en la práctica para transitar en definitiva hacia la democracia. Pero ¿qué hacen los políticos en estos momentos álgidos?, armarse hasta los dientes con toda la gran variedad de bajezas, ocurrencias, cotilleos e ideas vulgares para hacer política. Lo que da como resultado una gran fiesta de lo más vulgar. No proponen un nuevo modelo de régimen político y menos trabajan en su construcción razonada y viable. Están huérfanos de ideas.

La mayoría de políticos mexicanos llegan con grandes limitaciones y quieren el poder por el poder y volverse ricos en el menor tiempo posible a través de cualquier método, en la espera de no ser descubiertos y la mayoría de políticos de Morena no son la excepción. En general, los políticos que tienen incluso educación universitaria y algunos grados académicos de maestría y doctorado son fracasados en el ejercicio de sus profesiones y si estos tienen esta mala calidad; es de imaginarse los que tienen la primaria, secundaria o preparatoria, son unos verdaderos analfabetas funcionales en busca del dinero fácil.

Este mal general, tiene sus bases en los requisitos constitucionales para ser presidente, gobernador, diputado, senador, presidente municipal o cualquier otro funcionario público a excepción del órgano judicial; pues no se exigen grados académicos y por su puesto practica comprobable de los mismos. Mientras no se arregle este mal y se combata decididamente el nivel de política en México no pasara de ser un circo de tres pistas de muy mala calidad. La pobreza material, en todos sus rubros, tiene su base en la pobreza mental de nosotros los mexicanos. Sin buenas ideas no hay buen presente y mucho menos futuro.

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