Stepehen
Hawking nos deleita con su idea acertada que viajamos en la vida “sobre hombros
de gigantes” y en verdad, es maravilloso ir descubriendo que a pesar de todo lo
negativo, siempre hay otro lado de la vida en la cual hay dialogo, interacción
y colaboración entre científicos de diversas épocas para alcanzar nuevos
estadios en la ciencia y la tecnología.
El
incomparable Gottfried Leibniz (me deleite estudiándolo en Filosofía), se le
ocurrió (perdone este eufemismo), que a través del uso de los números 0 y 1 se
podían hacer cálculos más sencillos (esto lo estudie en computación). Pero no
le hicieron mucho caso y ahí quedo su propuesta. Más tarde George Boole y
Claude Shannon volvieron a hacer uso del sistema binario; el primero se propuso
resolver problemas de lógica proposicional y Shannon construyó el puente dorado
entre la lógica y la electrónica.
Hoy
día todavía están en vigencia estos dos elementos (lógica y electrónica), para
resolver una gran gama de problemas de comunicación, médicos, etc. Claro, se
espera que las computadoras con núcleos de plasma vuelvan obsoletas las
actuales máquinas para dar paso a súper ordenadores. Esto nos lleva a otro
problema ¿cómo y dónde almacenar la enorme información que se produce?, hasta
ahora la solución han sido las bandas magnéticas. Sin embargo, los científicos
del Instituto Europeo de Bioinformática han logrado usar tanto el sistema
binario como el ADN para almacenar grandes cantidades de información de texto,
imágenes, voz y un código de codificación.
El
procedimiento es muy ingenioso. El ADN (Ácido desoxirribonucleico) tiene como
base la Adenina (A), la tiamina (T), citosina (C) y guanina (G), que pueden
componer una secuencia de ADN (ATGCTAGA) y que contiene la información de un
ser vivo. Bien, el sistema binario solo utiliza los números 0 y 1 para
representar números así, el numero binario 1011, le corresponde el número 11 en
el sistema decimal. Esto debido a que el valor de cada símbolo es la base 2 elevado
a un exponente igual a su posición menos uno, es decir:
1*2(3
exponente) + 0*2(2 exponente) + 1*2(1 exponente) + 1*2(0 exponente) que resulta:
1* 2*2*2= 8 + 0*2*2= 0 + 1*2: 2 + 1 por ser 1 la potencia de 2 (la potencia 0).
Sumados
los números queda: 8+0+2+1= 11.
Ahora
bien el sistema de almacenamiento de ADN utilizado por el Instituto Europeo de
Bioinformática, usa las mismas cuatro letras del ADN biológico pero de manera
distinta pero efectiva, al grado de haber podido almacenar 26 segundo del discurso
de Martin Luther King “Tengo un sueño”, una fotografía del propio Instituto
Europeo de Bioinformática en formato “jpg”, el documento de Crick y Watson que
describe la estructura del AD, esto en formato “Pdf”, un archivo que contiene todos
los sonetos de Shakespeare, esto en formato “txt” y un documento acerca del sistema
de codificación. Todo esto en una porción infinitamente pequeña.
Por
ahora el sistema de almacenamiento es demasiado costoso para ser popular pero
no tengo duda de que superaran este escollo y salvaran así, el riesgo de que
toda la información se pierda ya que aunque una parte se dañe esta estará
contenida en otro segmento y podrá ser leída. Los científicos del futuro, se
considera que el ADN de esta clase puede durar hasta 500 mil años o más, podrán
investigar cómo era la vida en el siglo XXI y todo lo que se logre salvar.
Claro, esto será un recto para que encuentren los datos que busquen en medio de
las cantidades inmensas de información que se producen con el uso de la
internet y las redes sociales o con los estudios del colisionador de hadrones.
Cuando
se cree que todo está en peligro llega los gigantes del pensamiento, ponen
manos a los ceros, unos y ADN y logran llevarnos sobre sus hombros a nuevas
tierras del conocimiento y de tecnología.
BBC
Mundo 24 de enero de 2013.
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