sábado, 7 de febrero de 2015

EL ENTE POLÍTICO EN MÉXICO



La nación mexicana como ente político debe tomar plena consciencia de su ser y su devenir no solo histórico sino real y destruir ese pesado absolutismo psicológico y material que impide su desarrollo. La consciencia de su necesidad condicionante y no condicionada. La razón suficiente de los políticos es el ente llamado nación y no al revés. El azar queda proscrito de la política y de la organización nacional. Esto lleva a la máxima de Píndaro: “Llega a ser lo que eres”. He ahí, el trabajo del pueblo mexicano desarrollar lo que ya germinalmente es hasta llegar a ser eso plenamente. Sin embargo, no se pude tomar esto en el sentido rigurosísimo dado a los imponderables de la vida cosa dinámica que no sigue las reglas físicas sino metafísicas en su fondo. ¿Cuál es el grado que ha alcanzado la vida del mexicano en su participación de lo humano?. Esto puede medirse arbitrariamente con relación a la participación óntica y al reconocimiento óntica por las demás naciones. Cerrar esta brecha entre las estructuras ónticas y su reconocimiento es un proceso concomitante al devenir del pueblo mexicano que no debe pre ocuparlo ni ocuparlo, debido a las diversas ideologías que cierran la posibilidad de ver la realidad radical. La vida (de la cual participa la nación mexicana), es un ente independiente y absoluto que no admite parcialidades sino en el escenario de las ideologías arbitrarias. Ahora bien, no por ello no se puede aumentar la participación del ente en el ser. A mayor conciencia y acción mayor ser. El estudio del ente podrá variar las perspectiva del ser en las diversas categorías ontológicas pero sin tocar las categorías ónticas.

  

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