martes, 4 de marzo de 2014

AGUSTÍN Y LAS CIENCIAS NATURALES




El padre de la iglesia que con más influencia definió la actitud propia de los cristianos medievales hacia el conocimiento pagano fue Agustín (fig. 1.1). Un avanzado maestro de retórica, subsecuentemente (en 386) convertido al cristianismo a la edad de treinta y dos años y eventualmente (después de 395), obispo de Hipona en el norte d África, Agustín fue un escritor prolífico de libros sobre tópicos de teológicos y filosóficos (más de un centenar de los cuales sobrevivieron). Muchos de esos trabajos contienen pasajes que sugieren total cautela, o todavía una negativa actitud hacia el conocimiento pagano. En su Confesiones,Agustín advierte contra el peligro de la curiosidad. “Además de la lujuriade la carneque yace en la gratificación y placeres de todos los sentidos,…ahí pertenecen al alma, a través de los mismos sentidos del cuerpo, una cierta vanidad y larga curiosidad, encubierto bajo el nombre de saber y conocimiento”. En el mismo tratado, Agustín expresa su arrepentimiento de por el esfuerzo que había dedicado a lograr dominar las artes liberales (incluyendo la lógica, la geometría y la aritmética) – el esfuerzo, escribe que (no sirve para mi uso, sino bastante para mi destrucción).

Pero, esto podría ser un error, inferir de tales fragmentos que Agustín renuncie a la actividad racional en general o a la tradición clásica en particular. Que se oponga al pensamiento herético o falso en los sistemas filosóficos que dio lugar a esto sin duda alguna y él fue un escéptico de cualquier larga escala invertida en la tradición clásica. No obstante, la actividad racional crecía en la vida de la fe y aplicada a los temas apropiados  (especialmente a los artículos de la fe y su apuntalamiento racional), fue indispensable. El razonamiento herético acerca de la Trinidad, el punto apuntó “es para ser evitado y detestado, porque esto no es razonar sino llegar a un razonamiento falso…Por lo tanto, como si estuvieras enfermo advertido para evitar todo decir porque algún decir es falso, pero no debes evitar todo razonamiento porque algún razonamiento sea falso.

¿Qué legitimidad, entonces Agustín atribuye a la actividad racional  directamente a los temas teniendo limitada o una negligente relevancia religiosa?. En particular, ¿cuál fue su actitud hacia las investigación empírica y racional, del mundo material en el cual vivimos?. Ciertamente Agustín puso en baja prioridad a tales investigaciones. En su ComentariosLiterales sobre el Génesis, el menciona que los eruditos frecuentemente presentan largas discusiones de la forma y aspecto de los cielos, materia que “los escritores sagrados” en su profunda sabiduría, “han omitido”. “Tales temas”, continua, “no son benéficos para aquellos quienes buscan la felicidad eterna y lo que es peor, gastan tiempo muy precioso que sería conveniente que lo den para sea espiritualmente benéfico”. Agustín elaboró en su Manual (un manual de la  doctrina básica cristiana), advirtiendo que no deberíamos alarmarnos si los cristianos son ignorantes del conocimiento natural contenido en la tradición clásica. Es suficiente para ellos entender que Dios es la única causa de las cosas creadas. En Sobre la Doctrina Cristiana, el afirmaba dentro del conocimiento pagano “a un lado de la historia de las cosa, ambos, pasado y presente, enseñan cual concierne a los sentidos corporales, incluyendo la experiencia y la teoría de las útiles artes mecánicas y las ciencias de la diputación y de los números, considero que no tienen utilidad alguna”. Agustín se propuso la compilación de manuales para suministrar a los cristianos con todo lo que ellos necesitan saber de cada disciplina.

Pienso que puede ser posible…reunir… y registrar… explicaciones de todos los lugares geográficos no familiares, animales, hierbas y árboles. Piedras y metales que son mencionados en las Escrituras. La misma cosa podía hacerse con los números así como los racionales solo de aquellos números mencionados en las Sagradas Escrituras serán explicados”. 

En la opinión del teólogo más influyente de la temprana cristiandad, la filosofía natural muy modesta a la utilidad religiosa.
Pero la modesta utilidad religiosa, resulta que, no fue causa de despido. En su ComentariosLiterales sobre el Génesis, Agustín aclara que aunque el conocimiento de las escrituras es vastamente superior al conocimiento obtenido a través de los sentidos, este es superior a la ignorancia. De cualquier manera, se preocupó de que los cristianos, ingenuamente interpretaran las Escrituras podían expresar opiniones absurdas en temas cosmológicas, de esta manera provocando el ridículo entre los paganos mejor informados y trayendo la fe cristiana al descredito. “Todos los no cristianos, escribió, saben:

Algo acerca de la tierra, los cielos y los otros elementos de este mundo, acerca del movimiento y las órbitas de las estrellas y de todos los tamaños y posiciones relativas, acerca de la predicción de los eclipses del sol y la luna, los ciclos de los años y las estaciones, acerca de las clases de animales, matorrales y cosas así…Ahora, es una desgracia y cosa peligrosa para un infiel oír a un cristiano, presumiblemente dando el significado de las Sagradas Escrituras, hablando sin sentido  sobre esos tópicos deberíamos tomar todos los significados para prevenir tal situación embarazosa, en la cual las personas muestran vasta ignorancia





domingo, 2 de marzo de 2014

LA IGLESIA TEMPRANA Y LA TRADICIÓN CLÁSICA





El proceso de asimilación, estaba cargada con dificultades. La tradición clásica, debido a su origen pagano, chocó con la doctrina cristiana en los puntos fundamentales, incluyendo la naturaleza e identidad del comienzo divino, el problema de dios y el diablo, la relación entre el creador y la creación y los orígenes de la autoridad religiosa. La iglesia temprana de los padres (quienes, que debemos recordar tienen acceso solo en una estrecha versión de la tradición clásica), encontraron demasiado miedo en esto.

El padre de la iglesia que vino a simbolizar su miedo fue tertuliano (fl. 195-215), un crítico altamente educado de la tradición clásica, quien convertido al cristiandad después de completar su propia excelente educación de la tradición clásica. Tertuliano escribió extensivamente contra la herejía, atacando la tradición clásica en su incubadora. Censuro la lógica y la dialéctica (el arte de construir argumentos lógicos), y específicamente al “miserable Aristóteles”, quien “inventó la dialéctica… el arte de construir y destruir, elusivo en sus afirmaciones, tramando con sus conjeturas malévolo en la argumentación, prolífico en contenidos, una molestia para el mismo”. Y su dar con frecuencia advierte contra la curiosidad (“Sin la curiosidad requerida nuestra después de Jesucristo, sin investigación después del evangelio) es regularmente interpretada como una expresión de la opinión que el cristiano no requiere conocer más allá de lo que la revelación bíblica suministra. “Esto, no solo es una caricatura de la verdadera posición de Tertuliano sino tampoco es representativa de las actitudes patrísticas (aunque esto ha probado no haber sido obstáculo para su amplia diseminación)”.

Esta actitud imputada a Tertuliano es un extremo del fin de un amplio espectro de la opinión patrística. Si el conocimiento pagano encarnado en la tradición clásica aparece peligroso, también probo ser indispensable y el nivel de hostilidad expresado por Tertuliano en sus momentos de retórica capaz de destrucción fue la excepción más que la regla. La total repudiación de la tradición clásica por los padres de la iglesia fue una cosa práctica, imposible. Muchos habían sido educados en la tradición clásica antes de reconvertirse a la Cristiandad y habían adquirido hábitos de investigación racional que no pudo haber sido lanzado fácilmente a un lado. Además, las herramientas del discurso racional y algunas de las asunciones de la filosofía griega fueron requeridas para el desarrollo de la doctrina cristiana y la defensa de la fe en contra de sus detractores. Y, finalmente, hay un simple que mucho del contenido de la tradición clásica fue teológicamente benigno. Esto podía haber sido absurdo para los cristianos educados para repudiar las riquezas intelectuales de la tradición clásica en cada cosa desde la botánica a la medicina, a la física hasta la metalurgia –por eso se condenaban a si mismos a un estado de ignorancia bárbara- Desde el hecho de que los cristianos fueran cautelosos al peligro teológico en la filosofía greco-romana y la religión, de esto no se sigue que estuvieran preparados para renunciar a todos los aspectos de la larga cultura greco-romana que (nunca debemos olvidar) que también era su cultura.

Consecuentemente, muchos de los padres de la iglesia expresaron al menos una limitada aprobación de la tradición clásica. Por ejemplo los escritores de los siglos, segundo y tercero, Atenágoras, Clemente y Orígenes, todos encontraron la filosofía griega como una herramienta útil en defensa de la cristiandad. Atenagoras acomodo la autoridad de Platón, Aristóteles y de los estoicos en favor del monoteísmo. Clemente ataco los más tempranos filósofos por su ateísmo. Pero también reconoció que ciertos filósofos y poetas taladraban el testimonio hacia la verdad y que dentro de la tradición filosófica hay “una escasa maledicencia provocada, capaz de comenzar una ventilación dentro de las flamas, un rasgo de sabiduría y un impulso de Dios”. “Tertuliano mismo vio la religión cristiana como el cumplimiento de la racionalidad griega, ambas abogaban y se ocupaban de la actividad filosófica. 


sábado, 1 de marzo de 2014

DOS POSICIONES ANTAGÓNICAS UNO Y MISMO MAL



Es verdad que Joaquín Loera Guzmán debe y es considerado  como un delincuente pero más allá de la ley (la cual Peña Nieto se ha cansado de quebrantar y nosotros padecido casi apáticamente), están los hechos. Mientras el primero, es considerado por el propio gobierno federal como un empresario exitoso; el segundo, es un pragmático entreguista de lo público a los dueños del gran capital privado.  En una nación como la mexicana donde todo lo que debería tomarse en serio se toma en broma y se prefiere la simulación, no tendría cosa alguna de raro ni de malo quitar a Peña Nieto de la presidencia y poner a Joaquín Loera como presidente pero ahora si bajo el control del Estado, es decir, de la Ley.

Es increíble como el gobierno trazó (cuando no creo) un perfil casi de genio de las finanzas de Joaquín Loera  para contratarlo con el gobierno federal y vestirse así, Peña Nieto en un caballero de la justicia. No obstante lo anterior, quizás no se dieron cuenta que también se podía hacer el contraste entre el ignorante Peña Nieto y el casi genio que perfilaron del Chapo. El primero con su profunda ignorancia e irresponsabilidad concede lo que los capitalistas le ordenan; el segundo, como un genio de la administración conquista mercados en medio mundo. Un mundo, el de Peña débil y apocado y el otro, el del Chapo, imperialista. Ambos modos de proceder deben ser puestos en la balanza y desecharse.



LA EDAD MEDIA Y LA TRADICIÓN CLÁSICA



Distintos preliminares deberían primero ocuparnos. Cerca de 850 años separan a Bacon y a Agustín. ¿Qué son las divisiones cronológicas asociados con este largo periodo de historia europea?. No hubo catástrofes o logros decisivos o evidentes que podamos usar como marcas cronológicas y las fronteras son por lo tanto intrínsecamente borrosas. Pero el número redondo de los años de declive del Imperio Romano corre desde A.D 180 al 450. Los historiadores de la iglesia conocen esto como el “periodo patrístico” –una era durante la cual la doctrina cristiana fue codificada por unas series de concilios de la iglesia y la influencia de  los padres de la iglesia. Las características que nos golpean como distintivamente medieval emergieron gradualmente en el curso del siglo quinto. El periodo medieval temprano es habitualmente fechado alrededor de 450 al 1000. Esto fue seguido por un de recuperación europeo, 1000-1200 y la alta o ultima Edad Media, tempestuosamente 1200-1450. La historia reencuentra en este ensayo corre desde los cercanos décadas del periodo patrístico hasta los primeros setenta y cinco años de la alta Edad Media.

¿Había ahí, de fecho, una ciencia de valor de nombre durante este largo periodo?. Ciertamente muchos delos ingredientes de lo que nosotros consideramos como ciencia estaban presentes en los lenguajes para describir la naturaleza, métodos para explorarla, afirmaciones, de hecho y teorética que emergieron de tales exploraciones y criterio para juzgar la verdad o validez de sus afirmaciones hechas. Además, es claro que las piezas del resultante conocimiento medieval estuvieron para todos propósitos prácticos idénticos a lo que son ahora tomados para ser ciencia genuina (la astronomía planetaria y la óptica geométrica son buenos ejemplos).

Pero la patrística y la aproximación medieval a la naturaleza también difieren de los nuestros en diferentes formas. El conocimiento acerca del mundo natural fue entonces una parte integral de la larga empresa filosófica –una característica que los modernos científicos podrían encontrar extraña. La teología y la religión fueron consideradas como participantes legítimas en la investigación y la formulación de verdades acerca del mundo natural más frecuentemente de lo que son hoy día. La evidencia observacional, sin embargo, regularmente empleada en la validación de las afirmaciones teoréticas durante el periodo medieval, tiene un perfil considerablemente más bajo que la ciencia moderna. La motivación para la aspiración de la ciencia y las instituciones fueron la búsqueda de colocar totalmente diferentes de los modernos. El apoyo gubernamental que maneja la gran ciencia hoy hubiera sido inconcebible durante los periodos de la patrística y la medieval. Y los mecanismos ahora disponibles de la diseminación del conocimiento científico son más eficientes que los que operaron en la cultura anterior a la prensa impresa y los medios electrónicos. 



Dadas esas similitudes y diferencias ¿cómo justificamos el esfuerzo de llamar esta patrística medieval, ciencia?. Este problema es materia de disputa entre historiadores de la ciencia. Algunos prefieren la expresión cautelosa “conocimiento natural”. Otros hablan de “filosofía natural”, en orden para llamar la atención hacia la relación integral en la era temprana entre la persecución del conocimiento natural y la persecución de otras formas de entendimiento. Y algunos intrépidamente usan la expresión “ciencia”  o “ciencia natural”, declarando por eso que de su erudición, aunque no idéntica a la ciencia moderna, son los antecesores de las disciplinas modernas y prácticas, por eso, están autorizados para afirmar el nombre familiar. Esto me parece a mí como un debate sin sentido. La cosa importante es acordar sobre lo que hablamos acerca de emplear terminología que facilite la comunicación sobre el tema. En las siguientes páginas, empleare tres de las ya mencionadas locuciones en competencia de manera indiscriminada, como sinónimos. También emplearé las expresiones denotando específicos ramos en la búsqueda del conocimiento natural, tales como “ciencia matemática”, “astronomía”, “cosmología” ”óptica” “meteorología y “medicina”. El lector debe entender que este no es un punto a hacer, deseo mantener identidad entre la patrística la empresa medievalde esta manera con sus descendientes modernos.

Agustín y Bacon encontraron las ciencias naturales como elementos de la tradición clásica y si deseamos entender sus actitudes hacia las ciencias naturales, debemos mirar briosamente en todo lo cual esas ciencias fueron parte. La tradición clásica consistente en acumular conocimiento de la antigua Grecia, transmitido verticalmente a través del tiempo y horizontalmente a través de la geografía cultural y los límites del lenguaje ajustándose a sí mismo en el proceso a las nuevas circunstancias culturales y lingüísticas experimentando significativos modificaciones. La tradición clásica incluyendo la poesía, el drama, la historia, la teoría política y la ética, la metafísica o la teología y las ciencias naturales. Esto también incluye las reglas de razonamiento efectivo escribiendo y afirmando. Prominente dentro de la porción de la tradición clásica, devoto a la naturaleza fueron los escritos de los filósofos Platón y Aristóteles, miembros de las escuelas filosóficas de los Estoicos y Epicúreos, le matemático  Euclides, el astrónomo Ptolomeo, el físico Galeno, sus seguidores y sus críticos –escritos que se dirigían a tópicos que fluctuaban desde medicina y las ciencias matemáticas hasta la meteorología, la cosmología, y la relación de todas ellas con los dioses, esto es crítico teniendo en mente que fueron escritos paganos, producidos por fuera del redil cristiano, a veces inconsistente con la doctrina Cristiana y potencialmente los objetos de hostilidad desde la audiencia cristiana.

La transmisión y destino de la tradición clásicaes un tema que nosotros podríamos fácilmente dedicar el análisis de un largo-libro. Pero una versión corta como esta: Como Roma extendió su poder sobre la cuenca mediterránea en los siglos después del 200 A. C., ampliando el contacto cultural entre griegos y romanos (alentando por el amplio despliegue del bilingüismo entre las clases superiores romanas), introduciendo una delgada, popularizada versión de la tradición clásica dentro de la educación romana y la cultura romana. Unos pocos griegos trabajaron traduciendo al latín, pero como un bilingüismo y las condiciones habían favorecido la erudición disminuida en los años decline del Imperio Romano. (Después del 100  D. C.) las audiencias romanas (inicialmente paganas pero gradualmente llegaron a ser cristianas) fueron aumentando a limitadas piezas de la tradición clásica que había sido explicada, epitomizada, o de otra manera para los autores romanos. Los padres de la iglesia occidental del periodo patrístico y los autores cristianos de la temprana Edad Media fueron forzados a depender de su derivativo, versión latinizado (pero aun vigorizada filosóficamente),de la tradición clásica.

Entre tanto, una más rica, más completa versión de la porción científica de la tradición clásica seguía un itinerario en rodeos que permitía estallar sobre de la escena en el siglo doce de la Europa Cristiana. Esta versión la cual incluía mucho de las fuentes griegas, fue primero llevada hacia el Este a occidente y Asia central (después del surgir el Islam, generalmente fechado en A. D. 622) esta fue traducida al árabe y asimilada por intelectuales musulmanes. Se movió a través del norte de África a España con la expansión del Imperio Islámico (siglos, séptimo y Octavo). Finalmente, como resultado de la reconquista de España por los ejércitos cristianos, esas fuentes originales, junto con la extensa literatura islámica inspirada en ellos, fue traducida del árabe al latín(primeramente en el siglo doce y en la primera mitad del treceavo) e introducida en la corriente principal de la cultura medieval. Casi al mismo tiempo muchos de los mismos materiales fueron traducidos al latín de las versiones originales  Griegas las cuales la Europa occidental había ganado su acceso. 
 




LOS ENCUENTROS DE LA IGLESIA MEDIEVAL Y LA TRADICIÓN CLÁSICA: SAN AGUSTÍN, ROGER BACON Y LA METÁFORA DE LA SIRVIENTA

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David C. Linberg                

EL PROBLEMA.

De acuerdo a la creencia popular extendida, el periodo de la historia Europea conocida como la Edad Media o periodo medieval (los accidentados años 450-1450), fue un tiempo de barbarismo, ignorancia y superstición. El epíteto “Edad oscura” con frecuencia aplicado a esto amablemente captura esta opinión. En cuanto a la enfermedad que literalmente amenazaba, aprendiendo, y especialmente la ciencia durante la Edad Media, la culpa es mayormente aplicada a los pies de la iglesia cristiana lo cual es alegado por haber colocado la autoridad religiosa sobre la experiencia personal y la actividad racional, por eso, extinguiendo las vagas chispas de científicos y otras formas de creatividad intelectual que habían sobrevivido a las invasiones bárbaras de la última antigüedad.
                                                      
Pero esto esta es una caricatura, aceptación que ha probado ser un obstáculo para un entendimiento de la Edad Media como realmente fue. Es cierto que los siglos tempranos del periodo medieval, de la última antigüedad fue un gran problema confuso, político y social. Es cierto también que alfabéticamente y el conocimiento en este periodo temprano estuvo en un estado de declinación. Pero un informe del fracaso del conocimiento es diferente entre las regiones geográficas y cambia en el tiempo sin hacer justicia a la compleja realidad medieval. Un informe exacto puede revelar que el conocimiento crecía desde el pequeño inicio en la temprana Edad Media hasta llegar a ser una industria creciente en la edad Media más reciente.  Ese importante logro científico emergió durante ese periodo y que la iglesia y su teología mantuvieron una relación las ciencias naturales y es demasiado complicado para ser capturado en simples categorías de blanco y negro tales como adversarias o aliadas. Incuestionablemente, alguna porción de la tradición clásica dio surgimiento a la sospecha, hostilidad y aun condenación eclesiástica. De cualquier manera, tales casos fueron excepciones, más comúnmente, la reflexión crítica acerca de la naturaleza del mundo fue tolerado y aun fomentada. En su búsqueda por entender el mundo en el cual vivían; los especialistas medievales emplearon todos los recursos a su disposición, incluyendo las ideas científicas inherentes, la observación personal, la inferencia racional y la tradición religiosa.

Y lo hicieron con mucha integridad como se puede encontrar hoy en un profesor promedio de universidad y con la menor interferencia de la iglesia que la caricatura de la edad media sugiere.


A propósito del desarrollo y defensa de esas afirmaciones, propongo concentrarme en dos figuras históricas quienes han contribuido poderosamente a la imagen de la Edad Media: San Agustín de Hipona (354-430), padre de la temprana iglesia quien más determinó  las actitudes del cristiano medieval hacia la ciencia pagana, que cualquier otra persona y Roger Bacon (ca. 1220-ca.1292), la más notoria figura científica de la Edad Media ampliamente aclamado por su rechazo a la autoridad y sus campaña sobre la defensa de las matemáticas y que él llamó ciencia “experimental”, (Empleo el término “pagano” sin intento peyorativo, para significar simplemente no judeo-cristiano), No afirmo, por supuesto, que la vida de San Agustín y Bacon representen para nosotros toda la historia de los encuentros medievales entre la ciencia y la religión sino creo que un estudio de sus carreras puede revelar los contornos básicos de esa historia.


LA CRISIS DEL ESTADO MEXICANO




                                
Hemos estado en permanente crisis desde inicios de la década de los ochentas. La gente solo padece las crisis económicas, materiales; sin embargo, antes de las crisis económicas están las de los valores y de ideas con que habérnosla con la vida. El Estado como instrumento de gobierno y convivencia humana se requebrajo  y se hizo ruina. El Derecho no sirve lo suficientemente para regular las relaciones entre sus órganos y de estos con sus gobernados y las relaciones entre los mismos gobernados. Los mismos que encarnan las funciones del Estado han perdido la fe en el Estado mexicano y han preferido que otros Estados y principalmente, los dueños del capital privado sean los que determinen la forma de gobierno y las condiciones de vida. 
   
Desde la consolidación del Estado mexicano con Lázaro Cárdenas hasta la década de los ochentas del siglo pasado, el Estado mexicano había servido como un tremendo corsé para apretujar la vida hasta en puro oficialismo; al punto de abandonarse la vida espontanea. Pocos se tomaban la democracia en serio. Poetas, intelectuales y escritores a menudo estaban en franca colaboración con el gobierno priista. Mírese bien, todo este periodo y se verá que es decididamente árido, improductivo. La vida estaba como paralitica, enteca y pobre en todos sus ámbitos. Esto no significa que se hayan dejado de hacer intentos y aun se hayan producido buenas obras en casi todos los rubros. No obstante, la censura gubernamental estaba en todo su esplendor. Se tenía un patriotismo simplón tras del cual se ocultaba un partido como representante del todo que todo lo dominaba y se vestía con los ropajes de democracia, libertad, justicia según le conviniera.

La presión decisiva para cambiar el Estado mexicano provino de las grandes trasnacionales de capital privado. Derrotado el Socialismo Real era menester que el capitalismo se lanzara con nuevos bríos sobre los Estados débiles. Las crisis sexenales que padeció el Estado mexicano dieron las pautas para que los gobernantes se decidieran a la privatización impregnada de la sempiterna corrupción de los políticos. Una y otra vez asediaron los capitalistas al Estado mexicano hasta derribar por todos lados su estructura. Era necesario reconstruir de las ruinas al Estado mexicano.

Los dos gobiernos panistas pueden considerarse como priismos santurrón y de carácter adolescente. Ingenuamente creyeron Fox y Calderón que con balas y rezos a la manera de los cristeros; se iban a componer todos los males que aquejan a la República. Los resultados son recientes y evidentes: ridículo y desastre para el pueblo mexicano. Los políticos, encaramados en las ramas más frondosas del presupuesto nacional no padecen en lo material pero son tan pobres e ignorantes de la política como el más lerdo en la materia.
  
De común se cree que los delincuentes son efecto de todo menos de los defectos y las carencias del Estado mexicano para poner e imponer las condiciones mejores para que los ciudadanos tengan las opciones varias y reales para acceder al trabajo que más les cuadre para vivir y convivir con los demás mexicanos. Ante los diques casi infranqueables y decididamente escasos los mexicanos, en buen numero, decidieron y deciden sumarse a las filas de la delincuencia organizada. Responsables son los gobernantes y políticos, en buena medida, del desastroso estado en que nos encontramos. Es muy significativo que hasta el presidente de México sea, francamente, no solo ignorante sino solo pragmático (es decir, un inconsciente del pensamiento profundo), ante los grandes problemas nacionales que van desde la educación hasta la corrupción.

Siendo México un Estado flaco y débil no puede siquiera dar la certeza de cortar la impetuosa corriente de corrupción que todo lo inunda. La captura de Joaquín Loera Guzmán fue aplaudida con un frenesí sin igual como si los mexicanos hubiéramos coronados con las más altas bendiciones por méritos propios. Cosa ingenua. La pobreza material y mental sigue instalada en la realidad, esperando ser atendidas de manera directa y decidida y no solo un los vigorosos aplauso de los gobernadores. La realidad no se modifica con decretos, es el gobierno y son los ciudadanos los que hacen del Estado un instrumento para el buen gobierno y una buena convivencia humana. Con todo, un Estado que se precie de sanidad y fortaleza debería someter a los mismos políticos corruptos y cínicos al imperio de la ley.
  
Se ha hecho de Joaquín Loera el enemigo número uno y sobre él se ha hecho caer una buena parte (la más importante), de todo los males que le pasa el pueblo mexicano. Sin quitarle la importancia que tiene o tuvo Loera Guzmán, no puede ser el único y principal demonio ¿dónde están los que lavan el dinero que el genera o generaba?, ¿Dónde están los políticos que lo protegían? y todos los que están involucrados en esta actividad delincuencial. Se nos ha pintado  a este personaje como un genio del mal que ha desplegado una actividad que envidiaría cualquier empresario y economista surgido de las más grandes universidades de los Estados más avanzados. Un narcotraficante imperialista que con una fuerza impresionante logró conquistar medio mundo en las diversas latitudes. Esto contrasta con la práctica realmente entreguista  del gobierno mexicano. Ambas practicas inaceptables. La primera por sus efectos sangrientos y dañinos y la segunda por su debilidad e irresponsabilidad política.

El gobierno de Peña Nieto (como todo el priismo) tiene la necesidad de crear enemigos ya reales o imaginarios por menos ultra dimensionarlos para contrastarse con ellos y vestirse con los ropajes de gala de la justicia. No obstante, la realidad sigue allí con todos sus problemas esperando que gobierno, políticos y ciudadanos pongamos manos a la obra para por lo menos tratar de solucionar los problemas con nuevas perspectivas. Pero para tener nuevas perspectivas se necesitan gobernantes, políticos y ciudadanos con nuevas perspectivas. El cambio debe empezar precisamente por estos últimos que durante más de ochenta años han estado excluidos de toda decisión política. Gobernantes y políticos hablan al pueblo y lo ensalzan hasta que llegan al poder y entonces, sacan la ley y el garrote como único medio efectivo de responder las exigencias justas del pueblo.
  
Hasta hace un par de décadas era casi imposible que el nuevo ciudadano surgiera; pero los medios de comunicación se han diversificado y las redes sociales han mostrado su poder para modificar el Estado. Es de esperarse que ciudadanos conscientes ya no solo sean producto de la educación del Estado sino que se nutran de todo el rico y amplio repertorio de ideas que están al alcance por medio del internet. Mucha de la gente está perdida y desorientada y fácilmente pierde la fe en sí misma. Quieren encontrar el norte verdadero. Esto es posible pero si bien el cambio de realidad individual es posible cambiarla con más o menos rapidez, la realidad social es lenta, casi imperceptible.

No debe dar pauta para perder la cabeza e irse a la irresponsabilidad, los problemas seguirán allí, irresolutos. Tenemos que empezar por algún lado, a mí se me ocurre (no por simple ocurrencia), empezar por emparejar la educación tanto académica como moral de los ciudadanos y de la población en general para concientizar al pueblo y no solo al pueblo de que perdemos más con la corrupción que haciendo un esfuerzo superior para fortalecer a la nación mexicana y de allí extender el fortalecimiento al Estado y el saneamiento del gobierno, una limpia profunda de su encarnada corrupción. 

No sirve de cosa positiva alguna, enseñar valores fuertes si en la realidad la práctica de la corrupción impera. El problema parece imposible de atacar y sin embargo, el ser humano es en todo caso el responsable para bien o para mal de su vida personal y en sociedad. Después de la Segunda Guerra Mundial casi toda Europa quedó devastada, la Unión de Repúblicas Socialistas soviéticas y ni que decir de los japoneses. Estos Estados por lo menos tuvieron o tienen su medio día. ¿Dónde está la respuesta?, en la nación entera, no en un gobierno triunfalista que oculta la flacura y debilidad del Estado.