miércoles, 22 de abril de 2020

PIEL DE SERPIENTE



PIEL DE SERPIENTE

El día de hoy tuvo una mañana maravillosa aunque el drama y hasta la tragedia de los seres humanos inundara las casas y las calles. Este virus vino a notificarnos, en definitiva, que no somos la cúspide la evolución ni de la vida; este planeta puede seguir su camino sin nosotros. Y, eso es irrefutable. Con todo, tengo que salir a caminar por el parque que está a unos quince minutos caminando. Son las siete de la mañana y hay poca gente a la vista. El viento fresco y el cielo despejado son hermosos. Tengo que apresurar el paso antes de que, haya más personas. Una hora de caminata. Seis kilómetros son suficientes. No puedo pensar sentado.

Hago una parada para comprar ensaladas y, gelatinas para volver a casa. Excelente comida. Mientras me surten el pedido tomo asiento en una banca pública y empiezo a seleccionar los documentales por ver y el libro a leer; hay tiempo suficiente. “La Ciudad Perfecta” y Humanos de Diseño”, de Stephen Hawking; “Leptis Magna” y “Treveris: La Primera Ciudad de Alemania”, de la Fundacion Juan March. Finalmente algo de terror “Wayne Williams, Serial Killer Documentary”.

Hay una vendedora de productos en bolsas de plástico que contienen cacahuetes, semillas y otros granos. Me pregunta la hora. 8: 20 de la mañana. Sigo con lo mi selección de contenido pero siento que esta persona me observa. Levanto la cabeza y me dice que sí creo que vendrán los inspectores del Ayuntamiento a quitarla del lugar por lo del virus. Le digo que es posible pero que no he visto durante mi recorrido actividad de ese tipo así que, le digo que siga con su día y que en todo caso se ocupe y que no se preocupe.

La conversación siguió. Mujer soltera con dos hijos y sin más trabajo e ingresos que los logrados día a día. Le preocupa el pago de la renta y lo incierto del futuro. Quizá lo que en esos momentos necesitaba era simplemente hablar con alguien y que carajo no me corría prisa. Al final hice un balance y sin duda alguna había personas que la estaban pasando tremendamente mal en la vida y con gobiernos francamente obtusos. Después de media hora la mujer estaba más relajada. Le compre cuatro gelatinas. Dos me llevo y vengo mañana por las restantes. En esos precisos momentos pasó una señora a todas luces indigente, fue a dejar sus cosas a unos dos metros de distancia, volvió sobre sus pasos y nos indicó que le regalamos algo de comer. La vendedora le dijo que tomara lo que necesitara. Tomo lo necesario y pague lo debido. Acto seguido me despedí y fui por comida.

Iba cargado con la comida del día pero además había pagado las ensaladas para tres días. Camino a casa hice una parada en otra banca pública para terminar de determinar un libro a releer. Pasó otra persona indigente; por su aspecto se veía que la pasaba mal pero siguió su destino. Terminé de la elección “Las Cartas de Relación”, de Hernán Cortés. Reanude mis pasos y a dos cuadras al dar vuelta me topé con el caballero que había pasado hacia unos diez minutos; estaba sentado con la cabeza gacha, era la viva imagen de la derrota. Pensé en pasarme a la otra acera pero en definitiva eso no estaba bien y no por un humanismo chabacano ni una sensiblería de beatería. En realidad bien me la podría yo pasar sin el par de gelatinas y los dos paquetes de galletas y se las di sin más. El sujeto abrió los ojos y sonrió y me dio las gracias. Qué más da aun respiramos. 

El día anterior recibí un mensaje que no atendí pero sin duda hoy habría de hacerlo. Una persona muy cercana tenía menester de un ordenador y como sabía que yo contaba con tres pensaba que bien podría facilitarle uno. ¡Por Satanás, todo está en el empeño y han pasado dos días del límite de pago!. Bien, fui a investigar cuanto quedaba de efectivo. Lo justo para el desempeño. Así que desayuné tome un buen baño, saque un libro de mi autoría y me dirigí al noble negocio de lindos y salvadores préstamos. Llegué y le explique a la persona que atendía la situación. ¿Leyó el contrato?, me dijo; si, le contesté. ¿Usted es abogado, no?, si, dije mirándola fijamente. ¿Entonces?. Necesito ese cacharro. ¿En serio?, me dijo sonriendo. ¿Puede dedicarme su libro?. ¿Tengo opción?. Ella rio de buena gana, me pido la papeleta y se perdió en la parte posterior del negocio. Dediqué el libro, le estampé la firma y se lo extendí. Ella me dio el artículo. Le di las gracias mientras ella leía, levanto la mirada y me dijo: Muy poético ¿no?. Gracias nuevamente, repetí.

Entregué el ordenador y regresé a casa en transporte público un tramo y otro caminando. El calor ya era intenso, todo lo contrario a la fresca mañana. Sobre la ruta había una tienda así que pase por dos refrescos para no salir más. Sin embargo, más temprano encontré a dos personas tapando baches para cachar unas monedas; ambos estaban sudados y al parecer no les iba bien el día. Les di una botella y seguí mi camino hasta la casa. Fin de las obligaciones.

De estas malas circunstancias vamos a salir y espero con una nueva mentalidad. Habremos de hacer (quien quiera hacerlo), como las serpientes (no me digan que es mala comparación porque somos de lo peor), que de tiempo en tiempo cambian de piel; aquella piel que un día les era necesaria y tan acostumbrada estaban a ella. En todo caso para los que sientan inapropiada la comparación pueden cambiar el símbolo y poner en su lugar una larva de mariposa. Cada quien cambiará como quiera hacerlo pero yo los invito a dar un giro mortal para por lo menos tratar de cambiar de piel, esa piel mental que tanto nos gusta portar y exhibir con tanto orgullo mucha veces con tanto error. Eso que nos ha sido vital como el régimen político, los mitos nacionales envueltos de patriotismo y que celebramos ya sin sentido tal y como nos los marca el oficialismo. ¿Por qué no se hace política desde abajo justo desde la realidad radical del pueblo?. Si dejamos solos a los políticos seguirán creyendo lo que se les ocurra desde la estrechez de sus cabezas. No digo que sea abolido el Estado ni que vayamos a la anarquía sino que, este gobierno y los siguientes no sean de una élite en formación o de un solo hombre. Eso se debe terminar y para ello hacen falta ciudadanos que hagan el verdadero contrapeso al poder público. ¿Qué hay de si exigimos capacitación permanente, exámenes de política, controles de confianza y leyes más severas  para los políticos?, De lo contrario pagaremos muy caro esto.

Algunos desean el pasado. Yo repruebo el pasado por que ya fue. Las tres anteriores “Transformaciones”, fueron más o menos igual de azarosas y de inciertas al punto que también se clamaban sus fracasos. No hubo tal. Debemos de entender que el éxito o fracaso de la vida de los mexicanos está en nosotros mismos; en la medida en que cambiemos de régimen político y toda la vida que creíamos ser necesaria por ser costumbre. El cambio de régimen político pasa por un cambio de mentalidad, de hábitos, de costumbres, de mitos, de consciencia y de práctica en la realidad.

El cambio político, económico, social, cultural y de cualquier índole será bueno o malo en la medida de que se apoye al actual gobierno y se le mantenga en la democracia, se le exija legalidad, legitimidad, respeto a los derechos humanos, castigo ejemplar a los corruptos de arriba para abajo y de todos lados. Basta ya de simulaciones. El daño a lo público debe ser ejemplar pues no se puede ya más permitir que los políticos hagan suyo lo que todos los gobernados aportan. La tragedia y el drama por el que muchos mexicanos pasan nos deben servir para purgar todo lo malo que se pueda de nuestra vida nacional. Nuevos valores y nuevas metas con oportunidades para todos y no para unos cuantos. Una vida indigna no merece ser vivida. Siempre ha sido una facción del pueblo el que ha salido ganando mientras se deja al resto en la espera permanente. Primero los llamados criollos en la Independencia, después los mestizos liberales en la “Guerra de Reforma”, luego las cúpulas castrenses en la Revolución de 1910 y mientras se encumbraba al pueblo en nichos, pinturas, y en el Muralismo se le imponían cadenas y se encumbraba nuestros súper millonarios. Hay que cambiar, si les place y, esa tarea es de todos. 

1 comentario:

  1. Excelente como siempre, es momento de hacer un cambio radical en nuestras vidas

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