POSIBILIDADES Y
PROBABILIDADES DE VOLVER AL ANTIGUO RÉGIMEN PRIISTA
Hay
una parte mínima aunque poderosa económicamente apoyando a una oposición
francamente decadente. No tienen ni idea de cómo luchar contra este cambio que
han llamado 4T y que yo llamo cambio de época. La oposición lo único que sabe
hacer es colgarse de un escándalo creado que, si fueran maduros aceptarían que
no hay delito alguno, pero como en ello les va la existencia como partidos y
como políticos la usan de manera indiscriminada. Lo sorprendente es que,
periodistas como Carmen Aristegui le hayan dado importancia al escándalo mediático
inventado por Carlos Loret. Derrochó un buen porcentaje de credibilidad.
¿Cómo
debe tomar este escándalo el pueblo?, con toda la seriedad y sin dejarse
manipular por ninguno de los contendientes políticos. Hay que dejarlo bien
claro. La oposición lucha por no perder más poder político y los empresarios
pagan por que así sea para no verse afectados con los privilegios que hasta
hace poco tenían. Por el lado del
gobierno este trata de mantener el poder político para llevar a buen puerto su administración
pública. Este es el escenario y el pueblo debe ver, oír y decidir a quién darle
el respaldo. La mayoría está informada de quien es quien en esta lucha por el
poder político, económico y social.
Por
disposición constitucional (Art. 39), el pueblo es el soberano y de ahí se ha
derivado el sistema democrático. Bien siendo la mayoría la que manda sin
atropellar a la minoría o minorías, se sigue que, el pueblo en general, debe
vigilar que la democracia no sea torcida ni por el gobierno ni por los grupos económicamente
fuertes o por la unión entre los ricos y los periodistas tal y como hoy
acontece. Digámoslo sin tapujos, a los ricos no les gusta la democracia
popular; en donde el pueblo mande, les encanta una democracia representativa;
en donde puedan manipular a los políticos como por lo general ha acontecido.
Ahora
bien, el pueblo debe vigilar puntualmente al gobierno y, una prensa sana, libre
de corrupción y, libre del poder económico y político sería lo ideal, pero esto
no ha acontecido. Por momentos la prensa (La prensa constituida por periodistas
poderosos que integran el Cuarto Poder) está bien pagada por el gobierno y en
otros momentos está del lado de los ricos aunque se pueden dar otros matices.
Es por esto que, no se le pude confiar a la prensa la vigilancia del poder político
porque se tuerce. En los sexenios pasados estaban con el gobierno, ahora con
los grandes empresarios torcidos.
En
efecto, el pueblo soberano debe ser el fiel de la balanza y creo que, está lo
suficientemente aduro para hacer este trabajo: vigilar al gobierno, pero también
a los ricos y a los periodistas.
Dicho
a lo anterior, debo tratar de responder si es posible volver al antiguo régimen
y la respuesta es, si como mera posibilidad, pero no, por la probabilidad. Una
cosa es la posibilidad que es una gama interminable y otra muy distinta la
posibilidad. ¿Es posible que los seres humanos vuelen?, sí. ¿Cómo pájaros’, no.
Esto es así porque cada estadio de la historia tiene sus características propias.
El Partido Revolucionario Institucional nació del poder y para el poder. Era el
encargado de surtir de todo tipo de funcionarios al Estado y tenerlo tan
controlado hasta rayar en el totalitarismo. Esto ya no es posible ahora. No
podemos volver al día anterior, menos a cuarenta años antes. Las condiciones
actuales son muy diversas, pero además mucho más libres y dinámicas; es decir,
que son muy difíciles de controlar. Y, la oposición tan débil, tan pálida y
decadente no tiene la mínima idea de qué hacer ante esta embestida que se le
deja venir con cada elección. Por más que, la oposición reciba el apoyo
financiero no podrá lograr su cometido: evitar el cambio. Ellos ven evitar el
cambio con desprestigiar a Andrés Manuel López Obrador, pero ese cambio es
mucho más complejo que uno de sus elementos.
Los
partidos políticos son partidos porque son una parte del todo, no el todo.
Faltando el control de los demás elementos que integran el todo no es posible
evitar el cambio. La oposición tiene un elemento mediático, a Carlos Loret,
pero cabría preguntar. ¿Carlos Loret, está libre del poder político y del económico?.
Esto es tanto como preguntar. ¿Es un demócrata?, esa pregunta la debe responder
el pueblo. Hay otras, pero pondré otras tres más. ¿Cuál es la intención que
tiene Loret?. ¿Quiénes le pagan?. ¿Con que intenciones le pagan?.
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