CARLOS LORET, EL PERIODISMO Y LA POLÍTICA
De
las llamadas investigaciones que dice haber hecho Carlos Loret, cabe preguntar ¿Qué
intenciones tienen?, ¿Es realmente imparcial Loret?, ¿A qué intereses obedece?.
No se puede creer a ciegas lo que vemos u oímos. Los hechos que pone ante la opinión
pública no son hechos sobre Andrés Manuel López Obrador, por lo tanto no se le pueden atribuir y tener
efectos para juzgarlo y condenarlo; eso es antijurídico. Pero precisamente eso
es lo que ha propiciado este periodista.
Podríamos
darle el beneficio de la duda a Loret, pero en su trayectoria no se ve que, a
los gobiernos anteriores los haya cuestionado. Por el contrario, se sabe que recibía
dinero público para mantenerse en silencio ante tanta corrupción. No es un demócrata
y eso es obvio. Es parte de la vieja estructura del poder político y que ahora
es oposición. No hay que ser ingenuos y creer que se hace este escándalo en bien
de la verdad, de la libertad de expresión y la legalidad, no. Hay intereses económicos
y políticos. Imaginen que volvieran al poder presidencial el Partido
Revolucionario (PRI), El Partido Acción Nacional (PAN) con su aliado el Partido
de la Revolución Democrática (PRD). Lo que pelean estos partidos es su regreso
al poder. Loret es su vocero.
Vean
el escenario político. Esta cerca la revocación de mandato (10/04/22), que
mejor oportunidad para imputarle al presidente hechos que indignen al pueblo aunque
no sean propios. Tal y como ocurre en estos momentos. Hay que ver que el
periodismo que dice hacer Loret, está calculado para servir como arma política en
contra exclusivamente de López Obrador. Eso no es hacer propiamente periodismo pues
habiendo tantos problemas nacionales y de toda índole se centran en atacar al
presidente.
En
este mismo contexto, está el financiamiento y paga por este periodismo sin
bases reales porque si se le aplica el Código penal correspondiente a los
hechos denunciados no se configura delito alguno y si se le aplica el Código
Nacional de Procedimientos Penales al procedimiento hecho por Loret se hace
trizas la investigación. Simplemente no soportaría el rigor jurídico. Claro, al
PRI, al PAN, al PRD y demás personajes que se mueven tras bambalinas no les
importa la justicia sino el escándalo mediático.
Por
si esto fuera poco siguen las elecciones el cinco de junio de dos mil veintidós
por las siguientes gubernaturas: Hidalgo, Aguascalientes, Durango, Oaxaca,
Quintana Roo y Tamaulipas. Que mejor oportunidad para enrarecer el clima político
en contra del gobierno actual porque tal y como están las circunstancias el PRI,
el PAN y el PRD pueden sufrir otra derrota estrepitosa que los dejaría más
cerca de su extinción. Lo que pasará inevitablemente. El PRD con perder un
punto porcentual en las siguientes elecciones estará acabado. Misma suerte
tiene el PRI. Este es el escenario al que se enfrenta la oposición.
Desesperados utilizan cualquier método y cualquier hecho contra Obrador. El sabrá
cómo defenderse o no.
Lo
importante para la ciudadanía es saber que independientemente de la lucha
cupular entre gobierno y partidos, se tiene la oportunidad de encausar el rumbo
del Estado mexicano desde abajo, desde la ciudadanía. Esto es lo importante.
Porque si el pueblo se libera lo suficiente de los partidos y toma el control
no importa que partido gobierne si el pueblo usa su poder soberano para
castigar a los corruptos y eso sería democracia. El poder del pueblo y papa el
pueblo, no para un partido o coalición de partidos.
El
pueblo mexicano está ya lo suficientemente maduro para entrar a tomar el
control político de manera suficiente para abandonar el viejo sistema político corrupto
y gradualmente imponer otro. No más regímenes totalitarios o partidos que
decidan la vida nacional desde las cúpulas del poder económicas, políticas o
sociales.
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