sábado, 19 de febrero de 2022

LA DEMOCRACIA COMO SOLUCIÓN AL MAL PARTIDISMO

 

LA DEMOCRACIA COMO SOLUCIÓN AL MAL PARTIDISMO

 

La palabra democracia proviene de las raíces griegas Demos que, significa pueblo y Cratos igual a poder. En consecuencia, democracia es, el poder del pueblo en su beneficio. En este sentido la democracia es la voluntad general sin ignorara a las minorías. Esta voluntad general es la soberanía popular sobre la cual no hay ningún otro poder.

 

Aunado al anterior principio de gobierno está el de República proveniente de Res en su significación de Cosa y Pública; es decir, la República significa “Cosa Pública, que pertenece a todos y a ninguno en particular. Dos elementos que nos han permitido, a pesar de todo, existir como Estado nacional. Bien.

 

El primer principio en escasas ocasiones se ha podido hacer realidad y sin embargo, hemos persistido en hacer realidad la democracia. La lucha no ha sido en vano. Hemos logrado construir una democracia incipiente y que ahora está bajo ataque de los antidemócratas. Con todo, no es hora de dar marcha atrás sino de apurar el camino con más fuerza, con más ímpetu con el convencimiento de estar en el camino correcto.

 

La república ha estado bajo el poder de élites; ahora por el ejército, al mismo tiempo por los sacerdotes, los ricos, los empresarios, los políticos y gobernantes. Lo que en teoría debería de ser de todos para la sana convivencia ha sido utilizada para intereses de facciones, de clase, de unos pocos; esa es la realidad. No hay que, adornar los hechos, la realidad.

 

Ahora bien, en este punto es menester que el pueblo tomé conciencia de su importancia, de su poder decisivo en los tiempos más álgidos o en los momentos de peligro. Este momento de peligro en donde un periodista es el cebo para que, todos los corruptos salgan a la menor oportunidad o, a la mejor ocasión desde su perspectiva para tratar de desestabilizar el poder popular y eso no se puede permitir. La voluntad general, es decir, la soberanía popular no puede admitir un poder por encima suyo, pero eso debe hacerse realidad. En consecuencia, el pueblo soberano debe atemperar y solucionar estas anomalías de la democracia. La soberanía debe poner en su lugar a cada una de las partes que componen la nación mexicana y que constituyen al Estado mexicano. Los ricos, los empresarios, los sacerdotes, los militares ni ninguna otra facción o clase social deben estar por encima del pueblo, si es que, se dicen demócratas y si el pueblo tiene la soberanía en su poder. Y, se debe poner en acción y a prueba esa soberanía para instalar el orden.

 

El pueblo no debe temer a ningún peligro pues en ello le va su existencia, su ser, su vida, la democracia, la república en donde se vive y donde viven nuestras familias. Los ciudadanos no debemos dar paso atrás. Tenemos el deber de cuidar la democracia, la república y todos los valores que deben regir en el Estado mexicano. Vayamos contra los agitadores profesionales, contra los corruptos, los arribistas, los oportunistas que son el fondo del partidismo pues no se puede dudar que, eso es mal partidismo. Hagámoslo o no habrá buen futuro. Eso esta en las manos del pueblo, no lo duden en ningún momento.     

 


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