domingo, 6 de febrero de 2022

EL FACTOR MORAL EN LA 4T

 

EL FACTOR MORAL EN LA 4T

 

Es evidente que, un factor para el triunfo de la 4T, es la moral. Una moral que enarbola el presidente Licenciado Andrés Manuel López Obrador y en su caso, hasta ahora, la oposición no ha logrado encontrarle un hecho o acto comprobable de corrupción. Ante la imposibilidad de imputarle a Obrador un hecho o acto de corrupción sus detractores han optado por buscar entre sus familiares, colaboradores o cercanos ese elemento de corrupción y lo han encontrado en sus colaboradores cuando era Jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal o han hallado hechos con apariencia de delitos en sus hermanos como Pio López Obrador.

 

Ahora bien, hay que decir que esta lucha encarnizada se da en un contexto especifico: lo político y en este contexto se usan todos tipo hechos, actos, noticias falsas, calumnias y todo el lodazal inimaginable en otras áreas de la vida. Los opositores suelen recurrir a “investigaciones” que parten de un hecho aparentemente verdadero y de ahí derivan todo un discurso que, suena lógico, pero sin resistir un verdadero análisis. Si abandonamos el campo político y vamos transitando en cada uno de los escenarios de la razón, de la ciencia, de la filosofía, de la sociología o de cualquiera otra de las ciencias particulares lo que, a la oscuridad de la política parece un delito a la luz de la razón queda sin sustento.

 

En efecto, pongamos el caso mas reciente. Se le atribuye por Carlos Loret de Mola y “Mexicanos contra la corrupción” un posible conflicto de intereses al hijo de Obrador José Ramon López Beltrán, por rentar una casa, dicen, de lujo y con esto se echa por tierra la pretendida austeridad republicana. ¿De cuándo acá el lujo es un delito por si?. Haría falta un hecho o un acto de corrupción y ese no esta probado de manera alguna. Con todo, la construcción “lógica” lleva a todos los incautos o quienes desconocen el derecho que, son la mayoría, a colegir la existencia de un delito. A este capítulo le pasará como esos rumores pueblerinos que, al final todo mundo se va a su casa al encontrar rumores, chismes y a sus promotores riendo de buena gana. A todo esto, le hace falta seriedad y capacidad profesional para saber si en esos hechos es posible la existencia de uno o varios delitos.

 

Carlos Loret y “Mexicanos contra la corrupción”, están señalados precisamente de eso, de ser corruptos y en caso especifico se pueden demostrar la existencia de esa corrupción que dicen combatir. No se debe caer en el fango preparado para ensuciar a todo aquel involucrado. Con este tipo de “investigaciones” se lleva al público a su degradación con su participación en este tipo de invenciones perversas.

 

Otra de los elementos que usan los opositores a este gobierno son las tragedias, las muertes por Covid-19, o cualquier hecho que pueda ser controversial en el discurso, aunque en la realidad no tenga sustento. Por ejemplo, atribuirle la responsabilidad y en su caso la culpabilidad a uno d ellos funcionarios del área de la salud pública. En este caso al doctor Hugo Gatell y llegar al extremo de presentar denuncias en su contra. Hay que poner en contexto este hecho. El periódico digital CN5[1] de fecha seis de febrero de dos mil veintidós, señala: “Covid-19: Estados Unidos superó los 900 mil muertos y los 76 millones de contagiados”. Hasta el cinco de febrero de dos mil veintidós la Secretaria de Salud a reportado 5 millones 141 mil 291 casos y las defunciones subieron a 309 mil 417 defunciones, según el diario digital “Noticias Manzanillo”, en su publicación del seis de febrero de dos mil veintidós[2]. Las poblaciones de ambos Estados nacionales son diversas, así como las economías entre otros rubros, pero se esperaría que los Estados Unidos estuvieran con mejores resultados que México. Sobre el tema se puede dialogar y hasta discutir, pero los hechos son inobjetables.

 

En este contexto, cabe decir que, el problema moral en México no es un problema aislado ni de una sola clase social, por desgracia el mal esta extendido por todo el cuerpo social con sus salvedades. Sin embargo, quienes exigen con tanta gritería y trompetería la exacta observancia de la moral y de las leyes jurídicas deberían ser precisamente aquellos quienes tienes esa calidad para estar en aptitud de pedir su cumplimiento, pero no. Son los políticos de viejo cuño que han perdido el poder político por arrastrar una larga cadena de corrupciones a lo largo de carrera política. Es decir, los miembros mas connotados del Partido Revolucionario Institucional (PRI), del Partido Acción Nacional (PAN), Partido de la Revolución democrática (PRD), del partido Movimiento Ciudadano mas los periodistas como Carlos Loret de Mola y Claudio X González mas el resto no son quienes deben exigir a cualquiera la observancia de las normas morales o de las leyes jurídicas pues están viciados de origen. Eso es cinismo puro.   

 

Finalmente, el pueblo debe darse cuenta de las intenciones de los que gobiernan y de los que tratan de volver al poder o tratan de mantener a su instituto político dentro de la ley al no perder su registro para seguir recibiendo dinero publico para vivir cómodamente. LA democracia no pasa esencialmente por los gobernantes, políticos ni sus partidos sino por un pueblo consciente de su ser y de su tarea democrática; es decir, al pueblo no se le debe dictar dogmáticamente lo que es la democracia y los mexicanos, en buena medida, están maduros para la democracia.  


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