viernes, 27 de septiembre de 2019

OPOSICIÓN SIN RUMBO POLÍTICO



OPOSICIÓN SIN RUMBO POLÍTICO

La oposición está pasando su verdadera “Noche triste”, y no se ve para cuando pueda volver a ver el sol del poder federal pues no tienen siquiera un norte fijo; cualquier luz por débil que sea le parece ser la estrella polar y locos de ánimos marchan incansables hacia allá para descubrir casi inmediatamente que era una falsa ilusión. Que espectáculo.

De un momento a la dirigencia actual el Partido Revolucionario Institucional, le parece que pueden revivir como el “Ave Fénix” y volver al poder político federal como en sus años dorados, pero debe reconocer que están en las ruinas más espantosas que pudieran haber imaginado; no esperaban (Ninguno lo esperaba) una derrota tan aplastante; de un día para otro perdieron lo que les quedaba y se vieron huérfanos de poder político, económico y social. Las preguntas son obligadas. ¿Tiene futuro el PRI?, y en caso afirmativo ¿Qué hacer?, ¿Cómo hacerlo?. La dura realidad es que, la respuesta a la primera pregunta es devastadora, no. Las dos restantes, ya no hay que responderlas. Más que una dirigencia el PRI, tiene un Comité Fúnebre para los restos de su partido. Lo que sostenía al PRI, un régimen totalitarista que aglutinaba al pueblo en tres grandes sectores, el obrero, el campesino y el popular son ahora desiertos libres. No hay ya más ideología revolucionaria ni dinero para hacer política ni fe en la forma de hacer política y sin fe, adiós partido. El mejor cuadro activo que tenían los priistas lo eran sus presidentes y expresidentes, ahora están huérfanos de todos ellos. El partido único de Estado nació del poder y en el poder nunca tuvo necesidad de la lucha electoral democrática para detentar el poder y sin esta experiencia su desaparición esta cantada.

El Partido Acción Nacional, tuvo la oportunidad de transitar hacia el difícil camino de la democracia, pero prefirió adoptar lo que quedaba del Presidencialismo y darle su propio toque, a través de Vicente Fox; sin darse cuenta que el régimen ya se sostenía a duras penas sobre las arenas movedizas del cambio. Con todo, les alcanzó para conseguir alzarse con un segundo periodo sexenal con Felipe Calderón Hinojosa. En el ánimo de buena parte del pueblo, ambas administraciones fueron desastrosas; Fox, terminó como un traidor, corrupto, ignorante e inútil, Calderón como corrupto, incompetente y pendenciero. El poder político fracturo al PAN y las elecciones presidenciales de 2018, casi lo pulverizan. La diáspora panista es impresionante.

Es infantil creer que, el regreso de Fox, sea la solución a la problemática estructural, ideológica y de credibilidad que sufre el PAN. Marko Cortés, con una inocencia increíble se jacta públicamente de este hecho sin darse cuenta que esto le resta credibilidad a la ya poca que conservan. A estos conservadores les pasa lo mismo que a los priistas, han agotado la mayor parte de su crédito social y de militancia. El repudio general por su proceder corrupto los deja en el abandono significativo. Para volver a tener crédito se necesita un largo trabajo, lo que no están haciendo.

El Partido de la Revolución Democrática, le ha pasado lo que le pasa a los partidos que abandonan sus principios rectores, como la lucha por la democracia, la legalidad, la legitimidad y se han pasado a las filas enemigas, el descrédito catastrófico. Al igual que el PRI, el PRD, es un partido destinado a desparecer por completo, pues carece ya de crédito alguno para realizar grandes luchas. El PRD, ha perdido a sus mejores cuadros y entró al cuadro de deshonor al firmar “El Pacto por México”.  

A los tres partidos anteriores o mejor dicho a sus dirigencias les pesa su pasado. En el régimen priista no hacía falta la fe libre pues al ser totalitarista el gobierno y el pueblo avanzaban de la mano, es decir, el Estado tenia unidad, aunque forzada, artificial. Con la mundialización de la economía y la globalización de las ideas el Estado mexicano ya no pudo seguir siendo cerrado ni tener esa unidad forzada; si a esto le añadimos el surgimiento de las redes sociales, la Secretaria de Gobernación, quedó obsoleta como “El Santo Oficio”, de la realidad. No sintieron los cambios generales y no variaron ni su ideología ni su proceder, siguieron actuando como si no hubiera caído el Muro de Berlín, o siguiera existiendo la Unión de Repúblicas Socialistas (URSS), mientras el mundo cambia inexorablemente.

Los tres partidos (PRI, PAN y PRD), no solo no se renovaron ideológicamente cada uno en su propio contexto, sino que, se volvieron viejos, obsoletos tanto en pensamiento como en cúpulas. Es por eso que, el PRI, sueña con los años dorados del Presidencialismo y en eso está perdido. El PAN aunque postuló a un joven relativamente como candidato a las elecciones presidenciales en 2018, y tiene a otro en la dirigencia, piensan a lo viejo; no salen de la cantaleta gastada de que, el nuevo gobierno es “comunista” o “socialista”. Vaya atraso de ideología de lucha. El PRD, se tornó viejo en ideología al creer que, entregarse al oficialismo era ser una izquierda moderna.

En la realidad hace falta un nuevo Constitucionalismo que sea el instrumento para el diseño de un nuevo régimen totalmente diferente al viejo aunque siga teniendo los mismos órganos fundamentales, pero con instituciones y organismos totalmente diferentes en el fin de los mismos. Una reforma estructural e integral del Estado es lo que hace falta en donde los ciudadanos en particular sean el objetivo central del gobierno y el pueblo en general sea en realidad el soberano. Se debe terminar el gobierno monárquico que gobernó durante 90 años y se debe construir el gobierno democrático sin élites que se abroguen para si la soberanía popular. Esto debería ser la tarea de la oposición y no los espectáculos lastimosos que dan de continuo. Han perdido la fe y la cordura y es necesario que rescaten para si estos dos rubros y que incorporen la honestidad, la transparencia y una verdadera política como base de la nación y del Estado mexicano.

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