lunes, 2 de septiembre de 2019

EL GÉNESIS DE LA OPOSICIÓN EN LA 4T





Las cúpulas del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del Partido Acción Nacional (PAN), habían logrado mantenerse en el poder (el primero durante más de 8 décadas) sobre un sistema político realmente nocivo para el pueblo llano pero muy rentable para ellos. El régimen político Presidencialista estaba diseñado para ser totalitarista y acorazado por todos lados para evitar ser vulnerado y su desmantelamiento capa por capa tardo más de medio siglo.

Los dirigentes del Partido Acción Nacional, fueron herederos directos de ese tipo de gobierno y en lugar de iniciar la transición lo usaron para su beneficio personal y de grupo; no les importó la democracia, la legalidad, la legitimidad y la confianza que los votantes les dieron. Igualaron a los priistas en sus prácticas corruptas y en algunos puntos los superaron. Ni el PRI ni el PAN se dieron cuenta que los tiempos habían cambiado tanto externamente como internamente y siguieron con su política ya francamente obsoleta. Este es el contexto general que nunca entendieron estos políticos.

El regreso del PRI al gobierno en el 2012, les hizo abrigar la falsa esperanza de seguir en el gobierno tanto al PRI como al PAN, en una mancuerna ya pactada desde hace cuatro sexenios. Con esta confianza fueron a las elecciones y recibieron una derrota por parte de Andrés Manuel López Obrador. Lo impensable había pasado. El 1 de julio de 2018, se iniciaba el Génesis de ambos partidos como oposición, con un quebranto material ante la pérdida del erario, con una derrota moral ante la pérdida de la confianza de los votantes y del pueblo en general y, una debilidad inédita ante la disminución de sus militantes y de sus mejores ideólogos. Haber nacido como oposición en la decadencia los tiene marcados y, sus hechos y actuaciones posteriores son pruebas irrefutables de ello.

Con la llegada de Morena al poder político, se inicia ha iniciado el desmantelamiento del viejo régimen y esto les ha calado hondo a los priistas, panistas, empresarios y hasta periodistas que vivieron en el régimen y del régimen. Añoran los años dorados en los que el dinero fluía sin trabas y, llegaba a los bolsillos y, cuentas con toda precisión y sin ninguna responsabilidad a pesar de las vías corruptas. Acostumbrados a vivir sin el mayor esfuerzo que tener la aprobación presidencial no se acostumbran a estar sin el dinero público, sin el poder público pero lo grave para ellos es su debilidad material y su ignorancia de una nueva forma de hacer política.

El presidente del PAN, Marko Cortés es todo un ejemplo claro de lo que no debe hacer un líder, ser superfluo ante la gravedad que tiene entre manos. Sus declaraciones rayan en lo hilarante por absurdas; esto de continuo. El mismo camino lleva el senador Gustavo Madero, quien no deja de hacer declaraciones catastrofistas y hasta apocalípticas en medio de sus publicaciones de lo que en las redes sociales se llaman memes. Esta falta de seriedad y de ideas verdaderamente políticas lo hace ver como lo que son, unos ineptos. No tienen siquiera el hábito de ser oposición menos la costumbre. Eso les va a traer como consecuencia que un atraso en poner manos a la obra para recuperar la serenidad y crear un verdadero plan para llegar al poder nuevamente.

Ahora bien, la oposición debe olvidarse del viejo régimen político, el mismo ha cumplido sus objetivos ya históricos y políticos pero terminada su vigencia no hay forma de ponerlo nuevamente en práctica. Mucho me temo que la ceguera y la manquedad de esta oposición los llevará a continuos fracasos hasta que el PRI desaparezca y el PAN, rectifique el rumbo. El Partido de le Revolución Democrática (PRD), ha iniciado un intento de renovación, pero está condenado al fracaso por el abandono de sus ideales iniciales. El panorama no solo no le pinta bien a la oposición, sino que se les presenta sombrío.

En efecto, este es el panorama general en el que está inserta la oposición. Tan débil como esta no acierta a dar buenas batallas ni a señalar crítica y efectivamente los errores a este nuevo gobierno, sigue con su viejo discurso de desprestigio al comunismo y al socialismo. Eso no les ha funcionado ya, ni les funcionará. La oposición esta huérfana de ideas y hasta de ideologías. Eso, para ellos es grave.

Los hechos y los actos reales de la oposición no les alcanzan para volver al poder; es decir, más que lo existente, lo que han dejado de hacer les pesa más. Deberían prepararse para una larga lucha tal y como lo hicieron las izquierdas en el año de 1988 pues de allí tiene sus cimientos el triunfo de López Obrador, sin este momento histórico no hubiera logrado el cometido. Fueron 30 años de lucha y que tienen largos antecedentes.

El PRI y el PAN, carecen de esta larga experiencia de lucha y de construcción de vías ideológicas, de planes de lucha, de organizaciones verdaderamente populares. Si a esto le sumamos la desconfianza ciudadana, tienen serios problemas y poco remedio para ello.

Tres personajes principales pretenden ser la voz de la oposición, Vicente Fox, Felipe Calderón y Diego Fernández de Cevallos. No hay día en que no salgan a la plaza pública para denostar al actual presidente, tachándolo de todo lo malo existente y por existir. Y quizá en algunos aspectos tengan la razón; con todo, carecen de cualquier autoridad en cualquiera de los ámbitos que aborden. En consecuencia, tienen cero credibilidad y si, el repudio popular pues el pueblo no olvida sus desastrosas administraciones, su corrupción de cada uno de ellos, su cinismo e impunidad.

En resumen, la oposición está en pañales, en la oscuridad y sin verdadera oportunidad de volver al poder. Las elecciones de 2021 darán las pautas a seguir y ahí se decidirá la suerte de priistas y perredistas. En caso de no lograr triunfos, la oposición deberá luchar por lo menos cuatro sexenios para aspirar volver al poder político federal. Para ello es menester que despierten y se preparen con nuevos discurso, ideologías y prácticas para el largo camino.

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