viernes, 6 de abril de 2018

LA CREACIÓN DE UN NUEVO RÉGIMEN POLÍTICO COMO BASE DE UN NUEVO ESTADO




El actual régimen político mexicano está en plena crisis y al parecer los políticos no tienen idea de cómo solucionar este problema y únicamente proponen un cambio de gobierno, conservando el actual sistema. Si esto sucede el pueblo mexicano no habrá avanzado en la solución de la actual crisis paralitica. Es menester que se inicie la transformación de esta crisis en un nuevo sistema político.

El mal del sistema mexicano es bien sabido y esta sobre diagnosticado: el binomio de la corrupción y la impunidad. Sin embargo, hasta ahora no se ha pasado a la acción y sería una excelente oportunidad de iniciar este cambio hacia un sistema político que erradique hasta su mínima expresión este binomio.

En Brasil, un juez federal ha determinado que el ex-presidente Lula Da silva se entregue a las autoridades para ser encarcelado por doce años por su corrupción respecto a la los hechos delictivos en Petrobras; en Guatemala el ex presidente Álvaro Colom, ha sido detenido acusado de corrupción por el caso Trnasurbano y como un tercer ejemplo esta la ex presidenta de Corea del Sur, Park Geun-Hye por abuso de poder y corrupción. Esto es lo que le hace falta al Estado mexicano en el rubro político, investigar y procesar a los políticos que cometan delitos sin importar su rango, iniciando por los presidentes o presidentas. Sin embargo, en México, iniciando con el jefe del ejecutivo federal, el puesto le sirve para delinquir con toda impunidad y, los demás funcionarios siguen el ejemplo.

Están en plena campaña los políticos mexicanos rumbo a las elecciones del uno de julio de dos mil dieciocho y francamente no se ve que tengan las claras y firmes intenciones de cambiar en su médula el sistema político porque les resulta altamente atractivo llegar al poder sin el mínimo riesgo de ser investigados y menos castigados. El claro ejemplo lo es, Enrique Peña Nieto quien, ante los casos de corrupción que se le atribuyen, decido auto investigarse, poniendo a otro corrupto, Virgilio Andrade, quien lo exonero de toda responsabilidad y por ende, culpa.

El candidato oficial se jacta de ser clase mediero y de estar libre de corrupción, lo que amerita reservas porque no se ha investigado su labor durante los últimos veinte años, merced al corrupto sistema político mexicano; con todo, es una vergüenza que presente una declaración unilateral llamada 7de 7 con la cual simula no ser corrupto pero deja intacto al partido que representa y que es de fama mundial ser corrupto así como quien lo designó, Peña Nieto. Meade no más que el escudero que quiere imponer el actual presidente para irse a disfrutar de lo mal habido con toda seguridad. Si el actual candidato a presidente del PRI, llegara a ganar agradecería a su antecesor con la impunidad.

Es hora en que el caduco sistema político mexicano sea abandonado y se construya uno donde el presidente de la republica deje de recitar el sonsonete “…y si así no lo hiciere que el pueblo me lo demande”, para que en realidad pase a un riguroso examen de su administración y en su caso sea exonerado o condenado por los tribunales establecidos exprofeso. N más simulaciones. Ejemplos de justicia los hay y únicamente falta seguirlos en términos de leyes viables y tribunales rectos.  

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