martes, 24 de abril de 2018

LA MEDIOCRIDAD Y EL CONOCIMIENTO POLÍTICO MÍNIMO




Es un deber de los políticos interesarse por la buena política y su fundamento de la misma, el sistema jurídico vigente. Si esto es necesario en los tiempos normales, se vuelve imperioso en tiempos de crisis para poder superar la misma.

Jaime Rodríguez Calderón, es uno de los políticos que, pretende llegar a ser presidente de México, y para ello, ha propuesto que a los delincuentes se les impute una de sus manos para que públicamente se sepa que es un delincuente.

Este tipo de propuestas son muy llamativas en tiempos de crisis y hay mucha gente que prefiere las soluciones bárbaras que pensar y poner en práctica para salvar las situaciones. Ignoran que, este tipo de ideas y su práctica son fuera de toda razón. En consecuencia, el Estado mexicano abrogó este tipo de panas por ser inhumanas e infamantes.

El artículo 22 constitucional hace algunos años, todavía mantenía en su texto la pena de muerte, pena que no abordaré porque ya lo he hecho en otro texto, misma que piden muchos pero que afortunadamente está prohibida tanto en la Constitución como en los Tratados Internacionales en los que México es parte.

Actualmente el artículo 22 constitucional tiene el siguiente texto:

Articulo 22.- Quedan prohibidas las penas de muertes. De mutilación, de infamia, la marca, los azotes, los palos, el tormento de cualquier especie, la multa excesiva, la confiscación de bienes y cualesquiera otras penas inusitadas y trascendentales.

El texto es más amplio pero esta parte es la que nos interesa. El autollamado, Bronco muestra su ignorancia en lo mínimo que debe saber e insiste que en su caso enviara una iniciativa de ley para poner en vigencia la mutilación de brazos a los delincuentes. Esta aberración es inadmisible y debe combatirse porque lo único que consigue es que, se confunda a una más a los ciudadanos y se niegue la solución racional y efectiva.
¿Cómo pretende un sujeto ignorante en grado sumo gobernar?, debería ser obligación ineludible que los políticos supieran, sin importar su rama de la ciencia o que no la tengan, saber sobre Derecho Constitucional y ser peritos en Derecho si son legisladores, eso sin evitar que tengan otra u otras carreras. De esta manera se aseguraría o por lo menos evitaría en lo posible que se propusieran aberraciones jurídicas y monstruosidades.

Sería una locura que se contratara o eligiera a una persona sin conocimientos de medicina recetar medicamentos o dejar que otra sin conocimientos de ingeniería tuviera bajo su mando la construcción de obras de su especie correspondiente o que alguien sin conocimientos de manejo condujera vehículos pero vemos con harta normalidad que los más ambiciosos e ignorantes lleguen al poder político. No sé qué porcentaje cierto de políticos sean ignorantes en lo relativo a las leyes pero me aventuro a pronosticar que son la gran mayoría. Mientras más trato a los políticos más me convenzo de su ignorancia y barbarie.

Debería haber una ley que obligara a los políticos a su profesionalización pues de ellos depende la vida de todo el pueblo mexicano. La política y su ejercicio debería exigir profesionales y no sujetos barbaros que únicamente enardecen a los incautos para sostenerse en el poder político. En lugar del llamarlo “Bronco”, deberíamos llamarlo “El Broncas”. Tipos como este no hacen sino vivir de lo público a todo lujo sin justificar los altos salarios y prestaciones que se auto determinan sin ninguna responsabilidad.

Proponer penas infamantes, siendo parte de los políticos que han corrompido al Estado mexicano, a la política, a las leyes, a la razón me parece un cinismo sin precedentes porque no hay duda que “El Bronco”, formo parte de los políticos que hundieron al Estado y sigue dando más problemas que soluciones.

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