miércoles, 11 de abril de 2018

IDEA Y PRAXIS DE CAMBIO





La idea de cambio nace de la realidad, necesariamente de una crisis. Sin esta condición, generalmente compleja y ajena a las necesidades personales, de grupo y hasta generales, no hay necesidad en las mentes pero esto no hace que necesariamente se vaya en la dirección correcta. Es menester que se analice con cuidado las condiciones reales de las cosas y de las mentes.

En México, el Priato se ha terminado y lo que se está viviendo es la crisis de ese régimen. Construir un nuevo régimen político es el paso siguiente para ir avanzando hasta crear un nuevo Estado. No se puede crear todo de manera espontánea sino a través de un proceso continuo pero difícil. Esta idea de cambio debe estar instalado en la mente de la mayoría que esté dispuesta a llevar la misma a la práctica.

¿Hasta que punto esta esta idea de cambio en la mente de lso mexicanos?, ¿hasta que punto están dispuestos los mexicanos a cambiar este sistema político?, esas son las preguntas que hay que responder y en su caso dirigir hacia una construcción de un nuevo régimen político que este libre del elemento de corrupción y su correlato la impunidad.

Los políticos actuales no tienen clara la idea de cambio. Basta con ver lo que proponen la mayoría de los políticos para darse cuenta de lo lejos que están de pensar y querer el cambio. Todos hablan de cambiar el sistema pero ninguno lo piensa en realidad y menos lo desea. Margarita Zavala más que por ella misma esta en búsqueda del poder por su marido Felipe Calderón, Jaime Rodríguez esta por su ambición personal, Armando Ríos Piter es un aventurero, Ricardo Anaya también está en la política por ambición propia, el pobre Meade lo llevan los priistas al matadero; el único que al parecer tiene esta idea de cambio y su práctica es Andrés Manuel.  ¿En qué grado esta la idea del cambio en López Obrador?, la respuesta la dará él y el pueblo mexicano y hay que esperar.

La mayoría de políticos no tienen ni la más mínima idea de lo que está pasando.  Así de grave es la situación. Al preguntarles a los políticos sobre un análisis y respuesta sobre las circunstancias actuales se nota inmediatamente que, lo único que quieren es llegar al poder pero ignoran la idea del cambio y como debe de hacerse. Esto ocurre hasta en los candidatos de Morena y no es de extrañarse que a los que se supone deberían tener claro el panorama lo tienen nebuloso. Los políticos, generalmente son muy torpes y son llevados por líderes, sus líderes. Pocos mandan y el resto obedece.

La necesidad del cambio no es artificial sino real. El sistema político creado por el Partido Revolucionario Institucional (Una engañifa, ¿Cómo se va a volver institucional una revolución?),  ha muerto, es inservible para hacer política benéfica y solo es el marco donde los políticos ambiciosos, sin escrúpulos, con la moral más baja, la ética sin contenido y sin el menor respeto por la leyes luchen sin piedad por alcanzar el poder político. Los casos más simbólicos lo son Margarita Zavala y Jaime Rodríguez con el alias de “El Bronco”. Es evidente que, en la clase política en general, no está la idea de cambio y mucho menos su práctica.

Es menester que el pueblo tome consciencia, se organice y tome acción política para transitar hacia un nuevo modelo de régimen político donde la generalidad esté sujeta  a la ley. Es imperioso que, las leyes se reformen de manera radical en favor de la democracia y que el órgano judicial sea reformado en profundidad para que imparta justicia de manera independiente del órgano ejecutivo federal y los de los estados como primeros pasos hacia un nuevo modelo de Estado, el híper moderno.

Sin la intervención de los ciudadanos conscientes en la política se creara un nuevo régimen derivado del presente que impedirá la democracia. Esto tendrá su repercusión en la educación, en la salud pública, en la seguridad pública y todo lo que se refiera a lo público y privado. Por ello, se debe dejar de votar por los corruptos de siempre y sujetar a la ley a los políticos que sean elegidos en el proceso electoral. En consecuencia el pueblo debe de estar vigilante, en constante acción política y participar de manera directa, dinámica y decidida en lo público.

El régimen político priista se terminó, paradójicamente le dio la puntilla el más corrupto y tonto de los priistas, Enrique Peña Nieto y su grupo político, los mismos que preparan un nuevo fraude electoral, los especialistas en ellos.  Y, eso no se debe permitir por ninguna sin razón y menos por razón.

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