martes, 5 de febrero de 2013

EL NIHILISMO COMO PRACTICA DE GOBIERNO EN MÉXICO


 
Desde antes que los priistas volvieron al gobierno de la República (Cosa Publica),  decían que ellos si sabían gobernar en contraste con los dos gobiernos panistas. El primero una mezcla de santurronería, loca ingenuidad, corrupción y falta de realidad; el segundo, una amalgama de rabiosa furia desenfrenada por la muerte, corrupción, ilegalidad, falta de legitimidad y loca egolatría. Ambos gobiernos con una fijación por imponer el Humanismo Cristiano como distintivo de sus gobiernos. Cosa mal parida resultó de ello.

Ahora, los priistas vierten toda su experiencia y sagacidad para sortear los problemas nacionales y, a la manera de antípodas del Rey Midas (Todo lo que tocaba lo convertía en oro), todo lo que tocan lo truecan en estiércol. Es verdaderamente asombroso e indignante ver como los priistas juegan con los hechos, con el Estado de Derecho, con los bienes nacionales, con la racionalidad y la realidad misma.

Tienen como misión principal la aplicación de nihilismo (la negación de todo valor, de  todo ideal, de toda tradición, de toda racionalidad, de todo principio) como modelo de gobierno a efecto de seguir imponiendo el modelo neoliberal en el Estado mexicano. Con la banalización y mentira de los hechos ocurridos en la torre B2 de Pemex lo que pretenden es, hacer creer a la gente que hace falta inversión privada para que no ocurran más desastres como este.

Desde que asumieron los priistas el gobierno federal no han disminuido las cargas brutales para el pueblo por el contrario se han agudizado. Quieren vaciar de contenido los valores que los mexicanos tienen para poderlos manipular. Quieren que todo principio de democracia quede en entredicho para imponer un gobierno despótico en un paradigma intocable. Quieren hacer creer que los pocos bienes (pero de gran importancia) que le quedan a la nación mexicana no merecen la pena seguirlos manteniendo bajo el poder del pueblo. Con explicaciones del porque este gobierno es fallido quieren mantener la mentira de que estamos bien. No podemos estar bien cuando los gobernantes no se ajustan a la voluntad soberana del pueblo y por  el contrario se han convertido, de mutuo propio, en  viles mercaderes de los bienes nacionales. Se han convertido en en sirvientes a la carta de la iniciativa privada nacional y extranjera.

Si la nación mexicana no cree ya en sus valores, en sus ideales, en sus tradiciones, en sí misma es más fácil someterla a la manipulación para "dejar hacer y dejar pasar" a un grado inimaginable; con el único objetivo de aumentar a un grado superlativo el grado de consumo de los mexicanos, es decir, de convertir totalmente a las personas en meros consumidores. Para ello impusieron a una persona ignorante, inculta que de momento a momento muestra públicamente no tener la mínima idea de lo que es, la realidad. Pobre hombre, vive entre brumas de todos matices sin lograr siquiera acertar que es la punta de su nariz. Mientras los comerciantes nacionales superan con creces a Santana, antaño nuestro mejor vendedor. 

La divisa del neoliberalismo, y que gozosos han adoptado los priistas es: "Solo en el consumismo tiene sentido la vida, fuera del consumismo no tiene sentido siquiera pensar”. 



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