viernes, 8 de marzo de 2024

LA ÚLTIMA GRAN REVOLUCIÓN HUMANA NATURAL

 

LA ÚLTIMA GRAN REVOLUCIÓN HUMANA NATURAL

 

Durante la historia de la especie humana se han dado revoluciones buscando la libertad y esta búsqueda es permanente pues mas tarda la especie humana en construir un camino hacia algún derecho cuando no ha caído en la cuenta de estar ya sujeto, por lo menos a una nueva forma de explotación. El género masculino ha ido a la cabeza de construir caminos hacia la libertad, la democracia, la legalidad, la legitimidad y un creciente número de derechos humanos. El género femenino ha ido a la zaga, pero al parecer, ahotados los principales problemas de los hombres, no queda de otra que la última revolución humana a carago de las mujeres. Han tomado el 8 de marzo como una fecha emblemática para salir a las calles a manifestarse y están en todo su derecho.

 

Vemos por todos lados ríos de mujeres protestar contra los hombres y, en concreto contra el patriarcado machista represor, extendiendo este reclamo al Estado también machista y represor. Sin embargo, tienen una ceguera o un velo que, les impide ver realmente el origen y fuente permanente del machismo. Es curioso verlas avanzar derrochando energías y señalando toda una serie de consignas en contra de los hombres y del Estado y, sin embargo, pasan, ante los símbolos del verdadero Estado machista y represor calladas y hasta sumisas.

 

En el catolicismo todo inicia con un mito como en todas las religiones. La creación de la especie humana. Dios crea un tal Adán a imagen y semejanza suya, pero este se aburre en el paraíso (No era tanto un paraíso si se aburria) y la divinidad tiene la ocurrencia de crear entonces a Eva para paliar el aburrimiento del hombre. Esta segunda creación no fue hecha ya a imagen y semejanza de Dios sino de una costilla de Adán. La mujer no fue hecha de una parte del corazón o del cerebro u otro órgano sino de una vil costilla. Esto ya encierra en si una dependencia de la mujer hacia el hombre de manera inmediata. Pues bien, esta divinidad los deja vivir en el edén con la orden de no comer del árbol del bien y del mal, pero no tiene la prudencia de dejarlos en privacidad. Los vigila. Un buen día Adán y Eva comen del fruto prohibido (algo que ya sabia la divinidad que, iba a ocurrir, pues si no nos seria Dios) y el Creador se les aparece y les echa en cara su falta de obediencia a sus órdenes. Adán señala a Eva y dice “Ella me dijo”. Quien o quienes escribieron esto crearon a un hombre cobarde para desembocar en la maldición divina hacia Eva y todas las mujeres. La primera mujer fue la responsable y culpable del pecado original. Su sentencia es pasar a ser una sumisa sirvienta de su amo y señor, el hombre para siempre. El resto ustedes lo saben.  Vaya engañifa. Y, sigue funcionando.

 

No conformes con maldecir a la primera mujer fue necesario crear una institución religiosa que albergara toda una estructura para salvaguardar la supremacía de los hombres sobre las mujeres; así se creo la Santa Madre Iglesia hasta convertirse después en el Estado Vaticano. No es que, antes de esta institucionalización de la violencia contra las mujeres no existiera ya violencia contra las mismas. En la India, en Grecia, Roma y todos los lugares con religiones ya solidas las mujeres ya habían pasado a segundo plano. Lo importante es ver la institucionalización del machismo mediante todo un entramado de ritos y medios para vigilar y castigar todo lo que, estuviera fuera de las Sagradas Escrituras. Y, esa estructura se dirigió hacia las mujeres para reprocharles de todas las formas sutiles o violentas su pecado original. El sometimiento debería ser total. Que las mujeres callen y obedezcan y esto fue así por dos mil años, aunque las mujeres se han revelado ante semejante monstruosidad. La Edad Media bien podría ser un doloroso recuerdo para no perder de vista ese control ese vigilar y castigar a las brujas, mujeres que, querían saber.

 

En consecuencia, el problema mundial de la violencia contra las mujeres no es básicamente legal sino moral. Los hombres han sido amaestrados para considerarse así mismos como superiores por haber estado creado Adán a la imagen y semejanza de Dios y la mujer como un derivado del hombre. Y, si lo dice la divinidad es cierto. Las cadenas y mazmorras invisibles que ha creado el Vaticano para castigar a las mujeres siguen funcionando de maravilla. Las mujeres quieren igualdad de genero con todos los derechos ya alcanzados. Para ello marchan contra el Estado que, ha reconocido esos derechos con todas sus fallas y limitaciones conocidas, pero pasan de largo y en silencio ante la Catedral de la Ciudad de México y de todos los altares religiosos. Quizá estas generaciones de mujeres no estén capacitadas para abandonar la moral cristiana y sean necesarias otras generaciones mas para iniciar la verdadera ultima revolución contra las religiones.

 

Todas las principales religiones y sus derivadas son machistas. El hinduismo, el islamismo, el catolicismo o cualquiera otra son instrumentos de dominación por más que, digan lo contrario y anuncien un pretendido espiritualismo. Que espectáculo fantástico va a ser cuando las mujeres culminen el abandono de la moralidad religiosa y logren liberarse. Es de pronóstico reservado y el miedo de todos los hombres se hará realidad. Las mujeres se han liberado y con ello la Humanidad deberá iniciar un nuevo derrotero de la vida. Bien podrían iniciar con este lema para después crear los propios. “Mujeres del mundo, uníos”.



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