domingo, 26 de junio de 2022

¿HAY REALMENTE UN GOBIERNO DE IZQUIERDA EN MÉXICO?

 

¿HAY REALMENTE UN GOBIERNO DE IZQUIERDA EN MÉXICO?

 

La derecha o mejor dicho las élites que, manejan a la derecha política y ahora a los despojos del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y del Partido Revolucionario Institucional (PRI), ha logrado construir un discurso sobre la idea de ser el actual gobierno de México, comunista, socialista o castrochavista. Los políticos del partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), también se definen como de izquierda, pero no nos han definido ninguno de los dos contrincantes que es lo que, esto significa.

 

Paradójicamente tampoco voy a dar definición exhaustiva alguna sobre el tema sino a mostrarles el funcionamiento del Estado mexicano en sus entrañas mismas para dejaren claro lo aquí tratado. Lo primero que, debemos hacer es, abandonar la lucha política y ser imparciales. Eso conlleva a no emitir ningún juicio, pero si las intenciones. No diremos esto es bueno y aquello malo. En todo caso no usaremos ideología alguna. Lo segundo es, analizar por un lado la política y por el otro la economía. Trataremos de apartarnos de los pseudoproblemas.  

 

Bien, no daré una definición exhaustiva, pero si a decir que, en el comunismo real los no hay democracia y los medios de producción están bajo el total control del gobierno y eso es lo que pasa en México, según la oposición y mas claramente lo dicen las élites antes gobernantes. ¿Esto es cierto?. De manera alguna. Dejamos un régimen antidemocrático para traspasar apenas las puertas de la democracia. Y eso se puede demostrar. Recuerden. Cero juicios de valor. Eso es por lo que respecta a la política. En cuento a la economía los medios de producción deberían estar en manos del gobierno y eso, no pasa en México. Vivimos en una economía Neoliberal. Entonces, ¿Cuál es el objeto de la lucha política?.

 

Bien. La lucha no es entre izquierda y derecha por lo ya dicho en líneas anteriores. La izquierda y la derecha como posiciones políticas existen en nuestro territorio, pero no son el centro de la disputa. La lucha real se centra en el poder político para tener el control económico y social. Esto esta pasando en toda Latinoamérica y otros lugares. Y el punto es la democracia. Vean a casi toda Latinoamérica decantarse por la democracia. Es falsa esa pretendida lucha entre izquierda y derecha. No hay tal. Es pura ideología de ambas partes en la lucha por el poder político. Lo cierto es que, hay una lucha, pero entre la democracia liderada por los pueblos y la antidemocracia liderada por las élites. Aunque la llamada izquierda o izquierdas gobiernen, lo hacen sobre una economía de libre mercado. No se han visto expropiaciones sino meras escaramuzas. Lo que quiere la derecha es volver a retomar ese poder político y económico que, han ido perdiendo junto con el control social. Y, esto me huele a un cambio de época.

 

En un cambio de época no hay fuerza o fuerzas que, lo puedan detener. Todo está dado para que, el o los viejos regímenes sean aplastados o por lo menos dejados en calidad de antiguallas. Esto no lo logra un líder, un partido o un pueblo. Es un cambio gestado desde dentro del viejo régimen por un todo, tanto nacional como internacional donde intervienen los mas diversos factores. Esto no significa de manera alguna de ir en la mejor dirección o una etapa superior de bienestar. Es un cambio y para ir en buena dirección es necesario estar trabajando las partes de ese todo en la misma dirección y eso no esta sucediendo. Vamos no seamos pesimistas pues hay una buena parte consciente trabajando en ello. Hay cada quien poner su parte para lograrlo. La humanidad, a pesar de todo, ha logrado superar su ceguera y su propio pensamiento mágico, religioso o dogmático y hasta tradicional.

 

Ahora bien, lo que, debe quedar claro es no haber en México ni comunismo ni socialismo y menos castrochavismo. Nuestra economía esta ligada a la de los Estados Unidos de Norteamérica, a la de Canadá y a la de todos los Estados de economía de libre mercado. Se imaginan si quisiéramos cambiar nuestra economía arbitrariamente. Seria el caos, el acabose. Las expropiaciones a gran escala son imposibles. La legalidad hizo posible las expropiaciones y la legalidad ahora las impide, aunque el futuro nos abre una gama de posibilidades.

 

En efecto, con toda su problemática usted y yo podemos comprar libremente hasta donde nos alcance nuestra economía y esta puede ser magra, pero esa libertad significa todo lo contrario al comunismo o socialismo. De la misma manera, usted y yo podemos expresarnos de cualquier manera pues ese derecho esta consagrado en nuestra Constitución General en el articulo 6. Puede ser no estemos a gusto con la situación actual, pero no debe de dejarse de estimar la libertad de expresión de las ideas, fundamento de toda democracia. Y ustedes y yo estamos obligados a remar a contracorriente, si es preciso, para hacer de este nuestro México un lugar mejor para vivir, es nuestra responsabilidad y seremos culpables si no actuamos como verdaderos ciudadanos.


jueves, 16 de junio de 2022

EL DRAMA DE LA POLÍTICA MEXICANA

 

EL DRAMA DE LA POLÍTICA MEXICANA

 

En México, la política y la vida pública viven un drama profundo y desgarrador. Estamos ante la caída total de un régimen totalitarista que duró ochenta y nueve años. “La dictadura perfecta”, la llamó Mario Vargas Llosa. Al final resultó no ser tan perfecta y ha caído para no levantarse nunca más. Hay gente que ante el azaroso futuro desea el pasado ya conocido. No hay más. “Que pierda toda esperanza todo aquel que entre aquí”, diría Dante Alighieri al poner esta inscripción en las puertas del infierno en su obra “La Divina Comedia”. Al PRI le faltan las exequias, es cierto, pero de eso deben encargarse los propios enterradores. Bien.

 

Los cambios de época se fraguan durante mucho tiempo y este lo es. La suerte de la Edad Media se configuró en el propio seno de esta. Aunque, se piense en esta época como oscurantista en su seno vivía, aunque en un mínimo, la razón, la ciencia y el deseo de conocer. Enemigos a muerte de las religiones y una vez llegado el momento surgió como un fuego arrasador de todos los tiempos el Renacimiento y todos los esfuerzos de los reyes y el papado no pudieron detener el avance de la filosofía, de la ciencia y la tecnología. Había muerto el sistema de creencias sobre el que se basaba la Edad Media y su extinción era irremediable. Había surgido la burguesía y el proletariado. Actores principales del capitalismo en muchas de las fases de este sistema económico. Si la Edad Media le rindió culto al Dios cristiano, a la metafísica, el capitalismo le rinde culto a la producción a la ganancia, al poder económico, a lo materia por lo material. No puede haber dos opuestos tan radicales y claros. Si antes se creía en Dios y el mas allá, ahora se va a creer se quiera o no en lo material y en lo que los seres humanos logren en esta vida.

 

Lo mismo nos ha pasado a los mexicanos ya en tres ocasiones anteriores y somos espectadores a la vez que actores de esta llamada Cuarta Transformación. Esta dualidad nos confunde y no sabemos si volverá el viejo sistema o deberemos transitar como peregrinos hacia lo desconocido. Veamos un ejemplo rápidamente. El porfiriato duró alrededor de treinta años y en su propio seno se gestaba su caída. Entrados en el siglo XX, llegaba este régimen extenuado y los actores que habitaban en su interior trabajaban arduamente para cambiar ese sistema que, se había olvidado de la democracia, pero la llama no estaba muerta. Por el contario crecía gradualmente hasta explotar en una revolución. La revolución mexicana de 1910.

 

Electo ya y en funciones Francisco I. Madero no tuvo a bien en desarticular los tentáculos del porfirismo y por el contrario abrazó a ese mal en la figura de Victoriano Huerta. Madero, José María Pino Suarez, Gustavo Madero y muchos mas fueron asesinados y los porfiristas creían haber restaurado el porfiriato. Una ilusión sin fundamentos. En poco tiempo fueron derrotados Victoriano Huerta y, sus cómplices y la lucha intestina por el poder se hacia mas cruenta hasta que, se terminó por crear el Partido Nacional Revolucionario (PNR-1929). Se abandonó la dictadura personal y caímos en la dictadura del partido único de Estado con el Partido Revolucionario Institucional (PRI-1946), no sin antes pasar por su etapa intermedia con el Partido de la Revolución Mexicana (PRM-1938). Bien.

 

La época de la dictadura del PRI es la Edad Media del pueblo mexicano. En términos de democracia debemos nombrar el periodo de 1988 a 2018 como el Renacimiento de la razón, del deseo de la democracia, de la libertad, de la legalidad, de la justicia que se vieron concretados a partir del 2018 de manera incipiente pues navegamos entre dos aguas, el pasado y el presente. Entre estas dos opciones, aparentemente tenemos que, decidir. Esto es apariencia. En un cambio de época el presente que se va haciendo futuro y pasado gana siempre. No hay vuelta atrás.

 

El presente huidizo ha sido construido con décadas de antelación sin siquiera darnos cuenta. La economía, motor de esta época imprimió su sello a la vida de los mexicanos con mayor fuerza a partir de 1984 hasta el 2018. Periodo llamado Neoliberal que con todas sus privatizaciones dejaron al Estado mexicano en los huesos, indefenso para poder saquearlo a placer y con casi toda impunidad. Bien. Este periodo de 34 años fue el acabose del partido único de Estado, el PRI. En 1988 es electo Carlos Salinas de Gortari mediante sospechas fundadas de fraude. Con las privatizaciones el gobierno mexicano dejó la rectoría de la economía en manos de los privados, es decir, perdió poder. Surgieron muchos partidos, es decir, el poder político del presidente se esfumó. Surgieron las redes sociales, es decir, la Secretaria de Gobernación, el Santo Oficio de los mexicanos, quedó en chatarra. Perdieron el Distrito federal, hoy ciudad de México, el Congreso General, gubernaturas de varios estados, muchos municipios y en el año 2000 la presidencia de la república por doce años ante el Partido Acción Nacional. Los priistas regresaron en el 2012 para despedirse para siempre en el 2018.

 

Ahora bien, las fuerzas desatadas con las privatizaciones se volvieron incontrolables. No había sexenio sin matanzas, sin devaluaciones y sin corrupción. Era de esperarse la reacción de los políticos de la oposición, pero mas fundamentalmente del pueblo. Ese pueblo sometido, pero ya con la mira en la economía, en la vida diaria que, seguía mirando al cielo, pero era impulsado a mirar al suelo por donde transitaba porque habría que, comer y llevar lo necesario a la casa. Y, ese pueblo terminó por politizarse y a tomar conciencia de su poder y de su papel como soberano. Las elecciones de 2018 fueron una explosión de poder democrático que, cimbró a todo México y al mundo. Se había hecho realidad uno de los principios políticos. “Sufragio efectivo…”. Los votos de los mexicanos por fin contaban y contra eso la oposición no logra encontrar su camino y deambula sin encontrar el norte. Ningún político vio venir ese desastre y cambio de rumbo. La razón. Había despertado el pueblo y hablado democráticamente. Por fin soberano.

 

En efecto, el viejo régimen ahora representado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), no luchan únicamente contra el partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) y el presidente Andrés Manuel López Obrador sino contra su pasado, contra sus contradicciones ideológicas, contra la falta de dinero público que, antes siendo gobierno tenían acceso ilegal, contra la falta de militantes, contra la falta de gobiernos estatales, congresos y gobiernos municipales, pero sobre todo contra su falta de credibilidad. Se dejo de creer en todo un sistema de creencias emanados de la revolución mexicana de 1910.

 

Las nuevas generaciones no les interesan esos viejos ideales huecos. La realidad cambio radicalmente y ya no hay esperanzas reales para el viejo sistema político. Pronto veremos si tengo razón cuando se lleguen las elecciones de los estados de Coahuila y de México, pero principalmente en las elecciones del 2024. El PRD desaparecerá y el PRI se encaminará hacia el mismo destino y quizá en el 2030 estemos libres de este cacharro. Con todo, no es tiempo de holgazanear sino de apurar el paso hacia la construcción de nuevas instituciones que fortalezcan al Estado mexicano en la democracia, la libertad, la justicia y todo aquello que sea menester.


domingo, 12 de junio de 2022

EL FUTURO DE MÉXICO

 

EL FUTURO DE MÉXICO

 

El futuro de México o mejor dicho, un mejor futuro de México pasa por la desaparición total del viejo régimen Presidencial y su nutriente, el Partido Revolucionario Institucional (PRI). De la misma manera, debe desparecer el Partido de la Revolución democrática (PRD). Un partido que, ha perdido totalmente el rumbo por culpa de Jesús Ortega y Jesús Zambrano. El Partido Acción Nacional (PAN), no puede desaparecer pues representa a todos los religiosos, a los conservadores y a los ricos.

 

El PRI nació del poder y para el poder. Desde sus inicios como Partido Nacional Revolucionario (PNR) 1928, fue creado para implantar una dictadura ya no de una personal sino ahora de un partido único de Estado. En 1938 se reinventa como Partido de la Revolución Mexicana y en 1946 cuaja como Partido Revolucionario Institucional. A partir de aquí, el PRI se convirtió en un partido Unicode Estado y sometió al pueblo a sus intereses. Todas las elecciones, durante su apogeo, fueron verdaderas farsas, después fraudes siempre con la violencia a flor de piel como sello distintivo.

 

El PRI no nació para ser un partido demócrata, legal, legitimo, justo y todo lo necesario para permitir la libertad del pueblo. Su historia es una historia de horror, de falta de libertad, de masacres, de desaparecidos, de asesinatos, de corrupción y de cinismo. Ahora que, esta a punto de ser desaparecido por este cambio de época en donde los ciudadanos aspiran a una vida mejor y esta es posible, deben saber que, el PRI tiene que, desaparecer forzosamente. ¿Para que sirve a la política, a la democracia, a la libertad, a la justicia, a la legitimidad un partido lleno de militantes que, no está en su naturaleza la democracia sino la dictadura?. No es posible lidiar en la democracia con un partido como este. Por el bien general del pueblo mexicano el PRI debe desparecer y hay que hacer todo lo posible para ello.

 

Primero va a desparecer el PRD. Cada elección se acerca a la extinción y, sus dirigentes lo saben. Por eso se aliaron con el PRI y el PAN, en busca de un milagro salvador, No hay tal. Su fecha límite se acerca: 2024. El PRI también tiene su fecha límite: 2030. La desaparición del PRD romperá la coalición de estos tres partidos y entonces se iniciará el camino de la extinción del PRI.

 

La pérdida de pluralidad alegado por los lideres del PRI, PAN y PRD, no es tal porque no representan pluralidad. Perdieron su identidad particular para unir su única naturaleza: la corrupción y, esta corrupción es el eje de su comportamiento, es su verdadera identidad y no van a cambiar. La vida pública y política del pueblo mexicano debe renovarse y renovarse significa crear nuevos partidos políticos si así lo requiere la sociedad mexicana para expresarse. El pueblo mexicano debe tener claro: ¡No mas PRI”.


sábado, 11 de junio de 2022

¿ES MORENA EL VIEJO PARTIDO REVOLUCIONARIO INSTITUCIONAL?


¿ES MORENA EL VIEJO PARTIDO REVOLUCIONARIO INSTITUCIONAL?

 

Dicen los opositores al gobierno que el partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), se ha convertido en el viejo Partido Revolucionario Institucional (PRI), o viceversa. Si se ve la cantidad de ex priistas militando en MORENA todo parce indicar que, sí. En consecuencia, seguimos igual, en simulaciones, corrupción y cinismo. Sin embargo, este es un pensamiento mecanicista que, sirve más para las declaraciones políticas, pero no para la verdad. Quienes así piensan están nutridos por sus pasiones, por el odio, el rencor y la venganza. Su desesperación al ver perdidos sus privilegios o trabajos es tal que, no dudan en lanzar aseveraciones temerarias, ridículas y hasta de fantasía.

 

En este contexto no hay que cerrar los ojos a la realidad sino lo contrario, escudriñar en las entrañas mismas de este fenómeno (Lo que se puede percibir por los sentidos), y hacer uso de la razón sin decantarse para lado alguno sino en busca de la verdad. Es decir, vamos a filosofar.

 

El PRI nació del poder y para ejercer ese poder de manera totalitaria. Tenía tres grandes sectores: El obrero, el campesino y el popular. Toda la sociedad estaba bajo el poder del partido único de Estado: El PRI. Había sindicatos obreros, organizaciones campesinas y organizaciones populares para tener el control casi absoluto. “Era la dictadura perfecta…”, dijo Mario Vargas Llosa. El Estado mexicano fue gobernado por quince presidentes emanados del PRI o sus antecesores, catorce desde 1928 hasta el año 2000 de manera ininterrumpida y el último de 2012 al año 2018. Con este partido las élites gobernaban a placer.

 

En cambio, MORENA aún no termina su gestión el primer presidente surgido de ese partido. Este partido nació del pueblo y su presidente fue electo democráticamente por más de treinta millones de personas. No tiene sectores de ninguna clase de manera oficial ni formal y tiene como objetivo que, el pueblo sea el verdadero actor de la democracia y no de élites exclusivamente. Esto no lo exime de las flaquezas ni de los vicios humanos. Tiene malo, sí.

 

Es cierto que muchos ex priistas están en MORENA y han obtenido el poder público por este partido. Muchos operadores ex priistas y militantes son parte ya del partido en el poder. En este punto se tiene que admitir no ser deseable tal situación, sin embargo, a lo largo de toda la historia esto ha sido de esta manera en todo el mundo. Lo que, no significa una justificación sino la admisión de la realidad.

 

Ahora bien, preguntémonos. ¿Qué haría el PRI, el PAN y el PRD si los militantes de dos de estos partidos e incluso los de MORENA se fueran a las filas de uno de ellos?. No nos engañemos. Los recibirían con la máxima alegría del mundo. Desde siempre los políticos han buscado, de todas las formas posibles, legales e ilegales, morales e inmorales, la forma de alcanzar el poder. De forma inocente, Aristóteles creía en la legalidad, en la ética como bases de la política. Tuvo que llegar Nicolas Maquiavelo para hablar abiertamente del ser de los políticos, abandonando el deber ser. Los gobernantes deben ser virtuosos y si no que lo parezcan, dice sin empacho. No se trata de imponer los impulsos primarios como la forma real de comportarse, pero la política es de otro orden.

 

En efecto, si los priistas pudieran hacer volver a sus militantes y convencer a todos los demás de los otros partidos, sin reparos gobernarían otros cien años. Los políticos no van a cambiar radicalmente si los ciudadanos no cambian primero y exigen nuevos comportamientos y, para que, esos nuevos comportamientos se cumplan debe haber leyes rigurosas que sancionen el quebrantamiento de estas. Por cierto, esta Cuarta Transformación ha tenido una larga formación un tanto cortada y a veces parece perderse, pero se ha dado y el eje central lo ha sido el pueblo más que, los políticos. El triunfo de Andrés Manuel López Obrador, el 1 de julio de 2018 ni siquiera el, lo sospechaba. Fue una sorpresa total. Antes que, una derrota legal, electoral fue una derrota moral contra el viejo régimen. Al parecer el pueblo mexicano ha encontrado la salida de un largo laberinto donde habitaba el Minotauro llamado PRI.


EN MÉXICO SE PIERDE LA PLURALIDAD POLÍTICA

 

EN MÉXICO SE PIERDE LA PLURALIDAD POLÍTICA

 

México, pasó de tener un partido único de Estado pues el Partido Acción Nacional fue un simple comparsa a tener una pluralidad departidos excesiva. En este momento (11/06/22), está la coalición “Junto haremos historia”, integrada por el partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Ecologista de México (PVEM) y la coalición “Va por México”, compuesta por el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD).

 

Ahora bien, dicen analistas y periodistas en general que, se esta perdiendo la pluralidad política pues el gobierno y MORENA están avanzando a tal punto que, el PRD seguramente perderá su registro nacional en el 2024 al paso que va. El PRI le sigue los pasos y es muy probable que, en el 203 pierda su registro. El PAN también esta en serios problemas. Aparentemente, con la perdida de dos de estos partidos se pierde la pluralidad política; sin embargo, esto no es cierto pues si bien los tres partidos tenían diversos orígenes ideológicos estos se han perdido.

 

En efecto, el PRI nació como la consigna de hacer valer los principios y anhelos que hicieron posible la revolución mexicana de 1910 y se volvió en el partido único de Estado. El PAN fue creado como respuesta a los intereses de la derecha y el PRD como representante de las diversas expresiones de izquierda. Pero todo esto se ha perdido para dar paso a una coalición de un único interés: no desaparecer como partidos individuales. Todo lo que los hermana es su corrupción y cinismo.

 

En consecuencia, el PRD y el PRI deben desaparecer y el PAN renovarse. Los dos primeros partidos son obstáculos para la democracia y se deben gasta las mínimas fuerzas en desparecerlos para invertir esa fuerza en la construcción del camino por donde debe transitar el Estado mexicano. Los tres partidos no ofrecen desde hace mucho tiempo ideas a favor de la política y de la vida pública. Todo lo que hacen es vivir del erario sin ningún provecho para el Estado. Si a esto le sumamos que, sus militantes están ya en el ocaso de sus vidas se tiene una carga muy pesada para la sociedad. En el caso del PAN debe renovarse tanto en ideas como en la edad de sus militantes. No debe ser que, militantes ya en la senilidad y sin ideas frescas sean la base de este partido, máxime que se han corrompido hasta el tuétano. No hay de otra. A menos que quieran seguirlos pasos del PRD y el PRI.

 

Finalmente, los ciudadanos que tengan vocación por la política tienen la oportunidad de organizarse y crear partidos políticos que renueven la lucha por el poder público en todo el territorio mexicano. Seria muy bueno que, extintos los partidos tradicionales hubiera una renovación de los políticos y con ello, de la vida pública. Y, no solo eso, es una obligación de los ciudadanos de participar activamente en la política y en la vida publica para evitar otra vez, la dictadura de los partidos sobre el pueblo. No mas republica representativa y si, más democracia directa.


lunes, 6 de junio de 2022

EL RUMBO DE LA DEMOCRACIA EN MÉXICO.

 

EL RUMBO DE LA DEMOCRACIA EN MÉXICO.

 

Los analistas, periodista y personajes de todo han estudiado la democracia en México bajo la dirección de Thomas Carlyle, pero mediatizado por el estilo segundón de Enrique Krauze. Carlyle escribe la historia desde el punto de vista de ser los héroes los principales actores y los pueblos actores de reparto, secundarios. Eso es lo que nos muestra en su obra “Sobre Héroes, adoración a los héroes y lo heroico en la historia”. Este método lo usa Krauze para elaborar su obra “Siglo de Caudillos”. La historia de México no es más que la biografía de sus caudillos, bien podría decir el autor.

 

El problema es que, la mayoría piensa d esta manera, a pesar de ya estar refutada la idea de ser los héroes o los caudillos los únicos importantes. Esta forma de pensar y de actuar no deja profundizar a los periodistas, analistas y demás personas que, abordan la política. Para ellos, el presidente de la república es el héroe, caudillo o mesías (Dice Krauze), quien todo lo mueve, todo decide y es a quien le atribuyen el buen, mediano o mal rumbo del Estado mexicano. Esto es falso. Si se analiza la historia de los mexicanos se ve claramente un deseo continuo, aunque muchas veces estancado, de tener una identidad, una forma de ser, libertad, justicia, democracia, igualdad en constante devenir. Hasta ahora no se ha logrado uno solo de esos principios o ideales, pero negarlo es un error. Y, en este cambio lento, pero constante se puede ver la importancia del pueblo. Para ello, se puede acotar el análisis a partir del 68, 71, 88, 94, 2000, 2018 en donde el pueblo ha tenido un papel fundamental para llegar hasta el momento actual.

 

Mientras el viejo régimen priista se descomponía el pueblo mexicano iba teniendo mas libertad, pero por falta de ejercicio de esa libertad no sabia como encauzar ese deseo de libertad y en el año 2000, creyó falsamente en el Partido Acción Nacional. Aparte del fraude electoral, en suma, el pueblo fue manipulado por la guerra sucia contra la izquierda o seria mejor decir, liberales. Hubo de pasar otro sexenio para otra intentona, pero otro fraude electoral impidió la democracia. Tuvimos aquí, la teoría de las élites organizadas. Pocos, pero organizados bien podían controlar a la mayoría. Llegamos al año 2012 y nuevamente esas élites del Partido Acción Nacional, el Partido Revolucionario Institucional y los empresarios hicieron efectivo el fraude, la corrupción y el control del pueblo.

 

Estas elites económico-políticas, nunca sospecharon en que, dentro del mismo sistema el pueblo o mejor dicho los votantes aprendían y tomaban gradualmente conciencia de su importancia. El 1/06/2018 dieron la gran sorpresa. Por fin se hacia realidad el viejo lema: “Sufragio efectivo, no reelección”. De un solo plumazo los votantes desaparecían el poder hegemónico de las élites. Reaccionaron muy pobremente y hasta ahora no logran serenarse y rehacerse como una verdadera coalición opositora.

 

La realidad ha alcanzado al Partido de la Revolución Democrática, al Partido Revolucionario Institucional porque van a desaparecer. El Partido Acción Nacional no esta fuera de esta catástrofe política. Hay muchos analistas y periodistas que, dicen: “Se está perdiendo el pluralismo”. Esto es falso porque no hay pluralismo allí donde se juntan los mas corruptos. Los políticos son ciegos y necios al mandato popular. Lo que el pueblo quiere es que, se termine la loca carrera para ver quien es el mas corrupto. Deben entender que, se deben implantar en el Estado mexicano la democracia, la justicia, la igualdad, la legalidad, la legitimidad. Por el momento se ha cumplido uno de los dos principios de la política mexicana, el sufragio efectivo al ser electo el actual presidente por los votantes y no por las élites. El segundo principio se cumplirá cuando se vaya López Obrador en el 2024. “…no reelección”.

 

Ahora bien, estos partidos corruptos (PRI, PAN y PRD), no tienen ya cabida. El PRD y el PRI van a desaparecer sin duda alguna porque ya cambio el escenario, las circunstancias y principalmente el pueblo. Hoy los mexicanos han aprendido el juego de la democracia. Para que desaparezcan estos partidos hace falta la hegemonía del partido Movimiento de Regeneración Nacional. Mientras tanto los ciudadanos deben prepararse para crear nuevos partidos dentro de los cuales no sean de la misma línea de los actuales y mostrar que van por la senda de la democracia. Se debe recobrar la pluralidad, pero antes extinguir a los corruptos.

 

Si bien, hacen falta lideres, héroes, caudillos o mesías para guiar al pueblo mexicano es el pueblo mexicano el que, hasta ahora ha impuesto la senda de la democracia. No hay duda en ese deseo de terminar con la política del pasado y tomar otro derrotero donde las élites no sean las únicas que, dicten la vida publica y privada. En todo caso, esas élites que, se creían dueñas de México se han mostrado en el campo de batalla de la política como ineficaces, huecas, superfluas, mal educadas y sin ideas.