UNA NUEVA
DEMOCRACIA EN MÉXICO
La
democracia en México ha avanzado de manera lenta y muchas veces ha retrocedido o
estancado como con el régimen priista. Claro, para muchos la democracia solo es
tal cuando las élites gobiernan y cuando manda el pueblo y hay democracia
directa es Socialismo o el desastre. No hay tal. La democracia de élites no es
democracia sino una dictadura en donde el pueblo no tiene voz ni voto; tal y
como aconteció en los últimos ochenta y cuatro años de manera feroz y
sanguinaria. Lo que seguiremos padeciendo por décadas.
Por
buena fortuna la ciencia y la tecnología les han dado a los pueblos y en
especial al mexicano, las herramientas para poder revertir ese estado político.
Los celulares y las redes sociales han sido muy importantes para la democracia.
Los primeros, con sus bajos costos han permitido la comunicación entre la gente
en general y las segundas, le han dado los medios informativos dinámicos y sin
el control gubernamental para poder entender la situación política, económica,
social, artística entre otros y la posibilidad y una mayor probabilidad de organizarse
y expresarse. La toma de conciencia es otro ingrediente.
Los
que no han logrado superar su derrota y tomar conciencia de su situación actual
son los partidos que, hasta hace poco gobernaban a placer y con toda impunidad:
Partido Revolucionario Institucional (PRI), Partido Acción Nacional (PAN) y
Partido de la Revolución Democrática (PRD). Sus dirigentes, senadores,
diputados y algunos de sus militantes actúan como si estuvieran gobernando o
fueran a regresar a gobernar. Es de no creer en su ceguera casi total.
El
escenario esta puesto y los bandos están bien definidos. Por un lado, está el
actual gobierno con el apoyo del setenta por ciento de la población mas o
menos; por el otro lado, está la oposición que, en conjunto tienen un veinte
por ciento de apoyo social. Los primeros, apuestan por abandonar el viejo régimen
político y construir uno nuevo; los segundos, quieren a toda costa volver al
pasado. En el primer caso se pretende beneficiar al pueblo, en el segundo, a
los empresarios nacionales e internacionales. Están opuestos los intereses
nacionales y los intereses privados.
A
la oposición se le olvida o simplemente esta ciega que, fue el pueblo quien les
propinó una derrota moral antes de las elecciones y una derrota electoral el
primero de julio de dos mil dieciocho. Ha sido el pueblo quien ha sostenido
durante este duro temporal al actual gobierno y no al revés. Este pueblo concientizado
y organizado observa los bandos y hasta ahora se ha decantado por el nuevo régimen.
Ante
este escenario la oposición se ha dedicado a tratado de hacer política en las cúpulas
sin importarle el pueblo mas que en el discurso. Eso lo ha captado muy bien el
electorado. Los diputados de oposición no han tenido la prudencia, la templanza
de captar el gran descontento que, causan al fungir como defensores de los
intereses de la iniciativa privada nacional e internacional. Esto a pesar de
haber sido la iniciativa privada los causantes de los peores males que aquejan
al pueblo. ¿Creen que pueden actuar impunemente como hace años?. Están muy
equivocados.
Mañana,
diecisiete de abril de dos mil veintidós a la hora de la votación puede la oposición
frustrar la aprobación de la reforma energética y lo festejaran como si
hubieran logrado el equivalente a la independencia; sin embargo, con su ceguera
y soberbia infinita no se percatan de estar dando la última batalla a “Si por México”
y que puede ser una victoria. Una victoria pírrica. Con estas mismas conductas aceleran
la extinción del PRD. El dos mil veinticuatro es la despedida de este partido.
Un punto perdido es la meta para su extinción. El PRI lleva la misma suerte. El
dos mil veinticuatro será una fecha que acelerará su desaparición. El dos mil
treinta es la fecha critica. La razón. Antes el pueblo estaba sujeto al
gobierno y al partido único de Estado, el PRI. Hoy, es imposible hacer política
sin la participación activa del pueblo y tomando en cuenta el camino que
marque.
En
este punto, es de esperarse que, el pueblo actúe con prudencia como decían los
griegos y templanza como lo entendieron los romanos a la hora de castigar a los
que tienen o defienden intereses contrarios a los suyos. No debe perder la
cabeza y debe conducirse con madurez y desaparecer este mal expresado en dos
partidos el PRD y el PRI, sin dejar de combatir al PAN.
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