EL INSULTO A LAS
MADRES LO ES A TODAS LAS MUJERES
Los
insultos a las mujeres de manera directa o indirecta son tan comunes, tan cotidianos
que, se nos hacen de lo más normal. El insulto más común es: ¡Chingas a tu
madre!. Sabemos a qué se refiere esto pues tiene una connotación sexual,
significa la violación materna con violencia y de manera enferma. En esta frase
corta esta resumido todo el odio, toda la maldad humana. No pensamos ni por un
minuto que, esta ofensa siempre vulnera a las mujeres, a todas no solo a una o
varias, a todas.
Las
religiones y en especial la católica ponen a la mujer como un derivado del
hombre, de una de sus costillas (Vaya falsedad de mal gusto). Esto tiene sus
consecuencias. La primera es que la mujer carece de identidad con el Dios
cristiano; no está hecha a su imagen y semejanza, es decir, es de segunda
categoría. La segunda es tener menos derechos que los hombres y por
consiguiente, puede ser maltratada. Tercera, el lugar de las mujeres queda relegada
a los trabajos de segunda y ulteriores importancias. Cuarta, las riquezas están
a disposición de los hombres en su mayor parte y con ello se margina a las
mujeres. Quinta, las mujeres son inferiores a los hombres en todo.
Por
si esto no fuera suficiente en la Biblia se la atribuye a la mujer el pecado
original al comer Adán y Eva el fruto del bien y del mal, del conocimiento. En
este contexto, siendo Eva de menor calidad que Adán por lo ya dicho, es evidente
que, la culpa será de Eva y con ella todas las mujeres del futuro. La suerte
estaba echada y con el tiempo se volvió un hábito,
con posteridad se hizo costumbre y todo esto se decantó en una doctrina que se
ha enseñado a lo largo del mundo durante más de dos mil años; se llama
catolicismo.
En
todos los lugares que se ha impuesto el catolicismo los sacerdotes han sido los
encargados de enseñar esta trama de la creación de la mujer por medio de una
costilla del hombre con toda su maldad y, como es que, la mujer es quien tiene
y mantiene el pecado original. A partir de todo esto las mujeres quedan en un
estado de minoridad de edad y se les trata como tales. La familia mexicana, por
ejemplo, se formó de acuerdo con el Génesis con el padre, la madre y los hijos como
modelo, con el padre de familia como el único con derecho a decidir sin muchos
obstáculos.
La
familia mexicana estaba llena de contradicciones. Por un lado, se impuso un
paradigma de familia como ya se dijo, pero también estaba el amor natural entre
los padres, estos con los hijos y de todos con la madre comparada con la virgen
María. En este marco la mujer unas veces es adorada y otras, denostada por el
padre de familia. A lo largo de cientos de años se formó todo un sistema de
represión contra las mujeres que alcanzó el grado de normalidad. ¿Qué de malo
tenia golpear a una mujer si lo mandaba y permitía Dios?. Los sacerdotes todos
los días hablando de pecados y de quien tenia en su seno el pecado original, un
mal incurable. Enseñando por cientos de años la violencia contra las mujeres. Imaginen
esta ideología implantada en los niños y las niñas desde muy temprana edad
cuando no están preparados para discernir plenamente el bien y el mal. Todo
esto con el consentimiento de los padres y bajo la autoridad de un sacerdote y
toda una corte de personas que en todo momento refuerzan lo enseñado. Por si
esto fuera poco, esta el gran poder de la iglesia presidida por el Papa desde
el Vaticano y para todos los fieles. El control es inmenso.
No
se necesita mucho estudio para darse plena cuenta y no tener duda que, la
fuente de la violencia contra las mujeres es la visión religiosa sobre la
creación de los seres humanos. Esa forma de pensar y actuar respecto a la
humanidad debe cambiar radicalmente para tratar de iniciar una verdadera igualdad
entre los géneros no idealizada sino real que permita justicia hacia las
mujeres. La humanidad va dando tumbos en su devenir, por eso, es indispensable
que, piense cada paso avanzado y uno de ellos es el fin de la violencia hacia
las mujeres. Sin este requisito no se podrá alcanzar un nuevo estadio mejorado
en la historia humana. Para esto hace falta el abandono de la religión católica
en el occidente y todos los lugares en donde exista esta opresión. Callar no es
ya una opción, dar marcha atrás, menos. Esta batalla será larga y difícil.
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