sábado, 10 de julio de 2021

¿QUÉ TANTO ESCOGE SU DEMOCRACIA UN PUEBLO?

 

¿QUÉ TANTO ESCOGE SU DEMOCRACIA UN PUEBLO?

 

Nos gusta pensar que la libertad, la democracia, la justicia, la legalidad y la legitimidad son construcciones humanas propias. La idea de la soberanía de un pueblo para auto determinarse se haya en el colectivo de los mexicanos. Sin embargo, ¿esto es verdad?. La verdad o su construcción es mucho mas compleja de lo que, de común se cree. Esta nueva etapa en la vida de los mexicanos tiene sus componentes extranjeros y que son fundamentales. No se crea que los mexicanos hemos construido de manera propia y aislada este momento de nuestras vidas.

 

Tenemos que remontarnos al año de 1984 cuando se inician las privatizaciones en medio de una crisis económica y el inicio de una crisis política que durará hasta nuestros días y que vivimos todos los días. Los jóvenes no recuerdan esto por obvias razones y los viejos no recordamos y, no queremos recordar; con todo, la historia es una cadena constante y, sin interrupciones de hechos y actos. Para su mejor comprensión estudiamos la historia por etapas, pero no debemos olvidar su continuidad ininterrumpida.

 

El Neoliberalismo no fue un hecho al azar. Fue impuesto por los gobiernos de Inglaterra a través de Margaret Thatcher y el de los Estados Unidos de Norteamérica, por medio de Ronal Reagan e implementado por el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial a los Estados llamados en “Vías de Desarrollo” o “Tercermundistas”, entre los que se encuentran Los Estados Unidos Mexicanos o como comúnmente se conoce “México”.

 

Todos los gobiernos emanados del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del Partido Acción Nacional (PAN) tuvieron como objetivo privatizar todas las empresas pertenecientes al Estado mexicano y para ello hicieron todas las reformas legales constitucionales y de leyes secundarias para lograr su objetivo y lo lograron casi de manera total; en la última etapa con la colaboración del Partido de la Revolución Democrática (PRD). Lo extraordinario de todo esto es que, los propios impulsores e implementadores de estas privatizaciones; en especial la dirigencia del PRI, no hayan siquiera intuido que en ello les iba su existencia.

 

El PRI nació del poder político y uno de sus fines era nutrir al gobierno de funcionarios públicos, otro era tener la rectoría de la economía, uno más, mantener sujeta a la sociedad, otro, tener el control de los medios de comunicación, pero todo eso se fue perdiendo paulatinamente hasta el punto de venirse abajo casi el total del régimen el 1 de julio de 2018. El PRI fue perdiendo gradualmente su hegemonía política pues la oposición panista le arrancó en 1989 el gobierno de Baja California y gobernó Ernesto Ruffo. En 1997, los perredistas con el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas obtienen el triunfo en el Distrito Federal y en ese mismo año el PRI pierde la mayoría absoluta en el Congreso General. El PRI dejó de ser el único partido que proporcionaba funcionarios públicos. El partido único de Estado se había perdido.

 

A esto se le suma que, mientras más se privatizaba perdía como electores a los trabajadores y familiares de esas empresas. Las grandes trasnacionales al adquirir las empresas nacionales también adquirían más poder y con ello el gobierno federal perdía la rectoría de la economía y pasaba a las grandes trasnacionales.

 

El control social, lo mantenía el PRI a través de tener a los tres grandes sectores cautivos en sus filas; para ello estaban los sectores, campesino, obrero y el popular con todos los sindicatos, organizaciones campesinas y el movimiento territorial. Existía una ideología oficial en el pueblo. El sistema de creencias funcionaba. Con la llegada de nuevos partidos se inicia un cambio hacia la pluralidad de pensamiento político.

 

La Secretaria de Gobernación era el Santo Oficio que regulaba y mandaba a los medios de comunicación para que, las noticias se dieran de acuerdo con las necesidades del gobierno en turno, pero esto se acabó con la llegada de las redes sociales. Hicieron polvo ese control. Ya se podía saber sobre el resto del mundo; es decir, se habían abierto por todos lados posibilidades de cambio con destrucción del pasado.

 

Es evidente la injerencia de los Estados nacionales mas fuertes para moldear el mundo e imponer el modelo económico y político que las les agrade a los demás Estado y México no es la excepción. De común y de manera ingenua se piensa que un solo hombre (ha logrado derrotar al régimen priista. Los líderes de MORENA a toda costa sostienen que, ese partido político encabezados por Obrador, son los artífices de la caída del sistema político. Por su parte los priistas no logran entender su próxima extinción y siguen con su necedad ciega de querer volver a gobernar. Imposible.

 

Los periodistas y analistas nacionales y extranjeros basan sus análisis en el hartazgo respecto de la corrupción oficial sin tomar en cuenta todos los elementos internos y externos como los ya mencionados para tener la mayor información para acercarse a la verdad. Son tan importantes los hechos y actos externos para sacar conclusiones pues en caso contrario se estará en la ignorancia de estar en un momento de cambio propiciado por los Estados nacionales extranjeros y sus instrumentos como el FMI, el BM entre otros. La democracia mexicana no se construyó de forma interna sino también externa. Incluso, ni siquiera se sospecha la magnitud de la injerencia extranjera en el presente caso. En un mundo globalizado no puede haber ya cerrazón.

 

Por el momento, no desesperen. Así como se moldea desde fuera el Estado mexicano y su democracia, legalidad, legitimidad, justicia y todos los demás rubros; también nosotros influenciamos a los demás pueblos. Se ha pensado ¿qué tanto influyen los mexicanos en la política, en la economía, en el arte y costumbres del pueblo norteamericano?. Abramos los ojos y la mente para poder abrazar todos los elementos que determinan nuestra realidad y con ello poder controlar en la medida de lo posible nuestras vidas.


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