¿QUÉ TANTO ESCOGE SU DEMOCRACIA UN PUEBLO?
Nos gusta pensar que la libertad, la democracia, la
justicia, la legalidad y la legitimidad son construcciones humanas propias. La
idea de la soberanía de un pueblo para auto determinarse se haya en el colectivo
de los mexicanos. Sin embargo, ¿esto es verdad?. La verdad o su construcción es
mucho mas compleja de lo que, de común se cree. Esta nueva etapa en la vida de
los mexicanos tiene sus componentes extranjeros y que son fundamentales. No se crea
que los mexicanos hemos construido de manera propia y aislada este momento de
nuestras vidas.
Tenemos que remontarnos al año de 1984 cuando se
inician las privatizaciones en medio de una crisis económica y el inicio de una
crisis política que durará hasta nuestros días y que vivimos todos los días. Los
jóvenes no recuerdan esto por obvias razones y los viejos no recordamos y, no queremos
recordar; con todo, la historia es una cadena constante y, sin interrupciones
de hechos y actos. Para su mejor comprensión estudiamos la historia por etapas,
pero no debemos olvidar su continuidad ininterrumpida.
El Neoliberalismo no fue un hecho al azar. Fue
impuesto por los gobiernos de Inglaterra a través de Margaret Thatcher y el de
los Estados Unidos de Norteamérica, por medio de Ronal Reagan e implementado
por el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial a los Estados llamados
en “Vías de Desarrollo” o “Tercermundistas”, entre los que se encuentran Los
Estados Unidos Mexicanos o como comúnmente se conoce “México”.
Todos los gobiernos emanados del Partido
Revolucionario Institucional (PRI) y del Partido Acción Nacional (PAN) tuvieron
como objetivo privatizar todas las empresas pertenecientes al Estado mexicano y
para ello hicieron todas las reformas legales constitucionales y de leyes
secundarias para lograr su objetivo y lo lograron casi de manera total; en la última
etapa con la colaboración del Partido de la Revolución Democrática (PRD). Lo
extraordinario de todo esto es que, los propios impulsores e implementadores de
estas privatizaciones; en especial la dirigencia del PRI, no hayan siquiera
intuido que en ello les iba su existencia.
El PRI nació del poder político y uno de sus fines era
nutrir al gobierno de funcionarios públicos, otro era tener la rectoría de la economía,
uno más, mantener sujeta a la sociedad, otro, tener el control de los medios de
comunicación, pero todo eso se fue perdiendo paulatinamente hasta el punto de
venirse abajo casi el total del régimen el 1 de julio de 2018. El PRI fue
perdiendo gradualmente su hegemonía política pues la oposición panista le arrancó
en 1989 el gobierno de Baja California y gobernó Ernesto Ruffo. En 1997, los perredistas
con el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas obtienen el triunfo en el Distrito Federal
y en ese mismo año el PRI pierde la mayoría absoluta en el Congreso General. El
PRI dejó de ser el único partido que proporcionaba funcionarios públicos. El
partido único de Estado se había perdido.
A esto se le suma que, mientras más se privatizaba perdía
como electores a los trabajadores y familiares de esas empresas. Las grandes
trasnacionales al adquirir las empresas nacionales también adquirían más poder
y con ello el gobierno federal perdía la rectoría de la economía y pasaba a las
grandes trasnacionales.
El control social, lo mantenía el PRI a través de
tener a los tres grandes sectores cautivos en sus filas; para ello estaban los sectores,
campesino, obrero y el popular con todos los sindicatos, organizaciones
campesinas y el movimiento territorial. Existía una ideología oficial en el
pueblo. El sistema de creencias funcionaba. Con la llegada de nuevos partidos se
inicia un cambio hacia la pluralidad de pensamiento político.
La Secretaria de Gobernación era el Santo Oficio que
regulaba y mandaba a los medios de comunicación para que, las noticias se
dieran de acuerdo con las necesidades del gobierno en turno, pero esto se acabó
con la llegada de las redes sociales. Hicieron polvo ese control. Ya se podía saber
sobre el resto del mundo; es decir, se habían abierto por todos lados
posibilidades de cambio con destrucción del pasado.
Es evidente la injerencia de los Estados nacionales
mas fuertes para moldear el mundo e imponer el modelo económico y político que
las les agrade a los demás Estado y México no es la excepción. De común y de
manera ingenua se piensa que un solo hombre (ha logrado derrotar al régimen priista.
Los líderes de MORENA a toda costa sostienen que, ese partido político encabezados
por Obrador, son los artífices de la caída del sistema político. Por su parte
los priistas no logran entender su próxima extinción y siguen con su necedad
ciega de querer volver a gobernar. Imposible.
Los periodistas y analistas nacionales y extranjeros
basan sus análisis en el hartazgo respecto de la corrupción oficial sin tomar
en cuenta todos los elementos internos y externos como los ya mencionados para
tener la mayor información para acercarse a la verdad. Son tan importantes los
hechos y actos externos para sacar conclusiones pues en caso contrario se estará
en la ignorancia de estar en un momento de cambio propiciado por los Estados
nacionales extranjeros y sus instrumentos como el FMI, el BM entre otros. La
democracia mexicana no se construyó de forma interna sino también externa.
Incluso, ni siquiera se sospecha la magnitud de la injerencia extranjera en el
presente caso. En un mundo globalizado no puede haber ya cerrazón.
Por el momento, no desesperen. Así como se moldea
desde fuera el Estado mexicano y su democracia, legalidad, legitimidad,
justicia y todos los demás rubros; también nosotros influenciamos a los demás pueblos.
Se ha pensado ¿qué tanto influyen los mexicanos en la política, en la economía,
en el arte y costumbres del pueblo norteamericano?. Abramos los ojos y la mente
para poder abrazar todos los elementos que determinan nuestra realidad y con
ello poder controlar en la medida de lo posible nuestras vidas.
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